miércoles, 4 de diciembre de 2024

ATARAXIE - "LE DÉCLIN" (ARDUA MUSIC ARDUA027CD; 2024)

Declive / Del lat. declīvis.

decadencia, decaimiento, mengua, ocaso, debilitamiento, descenso.

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Demócrito, Epicuro y estoicos establecieron que la Ataraxia es la vía iniciátiva para alcanzar la felicidad a través de una suerte de vía del no apego; vía en la que entra en escena el indispensable elemento del miedo que entronca con el sufrimiento, angustia y decadencia que precisamente son los elementos que los dioses franceses (Rouen) ATARAXIE manejan a la perfección desde hace la friolera de casi 25 años, y veinte desde el icónico Slow Trascending Agony. Pues bien, tengo el inmenso honor y placer de reseñar su nuevo (sexto) álbum Le Déclin que edita en toda su decrépita gloria ARDUA MUSIC en una edición tan cuidada que invita a bajarse los calzones.

Cuidado hasta el más mínimo detalle, baste decir que ya sea que elijas la edición en Cd, la Cassette o el Vinilo, lo que puedo asegurarte es que vas a tener 3 ediciones que tienen sus respectivos másters y cambios y que suenan considerablemente distintas. Si a ello añades la potencia descomunal de una banda que desde su anterior, el doble Resignès (Weird Truth, 2019), rozaban el Olimpo con su triple línea de guitarras (es difícil realmente describir el muro sónico que implica esto en los franceses), no me queda más que pelarme con una navaja roma oxidada la red neuronal que recubre el interior de mi espina dorsal y hacerme una jodida infusión con ella. Actualmente, la formación se compone de Fred (guitarras), Hugo (guitarras), Jonathan (voces y bajo), Julien (guitarras) y Pierre (batería). 

En el apartado técnico voy a simplificar porque se ha grabado en diversios sitios y si queréis no tenéis nada más que hacer un click en su bandcamp y obtener los datos, pero sí que quiero hacer referencia al gélido, permafrosmático (no existe la palabra, pero me la suda) artwork de Arnaud Daval y al bestial uso del blanco y negro de Alexandra (Studio Splendor Solis) en lo que se refiere al diseño. Además, pues esa masterización en probeta alquímica de Collin Jordan (The Boiler Room). Termino los datos haciendo hincapié en el tacto poroso (un acierto) tanto del doble Vinilo como del Cd, el marmóleo acabado en blanco de la edición en color (yo tengo la negra, y si fuera rico tendría también la blanca) y la atractiva versión en cassette (coeditada con los japoneses Weird Truth).

¿Tocan Ataraxie Funeral Doom? Yo que sé. A mí las etiquetas ya me sobran cuando algo me cala tan hondo. Citar a referencias como primeros My Dying Bride, Disembowelment, Evoken, Winter, Coffins, Cathedral y demás está muy bien, pero yo que sigo el Doom extremo (me gusta llamarlo así al igual que la ola de terror extremo francesa) os puedo asegurar que su sonido es personal e intransferible. Al igual que su extensión natural Funeralium, hay cierto coqueteo agónico (en algunos rangos de voces) con los alegres y dicharacheros Bethlehem o cierta manera de mecer las melodías a lo Forgotten Tomb (versión Doom). Quedes con lo que te quedes, los 80 minutos de esta OBRA MAESTRA no los vas a olvidar fácilmente. Abre el disco la homónima "Le Déclin", a la postre la más corta con 16 minutos. Unas mistéricas notas de guitarra ultra melancólicas estallan como una sepsis sonora incontrolable a la vez que entra una procesionaria base rítmica lenta que se acompaña de un recitado en francés que van desgranando unas letras que harían eyacular a Cioran y un hipnótico trenzado de guitarras que se repiten como un loop. A este nivel suenan a Evoken en Quietus. No es nihilismo, es estar justo al borde de la miseria. 

Minuto 5 y se llergue un poderoso pasaje al más puro estilo Death / Doom noventero con voces guturales, cavernosas y exhumadas de más allá del estómago (diríamos el intestino grueso). Discernibles hasta ahora y nada crípticos, Ataraxie son Dioses de lo suyo aquí, un Funeral Doom que podría recordar a Profetus o los primeros discos de los germanos Ophis pero claro, los franceses estaban antes. Conforme avanza el tema, la sensación `de caída´ existencial se acentúa en una acritud sonora que te rasga el interior a base de una base rítmica que se sincroniza a la perfección con la guitarra como banda ultra engrasada que son. 

Sigue la monolítica "Vomisseurs De Vide", muy dinámica y más elaborada musicalmente; sobre un fondo de guitarra distorsionada otra va punteando con ese tono lúgubre que tenían tanto Disembowelment como Evoken (no cito a Skepticism porque los fineses tienen la particularidad de parecer que su música llega desde el fondo oceánico de un mar de aceite). Excelentes las bajadas de intensidad en las que se queda una guitarra (muy trabajadas las composiciones, con ese regusto circular que tanto me gusta y una cierta atonalidad en los desarrollos melódicos) y los platillos como campanas tocando por difuntos. Quizás voy a decir una absoluta payasada pero cuando la voz limpia recita, quitando el tono histriónico, me trae a la cabeza a los injustamente olvidados Eros Necropsique.

Ataraxie manejan a la perfección la intensidad (no me gusta citar bandas más recientes, pero un poco es a lo Spectral Voice o primeros Blood Incantation) con un incursiones en pasajes enclavados directamente en el Old School Death tipo Incantation. Lejos de parecer que la cosa va a decaer, entramos en terrenos Black Doom con unos blast beats y guitarras afiladas que te dejan exangüe pero claro, los contrastes definen a los franceses y al segundo bajamos a tempos del inframundo. Casi sin darte respiro, "Glory of Ignominy" abre con cánones más estándares que pueden recordarte a los My Dying Bride y cositas de los Mournful Congregation y es que por alguna razón Ataraxie mantienen la fuerza / crudeza de sus dos álbumes anteriores pero el enfoque es mucho más digamos `tradicional´ en el sentido estilístico del término salvo ese clímax in crescendo de puro y duro Death Metal que en directo tiene que ser una apisonadora. Mención especial para esos gritos agónicos que suenan en la retaguardia y las letras que invitan a todo menos al optimismo. Además me gustaría también apostillar que aunque no entran en terrenos Sludge, sí que tiene cierta vértebra de la suciedad de bandas como Eibon o los americanos Aldebaran... no sé si es porque la crudeza es tan alta que acaba uno imbuyéndose de la lisergia inmanente a esos estilos.

Le Déclin es un álbum exigente e incluso quizás excesivo de una tacada, pero que necesariamente precisa de muchas escuchas para sacarle todo el jugo que guarda... ese Soma que altera la conciencia y te saca de la línea temporal tradicional. El último clavo en el ataúd lo pone "The Collapse", algo así como `La Canción del Verano para Gente Muerta´. Ni un resquicio por el que respirar en un descenso a lo Worship, Loss pero con la fiereza del plúmbeo Death noventero. Podría seguir escribiendo sobre el disco, pero los niveles de Serotonina me están bajando hasta el punto de que llevo 20 minutos fijándome en una cuchilla roma que tengo aquí al lado.

