lunes, 28 de septiembre de 2020

DESCEND INTO DESPAIR - "OPIUM" (FUNERE RECORDS, 2020)


Desde Rumanía, DESCEND INTO DESPAIR cuenta con siete integrantes. Así a priori creo que tendría que tirar hacia cosas como los Phlebotomized para encontrar tantos miembros en una banda de Funeral o de Death/doom o agrupaciones actuales como Clouds. Tras una demo en 2010 (Wings of Solitude), el Ep Vanity Demotion (2011) y un single, debutan en el largo con dos discos muy bien acogidos por público y crítica. The Bearer of All Storms en doble CD (2014) y SYNAPTIC VEIL (2016) que no he tenido la ocasión de escuchar. 

Opium, tercer disco, muestra a unos músicos en pleno uso de facultades, tocando un exquisito Funeral Doom de corte clásico que podría recordar a Eyes of Solitude, Pantheist, Mournful Congregation o incluso Clouds. Lento, agónico y apesadumbrado discurrir letánico con muchísimos elementos ambientales, la calidad es altísima y demuestra el grandísimo olfato que está teniendo el sello FUNERE (Armenia) a la hora de fichar bandas. El artwork del Digipack a seis paneles es un compost donde destaca el panel de la portada con montaje visual de una fotografía de la modelo Melinda Nagy (bodypaint de Brigitta Adorjan), rodeada de pinturas de István Bába

El impresionante sonido de hasta tres guitarras,  teclados, base rítmica y voces se recogen en A.P Roads Studios y Corvin Studios (Cluj-Napoca, Rumanía). La mezcla (Indee Rehal Sagoo) es en Londres y el posterior toque maestro en la masterización obra y gracia de nada más y nada menos que Greg Chandler en los Priory Recordings Studios. Ahondando un poco en la formación actual, la cosa quedaría tal que así:

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Xander Coza:  voces, sintes analógicos y guitarra (en Pantheist y Eyes of Solitude desde 2019, músico de directo en Clouds...)
Cosmin Farcău: guitarras (los black metaleros Genune)
Florentin Popa Vocals: coros, guitarras (lap steel) y grabaciones de campo 
Alex Costin: bajo (Clouds, Apocaliptic, Charnabon...)
Luca Breaz: batería y coros (Clouds, Marchosia)
Flaviu Roșca: teclados y piano 
Dragoș C: guitarras (Genune)

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Hay un elemento en DESCEND INTO DESPAIR que los aleja de otros grupos parecidos. Una cierta línea ambiental y progresiva que se mueve en cada uno de los tres larguísimos cortes que componen el álbum. Por un lado, el uso de grabaciones teclados analógicos muy orgánicos y espaciales que irrumpen como un bisturí en la carne... raros, pero sin llegar al nivel de los rusos Septic Mind que se emparentan más con Esoteric. Otra característica rompedora es la facilidad con la que estos rumanos tejen ambientes progresivos apoyados por tres guitarras con multitude de efectos, no cortándose un pelo en meter las siempre arriesgadas voces limpias (o te quedan bien, o te cargas el disco) y saliendo victoriosos. 


Tara Vanflower lo borda en el inicio de "Ensh[r]ine". Spoken Word con deje folk que se arropa con una melaza de soundscapes de fondo dulces como un enema de algodón de azúcar. Fabulosos efectos de electrónica espacial al más puro estilo años 70 (Jarre, Vangelis, Klaus Schulze...) aportados por Xander Coza y sus sintes analógicos. Larga intro de cinco minutos hasta que eclosiona finalmente la base rítmica y todos los elementos del Funeral Doom de libro. Sin prisa... a lo Profetus o Mournful Congregation pero con esas sábanas espaciales llenando de negritud cósmica los espacios entre golpe y golpe de batería. Toda una experiencia escuchar esto con auriculares máxime teniendo en cuenta que se le ha dado un protagonismo especial a los teclados en la mezcla sonando arriba del todo a la par que el resto de instrumentos. 

La voz ultra gutural remite a los grupos mencionados pero si tuviera que apostar por una influencia diría Pantheist más que Clouds. Minuto 8 y se viene un mini pasaje de guitarras espaciadas, efectos de todo tipo. La manera en que el riff principal de guitarra copula con el insistente fondo de teclado pone un elemento pseudo-sinfónico que me trae a la cabeza a Until Death Overtakes Me. Otra forma de describir lo que hacen los teclados me llevaría a citar a Mories de Gnaw Their Tongues en su proyecto Golden Ashes (Black metal experimental pero con explosiones de sintes efervescentes y lisérgicas).

Sin pausa, se viene un larguísimo fade out instrumental que alcanza cotas inusitadas de epicidad gracias a las guitarras y al recrudecimiento de bajo/batería. Las voces (con coros más agudos) navegan sutilmente por estilos casi rayanos en el Sludge o el Post Doom de bandas como los portugueses Process of Guilt


Coros eclesiásticos masculinos y femeninos sirven de puente hacia "Antumbra"; melodía abstracta de guitarra a lo Evoken abre en el espectral fondo ambiental del teclado. Se va doblando la guitarra, entra la base rítmica (es curioso, pero si no fuera por la voz me parece estar escuchando algo de Bloody Panda) y difuminados instrumentales atmosféricos campan a placer. Con respecto al tema anterior sube el nivel de acritud y el tempo al principio aunque luego se lancen por derroteros puramente ambientales. 

El tercer tema "Dis[re]member" es síntesis de todo lo anterior, mostrando a una banda con las ideas muy claras y con un nivel de composición alto. Piano, tramos progresivos, guitarras que parecen estar llorando en un lento arrastrar de melodías trenzadas y la voz limpia podrían llevar a uno a acordarse del Cloaked by Ages, Crowned in Earth... al menos al principio. Entran las voces guturales y huele a redención; un anti clímax lento como una bradicardia extrema brillan los contrastes. Fabuloso interludio sobre el minuto 8 con múltiples efectos de los sintes analógicos, grabaciones de campo y piano sobre el que va forzándose un distorsionado riff de guitarra al más puro estilo Worship al que sigue un pasaje con samplers de diálogos que sumen el conjunto en terrenos Dark Ambient.

El final ya te lo sabes. Vuelta a la melodía principal y dragado apocalíptico por el sumidero ciclópeo de la psique del Universo... eso sí, antes una pequeña coda con voces limpias con acento rumano alucinante.

Muy recomendado.


miércoles, 23 de septiembre de 2020

LEPROPHILIAC - "NECROSIS" (RESCUED FROM LIFE; INHUMAN ASSAULT; HEADSPLIT RECORDS, 2020)

La sensación que me gusta del viejo Death Metal es la de notar cómo me estan poniendo una transfusión de plomo fundido por las venas. Estilos y subetiquetas a parte, no creo que la intención de LEPROPHILIAC con Necrosis sea la de pasar a los libros de historia de la música técnica, sino la de poner otro ladrillo en el emparedado funesto de un estilo que hunde sus raíces en las postrimerías de la década de los 80 y que eclosionaría como un grano de pus infecto a nivel mundial. 

Es muy fácil decir a día de hoy que tal o cual banda de los 90 en México, Argentina, Singapur o Tailandia sonaban igual que Incantation, Asphyx, Entombed, Napalm Death, Cannibal Corpse o quien sea y que por tanto son mera copia. Claro, como si hubiese sido fácil mover la música o el `Tape Trading´ tuviera la efectividad inmediata del aséptico mundo digital de hoy día. Así, de un plumazo, surgen aseveraciones tan viscerales como: "si tal banda no llegó a más es que no eran para tanto", o "si tal disco no se conoce más que entre bambalinas es porque imitaron a tal o cual banda"

Me imagino a Sakis de Rotting Christ en Grecia en 1988 grabando su infame Leprosy of Death, Decline´s Return o The Other Side of Life y pensando: "eh, chicos, sigamos que estoy casi seguro que esto va a ser super conocido en el futuro". O bien: "eh, un poco más de esfuerzo y nos sale un Satanas Tedeum o Passage to Arcturo, ya veréis como los críticos del futuro se meriendan todo el jodido esfuerzo de un plumazo".

