I. Sobre Pasqually, La Chose y el G.E.I.M.M.E ######
La Caída de lo humano y el retorno a lo Divino y Sacro, teorías corpusculares desarrolladas por la hermética figura del teósofo francés Martínez de Pasqually (Grenoble, 1727 - Santo Domingo, 1779), son expuestas en profundidad a través de su magna obra "Tratado de la Reintegración de los Seres a sus Originales Virtudes, Poderes y Cualidades". A los ritos masónicos de los Elús Cohen, (Ordre des Chevaliers Maçons Élus Coëns de l’Univers), sólo les era posible asistir a masones de Segundo Grado (Pórtico); posteriormente se transformarían/derivarían hacia la Orden Martinista (allá por 1890, y fundada por el médico ocultista hispano francés Papus y Augustin Chaboseau), para seguir la doctrina de Pasqually y sincretizarla junto a otras ramas del ocultismo/esoterismo tanto de origen francés como ruso. Evidentemente no soy un iniciado en la materia, así que me limito a poner algunos hechos históricos en los que posiblemente me equivoque en algún dato.
Dentro de todo este conjunto de conocimientos, ritos y grados, surge la idea/concepto de LA CHOSE que, según la "Introducción a los Angélicos" de CIREM (texto recurrente en varias reseñas pero que es imprescindible por lo divulgativo y esclarecedor): “La Chose es, para Martines de Pasqually y sus discípulos, el unum necessarium fuente de todo y hacia donde todo se orienta. A quien y a qué. La Chose es la Orden de los Élus Cohen, es el Templo y todos los símbolos asociados, por metonimia. La Chose es, en efecto, para recapitular, la presencia de Dios, su omnipresencia, cuando se siguen las reglas bajo especies jerarquizadas. La Chose es la Gloria, o la Chekhinah, La Sabiduría, la Sophia, su nombre técnico: el espíritu buen compañero, el Logos locuaz y el Espíritu Santo vivificador que procede del Padre y que es enviado por el Hijo”.
A pesar de ciertas especulaciones en comparar a LA CHOSE con la figura de Cristo en una especie de sincretismo esotérico, según se dice en "Los vivos y los dioses, símbolos y religiones" (Michel Cazenave, France-Culture, 4 de marzo 2000, en Boletín Martines de Pasqually, nº 10, p. 9), "La Chose no es Cristo, es la presencia de Cristo. Vieja noción, presencia real, que volvemos a encontrar en la tradición hebraica, la Chekhina, y que, en la tradición heleno-judía o heleno-cristiana toma el nombre de Sophia o Sophie, la Sabiduría. Identifico la Chose - La Chose que es la Causa - con la presencia de Dios, presencia de Dios en Cristo, que se vuelve sensible porque con Cristo está particularmente la Sabiduría".
Para no hacer esto demasiado farragoso, os dejo aquí un enlace al Boletín del 21 de Junio de 2007 del GRUPO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES MARTINISTAS Y MARTINEZISTAS DE ESPAÑA (-G.E.I.M.M.E.-) para quien tenga más interés en profundizar sobre el asunto y meterse de lleno a través de la rama española de la Orden. Para quien todavía necesite más conocimiento podría acudir a diversos estudios de René Guenon para conocer sobre la francmasonería o directamente meterse dentro de ella y descargarse todos los boletines del G.E.I.M.M.E. (aquí) y ya tendría lectura veraniega para rato, además de que con pelos y señales se describen rituales, cómo se llevan a cabo y bajo qué circunstancias.
