jueves, 27 de octubre de 2022

ARS ONIRICA - "II:LOST" (ARDUA MUSIC 006CD; 2022)


NO PEACE ABOVE
NO CHAOS BELOW

Si bien ARS ONIRICA parece datar de 2003 con la publicación de una demo y formación de cuarteto, creo que lo más sensato es olvidarse de todo eso, recortar el logo quese mantiene y la figura del italiano Alessandro Sforza, que sea por las razones que sea, decide volver a la palestra en 2018 como único integrante editando I: Cold por BadMoodMan Music, disco que recoge buenas críticas tanto especializadas como del respetable aunque tengo que reconocer que no lo he escuchado siendo mi primer contacto el reciente II: Lost aunque bueno, esto no es del todo cierto. Hace unas semanas os traía por aquí la reseña de su proyecto principal INVERNOIR y su debut (Funere/BadMoodMan Music) titulado The Void and the Unbereable Loss.

Volvamos a Ars Onirica (que se traduce como `Arte de los Sueños´). ARDUA MUSIC, sello expecializado en Doom Metal (ex The Vinyl Division), se encarga de la edición en un trabajadísimo Digipack de 8 paneles con portada del fotógrafo francés Robert Demachy (1859-1936) con una curiosa técnica de manipulación que las hace parecer pinturas. La que ilustra la portada es de 1899 y se titula `Autumn´. En el resto del apartado técnico tenemos la grabación en los Blue Ocean Recording Studio, apuntillando el resto del artwork Adhiira Art. Todos los instrumentos los toca Alessandro Sforza y lo que es más sorprendente, suena orgánico y de una pieza, algo no muy habitual en este tipo de propuestas.

Vale, pero... ¿a qué suena Ars Onirica?. La pregunta es fácil y difícil a partes iguales. Encuadrado sin duda dentro del Death/Doom, a lo largo de los 40 minutos del álbum hay una sutileza en el sonido que lo depura bastante hasta el punto de que en un mismo corte encuentres trazas tanto de la escena inglesa como, y sobre todo, la finlandesa de Swallow the Sun, los pasajes más góticos y atmosféricos de los últimos Katatonia e incluso lo que considero influencias muy soterradas más Dark de los italianos Canaan (ojo, esto es algo que solo sale a relucir en un sustrato muy profundo). El uso de las guitarras es clave, muy melódicas tanto en las eléctricas como en el uso a lo Opeth de las acústicas; la base rítmica sencilla pero plúmbea sirve de sustento a una versatilidad vocal (nuevamente Swallow the Sun o bandas de nuevo cuño como los Clouds) que va de lo gutural o lo límpido (me gusta más esta descripción porque le da `pureza´ al resultado). 

Abren los 3 minutos y medio de acústica, sábana sugerente de teclados (simples, efectivos e in crescendo) y voces limpias "Cold". Flota en el ambiente algo de los Novembre e incluso la etapa de Anathema posterior al Alternative 4... un Doom de corte gótico muy bien ejecutado, algo que queda patente con las dobles voces etéreas a modo de coro (me parece estar escuchando algún corte apócrifo del Judgement de Anathema). "My Heart... Your Tomb" empieza atronador, con un riff de guitarra al más puro estilo My Dying Bride del The Wreckage of  My Flesh, con voces guturales excelentes y luego cambio de registro a tonos más a lo Akerfeldt. Es cierto que cuando vienen las partes más sosegadas esa escuela de la que son maestros Katatonia salen a relucir, pero Ars Onirica sabe cómo mezclar géneros y en el minuto 2,50 y algo se baja el tempo a tonos casi de Funeral Doom, con un teclado que pasa a primer plano y percusión al ralentí. Nada más que por ese cambio de ritmo II: Lost me gana completamente. 

Que es un disco de guitarras lo demuestra la impresionante línea de guitarra que abre "Daydream", con el resto de instrumentos puestos ahí a un pasito muy corto del Death Melódico sueco. Voces algo más agudas sin llegar al Black y ese permafrost melancólico de los últimos Swallow the Sun. Es muy complicado darse cuenta de que está todo compuesto por el propio Alessandro... la sensación final es la de banda, lo cual creo que es muy positivo, como positivo es el interludio de samplers y guitarras dobles (una acoplada y otra en toques procesionarios), y por cierto, fenomenal la percusión justo antes de lanzarse a una galopada comedida pseudo Black. Si bien sería un grave error decir que esto es original, la sensación palpable de que lo has oído antes no entorpece para nada el disfrute, así que no por ello es menos impresionante el discazo que se ha marcado Alessandro con Ars Onirica. Como preferir, prefiero cuando sale más el teclado y los tonos son más lentos, ejemplo la fantástica "Regret" con largo inicio instrumental donde la guitarra se sale (recuerda al primer disco de Yearning) y reiterar, buenísimas las voces en los registros limpios (clave de que el disco se sostenga). El `tapping´ de la guitarra simplemente para enmarcar.

"Forever and a Day" son 9 minutazos con un comienzo que sí que es más complicado de encasillar. Para mi gusto y de largo, el corte más épico y que más sensaciones a flor de piel expresa. Viene a ser como un destilado de todo lo anterior pero puesto de gala; parones acústicos a lo Opeth, arranques pausados de Death/Doom finlandés y una ultrapegadiza maraña de mini-melodías que se te pegan a los tegumentos. Excelente por cierto cómo se va fundiendo todo en un remedo de Prog Doom cuasi sinfónico y Canterbury al final. Sigue "Together... Alone", correcta pero que enterrada como está entre la anterior y el fabuloso final no me dice demasiado; me quedo sin duda con "On The Wall" y su cadencia cuasi marcial, redondeando un disco de notable alto con pocas pegas (quizás algunos riffs de guitarra se parezcan demasiado entre sí al final o incluso a los de Invernoir aunque la verdad es que también es cierto que parece como si se conectaran con el inicio del álbum). 