OBRA MAESTRA.

https://arduamusic.bandcamp.com/album/le-d-clin

https://ataraxie.bandcamp.com/

SOON :: MUSIC FOR FIREWALKERS /////// BLIND RULER CURSED LAND

Quien siga este blog sabe de mi idilio con las bandas Checas y el Avantgarde desde aquella ya lejana eclosión de grupos como Plastic People of the Universe, DG307, Pulnoc y un sinfín más. Para mí, se trata de una Segunda Ola de Avantgarde Checo o al menos así lo vivo en mi mente desde que entré en contacto con Willhelm Grasslich, fundador de la Pravěk Noise Section  y artista tras los impresionantes proyectos en grupo UNCLE GRASHA´S FLYING CIRCUS (Split con Calf / Split con Kostadis / Stalinist God / OST)  o Surfin' Bazooka y en solitario con el impresionante BLIND RULER CURSED LAND, del que os traeré en breve su ALUCINANTE nuevo Music for Firewalkers que se edita en formato de coedición junto a los sellos Sky Burial, Radek Buldra, Gladivs Records e In Illo Tempore

Mayestático Neofolk, esoterismo Marcial, Dark Ambient letárgico, Blind Ruler Cursed Land nace en 2020 y desde entonces os he traído las reseñas de Chrysantheme Delirium o el split junto a Arabian Family Payback. Así pues, en breve, reseña de Music for Firewalkers, su más ambicioso trabajo hasta la fecha. STAY TUNED!!!!!!:



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domingo, 1 de diciembre de 2024

HIEMIS - "NEPHILIM" (NOCTIVAGANT COLLECTIVE, 2024)

Vuelta al necrosado Dark Ambient de HIEMIS en este fabuloso y conceptual Nephilim. Sin ningún orden particular, ya sabéis quienes visitáis estos lares que su discografía se reparte entre Gradual Hate y Noctivagant. Como no quiero repetirme demasiado os dejo un resumen de referencias anteriores sobre Juan Carlos Toledo, así que si queréis refrescar la memoria, no tenéis más que pinchar aquí: La Chose; Hyperborea; Radix; Thule; Zothique; Yggdrasil; Malleus Malleficarum (con entrevista) o su colaboración junto a Diego Arandojo en el excelso La Genesías del Ojo Imberbe. Espero pronto sacar algún texto homenaje a sus tiempos en Silent Love of Death y su reciente nuevo sello Ominous Sounds del que ya os dejé la reseña de su primera referencia Rituals from Ancient Europe (la segunda llegará en breve). 

Nephilim se edita por el sello Noctivagant en digipack limitado a 100 copias y es una obra conceptual sobre esos seres fenecidos tras el diluvio universal (Génesis 6:1-4) en los tiempos de los Patriarcas hebreos Enoc y Noé. Su etimología se hunde en la noche de los tiempos aunque los expertos concuerdan en que su significado o traducción viene a ser algo así como `Los Caídos´ o `Los que hacen Caer´. En cualquier caso, hay muchas teorías sobre su origen y significado en incluso conexiones sincréticas con otros Mitos y Credos. Desde sus apariciones en el Génesis a otras más controvertidas en libros apócrifos como en el de Enoch de los Manuscritos del Mar Muerto, hasta su conexión con la Raza de los Gigantes y los Titanes Griegos, los mitos Norteños o incluso con conexiones sumerio mesopotámicas (Apkallu). En cualquier caso, ya en épocas veterotestamentarias tardías e incluso en el Nuevo Testamento, su significado Arquetípico pasa a hacer referencias a la Lucha de los Ángeles fieles y la Rebelión.

Toda esa imaginería es usada por Hiemis en 38 minutos que son posiblemente de los más oscuros dentro de su extensa discografía hasta el punto de que es difícil dilucidar hasta dónde llega el Dark Ambient y dónde entra el Funeral Drone Doom asfixiante que trabajaban olvidados músicos y proyectos como Hlidolf, Uncertainty Principle o los mil y un designios del belga Stjin Van Cauter (Until Death Overtakes Me, Fall of the Grey Winged One, Beyond Black Void...). Dicho de otra manera, no es los instrumentos que usas sino la sensación opresiva que provocas en el oyente y a las pruebas me remito con la ultra asfixiante "The Watchers", the cariz bastante ritual y meditativo que por momentos recuerda a la leyenda patria de Like Drone Razors Through Flesh Sphere. Pulsátiles olas electromagnéticas que te abrasan en un acre telar con cierto aire cinematográfico (imagináos a Richard Strauss en Also Sprach Zaratustra pero ultra asordinado y ahogado en su propio Amnios). Todavía más monolítica resulta "The Decent" que siguiendo los mismos patrones aboga por un decrépito Drone tan lento como el movimiento de los planetas. Mayestático, sublime y catedralicio.

"Forbidden Wisdom" cambia el tono con variaciones minimalistas de corte clásico con buen equilibrio entre lo Industrial y el Ambient y un crescendo que va adquiriendo tintes de Noise Harsh. Con todo, Hiemis nunca pierde la esencia melódica o la sensación de que te están llevando hacia abajo en un mar de aceite electrificado. "Heavenly Lineage" es otro ejemplo de cómo mezclar géneros paralelamente, tocándose tangencialmente cuando necesitan hacerlo y creando una sensación de mortaja plañidera en el oyente que se magnifica muy pero que mucho con auriculares. Sigue la dupla "Abyss" y "Chaos", la primera con su patrón percusivo cuasi Carpenteriano enterrado en un amenazante fondo oceánico abisal y la segunda un soundscape vibrátil eólico. 

Los últimos diez minutos se recupera la intensidad con la explícita "Darkness" donde aparece casi que por vez primera vez un patrón melódico épico / apocalíptico dando una fuerza descomunal (ritual) al conjunto y volviendo a esa cierta similitud con el Funeral Drone mientras que "Apocalypse" termina por disolverte en la nada.

Otra obra descomunal de HIEMIS.

https://hiemismusic.bandcamp.com/album/nephilim

https://noctivagantcollective.bandcamp.com/album/nephilim


sábado, 30 de noviembre de 2024

CIELO DRIVE - "PIECES FROM A BROKEN STAR" (ASTRONOMY RECORDING MUSIC ARMCD004, 2024)

Tengo el placer de presentaros a CIELO DRIVE, agrupación que debuta en Astronomy Recording Music con Pieces from a Broken Star, editado en formato Digifile (Iago Méndez realiza el artwork en base a trabajo fotográfico de Óscar Sanfiz) y que distribuye A Marxé. La música es una especie de contagioso Dark Wave cinematográfico y electrónico mezclado con Industrial, percusiones motorik tipo Kosmische y todo rebozado en una curiosa aleación que se beneficia de su frescura compositiva. En la formación tenemos a Óscar Sanfiz (The Lone Chains, Crazy Breed, OSB o Skull & Foursome) a las guitarras, bajo, kalimba, voces, samples, manipulación de sonido y cacharrería. Dirk Ittenbach se encarga de los teclados, swarmaron / samples y Alberto Guillén a la batería / percusión electrónica. Sin querer poner parecidos innecesarios, algo sí que me recuerda (sobre todo por los aromas futuristas) a la fantástica Drokk: Music Inspired by Mega-City One de Geoff Barrow / Ben Salisbury pero girada hacia momentos en los que se roza el Ambient Techno de The Orb.

Por cierto, no creo que haya que explicar mucho sobre Cielo Drive a estas alturas, y más específicamente en el 10050 de Benedict Canyon (Beverly Hills norte) donde se cometieran los asesinatos de la Familia de Charles Manson. Cuarenta minutos estructurados en 10 cortes que van en un crescendo muy bien trabajado; abre "First Piece" en un largo `fade in´ de silencio que enroca a un sosegado patrón de bajo sobre el que se van añadiendo motivos electrónicos. Sin solución de continuidad se pasa al Space Rock de "Second Piece" que me recuerda muchísimo a bandas ochenteras que surgieron a raíz del sonido de Hawkwind como los Mothergong, Gongmaison (y derivados) y sus hermanastros bailables Astralasia, o los olvidadísimos Magic Mushroom Band


Bases rítmicas circulares y requiebros electrónicos oscurantistas en "Third Piece" bebiendo directamente del Prog electrónico y la Kosmische pero de forma muy natural y elegante al mezclar Kalimba, teclados, burbujeos y notas de piano (no sé si real o samplers) enrasado todo en una vibrátil línea de House y Ambient.

Hay que destacar que Pieces from a Broken Star es muy fresco y no se estanca nunca gracias a la versatilidad y enfoque de los cortes que van jugando orgánicamente con la atmosférica ambientación sin crear exabruptos innecesarios. Prueba de ello es la sincopada "Fourth Piece" que puede recordar al Bill Laxwell de The End of Law pero sin el Spoken Word y ya girado todo hacia cierto cariz EBM (Skinny Puppy, Wumscut, Das Ich y cosas de ese tipo). Se juega con la manipulación de sonidos y con la aleatoriedad de los glitches pero de manera bastante controlada y sin pasar nunca a la aspereza del Harsh Noise o similares, cosa de agradecer para mi gusto. "Fith Piece" lleva al límite lo anterior subiendo revoluciones y metiéndose en el Rave / Techno o la IDM pero manteniendo el mismo hilo umbilical que se conecta con el inicio del disco (como si fuera una extensión deformada de aquel). Ya sabéis... profusión de sonidos que parecen sacados de la colonoscopia de la Nostromo y sus oxidados intestinos.

Brutal el cambio hacia el Industrial de corte metalero en "Sixth Piece", con una fuerza a las percusiones a lo Die Krupps o los Hocico, braseado todo con guitarras afiladas con mucha distorsión y haciendo girar el sonido hacia terrenos más marciales y de Dark Ambient cinematográfico en "Seventh Piece". Brilla el neo futurismo (vuelvo a traer a Drokk a la palestra), un uso controlado del Noise y un bonito contraste con el Dub Ambient elegante de "Eight Piece" que recuerda a los The Orb; me encantan esas notas de teclados tristones y cómo se va trenzando todo en una remezcla meditativa con "Ninth Piece" en la que se van recogiendo lastre para hacer acopio de energía Psy y lanzarla en el exhaustivo misil de "STAR", que retorna por la puerta grande al sonido cósmico con una pausada, letánica batería que viene a ser el equivalente a darle LSD en mal estado a Holger Czukay (CAN). 11 minutos y pico de monolíticos golpes en la puerta del Dios KRAUT.

Se escuchan pasos. Si alguien abre o no la puerta tienes que descubrirlo tú que yo he salido a orinar a Plutón y no encuentro el camino de vuelta. Fuí dejando mijitas de pan por esa Cielo Drive alternativa de mi psique pero se ve que no es un buen recurso en el puto espacio exterior. Si no me volvéis a leer, he muerto... dejo este mensaje en una botella de Bitter Kas en 30 de Noviembre de

https://astronomyrecordingmusic.bandcamp.com/album/pieces-from-a-broken-star



martes, 26 de noviembre de 2024

SASTRE - "FAMILIA DE SASTRE" (ASTRO AS02602 / ATAQUE! A280VIN; 2024)

Las fronteras de la familia se tejen con el amor de la confianza. De anudarse con cuidado, contendrá el telón el roce de la ventana abiertaALBERTO SASTRE

Hace ya dos años que os presentaba el discazo Estación, Ida y Vuelta del gijonense Alberto Sastre que me sorprendió mucho por su altísima calidad tanto en lo compositivo (música y letras) como el precioso margen acabado de la edición en vinilo (prácticamente una autoedición). Sobre su currículum no me gusta repetir así que podéis visitar el enlace de más arriba; baste pincelar que ha colaborado con el Coro Popular Al Altu la Lleva desde 2014, con Nacho Vegas con agrupaciones como The Soslayo, Hairless Monkeys, Volvone o César Maltrago (este último muy querido por este Blog que ahora leéis). 

Este segundo trabajo, titulado Familia de Sastre, se publica en vinilo (por cierto, muy bien prensado) por Astro / Ataque! bajo licencia exclusiva del propio artista que es el encargado de toda la música y letras excepto "Funere s/n" (poema de Daniel García Granda). En el apartado técnico graba y mezcla Diego Reyes en Estudios GrandÁtico excepto "Bailas Bien" que la graba el propio Sastre y la masteriza Matt Brown en Space Ranch Studios (Seattle). 

La formación, toda una gran familia:

Sastre (voz, guitarras, casiotone y bajo en "Caja Negra"), Charlie Rodríguez (guitarra eléctrica), Rodrigo Roces (piano de cola y sintetizador), Elisa Gómez (bajo), Eros Rionda (batería), GAS, Gloria Caamaño, Arantxa Carcedo y Sara Méndez (coros en "La Quietud" y "Caja Negra"), Diego Reyes (batería y percusiones en "Úsame" y "Funere s/n" y bueno, para simplificar un poco, hacen voces y coros el propio Coro Al Altu la Lleva que son: Rosana Llanos, Leni Molina, Débora López, Rosana Cardo, Ester Roldán, Sandra Schünemann, Lorena Núñez, Gloria Caamaño, Sara Méndez, Arantxa Carcedo, Paula Mata, Aníbal López, Ángel Villameriel, Xuacu Carballido, Aníbal Menchaca y la colaboración especial de Pablo Elosúa, Dani Boto, Kiko Pérez y Frisco en "Funere s/n".

En líneas generales estamos ante un Pop Rock exquisito muy ecléctivo, bastante minimalista y sobre todo bastante difícil de etiquetar que bebe algo del propio Nacho Vegas, Javier ColisPablo Und Destruktion, César Maltrago o incluso ese rock de barrica pútrida de Bladimir Ros. Su principal vértebra son tanto la guitarra acústica como el buen hacer de Sastre como letrista que a lo largo de siete cortes y haciendo honor al título del disco, nos va relatanto episodios bastante personales (creo que queda bastante patente con la fotografía de portada o las que acompañan el Insert). Abre la Cara A la preciosista "Gijón en ti" con tonos de piano y sintetizador mas base rítmica sobre la que se eleva la mayestática voz de Sastre en un crepuscular crescendo urbanita que engarza a la perfección con la acústica "Bailas Bien" con Julia Fernández acompañando a Sastre a las voces. 

Me encanta cómo están escritas las letras (sugerentes pero nunca directas) (`Hola, me llamo así, tines la espalda recta y refleja la / luz cada vez que mueves tu piel y sólo hay una frase / viva que permita continuar así, un vaso de agua que / permita continuar así de bien, MDMA´). En cierta medida, me acaba recordando a los discos de Javier Arnal con Vera Acacio (Tus Besos o Canciones Defectuosas).

Sigue "La Quietud" muy al ralentí... tempo letárgico y ensoñador y por momentos la guitarra evanescente parece adquirir las tonalidades ese slide que se toca en Hawaii tras estallar una ojiva nuclear. Las voces, casi susurradas, se deslizan como un sueño hasta que sube el tempo y la intensidad y recuerda a Corcobado en sus discos de Boleros. Me gusta mucho el timbre / tono de voz de Sastre que huye de virtuosismos (afortunadamente) para enclavarse más en una onda pseudo Crooner. Es muy curioso cómo un tema aparentemente tan simple como este acaba dando multitud de detalles y reinterpretaciones, sobre todo las subidas y bajadas constantes de intensidad la cual se acaba manteniendo en ese más agresivo, directo y lúbrico "Úsame".

"Lorazepam" abre la Cara B con esa especie de Pop progresivo adornado con piano y la voz de Arantxa Carcedo que por momentos se acerca a las líneas experimentales más Pop de los añorados SEFRONIA. Las melodías son lo suficientemente atonales y distintas para establecer esto como un disco de autor (que no de cantautor). Vuelve lo onírico con la órfica "Caja Negra", posiblemente de mis temas favoritos con sus letras a caballo entre la catástrofe y lo surrealista (`Quién me lo iba a decir que no era miedo a volar, / era miedo a morir, a sufrir sin razón, a perder un riñón, a / sangrar por la piel, a clavarme un cristal y cortarme los pies. / Tengo miedo a entender el mundo sin ti. Ay amor, adiós´) y en definitiva, toda una canción de amor estilizada con algo de shoegazing de ese que se llama ahora.

El colofón lo pone "Funere s/n", poema de Daniel García Granda, musicalizado por Sastre y homenaje a la memoria de las 9 personas arrojadas al Pozu Funeres (también conocido como Pozo de los Muertos) en 1948 en plena Posguerra y que aquí se transforma en toda una road song con estructura pseudo progresiva y que posee una extraña pátina o hálito triste que te deja bastante tocado ya no sólo por el trágico tema que trata sino por la bella musicalización y estructura narrativa... por su poderoso estribillo y su sutil impronta Folk Asturiana. Cuando entra el coro Al Altu la Lleva parece que estamos en una de esas producciones progresivas de los 70... precioso, enaltecedor y exquisito.

Un disco de canciones trabajado hasta en sus más nimios detalles y que iguala o incluso supera a Estación, Ida y Vuelta. Si queréis pillar copia podéis escribir al mismo artista o en el enlace del sello:

https://ataque360.com/producto/sastre-familia-de-sastre-album-vinilo/#

viernes, 22 de noviembre de 2024

#34 FANCINE: CRÓNICA JUEVES 21


Jueves 22 de Noviembre, son las 10:34 de la mañana, bebo un café cargado y miro el Palmarés de este año en 34 Fancine: Mejor Película para `Death is a Problem for the Living´ y el resto podéis verlo aquí. Sinceramente me ha sorprendido mucho que Maldoror no haya tenido mejor suerte a nivel oficial y sí la Prensa Acreditada haya sido la que se ha decantado por ella, cosa que me llevaría a un extenso debate sobre las `particularidades intrínsecas al aficionado al fantástico y terror´ sobre el que no me noto ahora mismo ágil para salir indemne. Estoy con las neuronas demasiado abotargadas para poder hilar fino y al fin y al cabo todas las opiniones son respetables. 

Me cuesta muchísimo esto de las despedidas pero hay que hacerlo. Agradecer de corazón a toda la organización del Festival por hacer realidad nuestros sueños y pesadillas, a los trabajadores del Cine Albéniz por aguantar estoicos y ojalá sigan paralelos nuestros caminos siendo 35 FANCINE el próximo encuentro. Gracias a mi familia por sacrificarse y dejarme este espacio anual y gracias a mi cuerpo por aguantarse a sí mismo.

Nos vemos muy pronto.


Operation Undead (Kome Kongkiat Komesiri / Tailandia; 2024)

En 1941, el ejército japonés trata de tomar la provincia tailandesa de Chumphon. Para ello, cuenta con un arma biológica de efectos imprevisibles. Mok y su variopinta unidad de jóvenes soldados deberán enfrentarse no solo a los soldados japoneses, sino a una amenaza mucho más escalofriante. 

Mala hasta decir basta y lo peor, con buen presupuesto, posiblemente las dos cosas que más entierran a un film de estas características. Guión formulaico, actores planísimos hasta el punto de que ya no distingo a los zombis de los humanos, escenas sin ton ni son que destrozan el poco o casi inexistente ritmo narrativo... y todo sumado con hilarantes momentos como zombies cantando o llorando a reventar, flashbacks de parvulario y en definitiva, nada que destaque. Una película totalmente vacua que me anestesia hasta ese peligroso momento (pocas veces pasa) en que me tengo que salir de la Sala diez minutos antes de que termine o juro que soy yo el que caigo muerto.

No voy a destacar nada. Creo que cualquier guión de videojuego de zombis le pega cien vueltas.


I, The Executioner (Ryoo Seung-wan / República de Corea; 2024)

Un detective novato y un veterano del equipo de la División de Investigación de Crímenes Violentos, persiguen a un asesino en serie que ha sumido la nación en el caos. 

Entretenido thriller coreano alejadísimo de los más oscuros títulos del género y que aquí se centra en un producto netamente palomitero con el siempre recurrente tema de `vigilante en la ciudad ajusticiando a gente mala´. En sí es una secuela de Por Encima de la Ley (2015) y repiten muchos actores, entre ellos el protagonista todoterreno Hwang Jung-min. Buenas coreografías y persecuciones, suspense justito para vertebrar el asunto, correcta fotografía y en definitiva, todo eso que hace que te encandiles a la pantalla aunque en sí la película no tenga nada de original. Eso sí, las sobreactuaciones o algunos diálogos son para echarles de comer aparte.

Los amantes del suspense sin demasiadas complicaciones tienen aquí una buena dosis. Los que esperen una vuelta de tuerca al impactante thriller coreano de hace dos décadas, lo siento pero no estáis de suerte. Eso sí, muy buena banda sonora.


Párvulos (Isaac Ezban / México; 2024)

En un mundo desolado, tres hermanos viven aislados en una casa abandonada en medio del bosque. Pasan sus días esperando el supuesto regreso de sus padres y cazando para alimentar a la criatura que ocultan en el sótano.

He visto varias de las realizaciones de Isaac Ezban y lo cierto es que siempre ha manejado buenas ideas... El Incidente, México Bárbaro o Los Parecidos son las que más recuerdo. Sustentada por unas entrañables interpretaciones a cargo de los tres hermanos, la película muestra cómo puede hacerse cine de autor a día de hoy con un género tan trillado como el de los zombies. Ignoro si el que hemos visto es o no el Director´s Cut que contiene 1 minuto más de vísceras y sangre aunque en cualquier caso, lo que sí es cierto es que a Párvulos le sobra algo de metraje haciéndose cansina en algunos tramos. 

Fotografía apesadumbrada cargada de grises y cierto matiz de Serie B, pero plagada de impactantes momentos e imágenes que se te quedan en la retina, afortunadamente Párvulos es lo suficientemente cruda para no pasar como uno de esos productos triviales del género, los zombies colgados o la escena de la chica son un bofetón de crudeza en toda regla y el giro final está correctamente llevado a cabo.

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jueves, 21 de noviembre de 2024

#34 FANCINE: CRÓNICA MIÉRCOLES 20

Generalmente es en la crónica del Miércoles cuando ya me invade la zozobra y la sensación agridulce de que FANCINE se termina. Queda un día, los premios, la clausura y posiblemente otra maratón pero ya es inexorable. Todo tiene que terminar y no es fácil asumirlo. La intensidad con la que se empieza es directamente proporcional a la tristeza que me embarga pero por otro lado hay que sanar un poco. 

Dolor de cervicales, dolor de estómago, abotargamiento, somnolencia y dificultad para concentrarme aunque este año la Patrulla de Seguridad del Albéniz me dejaba entrar a la sala prontito y a lo tonto me he leído un libro casi entero entre película y película en vez de estar danzando a la humedad del ambiente en las violentas calles del centro de Málaga.

Bueno, no me entretengo más. Directo a lo visto ayer.

Azrael (E.L. Katz / Estados Unidos; 2024)

En un mundo en el que nadie habla, una comunidad devota liderada por mujeres persigue a una joven que ha escapado de su encierro. Azrael debe ser sacrificada para apaciguar un antiguo mal en lo más profundo de las tierras salvajes que la rodean, pero luchará por su propia supervivencia.

Lejana queda a la salvaje Cheap Trills de 2013 para el realizador estadounidente E.L. Katz. Azrael es un survival horror algo más estilizado, con gore bien administrado y un escenario bastante claustrofóbico. Juega con la sutilidad de no mostrar apenas nada de la trama dejando al espectador que se haga sus cábalas y a partir de ahí pues copia de otras películas todo lo que uno se pueda imaginar. ¿Problema? pues que nada es lo suficientemente trascendente para que la película adquiera una dimensión propia.

Pero ojo, funcionar funciona e incluso toma algo del Folk Horror, tiene buenos efectos y tal... pero hay algo demasiado formulaico. Esa comuna que parece sacada de Mad Max, los sacrificios, ese embarazo sospechoso.... no sé, es que lo he visto tantas veces ya que mi sensación es la de encefalograma plano. No me gusta spoilear en estas reseñas así que me suelo limitar a dar unas pinceladas y vuelvo a repetir lo que dije hace unos días; Azrael es una película perfecta para quien no se fagocitador extremo de películas de terror. Para los más curtidos pasará como una más.

El segundo acto (Quentin Dupieux / Francia; 2024)

Florence quiere presentar a David, el hombre del que está locamente enamorada, a Guillaume, su padre. Pero David no se siente atraído por Florence y quiere arrojarla a los brazos de su amigo Willy. Los cuatro se reúnen en un restaurante en medio de la nada. 

O lo amas o lo odias, Dupieux es el amo y señor de la comedia absurda. Usando un metalenguaje cinematográfico en lo que a priori es algo sencillo, El Segundo Acto tiene más enjundia de lo que a priori pudiera parecer y en sus escasos 80 minutos construye una reflexión terrorífica sobre la realidad, el cine o la inteligencia artificial. Plantel estupendo con un descomunal Vincent Lindon y Léa Seydoux a los que se asoman otros rostros habituales en su cine como Raphaël Quenard (Yannick y Mandíbulas). 

Rodada de forma casi intimista y con muchos exteriores, se estructura en dos actos que se contraponen de forma burlesca pero de esa manera tan característicamente nostálgica de Dupieux. Conforme se va desarrollando ese largo plano final de `trávelin´ somos conscientes e que la película se va a terminar y le falta algo, pero no está dispuesto Quentin Dupieux a dártelo tan fácilmente implicando al espectador en su metarrealidad. Otra joyita de culto en su larga filmografía.

Following (Christopher Nolan / Reino Unido; 1998)

Por aburrimiento y frustración, un escritor elige al azar a extraños de las abarrotadas calles de Londres y los sigue. Razonando para sí mismo que está recopilando material útil para los personajes ficticios de sus novelas, comienza a seguir a las mismas personas más de una vez, atraído por descubrir más sobre sus vidas. Se encontrará con un ladrón profesional llamado Cobb, y se verá cada vez más involucrado en sus actividades nefastas.

Genial muestra de talento en el debut recuperado de Nolan que grabara desde 1996 a 1998 en un magnífico blanco y negro. A la falta de financiación se contrapone toda una plétora de ideas para poder sacar a buen puerto (y de forma loable) este Thriller psicológico y Noir con cierto aroma a novela policiaca Pulp que se enrevesa de forma ingeniosa gracias a un montaje marca de la casa. Memento estaba ya casi que a la vuelta de la esquina y uno ya intuye a la perfección esa manera fresca de narrar que además rinde homenaje a los clásicos como Hitchcock o, aun siendo británica, bebe del clasicismo de los años 40 y 50 y por supuesto las novelas de Dashiell Hammett y otros grandes.

Fantástico el triángulo de actores y la relación entre ellos en una trama que encaja al milímetro como una buena novela negra.

MadS (David Moreau / Francia; 2024)

Romain, de 18 años, hace una parada en casa de su camello, prueba una nueva pastilla y se dispone a irse de fiesta. Conduciendo ve a una mujer herida en el arcén y para a socorrerla. Al subir a su coche, silenciosa y con un aspecto muy extraño, empieza a comportarse de forma aterradora. Y este es solo el principio de la noche. 

El director de Ils (2006), el remake the The Eye (2008) o la más reciente Solos (2017) vuelve con la que es para mí su mejor película. A ritmo de videoclip casi, rodada en falso plano-secuencia y con vertiginoso ritmo, el resultado acaba siendo una aplastante cinta de terror extremo francés de las que te agarran por la yugular. Claustrofóbica gracias a un ritmo in crescendo, MadS no es que sea original ni muestra nada nuevo, pero la manera de contarlo sí que es fresca. Moreau usa los mínimos elementos posibles para centrarse en generar terror sin que el espectador tenga que comerse demasiado el tarro y es ahí donde acierta.

Por lo demás, no busques algo original. Drogas, violencia y nocturnidad. Mientras sigan existiendo nuevas formas de narrar, no perecerán ni los zombies ni los miedos habituales.

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miércoles, 20 de noviembre de 2024

#34 FANCINE: CRÓNICA MARTES 19

Como casi todas las dudas del tipo `esta película tendría que verla pero aquella otra es que hay que verla´, me dejo llevar y decidir justo en el momento de sacar la entrada. Me apoyo en la mini cornisa, miro al infinito, soplo al viento mi flequillo, entrecierro un poco los ojos, inspiro profundamente, no fumo pero doy una calada invisible y lo peor... exhalo el humo invisible, muevo el cuello de lado a lado desactivando los nudos musculares, pongo mirada interesante al infinito y me desnudo, me pongo en la posición del hombre de vitrubio y dejo que los designios me invadan, pienso en Leonardo da Vinci pero no lo exteriorizo, me toco la.... la acreditación y dejo que decida por mí la experiencia. O Vigalondo o las Motosierras; misma hora, dos posiblidades. Multiverso. 

Ustedes me conocen de otras veces, de habernos leído e indagado. Vuelvo a vestirme, la gente detrás se va impacientando un poco, canto 3 mantras y me dirijo inexorablemente a la puerta de entrada. Ya sabéis lo que elegí, no?.

Infinite Summer (Miguel Llansó / Estonia, España; 2024)

Durante las vacaciones de verano, Mia y sus amigas prueban una app para meditar que produce experiencias psicodélicas y afirma alterar sus formas corporales. Cuando una de las chicas acaba en el hospital y la otra escapa de milagro, Mia se enfrenta a la disyuntiva entre salvar a sus amigas y confesar ante la policía o unirse a ellas en un viaje hacia lo desconocido. 

No sabía nada del realizador del nacido en Madrid y afincado en Etiopía, Miguel Llansó, desde aquella irreverente y magistralmente divertida Jesus Shows you the Way to the Highway de 2019. A un ritmo más pausado y con temas de fondo como el transhumanismo, la medicación trascendental, las aplicaciones y la tecnología, Infininite Summer es una joyita a reivindicar plagada de momentos lisérgicos visualmente muy bien llevados a cabo y que bueno, para mí podría ubicarse a la perfección dentro de la sección Fantástico Nacional. Cine por tanto de autor, distinto y sin vocación de taquillazos, pero con un tremendo encanto y es que al fin y al cabo, este es el tipo de películas que más disfruto de FANCINE.

El surrealismo y lo bizarro en Llansó se han estilizado mucho más para centrarse en un relato coherente plagado de reflexiones y que transmite sosiego y calma en sus fotogramas. Me encanta el ritmo narrativo casi surrealista que tiene y la resolución me parece perfecta dentro de su arriesgadísima propuesta que, tal y como se ve en los créditos (de sus dos anteriores películas también) tiene que tirar bastante de coproducciones para financiarse. Os invito a que busquéis algo de la vida y anécdotas de Llansó porque no tiene desperdicio. Eso sí, me hubiera encantado algún cameo de Daniel Tadesse.

Jupiter (Benjamin Pfohl / Alemania; 2023)

La familia de una adolescente cae en un culto cósmico que promete la salvación a través de una existencia superior en Júpiter. En este contexto, la joven debe decidir si sigue a sus padres o forja su propio camino en la Tierra.

Remake de un corto del mismo nombre y mismo realizador germano Benjamin Pfohl, Jupiter es un drama en toda regla con trasfondo sectario, sutiles aromas a Thriller en su último tramo y que nos mete de lleno en ese saco de la vulnerabilidad en la adolescencia, la responsabilidad paternal y por supuesto, la peligrosidad de las ideas en momentos de debilidad existencial. La película en sí no está mal, es de buena factura y las interpretaciones son correctas pero para mi gusto es algo plana e insustancial en su acabado. Predecible al máximo (lo cual no tiene que ser un defecto pero aquí lo es), como experiencia cinematográfica va justita, a lo que no ayuda en nada la resolución final de la trama.

Pero a ver, la realidad es la que es y Jupiter trata de reflejar algo real y en eso cumple a la perfección. Me resulta curioso y chocante el orden que he elegido hoy para las películas y las similitudes entre Infinite Summer y Jupiter (vale, similitudes relativas) pero es que la segunda acaba siendo el reverso oscuro y tenebroso de la primera.

Chainsaws Were Singing (Sander Maran / Estonia; 2024)

Tom y María se enamoran a primera vista, pero su romance se ve interrumpido con la súbita aparición de Killer, un maniático con una motosierra, que secuestra a María y la lleva a su guarida. Mientras tanto, para rescatar a su amada, Tom intenta perseguir al psicópata con ayuda de Jaan, un tonto de buen corazón a quien se encuentra en el camino, y un par de torpes policías. 

Quien no entienda que los Festivales de Cine están hechos para que películas como esta Chainsaws Were Singing puedan existir es que están algo despistados. Multipremiada, genial, divertida y aberrante a partes iguales, estamos ante un capítulo apócrifo de Monty Python Flying Circus con trasfondo campy, gore y lo mejor de todo, convertido en un musical adictivo. Funciona a todos los niveles... en lo gore, en lo visual, en los chascarrillos y bizarrez de sus personajes, en los imposibles diálogos y en unas tonadillas que se te quedan en la cabeza. 

Me hubiera encantado una Sala 1 a rebosar, tener las letras de las canciones y a los realizadores y que toda la sala hubiéramos podido hacer coros o algo. Por cierto, impagable la escena del `solo´ de motosierra por decir una sóla, porque Chainsaws Were Singing no tiene ni un minuto de desperdicio. Desde ahora busco la banda sonora como agua de Mayo.

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martes, 19 de noviembre de 2024

#34 FANCINE: CRÓNICA LUNES 18


Llega un momento en las maratones cinematográficas en las que el Reportero de Prensa de raza, el que ama este género y acude por pasión, pierde la noción del tiempo. La ingente cantidad de fotogramas no impide que nos sintamos mal en nuestro interior... mal por abandonar nuestras responsabilidades familiares, apartar el trabajo y para colmo, sentirnos mal por no ser capaces de cubrir todo FANCINE. Me explico. Uno intenta ver todas las películas de Concurso, reflejar algo de cada Sección y si se puede, nombrar otros eventos como los Conciertos de Bandas Sonoras, los premios de cómic y relato y demás. Imagino que esta pequeña epifanía iniciática al que acude para reseñar otros Festivales como Molins, Sitges, Fantasporto o vaya usted a saber; me gusta pensar que somos como El Héroe de las Mil Caras de Joseph Campbell... partimos del Mundo Ordinario a realizar nuestra misión (Llamada a la Aventura). Nos encontramos anualmente con nuestras mentoras (la organización de Fancine) y cruzamos el Umbral Simbólico (La Sala de Cine). Nos enfrentamos a las Pruebas o Sesiones Maratonianas y obtenemos nuestra recompensa espiritual para luego volver con el Elixir (las reseñas) y renacer / resucitar nuevamente al siguiente año.

Dentro de esa parte iniciática está la PRUEBA SUPREMA. Todo lo que sabemos de cine o nos gusta, todos nuestros recursos y nuestras habilidades quedan sumidas por la duda en lo que me gusta llamar SÍNDROME DE LA PARRILLA MELLADA. Me explico; es imposible estar en todo, imposible estar en todos los encuentros con los realizadores y no dejarte alguna película de concurso. Imposible no desviarte de tus planes trazados cuando te arrecia la jaqueca o no sientes las piernas. Imposible incluso en ocasiones dialogar con las personas si el cansancio te ha pegado fuerte; no es la primera vez que me noto hablar con un discurso obnubilado que parece llegar de lejos y noto la voz pastosa y el pensamiento al ralentí.

Sin embargo DISFRUTAMOS COMO CONDENADOS. Cuatro películas discurren en un abrir y cerrar de ojos. Comemos y dormimos mal, escribir no sé ni cómo escribimos (no me da tiempo a repasar ortográficamente los textos) y siempre esa maldita sensación de que inexorablemente te has dejado algo importante atrás. Tememos defraudar a la organización del Festival, tememos traicionarnos a nosotros mismos, tememos que termine y que pase algo que nos impida volver al siguiente año. Pero oigan, a pesar de todo somos FELICES. 

Somos MANADA. Somos LEGION.

1978 (Nicolás Onetti, Luciano Onetti / Argentina; 2024)

Durante la final de la Copa del Mundo entre Argentina y Holanda, en tiempos de plena dictadura militar, un grupo de torturadores irrumpe violentamente en un domicilio y secuestra a unos jóvenes para llevarlos a un centro clandestino de detención. Lo que comienza como un interrogatorio inhumano, se convierte en un verdadero martirio.

Estoy intentando recordar alguna película de los Onetti que me haya marcado o dejado algún tipo de recuerdo y la triste realidad es que ninguna. Incluso tengo el DVD original de Francesca (2015) que se subiera al carro del Neogiallo y de su famosa Los Olvidados (2017) no me queda nada grabado en la recámara. Así que afronto esta 1978 con cautela... inicio potente, buenas interpretaciones (dantescas y añejas como corresponde) en una claustrofóbica y buena ambientación... hasta que se descubre la trama.

En el preciso momento en el que se destapa el telón, la película gira hacia un trasfondo sobrenatural / sectario (siento el spoiler) absolutamente gastado de tanto usarlo ya como recurso. El maligno y sus invocaciones no se salva de la quema ya ni aunque lo metas en plena dictadura y la misma noche de la final de la Copa del Mundo entre Argentina y Holanda. Es curioso pero se me viene a la cabeza una y otra vez la cinta turca de culto Baskin (2015) quizás por eso del giro / bisagra radical en su guión y su despliegue gore in crescendo pero claro, en Baskin es virtud y en 1978... bueno, en 1978 no sé lo que es. Tras unos interesantes 20 primeros minutos, floja flojísima e intracendente y mire usted que soy devoto del cine Argentino.

The Soul Eater (Alexandre Bustillo, Julien Maury / Francia, Bélgica; 2024)

Dos policías se ven obligados a unir fuerzas para descubrir un siniestro complot sobre la desaparición de unos jóvenes de un pequeño pueblo de montaña, así como una serie de muertes brutales que sacan a la luz una antigua leyenda sobre una criatura diabólica. 

Poco o casi nada voy a añadir yo aquí a la excelente carrera de Bustillo / Maury. Lejos queda ya Al Interior (2007), así que los realizadores están ya en toda su plena madurez creativa. Alejados del terror extremo francés (del que todavía conservan algunas micro moléculas), su anterior cinta La Casa de las Profundidades me pareció excelente, claustrofóbica y malsana así que mis expectativas eran altas con The Soul Eater. ¿Qué es lo que me ha parecido?... pues tengo que digerirlo un poco más. Hay partes de su enrevesada trama de `hombre del saco´ que me convencen, y otras que no (lo de la droga está metido con calzador, laringoscopio y colonoscopio). La factura técnica es impecable y el dueto interpretativo del belmondiano Paul Hamy (el año pasado lo tuvimos presente en Fancine con Rien Ni Personne) y Virginie Ledoyen que está algo fría en su papel de `policía atormentada que se parece a Cristina Ricci´.

Como thriller criminal se acerca a cosas como Los Ríos de Color Púrpura y con curiosas concomitancias de trama con El Hombre de las Sombras (2012) de Pascal Laugier, cuya trayectoria inicial iba en sus inicios bastante unida en estilismo a Bustillo y Maury pero si hay algo que me parece todavía más sorprendente, es su similitud con los policiacos daneses, suecos o finlandeses. Esa manera de tratar la maldad y cómo está presentada en pantalla me recuerda horrores a las series detectivescas nórdicas y su desenlace todavía más. Es por eso que tengo sensaciones muy encontradas con una película que sorprenderá a quien guste de productos muy bien masticados y regurgitados, pseudo comerciales y demás, pero que a quien esté bastante curtido lo va a dejar algo frío. Por tanto para mí es un notable bajo.

Kryptic (Kourtney Roy / Canadá, Reino Unido; 2023)

Kay sale en busca de Barb Valentine, una criptozoóloga que desapareció mientras buscaba al monstruo Sooka. En su búsqueda se dará cuenta de que está inexplicablemente unida a la criatura a la que está persiguiendo. 

Debut a la dirección de Kourtney Roy tras una impresionante carrera como artista y fotógrafa que os invito a buscar. Alucinantes sus portfolios de fotografías que estoy seguro harían las delicias de David Lynch. Por cierto, algo del cine de éste aflora en este batiburrillo de Krytic donde se juegan con las identidades, los saltos temporales y las leyendas urbanas. Muy buena la fotografía en esos entornos canadienses rurales de caravanas y cowboys alcohólicos que dan tanta grima, y con esos impresionantes bosques que te sacan el alma. 

Kryptic recuerda un poco a las road movies oníricas de bajo presupuesto que se marcara Calvin Reeder con The Oregonian y The Rumbler (2011 y 2013 respectivamente). Su protagonista, la curtida ya Cloe Pirrie, da una de cal y otra de arena con momentos mágicos y otros algo vacuos, cosa que no me extraña nada con el caos de montaje y ritmo narrativo que maneja Kourtney Roy (para mí desacertadamente). Con todo, el bajo presupuesto a veces funciona y se hace virtud dándole esa ligera pátina extraña del cine de culto a Kryptic. Llena de subcapas, si te dejas llevar es un triposo caleidoscopio de mini episodios memorables pero si desconectas un segundo, es difícil volver a flote.


Dark Match (Lowell Dean / Canadá; 2024)

Una pequeña empresa de lucha libre acepta un encargo bien pagado en una ciudad apartada. Allí descubrirán, demasiado tarde, que la comunidad está dirigida por un misterioso líder de culto con planes tortuosos para su combate.

Tremenda vacilada la que se ha marcado Lowell Dean (Wolfcop y Another Wolfcop) con una carismática panoplia de personajes de Serie B y secundarios de lujo como Chris Jericho, Steven Ogg o Michael Eklund. A los que somos de la generación del videoclub, Humor Amarillo y el Wrestling de Tele5 esto es todo un homenaje a nuestra infantoadolescencia pero ojito, con algo más. Trama y guión cuidados, efectos especiales y splatter en los momentos justos van de la mano en una rendición a una cultura casi extinta ya que desgraciadamente ha pasado a llamarse o englobarse en el término ´retro´.

Visualmente no es impactante pero ayuda mucho los tonos mates de su colorido (se me viene a la cabeca un cruce entre Penitenciary / Penitenciary II, Perseguido y los Power Rangers), su banda sonora ochentera y sus constantes guiños a esos misterios que nos envolvían antaño: ¿eran reales las peleas de la WWE?. Ninguna de nuestras mentes infantiles quería que le dijeran que no y precisamente para eso viene Dark Match y las líneas de diálogos grandilocuentes (como tiene que ser) de Chris Jericho... eso sí, me sobra el digitalizado guiño final. Nostálgica pero con más enjundia de lo que pudiera parecer.

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lunes, 18 de noviembre de 2024

#34 FANCINE: CRÓNICA DOMINGO 17

Hoy ha sido el día del despiste. La cosa es que tenía las entradas para The End y no había calculado bien los tiempo; ya un poco más calmado dentro de este carrusel constante que es Fancine, me doy cuenta de que se me pisaba casi 25 minutos con la siguiente película. Consigo cambiarla para Twiligh of the Warriors, luego me calzo Night Call y cuando salgo.... me doy cuenta de que se me han desplazado otra vez 25 minutos para poder ver (última oportunidad) Death is a Problem for the Living. Quizás un poco de IA para abarcar todas las variables no hubiera venido mal, pero como soy de vieja escuela, a mi lado tengo a Don Boli Bic que al ritmo que va la humanidad veremos a ver si no desaparece la letra escrita.

Van pesando las sesiones en las cervicales y se va poniendo alrededor de los ojos esa pátina colorada tan característica del Yonqui Cinematográfico. Cojo un revólver de esos de tambor y lo cargo con 6 ibuprofenos... voy a pegarme un tiro a ver si consigo quitarme el dolor de cabeza que empieza a asomar.

Sin prisa, pero sin pausa, esto es un breve esbozo de mis opiniones:

Twilight of the Warriors: Walled in (Soi Cheang / Hong Kong; 2024)

En el Hong Kong de los años 80, la ciudad amurallada de Kowloon funciona como lugar seguro para todo tipo de pandillas y refugiados. Hasta allí llega Chan Lok-kwun, un hábil luchador que se embarcará en una violenta venganza al ser estafado por el jefe de una temida Triada.

Dos horas de guantazos volantes y lo que hacen los efectos digitales.... tener todavía al bueno de Sammo Hung (toda una leyenda) repartiendo a diestro y siniestro en esta cinta en la que Soi Cheang cambia el registro de su anterior y policiaca Limbo (2021) o la más reciente (que no he visto) Mad Fate (a su vez una especie de Spin-off de Mad Detective). El resto es sencillo de contar; si eres adicto al cine de Hong Kong ochentero, esto va a entusiasmarte porque no ha perdido un ápice de su encanto: coreografías, saltos, peleas imposibles, vaciladas alucinantes... eso sí, llega un momento en la película que a nivel audiovisual me anestesio y tengo que evadirme mentalmente. 

Muy bien realizada técnicamente, pocas pegas se le puede poner a una película con tanto encanto. Villanos con pelados alucinantes, dientes de oro, cicatrices anormales y poderes extraterrenos de Kung Fu vienen a ser los protagonistas actuales que se movían por esas cintas de videoclub en los 80 en los que escuelas de artes marciales y los malos malísimos se enfrentaban de forma redentora en los últimos 30 minutos. Amistad y tortazos a tutiplén.

Night Call (Michiel Blanchart / Bélgica, Francia; 2024)

Mady, un joven estudiante que trabaja de cerrajero por las noches, recibe la llamada urgente de una chica para abrir una cerradura, pero la puerta que la joven quiere abrir no es la suya. En una ciudad en crisis por las protestas raciales,  Mady solo tendrá una noche para encontrarla y demostrar su inocencia.

Debut al largometraje de Michiel Blanchart que se ve que tenía un buen fondo económico para rodar un thriller que conecta más con la simpleza del cine americano. La película la resumo rápido en un `corre que te pillo´ intrascendente que no la salva ni la presencia de actores conocidos; guión facilón, previsible, fotogramas nocturnos impecables y poco más voy a añadir. Me cuesta creer que haya realizadores que quieran imitar el cine de Hollywood de malos malísimos corriendo sin freno detrás de una bolsa de dinero. 

Eso sí, te la presentan con unos buenos 15 minutos primeros para diluirse como un azucarillo. Para olvidar sinceramente y una verdadera lástima aunque imagino que los ultra adictos a la acción nocturna la disfrutarán bastante. 

Else (Thibault Emin / Bélgica, Francia; 2024)

Anx, un hombre introvertido, y Cass, una mujer segura de sí misma, acaban de iniciar un romance. Poco tiempo después, estalla un misterioso virus en el mundo que provoca que los infectados se fusionen con su entorno. Atrapados en su apartamento, la pareja debe enfrentarse a esta terrible amenaza. 

Hacía mucho tiempo que un debut no me dejaba tan clavado al asiento como esta impresionante Else. Body Horror, pandemias, metafísica y una espiral alucinante a nivel visual que viene a ser el equivalente a mezclar Tetsuo con el Cronemberg existencialista. Intimista y de ritmo pausado, claustrofóbica a muchos niveles, la película tiene un implacable ritmo que te mastica y regurgita en sus cambios corporales, en unos efectos visuales muy analógicos y una trama que parece urdida por Ligotti, Lovecraft, Kafka y Mariana Enríquez a partes iguales. 

Desde unos créditos iniciales que parecen un viaje por las capas tegumentosas de un libro de medicina, al desangelador clímax final que se torna drama cósmico, Thibault Emin se ha marcado un debut de esos que no dejan indiferente. Eso sí, hay que tener estómago para algunas partes que, si bien no es tanto lo que se ve, si es crudo lo que sugiere y ahí doy un 10 al diseño de sonido que ayuda a que la imagen se te vaya metiendo por los poros hasta que el espectador se funde (nunca mejor dicho) con la pantalla. Película a Concurso que parte como una de mis favoritas junto a Maldoror.

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