jueves, 22 de julio de 2021

HIEMIS - "HYPERBOREA" (NOCTIVAGANT, 2019)

Recientemente reseñado por aquí, el fabuloso La Chose de HIEMIS me dejó tocado. Un exquisito Dark Ambient (así etiquetado de forma rápida sin muchas complicaciones) abordado desde un contexto muy particular pero bueno, creo que lo mejor es que para los interesados os paseis por el enlace y lo leáis antes de esta reseña que se va a ir a los inicios del proyecto. Noctivagant de Albuquerque (New Mexico) se encarga de editar tras el standby existencial de la banda Silent Love of Death este maravilloso Hyperborea en edición limitada a 99 copias en Foldout Carboard Sleeve (vaya, un panel doble sobredimensionado impreso por las dos caras).

Si el primer disco de Silent Love of Death (The Poet's Senses) estaba marcado por autores tales como Poe, Blake, Baudelaire, Espronceda o Bécquer (el segundo disco y último Donde Habite el Olvido, parece tirar por otros derroteros más bohemios), en Hyperborea de Hiemis nos lanzamos a saco a una recreación fabulosa del terror cósmico de Lovecraft o Ashton Smith. Hyberborea, las Tierras desconocidas al Norte de Tracia en la Mitología Griega, y que primeramente se mencionaran por Herodoto, posiblemente servirían de inspiración para la Hyperborea de Clark Ashton Smith... ese continente de leyenda cuya cultura viene de El Libro de Eibon, creado también de la imaginación de Ashton pero que luego pasaría a formar parte del acervo de Los Mitos de Cthulhu... por tanto uno se plantea si no estamos realmente ante un disco de Dungeon Synth de finales de los 90 pero una vez pulsado Play, todas las dudas quedan barridas de un soplido.

Abre el disco los siete gélidos minutos de "Yikilth" (Primigenio conocido por El Gusano Blanco). Cósmicos soundscapes plagados de sinusoidales melodías que discurren de forma paralela coquetean con lo que pareces atisbos de voces procesadas (humanas o no) y cánticos de corte operístico. La suma de todos estos elementos inducen a un trance de índole apocalíptica, en general bastante lineal pero con algunos exabruptos e irrupciones de elementos que hacen que se me vengan a la cabeza a los geniales fineses Jääportit, sobre todo en ese extrañísimo / gélido tramo central más abstracto en cuanto a electrónica (diríase que nos encotramos haciendo una grabación de campo dentro de los intestinos de un Primigenio) que reinterpreta en Dark Ambient en clave cuasi fúnebre. 

Parada de varios segundos y sigue "Urbo​-​Sathla" que me despista un poco... conozco a UBBO-SATHLA pero el uso de la R me ha dejado descolocado... así a bote pronto, mis venerados histriónicos AARNI titularon un tema de la misma forma. Sobre el significado del término no voy a contar mucho, que ya tenéis internet desde hace tiempo y los ojos para leer. Oceánicos devaneos arropan unos mistéricos cantos femeninos que ponen la piel de gallina; ampanas tubulares o algo parecido dan empaque ritual a un tema absolutamente terrorífico que se desliza como el légamo. Sónicamente dentro de tonalidades subsónicas y graves, casi que da la sensación de estar dentro de una Catedral Fulcanéllica que englobara dentro al Cosmos (no al revés). Cada vez que irrumpen los cánticos femeninos se me escapa un centímetro cúbico de líquido cefalorraquídeo por las fosas nasales... devastador.


Minuto siete y se rozan cotas sublimes. Escucho muchísimo Dark Ambient habitual no es encontrarse melodías tan bien trabajadas, pegadizas y que estimulen al oyente, sintiéndose en la piel cada uno de los empujes legamosos, sincopados y sinusoidales que te llegan como olas; regurgitaciones Primigenias, Atávicas o reflujos nauseabundos de una música pútrida en esencia pero enaltecedora para el espíritu. Una tormental estelar pseudo-eléctrica fulmina y da paso a "Tsathoggua", pequeño puente menos trascendente que da paso a la mucho más interesante "Voormithadreth", extinto volcán de cuatro conos (con forma de rama y donde se dice que habitan Tsathoggua and Atlach-Nacha). Curiosamente, citaba el Dungeon Synth al inicio... y algo de eso campa en los atmosféricos devaneos (Como Brian Eno en Music for Airports, pero en aeropuertos de Hyperborea). Destacar los picos de solemnidad que se alcanzan que escuchados con auriculares dan sensación de desbrozar una cebolla y encontrar capas y capas dispuestas en una extraña forma espiraloide. En el clímax final, hipnótico y con un reverberante eco pulsátil, vuelve a hacer acto de presencia la voz femenina destrozando cualquier atisbo de cordura que te quede a estas alturas.


"Polarion" epiloga el álbum, con toques a Mortiis; algo de ruidismo, esquirlas de música más campestre (sin entrar en el Pagan Folk ni nada de eso...) y  elongadas notas de piano en segundo o tercer plano. Se nota el aire redentor a través del minimalista discurrir que ya por el minuto 5 adquiere tintes cinematográficos y algo más grandilocuentes. La creación del Mito a través del Rito o la consecución de la sagrada misión del Héroe. "Yhoundeh", la Diosa Cierva, redondea un excelente trabajo de Dark Ambient que no aburre ni un instante, con tempos perfectamente medidos y picos de intensidad (sobre todo cuando entran los coros) por los que pagarían por tener más de una banda renombrada del género.

Muy recomendado


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