El final del disco es épico como tienen que ser los finales, rodeado de ese aroma a redención que es mitad sangre, mitad lluvia mojada. II: Lost es un impresionante ejercicio de Doom melódico que sin salirse de la zona de confort alcanza unas cotas de calidad bastante altas para ser un proyecto de un solo músico. Recomendado para seguidores de las bandas mencionadas y para amantes de la tristeza generalizada. Para cualquier duda consulte a su Farmacéutico Musical.

https://www.arduamusic.com/ars-onirica-ii-lost-cd-digipack

lunes, 24 de octubre de 2022

THE SLUMBERING - "LOOKING FOR SORROW WITHIN ONE´S FEAR" (AESTHETIC DEATH ADCD 085, 2022)

Ante todo, recomiendo que si no tienes las orejas abiertas no sigas con este texto. Si te gusta experimentar, bienvenido seas y no pegues portazos. Hace unos meses os presentaba al artista inglés Clint Listing con motivo de la colaboración Kadaver / Listing (reseña aquí) editada por Aesthetic Death, donde ya daba algunas pinceladas sobre su figura: mente creativa tras el sello americano ultra obscuro Dragon Flight Recordings que luego pasaría a llamarse Beauty and Pain, y que está especializado en Dark Ambient, Noise y otras lindeces. Si bien en solitario tiene bastantes proyectos como The Slumbering, que es el que hoy os presento, yo particularmente lo conozco de Black Depths Grey Waves (2011) y sobre todo los olvidadísimos Long Winters' Stare, formados en 1996 y que si mal no recuerdo (no tengo nada original de ellos) tocaban un Doom muy experimental. Activo en la escena por casi 35 años entre sellos, fanzines, bandas y un sinfín más de historias, lo mejor es que os déis una vuelta por aquí:

https://thedoorwayto.com/

Para comprender un poco toda esta escena del Harsh Doom Noise creo que es figura clave tal y como cité en la reseña de Kadaver / Listing los proyectos ya bastante olvidados de Stjin Van Cauter de Until Death Overtakes Me como eran Fall of the Grey Winged One, Cold Aeon, Dreams of Dying Stars, Organium o The Cold Aeon donde precisamente militaba otra figura extrañísima (circa año 2000) que era un tal E.M Hearst que se marcara unos herméticos álbumes de Drone Funeral Doom con Torture Wheel, Wraith of the Ropes o el proyecto The Nulll Collective. Esa escena áspera de Noise Doom tenía más variantes... sin duda por un lado los canadienses Zaraza, y otro músico críptico que respondía al nombre de S.P. White que con una fluidez pasmosa sacaba discos con Uncertainty Principle o An Audience of None. Para comprender del todo esta micro-escena o micro-estilo, intento describirlo de la manera más simple posible: sonido muy Industrial, con bastante distorsión de pedaleras de guitarras, baterías en general programadas y voces bastante tratadas, todo ello llevado al extremo de la lentitud y primando la atmósfera y cierto tono cósmico. Sigo un poco.

Para rizar el rizo, por aquella época (estamos hablando de inicios del año 2000) sale un disco que me vuela la cabeza de un tal Vidar Ermesjø que forma dos proyectos clave; uno es Hjarnidaudi con dos discazos como son Pain:Noise:March (Paradigms Recordings de 2006, y reeditado en 2008 por Avantgarde Music con voces de Niklas Kvarforth de Shining), y Psykostarevoid (Music Fear Satan, 2009). El otro proyecto es HLIDOLF y el disco V01d.... opresivo y angustioso Drone Ambient que es la única edicion de un subsello llamado DFRDoom que como podréis adivinar, es un subsello de Dragon Flight Recordings de Clint Listing.... así que bueno, creo que como culebrón han quedado bonitos estos tres párrafos y espero que os ayuden a entrar en una parte bastante soterrada de la música extrema.

En cuanto a The Slumbering, edita como no podía ser de otra manera Aesthetic Death. El álbum se titula Looking for Sorrow Within One´s Fear y básicamente es Clint Listing haciendo todos los instrumentos. Stijn Van Cauter se encarga de un diseño gráfico y el sonido se depura gracias a la masterización de Greg Chandler en los Priory Recording Studio. Investigando un poquito más llego a otro subsello inglés llamado Trepanation Records donde aparece otro trabajo de The Slumbering más reciente llamado End of Mortal Will en una limitadísima tirada de 50 cds y 20 cassettes. El sonido es áspero como una tetania inminente, con trazas del viejo Power Electronics y los MZ412 sin duda cruzados con lindeces más propias de Cold Meat Industry (Roger Karmanik) como Brighter Death Now y cosas así, aunque el sustrato que hay detrás lleve algo del Doom de toda la vida; 50 minutos cuyo inicio con "Daddy Doesn´t Love you Right?" podría recordar a los malsanos Sutcliffe Jügend: voces deformadas hacia el Black abriéndose paso a través de una trinchera / letrina abarrotada de miasma líquido electrificado de Harsh Noise. Muy de fondo una guitarra obsesiva y distorsionada (auriculares necesarios) se aparea con los sintes creando un estado meditativo, hipnótico y obsesivo. Es una misma melodía o bucle que vuelve una y otra vez como el oleaje de partículas en la atmósfera de un apócrifo planeta no cartografiado.

"III" es claro ejemplo de todo ese sonido abyecto que citaba arriba. Sintes abotargados y una voz al ralentí mascando una extraña homilía mientras que cortes como "Journey To The Cyclops Cantina" o el claustrofóbico "You Can´t Make it Better" abogan más por las texturas Industriales con vaivenes de potenciómetros que dan un alucinante toque espacial al asunto (no puedo quitarme de la cabeza los primerísimos trabajos de Uncertainty Principle como Grand Unification Energy). Por supuesto, a estas alturas si no eres de estos estilos extremos habrás abandonado el viaje pero seguirás si te gustan los primeros SPK, Throbbing Gristle y demás ciudadanos insignes. "Suffocation March Phase 1" y "Winter of Suffering"  son distintas y cambian un poco metiendo percusiones marciales y un tono más Funeral Doom, pero todo ello llevándolo muy mucho al extremo; lento pero melódico, pero sin ningún atisbo de compasión para el oyente. Voces o cánticos lejanos y vibraciones malignas en el ambiente, todo para prepararnos psíquicamente para la monstruosa "Conflict from the 6th Dimension", 14 minutos que suenan como si estuviera cagándote un agujero negro tras haberte hecho la digestión en un ciclópeo y adimensional paquete instestinal.

https://www.aestheticdeath.com/releases.php?mode=singleitem&albumid=5348

viernes, 21 de octubre de 2022

I SUMA Festival. Málaga 2022 // DAR GHOST, DOMINICANA, ORTHODOX (20 de Octubre)


Primera edición de un nuevo festival que responde al nombre de SUMA FEST, y yo que lo agradezco. Todo lo que sea sumar, bienvenido sea y si es con el `leit motiv´ de eclecticismo que llevan por bandera, pues adelante o `ea´, que diría cualquier cordobés aunque yo lo saco del lenguaje de Gilead de La Torre Oscura de King. 

Vale, aspectos a mejorar o al menos aspectos a mejorar AYER que fue el día al que yo acudí. El entorno, perfecto. Sonido, fabuloso... ahora bien, la forma en la que se ha gestionado las entradas ha sido un auténtico cacao más complicado que entender el Libro de Urantia traducido al japonés. Entiendo que escribir un mail, y que te den una pulsera personal e intrasnferible puede llevar a tener un muy buen control de quién o no viene pero esto puede ser positivo en un Festival que se haga con propuestas sonoras más o menos similares; cuando te plantas en mitad de la semana y al día siguiente es laborable hay que hacer un esfuerzo considerable para no ver solo 45 minutos de música de la que te gusta (y no hablo por mí, que disfruté en mayor o menor medida de todos los músicos) .

(Dar Ghost)

Unir electrónica de laptops con ambient; proyecciones y modulares con metal extremo... bueno la cosa se te puede ir de madre. Al menos un puñado de personas que conozco habrían ido ayer a ver a Orthodox si las premisas hubieran sido distintas. Hay gente esperando arreglar cosas en casa, que les cambien un día de curro, que no les aparezca ningún problema... y entiendo que hay que llevar un control, pero esa fecha-límite del miércoles para las entradas creo que ha lacrado un poquito la afluencia. Al menos es mi percepción. 

Resumen: la taquilla de toda la vida hay que mantenerla, al menos si no tienes la seguridad del sold-out. Dar Ghost y Dominicana pueden como bloque mover a un determinado tipo de público que bueno, si conseguimos que sea abierto de orejas se quedarán a ORTHODOX. Al revés viene a ser ¿cómo consigues que gente que viene a ver a los sevillanos vengan antes a Dar Ghost y Dominicana?. No sé si estoy haciendo bien la reflexión. Al margen está que seducir a la gente para que venga a la primera actuación y se quede hasta la última debiera ser siempre el objetivo principal. Pero hostias, tampoco importa tanto; si un Festival nace con espíritu ecléctico y el público no es ecléctico, apaga y vámonos. Creo que los estaban allí eran los que tenían que estar.

(Dar Ghost)

Demasiada rigidez y hacer un festival ecléctico funciona mejor uniendo estilos por días más que hacer un batiburrillo de cosas juntas. Pero insisto, es mi opinión y encima yo soy de los de orejas abiertas y disfruté las tres propuestas. Solo dejo caer flecos que veo mejorables. Dicho lo cual, pues Dar Ghost son Soledad Villalba (música y voces) y Pablo Macías (visuales) creando una especie de score muy conseguido donde lo electrónico y coreografiadas imágenes en blanco y negro me traen a la cabeza insistentemente al film A Ghost Story de David Lowery (o al menos en una versión menos existencialista). El proyecto es sin duda de corte surrealista, y a pesar de que la música provenga de laptops, estuvieron acertados y creo que la gente lo disfrutó mucho. Unir música e imagen en un solo hilo umbilical que conecte con el oyente/espectador precisa de que te olvides de los laptops e integres tu psique con lo que llega a tus sentidos. Las percusiones sonaron atronadoras, la pulcritud era absoluta y creo que el respetable disfrutó muchísimo.

(Dominicana)

Si con Dar Ghost me centraba en la imagen, con Sergio de Dominicana la profusión de cables y módulos es otro asunto. Deformación extrema de sonido y uso de samplers, glitches, minimalismo y música concreta para crear un a priori bastante tímido inicio, algo bastante habitual en el género, pero que a la postre acaba creciendo en un buen corte de electrónica, ambient y techno. El uso del alguna proyección habría aquí ayudado a reforzar sobre todo los muy buenos apocalípticos últimos minutos de su participación, que tomaron forma de banda sonora de película imaginaria. Por lo demás, acertado el viraje hacia un final pulsátil e hipnótico en contraposición con un muy abstracto inicio donde primaron los glitches. Aquí sí puedes cerrar los ojos y meterte a placer en ese flujo electrónico que si está bien conseguido (el caso de ayer) te atrapa en un crescendo de neón. 


Y claro, luego vienen Orthodox y te pegan un bofetada de tal calibre que es cuando notas que algo no cuadra demasiado con las bandas elegidas... por mucha vanguardia, eclecticismo y tal, hay que intentar aunar afinidades dentro del cartel o te salen caídas tensionales abruptas como la sufrida anoche. Impecables los sevillanos presentando Proceed con una técnica tan depurada que cuesta seguirlos. Su retorcido y avantgarde nuevo álbum (reseña aquí) en directo se torna crudo y mucho más críptico que en el estudio y tanto, que cuando terminan de desgranarlo por completo delante de nuestras narices (destrucción de chapa y pintura mediante) y añaden un par de cortes/himno de anteriores discos estos resultan casi un bálsamo para el espíritu; como si te hubieran dado algún flotador al que agarrarte tras una hora intentando no hundirte en una poza de alquitrán. 

Te puedes perder en la seca pegada de Borja a la batería y sus cada vez más intrincados redobles Jazzeros, puedes sentir como Ricardo distorsiona los riffs de guitarra que de alguna manera y no sé como, hace de solista y acompañante ella misma (tal es el espectro sonoro que abarca), el bajo dejó de pertenecer a la base rítmica y se emancipó hace mucho, mucho tiempo; si Marco tiene que seguir a Borja en algún tramo lo hace pero la mayor parte del tiempo el mástil no pertenece a este mundo. 


Ayer era el momento de presentar Proceed pero tengo ganas de saborear lo a trozos cuando metas "The Son, the Sword, The Bread" al lado de "Heritage""Geryon´s Throne" o incluso algo de "Sentencia" o "Templos" o dicho de otro modo, integrarlo dentro de un carrousel emocional que abarque todas sus etapas. Pero insisto, de eso no va hoy el asunto y es imposible no rendirse ante el himno "Hani Baal" que es el broche de oro (puños en alto) que más quisieran tener otros tener. En el concierto de ayer no sufrió ningún animal pero cada vez que veo a Orthodox en directo, se me muere una Mito-condria. 

Os dejo con una pequeña galería de fotos que podrían haber sido buenas pero como me tenían calado optaron por una luz rojo infierno que se cargaba cualquier posibilidad de sacar una foto buena para quien no manejara una cámara en condiciones. No obstante, ahí van:







miércoles, 19 de octubre de 2022

OCEAN GATES - "OCEAN GATES" (BOOMLAND RECORDS BMLND001, 2022)

Por alguna razón, en los dos últimos años el norte de España está copando muy pero que mucho el espacio en el Blog. Desde circuito de salas a fanzines, pasando por bastantes proyectos de toda índole. Es el turno de una banda cuya formación se metastasia a diversos momentos y elementos de mi vida y me explico. OCEAN GATES se forman en Ferrol (Galicia) cuando miembros de Looking for an Answer, banda de culto cuya genealogía puede abarcar dos estanterías de mi sección Metal, se ponen en contacto con Nuria, del proyecto DEADMASK que tanto prometía y que por desgracia se cayó tras un Ep y un Split en Doomentia. Total... que la cosa es que estos dos miembros de LFAA son Moya (batería) y Santi (bajo, y que ya había formado parte de Deadmask). Y digo que me llega todo en un momento muy particular porque hace unas semanas que me viene llamando la atención ese proyeccto INERTH que pulula por ahí pero que todavía no he catado (me los han recomendado, pero no me da ni la vida ni el bolsillo), all margen de ese hilo umbilical fino pero existente con Machetazo, JM Dopico, Ruinas, Nashgul, Premature Burial y la gran cantidad de otros proyectos de Galicia que últimamente estoy escuchando.

Pero no nos liemos porque la propuesta de Ocean Gates se hunde directamente en las profundidades del Hard Rock setentero de raigambre Psych y con trazas alérgenas de lo que para mí pudiera ser una especie de vuelta de tuerca al Traditional Doom de Maryland pero cuidadín con esto, que solo son ligeros detalles. Aquí prima una gran influencia del Punk, algo del Glam (menos), y todo metido en una cazuela de Doom Rock que viene a ser como si a los míticos The Dictators les pones cantante femenina y le das pinceladas de Occult Doom bajándoles el tempo. ¿Funciona?... vaya que sí, y creo que una de los aciertos es el aire garajero del asunto, porque aunque se terminen confirmando como quinteto con la adición de Mito (Holywater/Window Pane) y Rubén (Ursus) a las guitarras, la mezcla y masterización de Javier Ustara en los Mpire Studios (Madrid) le da ese toque atemporal que tienen este tipo de proyectos. Dicho de otro modo, voz en primer plano, lánguida y efectiva, y por detrás un despliegue de guitarras con puntito de suciedad, Lo-Fi o como queráis llamarlo. 

Pero claro, hay algo que se me escapaba y no sabía concretamente lo que era. Tras decenas de escuchas acabo conectando el compost sonoro de Ocean Gates con la parte más oscura de la primera NWOBHM, y sin dudarlo, con el Heavy Metal alemán de yo que sé... desde Accept a Warlock pero ojito que la pátina mate del sonido va virando lenta pero inexorablemente al Doom Rock, cierto que sin llegar al grado plúmbeo de bandas de la península como Grajo, un pelín de eso sí que hay... y qué diablos, también de los vascos The Wizards o los catalanes Saturna. ¿Dónde está la clave? Sin duda en el juego de dobles guitarras incansables que te llevan a esos primeros tiempos de los Maiden o si me apuras a las épicas cabalgadas de unos Wishbone Ash que se hubieran aleado con la teatralidad de Alice Cooper o Blue Oyster Cult. Para finalizar, destacar como veremos luego lo perfectamente medidos que están los tiempos en el álbum. Subidas, bajadas de intensidad y esa carga mayestática marcial de "Beyond the Veil" es puro años 70 en las suites más inspiradas del Prog (no el sinfónico, que ese me da urticaria).

En el apartado técnico, el álbum es vestido de gala por el sello Boomland RecordsAlejandro Tedín, de Heresie Design Studio se encarga del artwork en una mezcla de expresionismo alemán y pesadilla Buñueliana. Fabuloso el acabado, todo sea dicho... desde las galletas del vinilo al insert. Nos metemos en materia pero antes comento que el disco se lanzó en el fatídico año pandémico de 2020 que como todos sabéis, es como si no hubiera existido para la cultura así que afortunadamente ahora nos estamos poniendo al día con todas las cositas que fueron saliendo y merecen muy pero que mucho la pena. 

Vale, pincho la Cara A. Abre la acústica para el bajo eléctrico en "The Equinox Warriors".... varios segundos bastan para que entre como una puñetazo la base rítmica y ese doble juego de las guitarras que, al menos en lo que se refiere al inicio del álbum, se enclavan en el Space Rock con ecos psicodélicos oscurantiles que tanto se está desarrollando en la última década en la península. La voz de Nuria irá mutando a lo largo del álbum, y cosa acertada para mi gusto, es más cercana al Proto Punk Garajero que a otra cosa lo cual le permite dejarse de virtuosismos y centrarse más en soltar soflamas ácidas como una pila de litio dejada en pleno desierto. De forma sutil, vuelve el bajo a cabalgar el asunto como una excelente línea que sirve para construir "Snake Circle", de clarísimas reminiscencias a la NWOBHM en la forma en que se deslizan los riffs de guitarra; la solista remacha una melodía con toques Doom mientras la guitarra principal subraya algunos pasajes con mini-solos muy conseguidos y, todavía más arriba, la voz de Nuria crece con respecto al más tímido corte anterior. ¿Hay Celtic Frost? sin duda que lo hay y puede que la voz de despiste pero esa forma apelmazada y mate podría virar tanto al Thrash como hacer lo que hace... quedarse en un excelente Heavy Metal clásico de tintes oscuros.

Destaca un fantástico interludio instrumental que aunque no llegue a los desvaríos de los Grand Funk o MC5, tiene empaque para producirte las pertinentes alucinaciones lisérgicas (cascabelitos mediante, por supuesto). Me recuerdan mucho a ese pedazo de disco que sacaron los Cabalgata Cósmica, a ratos a los Acid Mess.... lo importante es que el Boogie Swing está y se le esperaba en "Night Shift" con un regusto retro que me entran ganas de irme al armario a ponerme un chaleco vaquero con cuello de lana sin nada debajo y dejarme un bigotón ancho como una tarjeta de crédito. Nuria por su parte sigue y sigue creciendo y adueñándose de la música, cosa que me deja patidifuso porque "The Equinox Warriors" parecía indicar otra cosa. Y hablaba más arriba de medir bien los tiempos y la importancia de un buen tracklist... de cómo cada tema tiene que ir en su sitio y es por lo que "Stormchild" y su interminable espiral de riffs de guitarra circular revienta la Cara A (por cierto, es una versión de los oscurísimos Trespass). Base rítmica a la vieja usanza, con la pegada de aquellos Tygers of Pan Tang, Girlschool, Blitzkrieg, Holocaust o evidentemente primeros Maiden (hostia, es que esos parones y arranques de la batería huelen a laca del pelo), mostrándose las voces aquí en todo su esplendor de registros. ¿Y por qué hablamos de Doom Rock?. Vale, vamos a darle la vuelta al vinilo y te cuento.

La percusión se espacia ostensiblemente y se torna machacona junto al bajo. Las guitarras bajan un pelín la velocidad y estamos en un entorno que, si bien no podemos decir que sea Jex Thoth o Blood Ceremony, lo cierto es que el señor Lee Dorrian se llevaría su polución nocturna correspondiente. "On the Way Out" es un brutal ejercicio de estilo 70´s a lo (por favor, coger con pinzas) NecromandusWitchfinder General. Quizás más Rock de base, pero con los elementos suficientes para que tengan la inteligencia de marcarse una cosa que era muy común en los 70. Un corte épico y cargado de Folk (tipo Pentangle) y que aquí responde al nombre de "Beyond the Veil", donde reina dueña y señora la voz de Nuria sobre bases de acústicas campestres y olor a fogata y astillas de pino alepo. Entra la percusión basándose en un tono marcial sobre el bombo y si esto no respira Doom que venga Dios y me pellizce el escroto izquierdo con la mano izquierda (por aquello de los senderos y tal). Y cuidadín con el final tarareado del corte y las palmas que joder, ponen los vellos de punta. ¿Es un disco perfecto? Sin duda no, tiene defectos.... pero "Beyond the Veil" es de 10. Que un disco de estas características haya vuelto a hacerme mover la cabeza a estas alturas creo que es por algo, sepa yo transmitirlo o no con palabras.

"Royal Dockyard" pisa el acelerador y te arropa vistiéndote de cuero, estribillos pegadizos y remaches para dejarte el cuerpo perfectamente amoldado para el final. "The Curse" cuenta con una de las mejores aperturas en cuanto a guitarras se refiere, con riffs pegadizos, machacones y una producción roma que le viene que ni pintado al disco y me atrevo a decir que no desentonaría para nada dentro del catálogo del sello Black Widow junto a gente como los italianos The Black y qué curioso, darme cuenta justo ahora que la nueva edición de BOOMLAND RECORDS sea un rescate de los italianos ochenteros Arpia. ¿Deseos de futuro?... quizás salir de esa zona de confort y atreverse con algún instrumento de viento, un farfisa o quizás órgano y theremin. O que hagan lo que les dé la gana, quién soy yo.

MUY, MUY RECOMENDADO para amantes de el sonido que ya he descrito lo bastante. Por cierto, ahora ya se me puede pellizcar el huevo derecho si afirmo que la guitarra suena a Slash del Appetite for Destruction en "The Curse". ¿Y quién soy para afirmar esto? Hostias... pues yo, el de los cojones morados.

https://oceangates.bandcamp.com/album/ocean-gates

https://boomlandrecords.bandcamp.com/album/ocean-gates

viernes, 14 de octubre de 2022

CONTEINER - "LIGHT DEMOLATOR" (VIOLENCE IN THE VEINS CD, 2022)

Pues cuatro años han pasado desde su Ep anterior (reseña aquí) y bueno, en medio bastantes reseñas de otros proyectos de sus miembros. Tampoco voy a llenar esto de enlaces pero me atrevo a decir que entre lo que he escrito aquí y las casi (o más, no lo sé) 200 mini-reseñas para Rock Estatal pues nombres como Killerkume, Loan, Meido, Orbain Unit o Positiva han tenido su huequito ya sea independientemente o como referencia. Porque amo el sonido que viene del País Vasco y esa pátina de óxido que flota en todo lo que graban allí... y esa mala baba intransigente e indomable que está al punto de la Tetania. No sé si será el entorno o si es que los extraradios de Polígonos allí son más peligrosos que los sureños (fauna y flora urbana, se entiende) pero es muy fácil de distinguir qué bandas son de allá arriba aunque jugando al despiste, y si tuviera que hermanar aquella escena (coger `escena´ con pinzas) con otra sería con la madrileña de los dioses Moho, Dispain, Hipoxia, Dishammer o Looking for an Answer.

Sí, ya lo sé. Está claro que estoy refiriéndome al Sludge aunque como se irá viendo, el Thrash ha llegado otra vez a nuestras vidas y espero que sea para quedarse. Bien, y si de Sludge tengo que hablar en el País Vasco pues me tendrían que cortar un dedo si no miento a mis amados Beruna y por tanto a Ballard... a Melmak y a Rhino; a los impresionantes Despeñaperros o los clásicos Neila. Si quisiéramos ahondar y completar lo que creo que es un triángulo bastante isósceles (o casi) añadiría Barcelona cuya escena Sludge se asemeja a la Vasca y Madrileña y engloba la Zona Cero (al menos para mí) del sonido Sludge Íbero. En Barcelona brillan Lords of Bukkake, Llord, Tort, Arropiero, Cuerno o Evilhorse. Por supuesto, no estoy dando nombres al azar ni de ninguna base de datos.... estoy dando nombres de bandas que he seguido, tengo sus discos y los me mentado o reseñado en algún momento. Realizada esta geografía del Sludge a base de ese triángulo isósceles (o casi) me salto el resto de la Península que daría para mucho pero que la veo (caso de las bandas andaluzas) más orientadas a otro tipo de sonido quizás más o bien proto Grunge o bien con trazas de Rock Desértico.

Light Demolator, que así se llama el debut al largo de Conteiner, se pergeña sonoramente en los Koba Studio por JM Sampedro y cuenta con artwork de Ibon Ugarteburu. Violence in the Veins es el encargado de editar el CD digipack de una manera sostenible. ¿Cuál es la forma de editar sostenible? Yo lo tengo claro a día de hoy: OBVIAR EL LP. Así de claro y duro. Para ofrecer un producto que no se va a masterizar y tratar exclusivamente para vinilo, ¿qué sentido tiene engañarnos? (evidentemente para entender esta reflexión tienes que tener cierta edad, y no quiero debatir mucho al respecto). La formación, el cañón clásico conformado por Iñaki (guitarra y voces), Unai (batería) y Mikel Vega (bajo y voces). ¿Resultado general?... se borra de un plumazo al Ep y se lo mejora ostensiblemente. El Ep estaba bien, pero Light Demolator lo deja bastante atrás y donde antes funcionaban los temas por su crudeza, ahora lo hacen por su versatilidad y cierto aire progresivo, variado o como se quiera decir. Todo está muchísimo más trabajado y es menos predecible en cuanto a citar paralelismos con otras bandas tipo Crowbar, EyeHateGod o las postrimerías de Entombed / Carcass cuando le metieron rock and roll al asunto.

Así, "Gloonomorph" (posiblemente sacado del juego de rol basado en los mitos de Lovecraft) es un ejercicio de estilo Sludge de libro que continúa justo donde acabó el Ep. Quizás algo más sincopado, destaca una base rítmica mucho más enchufada y una producción más fuerte de la que antes de adolecía (el Ep tenía algo de sonido maquetero). Me gusta mucho cómo se manejan los cambios de ritmo y la bajada de tempo abrupta le da su toque atmosférico al asunto, máxime con esas voces pseudo-recitadas al más puro estilo YOB. Desparrame al más puro estilo Moho o lo que es lo mismo, irte a hacerte unos largos en la charca nuclear de tu barrio. No se inventa el fuego, pero quema igualmente.

"Outer Signal Crash" me gusta más. Tiene un no se qué el bajo que me recuerda a Voivod. Duro y trabajado a base de mini-ladrillo también deudores de primeros Neurosis... hasta que vuelve a surgir esa cabalgada a lo Death Melódico (pelín sueco) que tan bien casa con el Sludge y, lo que veo figura clave en Light Demolator, el uso muy `sui generis´ del Thrash adaptado al universo Conteiner. Muy bueno cómo se vuelve a romper el tema con la entrada de cantos de voz limpia (lo hacían muy bien Marasme también) rozando ese metal industrial de los últimos Killing Joke. Sigue la homónima "Light Demolator", de inicio cercano a los Orthodox actuales cruzados otra vez con Voivod. Percusión muy enchufada, con una pegada desangelada propia de como he dicho antes Killing Joke o los October File... en suma, se trasciende el Sludge y se lo adorna de momentazos instrumentales tribales que se te agarran a la nuca. Me encantaría saber cómo quedaría esto metiendo los vientos de los Killerkume. Cuesta describir la música pero la guitarra suena como una alarma antiaérea (no sé si me explico); a caballo entre el riff clásico del Sludge y el Noise, con una agudeza que casi corta. Temazo.

Yo, como soy de sinapsis lenta, con lo que alucino es con el columpio sonoro fúnebre que abre "Concrete Hook". Vale, luego entra ese aluvión de Thrash tecnificado pero el inicio es demoledor en toda su plúmbea esencia. Que la banda ha crecido en posibilidades queda manifiesto en cómo incluso la voz varía en este corte... en cómo se maneja la velocidad llevándola a donde les da la gana. Imposible, repito, imposible no acordarse de Coroner o Voivod aunque la masa madre se este ácimo pan sea el Sludge. Coge a los Burning Witch y dales Thrash de comer, que te sale esto. "Trailspan" lo tengo más oído y me resulta menos interesante (que no malo ojo), aunque las voces me parecen un flipe considerable. Me quedo sin duda con la instrumental "Zahnzatt" que suena a Yawning Man. Cuando escucho música de este tipo me da la sensación de que la guitarra es un drone que está cartografiando espacios deshabitados; ¿resultado? Psicodelia necrótica como mezclar a los Mars Red Sky con Dylan Carson de Earth. Excelente.


(reseña para Rock Estatal del Ep donde me sobraron letras para poner Akazauzte)

Me encanta "Let Us Slay" y su poderoso sabor retro heavy, con pequeño regusto a Celtic Frost a la voz enterrado ahí y la sensación de que se trata de temas que en directo van a ser cañones. ¿Cañones?... "Black Cabra" es puro contraste; la mala hostia contenida de los Akazauzte con explosivos peta-zetas de Thrash. Parón, cambio de ritmo... ahora lento, ahora te degüello. Sludge técnico de alta alcurnia para finiquitar un disco que va creciendo y creciendo con las escuchas dejando muy, pero que muy atrás al Ep. Si esto sigue así, el siguiente no quiero ni imaginarme cómo va a sonar.

Para mí, imprescindible. Para tí... no tengo el gusto de conocerte.

https://conteinernoise.bandcamp.com/album/light-demolator

lunes, 10 de octubre de 2022

ARÍN DODÓ - "ARÍN DODÓ" (AUTOEDICIÓN, 2022)

Si ya de por sí, escribir sobre J.G. Entonado y su universo Arín Dodó puede llevar a más de un quebradero de cabeza, imaginad un recopilatorio de cortes que abarcan casi una década (2012-2021) que se unan por algún tipo de nexo de unión (imagino que psiquiátrica). Dicho de otro modo, si Arín Dodó es Impro Dadá, imaginad que lo lleváis todavía más al límite multiplicándo el caos por dos. ¿Son piezas inéditas, regrabaciones, emanaciones de la otra realidad?... pues miren ustedes, yo no puedo saberlo todo, escriban a maese Entonado y hagan ejercicio de investigación.

Carlos del Olmo diseña una portada simple pero efectiva. Agujero de bala sobre cristal que bien podría ser también un cagadero o letrina, fondo negro y realidad por los aires. Ruvenigue le da al digeridoo,  Quique Cremol a la tabla india, Diushi Keri al piano eléctrico y J.G. Entonado despliega su poliinstrumentación con la voz, piano acústico, órgano, contrabajo, vientos, percusión... y yo creo que más. Ahí mezclando piezas cómo no, Chema Pastor y el resultado, 30 minutos de lo que ya voy a tener que ir llamando Dodoísmo. Un teatro musical enfebrecido, cubista y poliédrico, que no sé por qué razón, en esta grabación me ha llevado a imaginar a una versión mucho más perversa de los The Plastic People of the Universe en la década de los 70. Poesía (glosolálica o no) unida a la rotura total de esquemas y ataduras que impidan echar a volar un Zeppelin musical que lo ves venir grande, grande, grande.... hasta que lo tienes pegado al culo y es un supositorio de punta hueca.

Dicho lo cual, diseccionar uno por uno los cortes de este homónimo Arín Dodó por separado creo que no es acertado y sí lo es revolotear sobre las sensaciones y detalles que fluctúan en bloque a modo de suite, como ya nos tiene más que acostumbrados el artista extremeño . Una apertura terrorífica con toques de música de Cámara salvaje nos adentra en un teatro del absurdo ultra adictivo. A lo largo de todo el disco, el órgano subraya los fraseos vocales de Entonado al más puro estilo histriónico de Sun Ra, haciendo que más que un órgano parezca una sierra sonora que irrumpe desde algún lugar donde los ángulos y el espacio/tiempo no cuadra. Creo que estamos ante un disco de contrastes... desde los momentos más sosegados donde brilla el contrabajo a un diálogo / homilía entre el digeridoo y la voz imperativa (aquí vuelvo a traer a la palestra a los esquizoides momentos de la Plastic People con los escritos y poemas de Egon Bondy). 

Que el álbum a pesar de ser recopilatorio de la sensación de `hilo narrativo´ es ya puro arte habitual en Arín Dodó. A veces me da la sensación que son la versión Lo-Fi de un apócrifo y reducido al mínimo Jad Fair. Tanto si lo que suena es el piano eléctrico como generación de audios del Fostex de 4 pistas (tema 4 creo), la sensación de irrealidad es palpable y recuerdo muy mucho a Cassiber en sus primeros tiempos. Percusiones y vientos en surrealistas pasajes cinematográficos Noir (una simple cuerda del contrabajo pellizcada emulando pasos) que abruptamente pasan a la Concrete Music con pasmosa facilidad. Humor, surrealismo hacen su aparición sobre todo en esos momentos en que el piano bordea partes clásicas con clústeres de notas mezcladas con aroma Swing teratogénico.

Arín Dodó destroza esquemas e ideas preconcebidas. Teatraliza lo irreal dando lugar a una realidad doblemente deformada que sin embargo, acaba pareciéndose a lo REAL y TANGIBLE mucho más que lo que nos dicen los sentidos. A veces, es mejor llegar a los sitios por la meta. Arín Dodó es música producida desde los pudrideros sonoros donde nacen las ideas que a la postre, son mucho más interesantes que lo que se considera `formal´, `académico´ o siquiera `estructurado´. Da igual que hayas o no entendido esta última reflexión porque esto no va de comprender sino de sentir, oír y escuchar. 

Lo que venga después es cosa tuya. Hay copias físicas como siempre contactando al mismo Entonado.

https://arindodo.bandcamp.com/album/ar-n-dod-4

jueves, 6 de octubre de 2022

RUINAS - "RESURREKZIÓN" (SPIKEROT SPK026CD, 2022)

Prácticamente dos años después de la reseña del debut Ikonoklasta os traigo la continuación del proyecto RUINAS, para mi gusto a años luz del primero. Y veamos... los patrones estilísticos son los mismos pero es el claro ejemplo de depuración de sonido no es que el primero no fuera bueno, pero personalmente creo que cada uno de los elementos ha sido mejorado exponencialmente. Desde las voces a las bases rítmicas y ni que decir tiene la experimentación esta vez ha sido elongada hasta un corte de 17 minutos que seguramente ocupará toda la segunda cara del vinilo.

Vamos por partes. Ruinas (El Ferrol, Galicia) siguen siendo Rober ex-Machetazo (voces, guitarras, bajo y sintes) y Ángel (baterías) además de que el estilo principal no ha cambiado demasiado en este nuevo Resurrekzión; Death Metal a la yugular con toques Crust y con elementos menos modernos en la producción final de sonido (vuelve a grabar y mezclar Brais Landeira en los The Ocean Studios) pero la masterización esta vez recae en Javi Ustara (Mpire Studios) dándole un toque más añejo a los cortes rápidos que me gustan más que Ikonoklasta. Creo que no hace falta recordar que Ángel (que se incorpora en 2018) y Rober son también los músicos detrás del excelente proyecto Ovakner ( aquí). Spikerot vuelve a encargarse de las ediciones (lp y cd) y en cuanto al artwork es un compost entre el propio Rober, gente desconocida y las partes interiores de Thrangrist Marthyrium. Dedicado a la memoria del añorado y desaparecido recientemente Timo Ketola (1975-2020) y bueno, poco más que no haya ido comentando en la primera reseña.

Dos partes claramente diferenciadas que van desde los primeros 5 cortes de un crudo y marcado por la mezcla entre Death, Grind y Crust con meta referencias a los dioses Nasum o Krisium, mientras que el segundo acto se vuelca de lleno en una progresiva y larga coda experimental de teclados a lo Carpenter (ya lo hicieron en el primero) pero con mucha más participación de guitarra, bajo y batería. Es por tanto esta segunda parte lo que me vuelve a descolocar sobremanera. Cada una de las dos partes son implacablemente buenas, pero no hay conexión de momento hacia un posible cruce al estilo de lo que está haciendo los Blood Incantation pero claro, ya estaríamos entonces hablando de una especie de Death Progresivo que no es de lo que se trata. Abre el asunto la cruda "Eterno Retorno" donde lo primero que veo que se ha mejorado son las voces, mucho más guturales y agresivas. Ese ligero toque agrio le da muchísima más credibilidad al proyecto que, nutriéndose como se nutre del Death Grind lo necesitaba muchísimo. 

La base rítmica suena más suelta, espaciada y cómoda destilando mucha más malignidad que en Ikonoklasta (otro punto a favor)... algo así como un cruce entre el Brutal Death americano y la escena Death Grind sudamericana. Los riffs, mucho más intrincados, tampoco buscan la técnica por la técnica y más el `groove´ a lo que ayuda muchísimo la labor de Ángel a la batería, como ese perfecto inicio de "Tormenta de Miseria y Muerte", cantado como todo en castellano y que resulta ser todo un martillo pilón. Líneas vocales dobladas con algún coro y velocidad de crucero, multiplicado al doble en la mucho más abigarrada (casi se huelen los Carcass) "Último Vector" donde insisto, las voces han llevado al álbum a un nivel que no tenía Ikonoklasta. A pesar de transcurrir todo a una velocidad considerable, hay espacio para voces más rasgadas rozando estilos suecos y algún cambio de ritmo muy sugestivo. Todo lo anterior puede ser reflejado en "Resurrekzión" con la salvedad de que las partes plúmbeas y las bajadas de ritmo son más marcadas, dándose más espacio al trabajo de la guitarra para construir riffs en cascada (muy bueno fondo atmosférico de teclados) y mucho redoble de la percusión en uno de esos finales épicos que se marcaban los primeros Intestine Baalism japoneses. 

A modo de `outro´ o qué se yo, la instrumental "Ex Putrefaktio" nos va allanando el camino para lo que nos espera luego. Distorsiones lejanas de la guitarra, efectos metronómicos apocalípticos (Frizzi y Carpenter) y ese giro anticipatorio hacia lo cinematográfico que estalla con los 17 minutos de "Lázaro", con apertura a caballo entre el Neo Giallo y las soflamas Carpenterianas de Escape From New York, o lo que es lo mismo, Frizzi en The Beyond mezclándose con una base rítmica y guitarras reales. ¿Y quienes hacían eso?. Bueno, los mismos Goblin y Simonetti por ejemplo. El corte es impecable, la atmósfera retro futurista está muy lograda pero me quedo con la intriga de saber qué hubiera pasado si se hubieran metido qué se yo, voces guturales sampleadas o tirar hacia el palo Industrial de algunas viejas bandas. Con todo, la guitarra no se limita al acompañamiento y hace sus pinitos junto al bajo en un remedo de la etapa media de los Tangerine Dream y la sensación general en la música es de amenaza inminente, de VHS apolillado y de olor a carátula con moho.

Conformen avanzan los minutos, una melodía redentora imprima la música (minuto 5 o así), se aceleran la batería y estamos de lleno en un Arcade de 16 bits para arriba. ¿Conclusión general? Muy notable subida de nivel y muy, pero que muy intrigado por futuros trabajos y hacia dónde puede dirigirse esto. Quizás las pistas vengan con la entrada de lleno en el Noise del minuto 10 en adelante demostrando que este par de músicos a estas alturas pueden (porque saben) grabar prácticamente lo que se les antoje. Luego... descenso pastoral al estilo Kosmische y un fin de fiesta.... violento.

https://spikerotrecords.bandcamp.com/album/resurrekzi-n

https://ruinas.online/

martes, 4 de octubre de 2022

IMBERNON & MIKEL VEGA - "EOLIAN DAWN" (SENTENCIA RECORDS SR18 CD, 2022)

Mikel Vega (Killerkume, Orbain Unit, Container y otros proyectos) siamesa (vale, me acabo de inventar la palabra) su guitarra con la de Jon Imbernon de Gangrened para llevar, como diría Ortíz Osés, la experimentación a un submundo metareferencial donde la hermenéutica musical campa a sus anchas. Dicho de otra manera, las guitarras forman un muro-lenguaje que necesita del oyente como médium (apropiándome de la frase de David Toop en Resonancia Siniestra, editado por Caja Negra Editores) que interprete las texturas, acoples, glitches y elongaciones del inconsciente de los músicos y ordene el caos brutal en el que te ves inmerso. Pero eso vendrá un poco más adelante... dejad que primero masturbe mi mente.

Titulado Eolian Dawn, Imbernon & Mikel Vega juegan con sus guitarras y efectos a los mismos juegos de viento con los que los dioses griegos se divertían en su Olimpo. Las referencias musicales podrían llegar hasta el instrumento de válvulas `eolina´ y hablando de hermenéutica (palabra / texto / lenguaje), el `eólico´ además era uno de los grandes lenguajes en la Grecia Clásica. Pero dejándonos de idiocias, y viendo los molinos de viento que ilustran la portada, sería interesante comentar que a pesar de la rareza, también en el País Vasco hubo molinos de viento (recogido por el gran Julio Caro Baroja y cuya información podéis ampliar aquí). Pero claro, viendo la estilización moderna de esos molinos de la portada, me inclino a pensar que quizás los tiros puedan ir por la controversia generada por la pretensión de plagar la Sierra de Arkamo de aerogeneradores, cosa que ha sido ampliamente debatida por los grupos ecologistas ante el terrible impacto visual que tendrían dichos artefactos en los bellos parajes en los que plantean construirse. Vale, ya lo he soltado...

(Imbernon)

Editado en formato digipack por Sentencia Records, el álbum se graba en Kokkola (Finlandia) por Olli Wikstrom de quien por cierto he descubierto un proyecto llamado Qstaw a caballo entre el Doom y lo Industrial con una pinta tremenda. La masterización corre a cargo de Miguel Souto, otro gran conocido y del que soy firme seguidor. En cuanto al sonido lo primero que tengo que comentar que es terriblemente tetánico y áspero, como casi todo lo que viene de tierras Vascas y aunque sea ya un comodín para mi forma de escribir citar a Akauzazte tengo que hacerlo o reviento.... aunque sí, aquí estamos ante una pátina de texturas Ambient de guitarra que entre los molinos de la portada y ciertos detalles, bien pudiera ser esto una emanación maligna (anti Tulpa) o reverso tenebroso de Kyuss. Al fin y al cabo, en el desierto también hay viento (aunque sea de índole eléctrica).

Ese muro abstracto de guitarras y efecto que tiende al minimalismo expresivo se derrama por sí solo desde la misma apertura de "Eolian Empire", declaración de intenciones donde campan a sus anchas el Psych puro aleado con la libertad de la improvisación libre. El doble juego de las guitarras y la forma en la que se manejan los efectos de eco, delay y reverb ejercen de poliuretano sonoro que rellena todas las cavidades del espectro sonoro. Cuando aparece el silencio, este no es tal y cuando llega el sonido, es porque viene teletransportado desde el silencio. Patrones oscuros que tienden al Dark Ambient entrelazados con líneas de guitarra indudablemente deudoras de gente como Elliott Sharp o Derek Bailey. Lo que sí es muy palpable es la contención brutal de la agresividad de las guitarras, bien sea cortando de raíz cualquier impulso de distorsión Noise gratuita o cortando cualquier atisbo de convertir el disco en algo que se parezca a un proyecto metalero. 

(Mikel Vega)

"Awarastee" se mueve a base de lentos impulsos sinusoidales. Subida, explosión y caída y cada una de esas elevaciones son pequeñísimas y cortas mini-jams de las guitarras que en cada nuevo vaivén cambian un poco el registro. Dicho de otro modo, a veces parece que están haciendo esas `sábanas de sonido´ de Coltrane pero con las guitarras. Dos instrumentos explorando las mil y una posibilidades tímbricas, máxime cuando se añaden efectos capaces de convertir una guitarra en una máquina de PinBall. Frith mezclado con los surrealistas mundos de Cassiber, "Awarastee" es un canto tribal, no sé si de guerra, que se barroquiza en un crescendo alucinante en su parte final. Sigue "World is Run by Mass Persuasion", punto de unión entre el Dadá y el Fluxus, la Concrete Music y un ritual masónico electrónico. El flujo de sonido de las dos guitarras es lo suficientemente denso para tener que entrar con machete a descifrarlo. Soberbio el trabajo de ambos guitarristas dándole la comunión a Sunno))) y una versión protoarcaica de los dioses Skullflower

Hablaba más arriba de anti-rock desértico o un reverso tenebroso de cosas como Kyuss o Yawning Man (sin bases rítmicas). Como ese zumbido eléctrico tan característico de las bandas sonoras Lynchianas... un arco voltaico que va de poste a poste en una carretera perdida, queda de manifiesto en la forma en la que la guitarra solista despliega una melancolía crepuscular en "Nodsommar" (perfecto título traducido algo así como `mediados de verano´ y me lo tomo como una oposición al Midsommar o Sol de Medianoche de los países escandinavos. Tempo lento, abotargamiento extremo y la nieve se convierte en arena y viceversa. 

Antes de que la tormenta estalle, tenemos incluso espacio para la reflexión en "Idyllic", con el giro de guión más brutal que te puedas imaginar con la ultra abrupta "Social Media Hacked Your Mind But That's A Difficult Thing For You To Comprehend". Un minuto y 30 segundos de imitar el violín en mi antebrazo usando un cútter romo. Corto, duro, bilioso y al cuello.

https://sentenciarecords.bandcamp.com/album/eolian-dawn