Exabruptos aparte, estoy hablando del nuevo proyecto de J.M. Dopico de los insalubres y extintos Machetazo (el resto de proyectos los investigas tú o te lees la entrevista que viene luego) y Suici de Cenotaph (los de aquí) tocando un putrescente Death Metal que se te pega a la piel como un sudario. Y digo putrescente y no pútrido porque LEPROPHILIAC brillan en su podredumbre y cumplen uno de esos anti-dogmas del estilo que viene a decir que `menos es más´. A menos tiempo de grabación, menos cuidado, menos intriga técnica y menos desarrollo del artwork, mejores resultados vas a obtener. Esto es una jodida máxima que se va a cumplir siempre en un estilo donde el oyente busca satisfacer sus necesidades adrenérgicas con una puñetera nueva dosis. Sobreproducciones, límpidos tratamientos de sonido y trucos de grabación pueden imitar, pero nunca llegar a esa sublime, mayestática aura de misticismo que rodea a las buenas grabaciones de Death Metal. 

¿A qué suenan LEPROPHILIAC entonces?.... pues coja usted primeros Carcass, a Funebre, a los Carnage, a los Autopsy, Obituary, Death, pizcas de Incantation, Asphyx o Corrupted o algún riff made in Grave pero bajándoles un puntito de velocidad; embriáguelos de la pesadez de Bolt Thrower y ampútese cualquier resquicio por el que respirar. Podríamos seguir etiquetando pero es absurdo; en el momento en el que el Thrash muta al Death a través de Possessed (o cualquier otra vía que se elija, si se quiere a través del Thrash más hardcoreta aunque se llegue a otro puerto) se da el pistoletazo de salida para subestilos, escenas y lenguajes distintivos. Y así el día sucede a la noche, la noche al día, y acabamos llegado a LEPROPHILIAC y su disco Necrosis, más Death y más Doom que mucho de lo que se está grabando hoy día en la Península Jibérica (como Ibérica, pero más pequeña y reducida por los Jíbaros).

Bueno, voy al grano. Los detalles técnicos, artwork y demás me los salto, que viene todo explicado con pelos y señales en la entrevista con Dop(e)ian más abajo. Tras la intro de "To the Abyss and Back" (título que quedaría genial en un disco de RAVEN), el tema continúa hacia un toma daca atmosférico y machacón revienta cervicales. Magnífico doble bombo sin abusar y reforzando la pesadez del sonido... algo así como si el Oxígeno que respiras hubiera ganado peso tras unas vacaciones forzadas en una atmósfera séptica. El despliegue vocal es muy variado, con varios tonos (y voces) y unas veces nos llega desde un primer plano y otras desde atrás (cuando lo escuchéis sabréis de lo que hablo). 

Sin solución de continuidad y acentuando la sensación de estar buceando bajo aceite llega "Decomposition in Vitro". La base melódica define un género y una forma de componer himnos Death metal. Salvo en los cambios de ritmo, o en esas complejos riffs de guitarra a lo Death de Schuldiner, el tema avanza como una apisonadora y puede tararearse. Si los elefantes hacen Mosh Pit, es con cosas como esta. Impresionante una vez más la batería olvidándose de la caja y tirando por el espectro grave del sonido. 

Cambia algo el tercio en el inicio de "Infesting the Intruder", para mi gusto con influencias de Venom / Hellhammer por los cuatro costados, un `cierto´ aroma al antiguo Black Death griego de Varathron o Rotting Christ (vale, aquí Dopico me pondrá una vela negra pero si le metes a esto un teclado de esos de dos teclas no voy muy descaminado) y esa facultad que tenía el género en los primeros tiempos de parar y descender en caída libre. Sigue "Fatal Frame" en clave Doom con un cuarto y mitad de los primeros (digo primeros eh?) Cathedral. Parada, silencio, palillos y una cruda avanzadilla (Autopsy, Asphyx) arropada con voces a dos en un diálogo a lo Pimpinela depresiva. 

Un toquecito del Brutal Death (Mortician) hace su aparición en "Jigoku Shoujo", con algún intrincado motivo melódico típico de bandas como Cryptopsy, Suffocation pero abriéndose en abanico (es decir, dejando un tubito para respirar en la superficie). Similar es "Insision of Exsanguination", excelente y pesadísima la guitarra que casa bien tanto en un disco de Obituary como en el Doom de toda la vida, como compatible es con el Funeral Doom a lo Worship o primeros Moss esa férrica y magnética forma de construir "Monolith". Aunque sean demasiados datos y nombres, cuando entra la voz me trae a la cabeza al Death/Doom holandés de nuevo cuño de Ophis (nuevo cuño por decir algo, porque su disco debut Withered Shades a lo tonto tiene ya 19 años!)... alucinante cómo LEPROPHILIAC paran el tema y meten ese mini solo fúnebre de guitarra como estribillo melódico.

Tramo final hacia la brutal, seca y cortante "Toxic Waste Dilution" y la simple y a la yugular "The Bile Squeezer" desembocando en un fade out molecular a cargo de Scumearth.

Si quieres saber algo más, sigue leyendo:

ENTREVISTA CON J.M. DOPICO CON MOTIVO DE LA EDICIÓN DE LEPROPHILIAC Y SU SANTA DISTRIBUCIÓN EN PAÍSES DE TODO ÁNGULO Y LUGAR EN MEMORIA Y SUERTE DE SUS MAJESTADES NOÉTICAS EN TODA SUERTE DE HIPOCAMPO EXISTENCIAL HABITABLE EN EL ATLAS PSOCRÁTICO DE ALLÍ, AQUÍ Y ENTRE MEDIAS.

Leprophiliac hunde sus raíces en tu conexión con Suici en Cenotaph y Necrosis allá por el 91. ¿Puedes hablarme de esos primeros tiempos?. Si no estoy mal informado érais amigos de la escuela.

Sí, nos conocemos desde que íbamos a EGB. Lo conocí en el patio del colegio, era un niño medio loco que se dedicaba a subirse a los columpios y dar vueltas de 360º para luego saltar por el aire y estrellarse contra lo que fuese, le llamábamos el Suicida, sinceramente no sé como no se partió la cabeza. Juntos empezamos a rondar las tiendas de discos y a darle a la litrona en el casco viejo Coruñés. En 1989, a los 16 años,  formamos una banda llamada Necrosis para un concierto en el instituto. Teníamos solo un par de temas propios que eran una especie de thrash punk y unas cuantas versiones de Sodom, La Polla Records y Napalm Death, ya te puedes imaginar el sinsentido que era aquello, una bazofia espectacular. Las dos primeras veces que estuvimos en un local de ensayo fueron justo antes del concierto. El título del disco  de Leprophiliac es un homenaje a aquellos tiempos de incertidumbre y feliz ignorancia adolescente.

Suici luego formó Cenotaph, la primera banda Death Metal que hubo en esta ciudad, con mi hermano Carlos a la voz, quien muchos años después sería bajista de Machetazo. Hay una rehearsal tape de Cenotaph de 1991 que es una barbaridad, creo que deberían de editarla de algún modo, más de uno iba a quedarse con la boca abierta. Por aquel entonces yo tiré más al Grind / Death y formé Frustradicción, una banda que editó una demo muy mala y un 7” algo mejor para luego irse a tomar por culo, el mejor recuerdo que guardo de aquello es que tocamos con Ruido De Rabia en la mítica okupa de Minuesa en Madrid. Luego en 1994 formé Machetazo. Suici colaboró con Machetazo en más de una ocasión, por ejemplo de batería invitado en el tema “Torso” del primer album.

Año 1992, se forman Avulsed. Para bien o para mal, bastión/estandarte del Death Metal hispano.. Quizás la banda más representativa del género en España en cuanto a su longeva trayectoria pero igualmente polémicos. ¿Qué opinión te merece su trabajo?. Teniendo básicamente el monopolio del género en España, ¿tuvo contacto Machetazo con Repulse en su día?.

Bueno, yo creo que hace ya muchos años que dejaron de tener el único puesto en el podium, que son una de las bandas más famosas de aquí no lo discuto, pero no son la única. Respeto su trayectoria tan larga, por supuesto. Son casi 30 años sin parar, y de verdad, no como esas bandas que se reúnen ahora después de haber estado activas solo dos o tres años en los 90 y celebran un concierto “25 aniversario”, ahí sin cortarse, hace falta ser sinvergüenza.

Creo recordar que Repulse distribuyó las maquetas y los primeros EPs de Machetazo. Su distribución era descomunal, les comprábamos discos como posesos, aún tengo alguno de aquellos “catalozines” guardado por algún lado. Gracias a ellos conseguí material muy importante para mí como Abscess, Mortician, Decrepit, Gore Beyond Necropsy... 