II. HIEMIS #####
Juan Carlos Toledo, ente detrás de HIEMIS, hunde sus raíces musicales en el electro Dark, NeoFolk y Ambient a través de su otro proyecto Silent Love of Death. Llegarían a editar dos discos, The Poet's Senses (Palace of Worms, 2005) y Donde Habite el Olvido (autoeditado en 2008 y luego recogido por GRADUAL HATE en 2011 junto a un DVD). Desconozco qué pasa en el tiempo que transcurre desde la disolución de Silent Love of Death y la aparición de HIEMIS en 2019 con su debut Hyperborea en el sello Noctivagant así que para mí este La Chose (Gradual Hate Records) es mi primer encuentro con su música... la cassete Thule (Gradual Hate Records, 2019) ni Radix (Noctivagant, 2020). Digamos que he tardado 12 años en conseguir el grado de Élus Cohen en LA MUERTE TENÍA UN BLOG para poder ser digno de reseñar La Chose, que sale por GRADUAL HATE en formato tanto Cardboard limitado a 200 copias como con una (creo que agotadísima) edición especial con libro; además cuenta con el artwork del incansable Diego Arandojo y musicalmente nos sumerje durante 66 minutos en un pausado Dark Ambient de corte Neoclásico, algún toque sinfónico y un considerable aire decadentista.
Tras las primeras escuchas, no puedo evitar que mi mente divague a ese Dark Ambient francés abordado a la perfección desde el plano étnico por (ojo, HIEMIS son instrumentales) Rajna, Am´ Ganeshan o incluso cosas excelsas que habitan por el sello Denovali como Deleyaman.... pero no nos confundamos. HIEMIS tira más de la electrónica pausada, del score cercano a lo cinematográfico, o del fondo musical con el que (otros franceses) proyectos como Eros Necropsique o Elend nos metían de lleno en una suerte de crisis existencial. Quizás algunas partes rituales del antiguo (y añorado) Morpheus (discos como Elohim) han podido ser influencia tanto Hiemis como quizás cosas más cercanas en el tiempo como los españoles Somnare que reseñé por aquí (reitero que no hay voces en La Chose). Lo decadentista, el pesimismo de Ciorán habita en esas notas de piano lánguidas que abren con "The Initiate", que de forma sutil y lenta vira hacia un Dark Ambient opresivo con "Symbolic Apprentice", plagada de soundscapes de índole casi cósmica que retratan a la perfección un diálogo ritual iniciático del aprendiz en plena escalada hacia el Conocimiento.... lentas cascadas de notas en un plano etéreo/etérico rozan la electrónica Berlinesa Post Krautiana, esa que lentamente viró hacia la primerísima New Age que nada tuviera que ver con el acaramelamiento posterior (escúchese a Deuter).
Más sinfónica resulta "The Magic Circle"; pianos acompasándose con teclados camaretísticos emulando cuerdas que si bien no son orgánicas sino sintetizadas quedan perfectas en la vorágine de esas lentas, espaciales ondas sinusoidales de sintetizadores, roce de los metales de los cuencos tibetanos y los acampanados efectos de allende Orión. La épica "Grand Master or Great Elu Under the Great Black Band" te vuela la cabeza.... lo que parece un cello acaba fundiéndose en alambique alquímico creando un elevador contraste que se mantiene en posteriores cortes que siguen la misma vértebra como son "Invocations" o "Visions" de claras infuencias del minimalismo o la Kosmische pero tratadas desde la óptica sonora de la Música de Cámara. Especialmente esta última es bastante lisérgica, hipnótica y parece desarrollarse en plena gravedad cero o en el flujo laminar del éter que habita entre mundos (con auriculares captaréis lo que parecen irrupciones de voces muy de vez en cuando).
Un antes y un después en el disco con "Invisible World", más oscura que las anteriores haciendo gala de plúmbeos detalles góticos sin perder la identidad y camino trazados hasta aquí. Final de órdago que se funde con el magnetismo de "Holocaust of Atonement". Cierto es que este tipo de trabajos requieren de un esfuerzo por el oyente y la larga duración a veces invita a la dispersión, así que si tuviera que recomendar partir el álbum en dos escuchas, quizás sería este el primer corte de la segunda sesión... cuasi campestre, aroma a Popol Vuh y Florian Fricke... repetición del ciclo o continuación de una misma línea argumental, "The Chamber of Operations" o "Reintegration" sí que me han resultado más aburridas y de relleno pero quedan justificadas dentro de una calidad tan elevada del cojunto. Por ejemplo distinta es "The Fall" con pauta melódica que se repite de forma mántrica hasta sacarte el alma a pedazos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario