Por fin nuevo trabajo de los Australianos MEKIGAH, quinto en su carrera, y tercero con el sello de culto AESTHETIC DEATH. Para quien quiera irse metiendo poco a poco en su particular sonido, les recomiendo visitar primero las reseñas de Litost (2014) y Autexousious (2019) para así no repetir demasiados datos. Sobre los anteriores The Serpent´s Kiss (2010) y The Necessary Evil (2012) no os puedo contar nada porque no los tengo. Lo que sí os puedo adelantar es que al igual que los dos anteriores To Hold Onto a Heartless Heart es un triposo, caleidoscópico y ecléctico viaje en el que la palabra Doom Metal se va engalanando de dotes experimentales y Noise hasta que el oyente queda atrapado en una maraña claustrofóbica de capas y capas de sonido. Mi recomendación personal es usar auriculares y dejarse llevar por el aparente y crudo caos.
A nivel técnico compone, graban y mezclan Vis Ortis (que viene a ser el miembro principal siempre junto a colaboraciones) y Leigh Ritson en Huonville & Moonah (Tasmania) para posterior masterización por Greg Chandler (Priory Studios). Dosis de ayahuasca guitarrera adicionales por Sova Locus & Richard Ziltch además de cánticos chamánicos de Alex Pope & Con BCTW, La sierra mecánica y la musical que aparecen por ahí son de Sammy y PRT (Primal Regression Therapy) también haciendo voces. Portada y Layout son de Vis Ortis / Richard Zilch. El CD digipack sale nuevamente por AESTHETIC DEATH, por supuesto.
To Hold Onto a Heartless Heart es un álbum correoso y complejo cuando se mete por terrenos de Industrial Noise pero pérfido y maligno cuando se rodea de ese aroma Doom Metal experimental; sin duda, el acierto está en la mezcla y lo bien balanceado que está todo (desde la agresividad a los pasajes rayanos en el Dark Ambient). Conectar con este tipo de música depende de tus gustos pero imaginaos un cruce entre los Zaraza del Slavic Blasphemy, pasajes de Funeral Doom ultra cósmico que pueden recordarte a los rusos Septic Mind y por supuesto toda esa progenie de proyectos extremísimos de Stjin Van Cauter (Until Death Overtakes Me) y de sonidos parecidos como Wraith of the Ropes, Torture Wheel y similares.
Las voces agrias, ácimas y decrépitas (ese toque Punk malsano es casi Power Electronics) hacen que me acuerde de Gnaw Their Tongues (y toda esa caterva extrema que campa por el sello Crucial Blast). Es bastante complejo discernir en ocasiones si lo que estás escuchando son sintetizadores o una sierra mecánica, un piano o una vieja melodía radiada mientras en contrapicados atonales imposibles suena una vorágine que roza el Black Metal. Lo único cierto es que la música de Mekigah se te queda clavada en el pecho como un dolor torácico de mal agüero. El tempo se elonga y se estrecha de tal suerte que los instrumentos no siempre suenan con el timbre/tono habituales pero os puedo asegurar que la suma de componentes os va a volar la cabeza.
Abren los 15 minutos de "Collapsing Under" con dueto de piano y motosierra (así como lo oís). Grabaciones de campo y electrónica abyecta van haciendo acto de presencia hasta que sobre el minuto dos eclosiona una base rítmica plúmbea con toques espaciales bordeando ese poliédrico mundo en el que habitan los Esoteric. Hay intentos de ser sinfónicos; el teclado se vuelve catedralicio / eclesiástico y por un momento casi que me creo que es Funeral Doom litúrgico pero poco a poco todo se torna teratogénico y la carne se desprende del hueso... y si no que me digan o expliquen la especie de conga tribal y circense que se forma sobre el minuto 5. Inclemente vorágine de efectos en la retaguardia difíciles de clasificar; aparecen cascabeles y la guitarra se marca un riff lisérgico mientras la percusión parece estar invocando la lluvia en pleno territorio Sioux. Dark Ambient, Industrial Doom o lo que diablos sea, es adictivo e inflamable como un supositorio de Keroseno.
Sigue la decadente y nostálgica "Broken Rhythm Pressure" que al igual que me pasaba con cosas anteriores suyas, me trae a la cabeza la última etapa electrónica de los italianos Canaan en el inicio que acaba transformándose en una algarabía mitad Alastis, mitad Impaled Nazarene al ralentí (como si los hubieran dormido con benzodiacepinas). Creo que una de las mejores virtudes de Mekigah es que son impredecibles y así lo es este temazo necro bailable con estructuras percusivas, sierras mecánicas marcando el paso e incluso Proto Techno.
No lo he comentado pero durante todo el minutaje se mantiene una sensación de ebriedad o `estado alterado de conciencia´; como si la música transcurriera en un plano distorsionado o se estuviera soñando (¿y quién es el soñador, que diría Lynch?) quizás esa sea la razón por la que "Away Drifting From" parezca discurrir por un erróneo tempo y usar timbres / tonos no euclidianos. Cánticos sinuosos, guitarras que parecen estar deshaciéndose y férreos pulsos de Noise en lo percusivo para acabar todo fundiéndose en una crepuscular sábana de Dark Ambient. "An Infinitesimal Difference" destaca por una línea de bajo cuasi Noir en un calmo ambient cinematográfico que primero parece que va a estallar en un himno épico como si de un Peplum italiano se tratara para acabar adquiriendo una exhaustiva atonalidad indescifrable. Vuelvo a citar a la versión fiestera de Alastis y el EBM de Treponem Pal en "It Hisses So" con unas voces que ponen la carne de gallina...
El cierre es para "Eyes Glazed Over". Aromas redentores con un tema más melódico de lo habitual en Mekigah pero siguiendo en cierta medida la línea del anterior. Tras una apertura con melodía de lo que parece un órgano en la retaguardia mezclado con acoples y efectos de guitarra pasamos a unos ritmos pseudo bailables y mayestáticamente épicos. Cualquier descripción que pueda haceros palidece al lado de la experiencia de To Hold Onto a Heartless Heart. Pruébalo bajo tu propia responsabilidad.
https://www.aestheticdeath.com/releases.php?mode=singleitem&albumid=6474