HER WILL BE DONE (Julia Kowalski; Francia, Polonia, 2025)
`La joven Nawojka, que vive con su padre y sus hermanos en la granja familiar, guarda un terrible secreto: un poder monstruoso, que cree haber heredado de su madre, y que se despierta cada vez que experimenta deseo. Cuando Sandra, una mujer libre y seductora, regresa al pueblo, sus poderes se manifiestan sin que ella pueda controlarlos.´
Acertada mezcla de géneros que tarda uno bastante en hilar (quizás sea por las maratones que uno lleva encima) entre lo sobrenatural y el Folk Horror, cierto toque a lo Carrie y bueno, algunas cosas más que no quiero meterme demasiado para no destripar la trama. Los elementos que la componen inquietan y está bien rodada (esos encuentros entre familias francesas y polacas), esa grasa vomitiva que aparece en los campos y el opresivo aroma rural.
Raro que lo diga (van doscientas veces este año) hay un despertar sexual y una búsqueda de la identidad. Bien interpretada, con planos acelerados de las miradas deudores del Giallo, una música jazzera que por momentos descoloca y bueno, estallidos de violencia incontrolada. Julia Kowalski consigue aportar frescura a temas ya trillados como las maldiciones familiares y mezclarlo con pinceladas del Horror Folk que está tan en boga, y la verdad es que el resultado es muy, pero que muy interesante.
Estiércol, grasa, vodka, carne.... y sangre.
SILENCIO (Eduardo Casanova; España, 2025)
`Unas hermanas vampiras se enfrentan a la escasez de sangre durante la Peste Negra, mientras que siglos después su descendiente afronta luchas similares durante la crisis del SIDA en España. Una comedia negra sobre la supervivencia, el amor y los prejuicios eternos de la sociedad.´
Vuelta al ruedo del irreverente y `enfant terrible´ del cine español con una miniserie ofrecida en Fancine antes que en su estreno en Movistar +. Tras Pieles, La Piedad o ese controvertido documental (Al Margen, y del que prefiero no opinar demasiado por su abordaje frívolo de la enfermedad mental), Casanova es un realizador que me encanta. No solo por la estética y su mezcla de estilos que van de lo social al Body Horror de corte Kitsch. Hay tantos y tantos detalles en esta historia sobre vampirismo y prejuicios que difícilmente pueden aquí resumirse en unas líneas... detalles como la caja de lorazepam con motivos en rosa, las tazas con asas puntiagudas emulando orejas de murciélago... todo está cuidado con mimo.
Silencio es una historia de vampiros y Silencio es una historia de vampirismo social. Silencio es una historia de rechazos y de hacer la vista a un lado (`silencio es igual a muerte´) y bueno, tanto si llegas por casualidad como si eres un seguidor de la obra de Casanova tendrás tu dosis de interpretaciones de sus actrices fetiche (María León, Leticia Doleria, Ana Polvorosa, Lucía Díez...) y canciones, coreografías y un soberbio reflejo de lo cañí aplicado al cine de género.
RESURRECTION (Bi Gan; China, 2025)
`En un mundo donde los humanos han perdido la capacidad de soñar, una mujer descubre un ser misterioso capaz aún de experimentarlos. Ella consigue adentrarse en sus sueños en busca de la verdad…´
Pongamos por delante que estamos ante una película que debiera pasar a los anales del cine como un clásico desde el instante en que fue concebida ya no como sucesión de fotogramas, sino casi desde que fuera una idea en la mente del grandioso Bi Gan, que ya me sobrecogiera (sinceramente, pensaba que no podría superar aquello) el larguísimo plano secuencia en la monumental Largo Viaje Hacia la Noche (2018) que la vi también Cine Albéniz fuera del contexto del Festival. Ese Neo Noir onírico, Lynchiano y apabullante es solo una mini subcapa de una de las tramas que conforman (me refiero al estilo de rodaje) de Resurrection, cine coral que abarca todo lo que queramos que abarque. Sobre el reparto podríamos discutir horas, sobre el apartado técnico eones, y sobre las conexiones / sinapsis fílmicas quizás toda una vida.
Un mundo donde el hombre ha perdido la capacidad de soñar y se nos revela como viaje místico y cosmogónico desde los mismos instantes iniciales con su deuda al cine mudo, al expresionismo alemán, al primer cine de la Antigua China (qué planos cenitales, madre de Dios) y a las primeras ideas del cine fantástico. A partir de ahí, se va hilando una historia que va recorriendo sueño tras sueño, vida tras vida en un Viaje del Héroe Campbelliano que desemboca en una destrucción del séptimo arte y una posterior resurrección (vaya, vaya simbolismo la semi-derruida sala de cine construida con velas). Siendo por lo general bastante hermético y distinto el cine Chino, Resurrection traspasa / funde fronteras y globaliza el arte en estado puro y eso no es nada, pero nada fácil. Aun así, muchos elementos de su cultura se nos escaparán por seguro. Quizás cometa herejía de pardillo al decir que veo puntos donde Bi Gan se toca con el cine de Diao Yinan (El Lago del Ganso Salvaje o Black Coal). Maravillosos diálogos del Delirante hablando con la invocación de su propio padre en estado de pre iluminación en un nevado templo budista en el que Bi Gan aprovecha para darnos una lección de vida sobre la amargura, también compartida por ese militar esperando años saber qué ponía una vieja carta que su despechada hija quemó.
Tramos artesanales. Estilismo y ritmo narrativo que no dan respiro y que desnudan el alma (siento que me han metido un dedo por el culo y me han dado la vuelta como a un calcetín para exponerme en un museo). La sección / sueño o como queráis llamarla del Delirante en espera del Amanecer son de una belleza extrema, surrealista... con ese rojo que lo impregna todo al igual que la lluvia. Punto aparte es el sonido que te embriaga y transporta en los 160 minutos de metraje que si bien es cierto que requieren de la colaboración activa del espectador, realmente pasan como un suspiro.
Creo que lo mejor es ir a la sala de cine a experimentarla.
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Esta vez voy tocado física y mentalmente a casa. El estado de cansancio es tal que cuando llego no puedo dormir y sigo viendo cine. No se me ocurre otra cosa para despedirme hoy y además, mañana termina el Festival y ya sabéis que soy una persona de extrema sensibilidad que llora con el Terror Extremo Francés, el Gore Alemán, el malrollismo del Cine Griego (Gavras), con la ternura de Hanneke... entendedme, no se es más monstruo por ser humano y viceversa.






