Quiero volver a meter el dedo en la llaga. Siempre se ha dicho que Avulsed eran los representantes del Death Metal underground español, pero la trayectoria de Machetazo es de órdago. El Death Metal parece seguir una serie de directrices, códigos de honor y en algunos casos abundan las enemistades. ¿Qué opinión te merece la escena Death de mediados de los 90 en España?.

El Death Metal, como toda escena underground, seguía unos códigos y directrices que solían estar en estrecha relación con el nivel de frustración, el tipo de droga que se consumiera, y la consecuente tara mental de los involucrados. La mayoría de la gente que se metía antes en el underground no estaba muy bien de la cabeza, era una escena de inadaptados sociales y gente enfadada con el mundo, especialmente con los seres de su misma especie. No era una escena amistosa para nada, era muy pandillera y en algunos aspectos incluso algo sectaria. Los celos, las envidias y las puñaladas por la espalda eran bastante frecuentes. 

La escena de mediados de los 90 en España tuvo gente que estuvo tan solo unos años  simplemente por moda o algo así como “rebeldía juvenil”, y otra gente que se lo tomó en serio y tiró para adelante. Comparada con la que había en EEUU o Suecia era poco más que patética, comparada con la que había en Grecia o Turquía pues no estaba mal, jajaja... La mayoría de la gente se limitaba a copiar a sus bandas favoritas y aguantaban muy poco tiempo antes de rendirse o de cambiar de chaqueta vilmente. 

Muchas bandas se separaban después de una o dos maquetas, muy pocos resistían el pertenecer a una escena tan poco comercial, supongo que buscaban éxito rápido o dinero o que sé yo. Casi todos cayeron presos de modas y tendencias que cambiaban cada año. Por ejemplo recuerdo especialmente cuando la música techno y las drogas de diseño pegaron tan duro en Galicia, se llevaron por delante al 90% de aquella “escena” Death Metal. Las drogas son en gran parte culpables de que todo se desintegrara. Pero en España hubo gente que se mantuvo al margen de todo aquello, perseveró, aprendió, y consiguió hacer cosas importantes y llegar lejos con sus bandas. El secreto era rodearte de la gente adecuada que no te hiciese perder el tiempo, yo por ejemplo me tiré desde 1990 al 2002 dando palos de ciego, hasta que empecé a tocar con Rober y Carlos, entonces todo cambió para mejor al 100%.

Por lo tanto que no vengan ahora muchos de aquellos desertores hablando maravillas de aquella época en documentales, fanzines, libros... No me creo ni la mitad! Hablan de aquellos tiempos con una nostalgia empalagosa y nauseabuna, aún se siguen quejando de que no recibían el apoyo necesario o de esto y lo otro y bla bla bla. Para defender su música nunca tuvieron que romperse la espalda en horas eternas de furgoneta, dormir de resaca en el suelo de aeropuertos, perder trabajos, parejas, sacrificarlo prácticamente todo por la banda. 

Eso es underground, mientras que montar un grupo con tus colegas para grabar una maqueta y tocar en el bar de tu barrio hasta que te aburres y lo dejas, es fracasar. 

Premature Burial me dejó con la mandíbula colgando, pero Leprophiliac ha superado mis expectativas. Cuando ví la hoja promocional a la vieja usanza, con sus clásicos TBA (To Be Announced) casi suelto una lágrima. Por otro lado la portada es impactante y a la yugular, sin contemplaciones. ¿Puedes hablarme algo de la portada?.

Es una foto de un tio que se ahorcó en Ahokigahara, un bosque que hay cerca del monte Fuji en Japón, desde siempre asociado a maldiciones y mitologías demoníacas. Durante la hambruna que sufrió el país en el siglo XIX abandonaban allí a niños y ancianos, por lo que se cree que el bosque está lleno de fantasmas. Es un lugar predilecto por los suicidas desde hace mucho tiempo, van allí como quien va de acampada y nunca vuelven a salir, deben de acabar el picnic en el inferno. Los guardias forestales controlan los coches abandonados que aparecen en el parking y buscan a la gente, pero el bosque es muy espeso, se le conoce como Mar De Árboles, por lo que suelen tardar un tiempo en encontrar los cadáveres, que casi siempre ya se hayan en un avanzado estado de descomposición. Hay una película estadounidense del 2016 llamada “The Forest” que aunque no es gran cosa trata el tema con bastante acierto. Usamos esa foto para la portada porque queríamos algo que te quede grabado en la retina y te resulte incómodo de ver, crea el ambiente asqueroso perfecto para nuestra horrible música.

¿Cómo surge formar Leprophiliac?. ¿Teníais claro el rol de cada uno (creo que has tocado todos los instrumentos a lo largo de tu trayectoria musical). Y ya que estamos, ¿tienes formación académica o eres autodidacta?.

Surgió de pura casualidad quedando en el local para echar unas birras e improvisar cualquier cosa, al final nos dio por grabar unos pocos temas, se editó una demo y prendió todo como la pólvora, la verdad es que estamos muy sorprendidos de que esta mierda se haya hecho tan popular en tan poco tiempo. Suici solo toca la batería, yo también le doy a la guitarra y al bajo así que el rol de cada uno estaba claro. Somos los dos autodidactas, aunque yo prefiero decir “autoinfringidos”, las únicas clases las recibimos de los discos que devoramos cuando éramos chavales y de los gloriosos video-clubs que teníamos en nuestro barrio.

“Necrosis” está a un pasito del Doom. Has tocado ese género en más de una ocasión (Deadmask, Worship The Sun) pero desde la perspectiva pútrida de los primerísimos Bolt Thrower, Corrupted, Autopsy y cosas así. El tema “Monolith” habla por sí solo… no sé, se me vienen a la cabeza los primeros Paradise Lost. ¿Qué te gusta y qué te conecta al Doom/Death?.

Lo que más me gusta del Doom es su aplastamiento sónico, su increíble fórmula tan sencilla pero efectiva y sus letras tan negativas. Supongo que lo que siempre me ha conectado a ese estilo es la tristeza y la depresión, y que era algo hecho por y para gente maldita, perdedora pero orgullosa.

Mi obsesión con el Doom viene desde que salió el primer LP de Cathedral en 1991, un disco que me cambió la vida por completo, ya conocía Black Sabbath y Candlemass pero en la lista de agradecimientos de ese increíble “Forest Of Equilibirum” descubrí bandas que por aquel entonces eran muy raras y oscuras: Saint Vitus, The Obsessed, Paul Chain, Penance, Trouble, Witchfinder General, Pentagram, Revelation, Iron Man, Solitude Aeturnus, Count Raven, etc, etc, etc. Conseguí muchas de aquellas bandas gracias al “tape trading”, encontrar sus discos por aquí era casi imposible. 

Luego me llegaron los pioneros ingleses como Paradise Lost, My Dying Bride o Anathema, los finlandeses funerarios Thergothon, los punks americanos como Eyehategod, Winter, Sleep, Grief, Noothgrush, Asunder... Y los Japoneses Corrupted, una de mis bandas “fetiche” que sigo desde que empezó. Todavía estoy en contacto de vez en cuando con el batería Chew, uno de los músicos más importantes e influyentes que conozco. 

Música directa pero cargadísima de groove que tiene la particularidad de quedarse grabada en la cabeza, cosa que no es común en la mayoría de bandas Death que surgen ahora. Incluso se me vienen a la cabeza las dos primeras demos de Rotting Christ… está claro que todo ha cambiado mucho en estos años pero escenas como la japonesa, mejicana y tailandesa permanecen vivas en cuanto a Death, Grind y putrefacciones varias…. Casi diría que su underground permanece más intacto y auténtico que el nuestro. ¿Qué diablos es hoy día el underground?.

Yo ahora mismo destacaría también la escena Death Metal de Dinamarca y de la costa oeste Norteamericana, hay infinidad de nuevas bandas jóvenes por allí, con mucha actitud y una filosofía “Do It Yourself” que no se veía desde hacía años. Mientras casi todo el planeta sucumbe a basuras como Spotify o Youtube toda esa chavalada sigue editando cassettes y discos de 7”, es increíble. En cuanto al underground Grind actual no sé que decirte la verdad, de vez en cuando sale algo que mantiene vivo el espíritu del auténtico Grindcore, bandas como Headless Death, Morgue Breath, Burnt Decay o Sonic Poison por ejemplo, pero luego es una escena muy infestada por toda esa basura de payasos pornogorenosequé en plan Obscene Fest y tal.

El underground tal como lo vivimos nosotros ya no existe, las redes sociales acabaron con él. Las cosas ahora han cambiado mucho pero tampoco es todo para peor, yo me sigo divirtiendo y escuchando nuevas bandas, intento no caer presa de la nostalgia y de aquel dicho de “todo tiempo pasado fue mejor” porque no es cierto, especialmente en España. Como te comentaba antes, en los 90 también había mucha falsedad en la escena, no es nada exclusivo de estos tiempos, sí que es verdad que ahora hay mucha más, pero eso es porque hay más gente, más bandas, más de todo, una saturación ridícula.  Vivimos parcialmente en una realidad “virtual”, inmersos en una sobreinformación / desinformación masificada, presas de una propaganda  a niveles muy extremos, depende de cada uno y de su criterio el saber separar el grano de la paja.

“Casket of Flesh” salió en tantos formatos y sellos que creo que faltó el supositorio de punta hueca. ¿Cómo movísteis el debut?... imagino que tantos años en la escena ayudaría.

La verdad es que se movió sólo, subimos los temas a un Bandcamp y empezaron a escribir sellos en poco tiempo. Tal como están las cosas ahora mismo con el correo creo que es importante conseguir licencias en diferentes continentes, al fin y al cabo son todo ediciones muy limitadas, pero empiezas a sumar las de un lado y otro y te pones en un buen montón de copias, lo cual no está nada mal para los tiempos que corren. De “Caskets Of Flesh” hay tres ediciones diferentes en cassette y dos en MCD, a ver si conseguimos editarlo también en disco, un 12” a 45rpm sería lo suyo, es mi formato preferido, me vuelvo loco con los viejos maxi singles, no hay nada que suene mejor.

¿Cómo ha sido la acogida de “Necrosis”?. Imagino que no muy mal porque también se ha editado en todos los mercados posibles y bajo todo tipo de formato…

No nos podemos quejar. Se vende muy bien y rápido, está recibiendo buenas críticas y ya van unas cuantas entrevistas. Parece que la gente ha entendido el disco como lo que es, Death Metal podrido, primitivo y simple, nada pretencioso, y muy lejos de los estándares de sonido y producción actuales. “Necrosis” lleva ya dos ediciones en CD, dos en cassette y muy pronto saldrá también en LP.

Las voces. ¿Qué puedes contarme de las guturales del disco?. A caballo entre Bolt Thrower y con una cosa que llamo…. A ver, `Swing Death´… es decir, que casi puedes tararear los temas. ¿Os habéis repartido la tarea de las voces?.  

Sí, nos repartimos las voces prácticamente al 50%, las de Suici llevan un poco de pitch shifter, deben de ser las que te recuerdan a Bolt Thrower. Me gusta eso del “Swing Death”, creo que se debe a que una de las grandes influencias a la hora de cantar en Leprophiliac viene de Chris Barnes en los dos primeros de Six Feet Under, discos que consideramos verdaderas obras maestras, ya sé que luego cuando piró Allen West el tío perdió el rumbo por completo, pero mucho ojo con “Haunted” y “Warpath”, por no hablar de su trabajo con Cannibal Corpse, en los que sentó las bases del estilo por completo. Barnes nunca cansaba, sus estructuras de gruñidos se podían tararear porque seguían patrones prácticamente percusivos, y además sabía cuando estar callado. 

Un error que tienen muchos cantantes de Death Metal ahora, sobre todo los solistas, es que parece que no saben cerrar la boca de vez en cuando, y hay que dejar que los temas respiren, que los pasajes instrumentales hagan de puente, no que estén siempre de acompañamiento por detrás de las voces.

No me gusta señalar, pero en mi opinión el Sludge y el Stoner han corrompido la música en este país. El Sludge por no saber evolucionar más allá de Moho, Adrift o Lords of Bukkake (por citar dioses del género) y el stoner por ser simplemente una apropiación/copia de una escena que no nos pertenece (la obsesión por Kyuss). Tanto en Machetazo como en todos tus proyectos te has movido (sellos y distribución) bastante fuera de la Península. ¿Qué opinión te merece tanto el periodismo musical actual como las bandas que están pegando fuerte ahora?.

No ando muy al tanto, me gustan algunos zines que me envían, un par en los que colaboro de vez en cuando y tu blog, que se pasa por el forro escenas y tendencias. Pero la verdad es que ya no compro ni fanzines ni revistas ni nada, estoy harto y aburrido de leer las mismas preguntas, las mismas respuestas, la misma bazofia una vez tras otra. Hay excepciones, pero cada vez menos.

Yo creo que el Sludge y el Stoner se han convertido en la música favorita de modernos y posers en general, eso que ahora llaman hipsters. Ahora está muy bien visto y es muy molón y supersocial, ves a gente muy feliz y dicharachera disfrutando de esos sonidos en festivales veraniegos y eventos familiares. No puedo estar más lejos de toda esa mierda. Para las nuevas bandas todo se ha resumido en imitar a Electric Wizard, tatuarse pentagramas y llevar camisetas de películas setenteras de terror que no han visto en su vida. Siempre digo que Moho son la banda más grande que ha parido este puñetero país, y me alegro mucho de que se separasen antes de que toda esta moda comenzase. Moho, como toda buena banda Doom, estuvieron malditos desde el principio, eran tres punks de clase trabajadora que se cagaban en dios, no un puñado de pijos salidos del mundillo Indie Pop que se creen muy malotes por fumar hierba.

Necesito imperiosamente que me des una explicación sobre el corte “Jigoku Shoujo”. ¿Qué hostias… y de qué manera… mejor aún, de qué va?. ¿Y el sampler/voz inicial?.

Ese tema está basado en un anime de terror (también conocido como “Hell Girl”) que trata sobre una chica que va capturando almas para mandarlas al infierno. Tiene su adaptación en cine, y es de la película de donde sacamos el sample, esa frase en castellano sería “¿Deseas probar la muerte?”. 

Un puñado de preguntas de trámite: ¿Qué tiempo ha llevado “Necrosis” entre composición y grabación?. ¿Cómo surgen los temas en Leprophiliac?. ¿Sois carne de ensayos?. ¿Tocaís en directo?. 

Pues no mucho, una docena o docena y media de ensayos sin prisa pero sin pausa, un par de tardes para grabarlo todo, y otra tarde para mezclar y masterizar. Nuestros temas nacen, crecen y se reproducen como cucarachas siempre en el local de ensayo, suelen empezar de la siguiente manera: Primero me quedo así como medio bobo mirando a la pared tocando cualquier riff que se me ocurra y que me salga sin querer, y segundo Suici me empieza a seguir con la batería como quien no quiere la cosa. Después de un buen rato dándole vueltas como dos mulas tirando de un carro lleno de restos humanos, llegamos a una estructura más o menos definida y decimos algo así como “Esto mola, suena al “Leprosy” de los Death”, o “Este riff suena al primero de Carcass y ese redoble parece que se hayan caído los cacharros de la estantería de la cocina, tremendo”, entonces lo grabamos con el teléfono para no olvidarnos en el siguiente ensayo y listo, nos vamos al bar. Somos carne de local de ensayo, bien podrida, rancia y llena de gusanos. 

No tocamos en directo, no tenemos ni queremos bajista, los bajos los grabo yo a la caída, sin ensayar ni nada, y además no me siento cómodo tocando la guitarra en directo, lo de estar de pié en un escenario no es lo mío, llevo toda la vida sentado atrás del todo, ese es mi sitio.

Por alguna extraña razón en algún medio se os ha tachado de tocar algo de Death Sueco. Puedo entender que los primerísimos nombres del género (no sé… Liers in Wait por ser cuna de At The Gates) puedan jugar al despiste pero según mi humilde opinión esto suena a todo menos a eso. Tampoco creo que se llegue a las cotas de Suffocation, Cryptopsy o Mortician. Estáis a medio camino del Brutal Death y el doom, tanto americano como inglés. ¿Estás de acuerdo o me retiras la palabra?. ¿Puede ser por algunos riffs aislados en “Insision of Exsanguination” y cosas así?.

Nos gusta mucho Nihilist / Entombed y Carnage, pero lo que se dice “sonido Sueco” no lo tenemos por ningún lado, si nos comparamos con sonidos nórdicos creo que sonamos más a Finlandés que a Sueco, a muchos a lo mejor les parece lo mismo, pero hay una diferencia enorme, las bandas Finlandesas como Funebre, Abhorrence o Xysma hedían mucho a Carcass, no eran tan melódicas como las Suecas, además de que no tenían el puto sonido ese de pedal Boss HM2 quemado, algo que tolero en Entombed y Dismember por ser los pioneros, en nadie más. 

Creo que a Brutal Death tampoco sonamos, en nuestros temas no hay ni un solo blastbeat y no somos nada técnicos. Algo de Doom sí que hay, pero en general creo que somos una banda de Death Metal simple y sucio, sin más. Pero cada cual es muy libre de tener su opinión y sacar sus conclusiones, por supuesto. 

Vamos a viajar ahora un poco. ¿Qué pasó con Deadmask y por qué se fue al traste?. Recuerdo que tuvo una repercusión importante en plena eclosión de Doomentia y Psychedoomelic.

El MCD que sacamos me sigue pareciendo muy bueno, hay cierta magia en ese disco. Después de eso conseguir cierta continuidad fue siempre problemático, por un motivo u otro, hasta que al final se fue al traste.

Y ya que hablamos de Deadmask, atención a la nueva banda que tienen ahora algunos de los ex-miembros, se llama Oceans Gates y están a punto de sacar un LP que creo que va a pegar duro, es una mezcla muy buena de Hard Rock 70s y psicodelia, avisados estáis. Lo edita Boomland Records, el nuevo sello del tio que antes tenía Black Mass Records, una garantía de que se va a hacer muy buen trabajo con el disco. 

Me parece curioso que en más de 20 años hayas tocado prácticamente todos los palos extremos menos el Black. Siendo La Coruña pródiga en bandas el género tengo que preguntarte.

No sabía que se considerase a Coruña como una ciudad pródiga en cuanto a bandas Black Metal, me dejas muy sorprendido. Es un estilo musical que me gusta pero no me veo yo lidiando con ese tipo de gentes que lo rodean, es una escena y una actitud que me hacen mucha gracia, no me extraña en absoluto que haya tanto descerebrado de extrema derecha ahí metido. Me gusta a rabiar Darkthrone, su discografía completa, sobre todo porque desde hace años no han hecho más que reirse de eso que llaman “true black metal” y han hecho lo que les ha salido de los huevos sin cortarse lo más mínimo. 

Musicalmente también me gusta algo de material antiguo como Beherit, Mayhem, Master's Hammer, Ildjarn, Von o incluso el imbécil de Burzum, cosas más actuales como Revenge (que yo siempre he considerado más Grind que Black si te digo la verdad), Weregoat, Bone Awl, Impure, Black Cilice y casi todas las bandas del Crepúsculo Negro. Por supuesto escucho Venom, Celtic Frost / Hellhammer y Bathory desde niño, pero nunca consideré esas bandas Black Metal en absoluto, para mí son Speed Metal muy punkarra.

Vale, creo que hasta aquí hemos llegado. Despídete como te apetezca pero antes quiero que me respondas a esta pregunta…. Tras 30 años tocando Death Metal, ¿no crees que ya va tocando un disco con orquesta?.

Voy a grabar uno a finales de este año, como condición he puesto que todos los componentes de la orquesta lleven máscaras con la cara de Lars Ulrich.

Muchas gracias por la entrevista, mis felicitaciones por La Muerte Tenía Un Blog, a seguir así de bien por muchos años.

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https://leprophiliac.bandcamp.com/album/necrosis

martes, 22 de septiembre de 2020

LA EXTRAVAGANCIA DEL TECLADO EN EL FUNERAL DOOM DE ESOTERIC

El sonido de los míticos ingleses ESOTERIC es imposible de separar del teclado. Un poliédrico impulso que abotarga su música a niveles cósmicos, matemáticos y que sumen al oyente en un particular estado de consciencia difuminada; una matrioska sonora contraria a los patrones más eclesiásticos (SKEPTICISM, EVOKEN), sobrios y mayestáticos (THERGOTHON, MOURNFUL CONGREGATION) con los que otras bandas emplean el instrumento, y por supuesto a años luz del romanticismo decadente del Death/Doom inglés (ANATHEMA, MY DYING BRIDE...). Dicho de otro modo: únicos.

Patrones enrevesados, efectos imposibles de los sintetizadores atravesando como un fakir loco el  ya de por sí complicado de digerir entramado de las guitarras. Seña de identidad y etiqueta musical en sí misma, el teclado en ESOTERIC nunca ha sido un tema sencillo. Hay bandas en las que es fácil discernir qué instrumento toca cada cual, pero aquí siempre ha existido cierta aura de misterio bien sea por la dualidad de Chandler como músico/ingeniero de sonido década, bien por el fluído intercambio de roles a lo largo de la historia musical de la banda... además de los proyectos paralelos, bagajes y demás de los que han ido pasando por el puesto, claro.

No es hasta The Pernicious Enigma que Greg Chandler asume tareas "oficiales" a los teclados junto a Gordon Bicknell que se había encargado del asunto en la demo Esoteric Emotions - The Death of Ignorance (1993) y en el primero Epistemological Despondency (1994).

Me comentaba Bicknell hace poco en unos mensajes que actualmente se encuentra haciendo Ambient Dub y Deep House, lo cual no es de extrañar cuando uno escucha los devaneos electrónicos de su fantástico disco Critical Mass (2008) editado por la ínclita AESTHETIC DEATH. 74 desoladores y espaciales minutos donde se pasa desde la electrónica bailable y el techno oscuro a partes de Dark Ambient... o mejor aún, tocando la Synthwave 12 años antes de que hoy día en 2020 sea un (retro)género tan extendido y aliado con el resurgir del cine ochentero. Eso sí, hay partes como "The Groke" de pura experimentación y suciedad a lo Skullflower, Coil y el cierre "Shock Treatment" con un Doom industrial que te deja con la plaza reservada en el sanatorio mental de tu pueblo.

A LYSERGENE no llego por casualidad claro. Todo fue a través de la reseña (aquí) del apabullante Split con los australianos DUST TO DEARTH, banda paralela de los australianos MURKRAT. Lo curioso es que lo que hacía Bicknell en ese Split está bastante alejado de Critical Mass que hunde sus influencias musicales en el Dubstep y lo perpetúa con ediciones posteriores (escasas) como Sub Ritual / Revelationotro, 12" compartido con el DJ y productor Ben Ewins (Be-1ne), al que siguen algunos más. 

Curiosa línea paralela la del teclista y más teniendo en cuenta que sus raíces se hunden en la banda de Birmingham de Old School Death ABSOLUTION (junto a Paul Adams, bajista de BENEDICTION y CEREBRAL FIX), entre 1991-1994 (luego reformados). Esa dualidad de Gordon Bicknell para pasar de la guitarra al teclado lleva a que ejerza el rol de la segunda guitarra en ESOTERIC e incluso que aparentemente deje las teclas con Metamorphogenesis (1999) y es que los efectos atmosféricos en la banda de Funeral Doom inglesa pasan a formar parte del entramado de Chandler y su maravilloso despliegue de posibilidades que surge con la masterización a partir del Subconscious Dissolution into the Continuum (2004) en sus PRIORY SOUND STUDIO

Es significante que la apertura de los Priory diluya todavía más el extravagante uso de los teclados en ESOTERIC, y que a partir de ahí se haga un enorme hincapié en la ingeniería del sonido del teclado por así decirlo. Se mezclan roles y no se especifica demasiado en los libretos quién lleva el rol de los efectos/sintes. Pero tirando de hemerotecas e historias, puede averiguarse que más o menos por 2004 Gordon Bicknell  parece asumir más la tarea de guitarra y relegando un poco los sintes  a Olivier Goyet, que entra en ESOTERIC para la muralla claustrofóbica de The Maniacal Vale (2008). 

Goyet justo un año antes había sacado el inclasificable Breaking the Shell (2007) bajo el nombre de Dead Beat Project.... otros 74 minutos densos e impenetrables de Dark Ambient, música Industrial y Trip Hop, género este último sobre el que pivotan los últimos trabajos R'Evolution (2011) o el tribal y basado en percusiones Samsara (2012), ambos editados en el sello de electro AD MUSIC

(OLIVIER GOYET)

(GORDON BICKNELL)

Olivier Goyet por aquel entonces era parte de la formación de los reformados Dark Orange, banda alemana de Synth/Dream Pop y ese regusto a World Beat (tocando el santoor, tablas o los teclados) se ve en la onda más orgánica a la que va fluyendo Dead Beat Project. Todo esto demuestra el carácter inclasificable (extravagante diría) que suele rodear a ESOTERIC hasta el punto de en Paragon of Dissonance (2011) rizan el rizo triplicando teclado/guitarras entre Chandler, Bicknell y Jim Nolan, que vuelven a repetir en su impresionante último disco A Pyrrhic Existence (2019).

¿Lioso no?. Pues no he comentado que Jan Krause de CONJURER estuvo dándole a las baquelitas blancas y negras de 2012 a 2014.

https://www.aestheticdeath.com/

jueves, 17 de septiembre de 2020

SINISTER DOWNFALL - "A DARK SHINING LIGHT" (FUNERE 07; WEIRD TRUTH WT066, 2020)


"See the infinite burning
wrapping with the vein of rot
feel the misery in the guts
when suffering falls from the sky.
The Shape in the mist
recurring dread of awakening
cries of death from the fallen
destroyer of all hopes".

Hace poco más de un año reseñé el debut de SINISTER DOWNFALL por aquí. Eremozoic cosechó muy buenas críticas en general y estaba deseando ver la continuación del proyecto del alemán Eugen Kohl, músico que en cierta medida me recuerda a Stjin Van Cauter de Until Death Overtakes Me, Beyond Black Void o The Ethereal (por nombrar unos cuantos representativos). Al igual que el belga, Eugen cuenta con proyectos en solitario de numerosos estilos (a destacar Donarhall) y su música suena plúmbea y teratogénica como una colonoscopia a través de viejas tuberías de amianto.

A Dark Shining Light es por tanto el segundo disco, editado en un exquisito digipack (artwork de Dunkle Stille) con libreto de 12 páginas y Obi entre los sellos FUNERE (Armenia) y WEIRD TRUTH (Japón), distribuyéndose a través de SATANATH RECORDS (Rusia). Tiene que quedar claro que cuando hablo en esta reseña de Funeral Doom estoy virando hacia la parte más extrema de ese mismo género... lo lento es más lento, lo gutural es mucho más gutural, y la sensación de lentitud te estalla en los oídos como una estasis venosa, un fecaloma sinfónico más negro que el cagar de mil agujeros negros y si hay un instrumento dirigiendo toda esta procesión fúnebre es el piano. Un piano sutil, en segundo plano, donde entre cada separación de notas cabe un mundo entero.

Mucho más cohesionado que el debut, SINISTER DOWNFALL despliega en cinco cortes su estentóreo Funeral Doom apocalíptico, de riffs de guitarra que se alargan hasta casi disolverse en distorsión. Tocado al compás de una base rítmica en asistolia, bien pudiera ser el lento paseo de una procesión de difuntos en el pueblo de tu abuela. "A Dark Shining Light" cuenta con una de esas voces guturalísimas devastadoras. Una base rítmica muy agresiva (al estilo de Worship) pero que no pierde en ningún momento el devenir melódico. La forma en la que el piano aparece y desaparece es muy del estilo de Evoken, suenan partes a lo Mournful Congregation también...; sin embargo, a lo que más me recuerda es a esa onda llamada Extreme Funeral Doom que saliera a la mitad del 2000 o así con bandas como los citados Until Death Overtakes Me, Wijlen Wij, Pantheist o Solicide. Un rizar el rizo en el exasperante tempo ya de por sí asfixiante del Doom holandés y belga vertebrado a base de llevar al límite a los MY DYING BRIDE (escuchad la guitarra en el minuto 14).

"Shape in the Mist" continúa donde acaba la anterior. Fabuloso trabajo de la guitarra en riffs larguísimos que permanecen, mutan y se retuerce retroalimentándose y reconstruyéndose como una máquina de movimiento perpétuo. Fantástico el interludio de teclados y piano con batería procesionaria y luego vuelta a repetir como un mantra toda la letanía inicial pero acentuando la labor de la guitarra. Tramo final repitiendo hasta la extenuación el mismo motivo melódico como los estertores de un ser querido... un `fade out´ que no por saber que ocurrirá inexorablemente va a dejar de tener la trascendencia vital que tiene. 

El paso a "Reach for the Dead" está muy trabajado y compositivamente brilla otro alucinante riff de guitarra. La voz fluye gutural e inamovible como un monolito dentro de un corte con aroma de himno y letras que se reducen a seis frases: "Dried skins / Soaked in blood / No more place to hide for decay / reach for the dead / eath their souls". Entramos en "Bury your Thoughts" a través del piano y la base rítmica. Cuando entran las guitarras todo vuelve a ponerse en marcha aunque se trata del tema más asequible de los 50 minutos (por decir algo). Melancolía y brutalidad mezclados en una muralla de sonido que avanza en bloque llevándoselo todo por delante, ayudado todo por las sentencias inapelables de un piano recitando epitafios sin inmutarse.

El más corto, "Behold Darkness", cierra el disco por todo lo alto, siendo de largo lo mejor que he escuchado este año en cuanto a Funeral Doom se refiere. Un must-have en toda regla para los que sigan esa corriente que va un pasito mas allá del género, no entiende de modas y precisa del momento/lugar adecuados.

https://funere.bandcamp.com/album/a-dark-shining-light



martes, 15 de septiembre de 2020

MAUD THE MOTH - "ORPHNE" (LA RUBIA PRODUCCIONES; NOOIRAX; MÚSICA MÁXICA, 2020)

Embelesamiento es la palabra que más se acerca a describir el artwork del nuevo disco de MAUD THE MOTH. El vinilo, impreso por la parte rugosa, con acabado metalizado y una caligrafía demencial, son obra de Charles Boisart. Es de esas cosas que tienes que tener entre las manos para saber a lo que me refiero y sentir el potente embite de abrir el gatefold y encontrarte el apocalíptico inlay e ilustraciones de Anna Frigati. La primera vez que lo ví me acordé del artesonado de ciertos lugares/enclaves de poder que he visitado... desde los pozos iniciáticos de Sintra a diversos artesonados catedralicios. Si los artesonados suelen ser obras en los techos, también puede uno mirar hacia abajo al sacro empedrado del pasaje que lleva a la Biblioteca de Celso en Éfeso donde paseando uno se encontraba motivos arquitectónicos similares y con mucha presencia de signos solares. 

Artesonado. Otra preciosa palabra. Geométricas formas donde brilla lo ochavado, la simetría como perfecto espejo que dividido por la mitad da lugar a dos mundos exactamente iguales. Proviene por cierto de la palabra `artesa´ que os invito a investigar por sus apócrifas conexiones con el Pan. Lo curioso es que si intervengo la palabra me sale Arte Sonado... y os puedo asegurar que Orphne entronca directamente con dicha descripción. Home Futile Home (2012) y The Inner Wastelands (2015) eran buenos (reseñas aquí), pero es que Orphne es una matrioska musical invertida donde puedes transitar geométricamente hasta perder (o conseguir) la cordura. Una meditación sonora fulcanéllica sobre el ángulo y sus connotaciones alquímicas que engrandecen la expresión "ver el mundo desde otro ángulo".

Orphne (Caligo), oscuridad en griego, Styx, Gorgyra la ninfa del Hades, madre de Ascalaphus,  raíz lingüística hacia la Orfandad y una obra de arte musical que gira alrededor de la figura de Amaya López Carromero (voces, salterio, sintetizadores,  percusión, composición, letras y piano), con el apoyo camaretístico de Paúl González (batería), Guillaume Martin (guitarra), Alicia García (violines) e Iván Carmés (Cello). El impresionante sonido es obra del trabajo en probetas de sonido que se reparten entre los Sonorous Studio (UK), Reid Hall (UK), La Casa Encendida (España) para posteriormente aderezarse mediante plúmbeos efluvios por la batuta maestra de Juan Gómer Arellano (mezcla y masterización).

Musicalmente es un filón complicado de describir. Si bien la base podría recordarnos a los inicios del Dark Folk o a ese paso que daría la música gótica al mezclarse con la world beat, y de los que son ejemplo siempre ineludible Dead Can Dance, hay suficientes elementos cuando entra la base rítmica para acordarse del giro avantgarde y experimental de lo noruegos Third and the Mortal, la oscurísima sinfonicidad de Elend o los inicios de Autumn Tears.  Sin embargo, el universo musical que nos ofrecen MAUD THE MOTH es lo bastante original para romper con etiquetas y hacer que te pierdas por caracoleantes melodías que se unen a la Música de Cámara y a experimentos de Apocalyptic folk (salvando las distancias musicales e industriales, The Moon Lay Hidden Beneath a Cloud) rayanos en lo medieval, lo cíclico y en el oscuro cabaret de Spiritual Front. Aquí tengo por tanto que meter a Diamanda Galas o incluso aquel brutal disco entre Rozz Williams & Gitane Demone (Dream Home Heartache, 1995).

Pero puestos a intentar afinar, MAUD THE MOTH no suenan a nada y a todo de lo anterior. Algún detalle del dark folk coral de Reserva Espiritual de Occidente, coqueteos con el Rock en Oposición (Miasma and the Carrousel of Headless Horses) o incluso detalles progresivos que tiran del palo Univers Zero/Present. El precioso arrope de la voz de Amaya sale victorioso de todas las tesituras que se le presentan, y narran un apócrifo (o será teratogénico?) infra viaje paralelo por el Río Estix. Te cuenta la mitología de otra forma y las tribulaciones de Ulises más parecen escalones psicológicos en una enfermedad mental (o social). 

Porque MAUD THE MOTH se te meten por los orificios y son una infección silente no tanto del cuerpo como del alma; esa huérfana (Orphne) que nunca llega a comunicarse con su equivalente de igual modo que el Sol nunca podrá copular con la Luna. La sensación que te produce Orphne está más cerca de la `Metanoia´ (como oscuro proceso curativo a través de la total desestructuración y posterior renacimiento adaptativo) que de la `Ekpyrosis´ estoica y su conversión a través del fuego, por mucho que la psique renazca de las cenizas Ad Infinitum.

"Ecdysis", potente apertura de piano y voz a la que se añade una melodía clásica de violín con cierto cariz cabaretero y barroco. A medio caballo entre el Dark jazz oscuro de The Kilimanjaro Dark Jazz Ensemble y las heavenly voices de RAJNA. Precioso cómo se va derramando el violín y las espectrales voces de Amaya. Entra la batería y sube la potencia... música exoesquelética, invertebrada... tegumentos del alma en caída libre y unos apasionantes platillos percusivos a lo Zeuhl (Magma, Eskaton, Etron Fou Leoublan...). Resalta muchísimo el piano sobre un fondo cargado de todo tipo de sonidos de cuerdas y una base rítmica marcando ritmos de cámara. Fabuloso el in crescendo al más puro estilo Third and the Mortal o los The Gathering del Mandylion (si esto no es Doom no sé porqué tengo los ojos vueltos en blanco y balanceo mi nuca a 40 bmp). Impresionante los golpes de batería al final remachando clavos anímicos y el uso de órgano eclesiástico que ayuda a fundir el tema hacia "The Mirror Door", muy del estilo de la Ensemble of Shadows y Sopor Aeternus

Una abyecta caja de música en un tempo extraño y meditabundo donde se erige el piano como dueño y señor... percute, dibuja melodías o las disuelve... acompaña a la voz de Amaya o la deja desvalida con paradas secas entre notas. Soberbia mezcla final entre Jazz y Neo clasicismo.

La corta "The Stairwell" es una preciosidad. La música va hacia atrás y la voz avanza consiguiendo un equilibrio Foucaltiano impresionante que contrasta con "The Abbatoir", más lírica y con formato tradicional en inicio pero que vuelve por fueros Prog con la entrada de la batería. Voces variadas... coros, Spoken Word y tránsito por el Apocalyptic Folk (grabaciones de campo y sampleos incluído) con lo que parece un bodhrán (o similar); a pesar del uso de violines (no sé si hay zanfona también) destaco positivamente que MAUD THE MOTH se alejen de toda esa vorágine de grupos pseudo-Célticos de Pagan que pululan por doquier, centrándose en un abordaje exquisito de los arreglos (escuchad la marcialidad de los tambores y el órgano). "Finisterrae" tiene el cariz de una pesadilla. 

Un clásico Jungiano como lo es el de bajar escaleras interminables. No hay despertar posible; bajas y bajas y la música en reverso flota como el aceite. Lenta e inexorablemente, la voz como un cútter romo abriendo carnes sobre fondo de cuerdas (cello, violines...) y una percusión contenida que va creciéndose en neto diálogo con el piano. 


"As above, so Below" invoca a Autumn Tears y su oscurísimo Love Poems for Dying Children, con todo lo que la Darkwave porta consigo, letras inclusive: "You carve me bone of your bones, ivory / A mantle laid at your feet, ultramarine / You weave me thread of your thread, Penelope", además de transcurrir por la línea temporal evanescente del shoegazing de This Mortal Coil, por supuesto. "Mormo and the well" es una fábula al ralentí con sincopados ritmos de cabaret gótico, de Fado mezclado con Zeuhl y vaya usted a saber. Más optimista que el resto de composiciones pero con soflamas tragicómicas rebozadas en ópera rock. 

Cierra "Epoxy Bonds". Cuerdas stravinskyanas, un piano que te amortaja en vida y Amaya dilapidándome con palabras que son piedras que rebotan de forma perpetua sobre las quietas aguas de un mar de serotonina salvaje, verdoso y jodidamente inhóspito.

Disco del año.

https://maudthemoth.bandcamp.com/album/orphn


lunes, 14 de septiembre de 2020

SATANATH / STRIBORG - "PRISONERS OF THE SOLAR SYSTEM" (GRIMM DISTRIBUTION 062GD; DEATH PORTAL STUDIO DPS016 , 2020)


"When the burden of life is too great
I´ll find solace in this reality
in the expansion of space
and the stillness of Time"

Tenía muchas ganas de meterme con este Split entre el proyecto SATANATH de Aleksey Korolyov y el mítico STRIBORG de quien algo puse por aquí a propósito de Spectral Shadow, Split con ABIGORUM. Coedición entre Grimm Distribution (Ucrania) y Death Portal Studio (Usa), el excelente artwork es obra de Benua Isya (Sorrowtonin) reflejando a la perfección el concepto espacial/cósmico de los más de 79 minutos que dura el CD. Copio y pego de la promo del disco que es bastante representativo:

"Split tells about the imprisonment of mankind in its tiny space prison for the next hundreds or thousands of years - the solar system. The governments of almost all countries of the planet willingly support the creation of a consumer society, and most people are interested only in entertainment, but not in science. In such a world, the creation of modern technologies that would allow interstellar flights will take much more time. However, among us there will always be dreamers whose driving forces are development and the desire to approach a future full of incredible discoveries".

Los primeros cinco temas provienen son para SATANATH y provienen de demos (entre 2011 y 2020). Aleksey Korolyov, además de ser el dueño de Satanath Records y tocar en Abigorum y Taiga, se encarga de toda la música en SATANATH. Pasajes de sintetizadores en gravedad cero, destaco el brutal inicio con "To Cosmic Prisoner" que parece sacado de la etapa electrónica francesa de Jarre y similares. Oscurísimo como la inmensidad del Universo, viene a ser el equivalente aeroespacial de la Dungeon Music y con auriculares la sensación triposa se multiplica. Cadencia lenta, flotante y onírica con algo de sinfonismo cinematográfico. 

El ambient experimental en la mayestática/épica apertura de "Uncivilizatio" tiene esa fluidez violenta de algunas bandas sonoras de Carpenter pero con la estructura de una larguísima suite. Al contrario que muchos de estos proyectos, no se estanca ni un solo segundo. Si no fuera por la portada podría perfectamente decir que esto viene de algún proyecto oscuro de música Kosmische berlinesa a lo Tangerine Dream. Siguen las volátiles "Astral Symphonies" y "Kilasanthra" totalmente metidas dentro de la Dark Wave pero acentuando los detalles minimalistas. Cierra "Darkspace Aura"; pulsátil, insistente drone el el espectro grave auditivo con letanías de campanas en segundo plano y la sensación de estar pasando por un tubo digestivo ciclópeo.

De STRIBORG puede uno escribir un libro. No solo por su proyecto principal, sino porque también ha participado (con el sobrenombre de Sin Anna a la batería/voces) en 0))) Presents de PENTEMPLE. Activo desde 1997 (y antes) es toda una leyenda de la música extrema Australiana habiendo girado totalmente su música desde el crudo Black de los inicios a una suerte de Coldwave y electrónica oscura.

Sus seis cortes provienen (excepto el último que no se especifica) de sus tres últimos discos, Leave the World Behind, An Existential Burden e In Deep Contemplation, todos de 2019. Cuasi bailable, de otro mundo, "Interdimensional Transcendence" me trae a la cabeza a Plasma Pool (antiquísimo proyecto de Attila Csihar), algo de Aborym o el Black Industrial de los rusos Katar en su olvidado disco Paradigma Digitized (2002). Coldwave retrofuturista con detalles de Black en las voces para bailar en un antro a la deriva encima de un meteorito desbocado... imagínate a Summoning pero en versión espacial, con 15 mgr de Diacepam en el cuerpo e intentando tocar una versión Disco de los setenta. 

"Empty Sorrow" sin embargo es más terrenal, con omnipresentes teclados sobre percusiones digitales en un ritmo lentísimo (casi Doom), todo aliñado en un aire raruno, Lo-Fi bizarro pero muy adictivo... algo así como harían The Nulll Collective en aquel De Monstris (Aesthetic Death, 2010). Fantásticas las voces limpias y el cambio de tercio atmosférico hacia el final en un diálogo simple pero efectivo de teclado y batería. Sigue con tesituras similares "The Burden of Existence" con un puntito más sinfónico que de existir guitarras, son casi imposibles de distinguir en la mezcla (vuelvo a insistir, usad auriculares porque de fondo aquí hay unos extraños soniquetes que me traen de cabeza); como Profanum pero en versión Blackwave, STRIBORG rompe los temas a placer para crear frontispicios acústicos de una grandiosa epicidad aunque estén metidos dentro de una vorágine de suciedad.

De aquí hasta el final, puro disfrute. La ElectroSynth y minimal "A Nighttime Perplexity", la hipnótica "Proceeding From A Dark Place" con voces limpias y machacona melodía mitad TripHop, mitad banda sonora giallesca, y el fade out futurístico "We Are All Prisoners".

Muy recomendado para oídos que busquen cosas distintas.

https://grimmdistribution.bandcamp.com/album/062gd-satanath-striborg-prisoners-of-the-solar-system-split-2020

viernes, 11 de septiembre de 2020

AGATHOCLES, MIXOMATOSIS, SACTHU - "SPLIT" (VARIOS SELLOS, 2020)

El Grind es visto y no visto; parece que avanza pero no. ¿Queréis una prueba?... os la voy a dar. Son las 17:12 y esta reseña la empecé a las 13.00 horas... inverosímil pero cierto; alguien podría acusarme de estar escribiendo sobre un disco Funeral Doom pero es que realmente como véis, lo que llevo de texto es cortísimo. Cuando ya tenía todo montado y listo para publicar (os juro que esto es verídico), se me traspapelaron los dedos, le di hacia atrás al navegador, y al ser un borrador.... lo perdí todo (menos la vida). Seis largos párrafos escritos y perdidos en cuestión de segundos; dos horas buscando programas, cachés, extensiones. Para nada. Es el Grind de la vida. Así es todo. Te parece que te vas a comer el mundo y se va en escasos segundos y no vuelve jamás. ¿Sabéis lo mejor?... que antes se estudiaba mecanografía durante varios años y escribo a una velocidad enorme... velocidad de escritura Grind. Por culpa de eso, pues el dedito lo he metido en la tecla que no debía. Kaput. 

AGATHOCLES, MIXOMATOSIS y SACTHU comparten un tremebundo Split en vinilo a 45 rpm (me váis a perdonar que vaya algo rápido, pero es la segunda vez que escribo todo esto) coeditado por tantos sellos como te puedas imaginar. Para más pruebas: Base Records, Catábasis Records, Infecció Underground Produccions La Choza de Doe, Hecatombe Records, Abstract Emotions, Furious Ogre Records, Heavy Metal Vomit Party, Muerte Matar Records, Bloody Lips Records, Sacramento Records, Vida Subterránea Records and Parrika Beats. El artwork, obra de Iván, tiene todo los elementos que gustan en el género: jeringuillas, óxido, putrefacción, petrodólares, calaveras en mandala y gloriosa escala de grises. Todo al más puro estilo Grind Crust sudamericano (quien haya ahondado en el género sabrá a lo que me refiero).

El sonido en general es muy bueno, a lo que ayuda el corte a 45 rpm que siempre le da espacio a la aguja para que baile a placer en el surco, y aun siendo la mitad del disco en directo, y a sabiendas de cómo pueden gastárselas bandas como estas, la verdad es que suena de narices. 

Sobre la carrera de los belgas Agathocles no se me ocurre qué decir. Más de 500 ediciones desde 1985 y padres putativos de un género. Sus diez cortes fueron grabados en el Obscene Extreme de 2008 justo antes del suicidio de Tony Shepkens, a quien va dedicado el vinilo. Un Death Grind inteligible, con partes pesadas y plomizas que hacen resaltar los juegos de voces. Riffs intrincados pero con bajadas de tempo que son pura maestría y matices Hardcore aquí y allá que casan a la perfección con sus siempre politizadas y combativas letras. 

Por cierto, las tres bandas compartan temas en las dos caras creando un contraste curioso pero que personalmente no comparto. Es verdad que es complicado casar 30 temas en un plástico pero por ejemplo la forma de desarrollar los temas Sacthu invita a la atmósfera y cortarlos me resulta algo chocante. Sí que es verdad que el paso por ejemplo de Agathocles a Mixomatosis a través de "Envenenando tu Mente" es un punto a favor. Dentro de los temas destacados, el brutalífico inicio de "Religious Fucking Dope" con una base rítmica que quita el hipo. Por lo demás, una banda clásica ya tocando de forma espaciada y libre de rigideces hasta el punto de permitirse toques de Thrash(core) incluso.

Los clásicos (desde 1990) Mixomatosis ahondan en los extremos. Grabado entre 2019 y 2020, las voces guturales son muy guturales y las agudas típicas del Grind Gore (Pig Shrieks o como se llame). Por cierto que si no me equivoco es el segundo Split que los de Tarragona comparten con Agathocles. Temas cortos, directos pero intrincados donde se permiten también dilapidar las velocidades con medios tiempos muy intensos por un lado, mientras que luego son capaces de transmitirte toda la asfixia propia del Brutal Death americano (algún que otro corte me trae a la cabeza a Mortician). De las tres bandas es la que más me recuerda a Scum de Napalm Death o los primeros Carcasss pero tomaos esto como la opinión de alguien que no está demasiado versado en el Grind. Es más, aromas Crust salen a relucir con cuentagotas.

Sacthu es una banda de músicos más curtidos que un trozo de bacon dejado al sol de agosto. Debutaron con un Ep homónimo (Tupatupa Records) y su formación es: Iván Román al bajo y voces (Lazharus, ex-Tort, ex-The Eyes, ex-Warchetype, ex-Camposanto, ex-Coche Fúnebre, ex-Cuzo, ex-Laihn, ex-Mexican Cuco, ex-VOR, ex-Yakuzagoat), Daniel Maganto a las guitarras (Eternal Storm, Liquid Graveyard, ex-Under Vultures, ex-Outer Heaven, ex-Teething) y Alberto Garcia también a las guitarras (Firmam3nt, ex-As My World Burns, ex-Moshtrenco). Sobre el tema de la batería tengo que resumir. La grabación que traen aquí en directo es con Mateo Novali (Dhul Karnain, ex-Embloodyment, ex-Rageous Intent) y el tema final (qué tema, madre mía) por Felipe. Como las cosas en el Grind van rápido, puede que ahora esté tocando con ellos Paul Sanderson, o puede que no... depende de lo rápido que puedas parpadear.

Temas que van desde los ultraexpresivos seis segundos de "Clavo y Migraña" donde pasa absolutamente de todo en ese corto espacio de tiempo (mini riff Doom incluído) a insertos impresionantes de electrónica a cargo de Iván que le dan un nivelazo tremendo. Especialmente en el claustrofóbico final de "No es mi Voz", difícil de clasificar pero muy adictivo... base rítmica rozando los Blast Beats del Black Metal, gélidos riffs barrocos de guitarra y una vorágine de ruidos inclasificables que te arrollan como un muro. En el resto hay de todo; desde ecos a Brujería ("Burpakut") a experimentos también a lo Mortician de una oscuridad impenetrable ("Maganthor Hammer"). Por derecho propio, de las tres bandas son Sacthu los más técnicos, o al menos yo lo percibo así (ayuda la impresionante labor de las guitarras).

Agathocles cumplen, Mixomatosis arrollan, Sacthu te ponen una barra de dinamita en los intestinos y te dan un mechero (you choose).

https://capitalscumagathocles.bandcamp.com/

https://www.facebook.com/mixomatosisoficial/

https://sacthu.bandcamp.com/