Impresionante cómo es esto del tiempo y su devenir. No me quiero entretener en disquisiciones filosóficas pero aprovechando que tengo el teléfono de Euclides le he mandado un watsap para pedir explicaciones (de momento no me contesta).
14 años aquí escribiendo sobre FANCINE a pesar de todo tipo de trabas personales y externas. Ya de entrada iba yo algo liado mentalmente y había escuchado que venía la Dana, y claro, uno que aparenta estar en el mundo pero realmente está a lo suyo, pues estaba casi que preparando mis Dvds de Expediente X para que Dana Scully me los firmara. Fruto de tal error de cálculo los cielos me han castigado con una tromba de agua que no sólo se ha llevado por delante la Gala Inaugural o la suspensión de la Jornada del Jueves, sino también el primer caso `real´ de miedo a VENIR A MÁLAGA.
El síndrome de No Venir a Málaga queda bautizado desde ahora mismo siendo el primer caso estudiado el realizador irlandés Damian McCarthy que estaba invitado a hablar de su nuevo film Oddity (ya estuvo por aquí con la estupenda Caveat). La ciudad parece que no se ha resentido nada en su nivel de `Turistosis´ pero se cree que desde el inexpugnable Ayuntamiento se ha creado una crisis divisoria en la que una facción de políticos (creo que se les llama así) se han revelado y andan chapando bares y abriendo lugares culturales... dicha facción ha generado actos no violentos pero sí bastante mal vistos y dicen que se les va a juzgar por: desenterrar ruinas del pasado para exhibirlas, intento de abrir salas de conciertos y cultura para el común de los mortales, uso indiscriminado de armas físicas como libros o discos o cantar el criminalísimo mantra de 1978, `todo ser humano tiene derecho a una vivienda digna´.
Andando así revueltas las cosas digo que esto del tiempo y su discurrir queda reflejado en el FANCINE de este año, centrado en la Inteligencia Artificial que hasta ahora yo creía que era como una especie de suplemento vitamínico para los políticos que no alcanzaban la media habitual de raciocinio. Dicho lo cual, parece ser que la cosa va por otro lado y ante las desgracias sobrevenidas en la geografía española por estas trombas lodosas de agua, el ser humano demuestra una vez más que está por encima de los que los dirigen y que al fin y al cabo, no necesitas más que manos amigas para quitar el `loddity´ de las calles.
Sobreponiéndose a todo, una vez más, la organización de FANCINE demuestra ORGANIZACIÓN y nos trae todo puesto en bandeja para adentrarnos una vez más en los recovecos del Cine Albéniz y uno está aquí para contarlo, con más o menos inteligencia, pero os puedo asegurar que sin nada de artificios.
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The Rule of Jenny Pen (James Ashcroft / Nueva Zelanda; 2024)
Stefan Mortensen, un juez misántropo que se acerca al final de su carrera, sufre un derrame cerebral que lo obliga a ingresar en un asilo de ancianos. Allí, se encuentra con Dave Crealy, un antiguo paciente que aterroriza perversamente a los otros residentes utilizando a su muñeca, Jenny Pen. Se produce un enfrentamiento entre los dos hombres, que se intensifica hasta convertirse en violencia y horror.
Tras la seca, brutal y despiadada cinta Coming Home in the Dark, para algunos gratuita y para mí un genial ejercicio de thriller sin concesiones, James Ashcroft se lima un poquito en la más estilizada The Rule of Jenny Pen que cuenta con un reparto de lujo. John Lithgow y Geoffrey Rush (ganador de un Óscar por Shine en 1997) dan un giro a sus registros para meterse dentro de personajes ambiguos atrapados dentro de las propias reglas de una claustrofóbica residencia de ancianos. Muy bien rodada y con un guión sutil, la cinta nos muestra una curiosa vuelta de tuerca del Bullying pero esta vez entre ancianos.
Sin trucos efectistas ni vuelcos insalubres en la trama, The Rule of Jenny Pen acaba siendo igual de cruel que Coming Home in the Dark pero en el plano existencial de la vejez y la enfermedad. Las interpretaciones son tan magistrales que uno acaba perdonando algunas reiteraciones innecesarias y vuelve a reafirmarme en que el thriller y terror que nos viene de Oceanía suele venir cargado de muy mala baba. A mitad de camino del género de suspense de `vecinos inquietantes´ y el `survival horror´, pero con el suficiente drama para darle empaque y afortunadamente huyendo de escenas de violencia innecesarias como habría sido lo habitual con el cine yanqui. Fabuloso Ashcroft y esperando con ansias qué nos trae el futuro.
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Tú no eres yo (Marisa Crespo, Moisés Romera / España; 2023)
Tras una larga ausencia, Aitana vuelve a casa por Navidad y encuentra que sus padres la han sustituido por una desconocida que usa su ropa, duerme en su cuarto y a la que tratan como a una hija. Aitana descubrirá una verdad perturbadora y sangrienta.
Encuentro con los realizadores Marisa Crespo y Moisés Romera que tras el laureado corto 9 pasos se lanzan al largometraje con esta acertada Tú no eres Yo que voy a intentar comentar por aquí sin spoilear nada. Con un buen guión in crescendo que aun no siendo excesivamente complejo sí que está bien urdido, el espectador se ve metido dentro de un tour de force / carrousel terrorífico donde se pasa por varios tipos de géneros de terror... desde lo alienante a lo claustrofóbico, desembocando en lo preternatural. Con guiños a La Semilla del Diablo o Wicker Man, es cierto que acaba recordando en alguna medida a Get Out aun siendo el guión anterior a la de Jordan Peele, cosa que nos explican Marisa y Moisés junto con innumerables anécdotas de rodaje. Por cierto, destaco la fabulosa interpretación de Jorge Motos.
Hubiera sido muy fácil caer en la trampa rodando una cinta excesivamente comercial, pero Marisa y Moisés han jugado a la perfección con los recursos disponibles para traernos una pequeña joyita de esas que acaban convirtiéndose en cintas de culto. Cierto es que recuerda a The Invitation, que tiene un ramalazo al Horror Folk que está de moda, pero afortunadamente Tú no eres Yo tiene la suficiente identidad como para erguirse notablemente con identidad propia dentro de su pesadillesca premisa y demostrando una vez más el excelente estado del Fantaterror hispano.
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Cloud (Kiyoshi Kurosawa / Japón; 2024)
Ryosuke Yoshii trabaja en una pequeña fábrica de Tokio, mientras se gana la vida revendiendo productos por Internet. Una vez conseguido un beneficio considerable, abandona la fábrica y se traslada al campo para empezar una nueva vida. Cuando parece estar en la cresta de la ola, empiezan a producirse incidentes sospechosos a su alrededor.
Una de cal y otra de arena me da siempre el bueno de Kiyoshi Kurosawa. Vuelta al thriller en esta Cloud que no es ni de lejos Creepy (2016) ni mucho menos Retribution (2006) y por supuesto, atrás queda muy de lejos el culto de Kairo (2001). Y no se me entienda mal... no está mal en sí Cloud, pero da la sensación en su tramo final que el guión hace aguas y todo el suspense acumulado acaba diluyéndose como un asesinato homeopático. Destaca la grisácea fotografía urbana, el buen hacer de la cámara que demuestra las tablas del japonés... pero es que llega un determinado momento en que el barullo hace acto de presencia y uno ya no tiene claro si esto es Reservoir Dogs, primeros Coen o Autopista hacia el Cielo a la japonesa.
Con todo, hay momentos destacables pero ese clímax que trabaja Kurosawa durante el largo (en todo el sentido de la palabra) metraje está para mi gusto tirado por la borda con un nefasto cierre. Pero oigan, para gustos los colores.
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Oddity (Damian Mc Carthy / Irlanda; 2024)
Darcy, una vendedora de curiosidades y autodenominada médium, decide descubrir la verdad sobre la brutal muerte de su hermana gemela, ocurrida un año antes. Para ello, contará con la ayuda de un aterrador maniquí de madera.
Vuelve McCarthy al horror sobrenatural de tintes dramáticos tras la excelente Caveat (2020) que ya nos trajo la presencia del director irlandés que por motivos Danáticos ha decidido no estar presente. Oddity tiene toda la añeja presencia de los cómics de la EC o Creepy, con un sólido guión e interpretaciones y esa nocturna fotografía de interiores que tan bien explotó en su anterior film. Por cierto, esa figura de madera remite a la leyenda / cuento del Gólem en el Folklore judío.
No voy a añadir demasiado en esta reseña porque se trata de una película de obligado visionado para el amante del terror sobrenatural. Es digno de estudio la gran cantidad de realizadores y cintas tanto Irlandesas como Británicas que usan como fórmula el folklore unido al drama, el karma como retribución y la impecable, limpia fotografía. No voy a decir que Oddity sea perfecta (para mí Caveat es mejor en su simpleza) pero es evidentemente una de las películas de género del año. Simplemente espero que este brutal salto de Mc Carthy no lo lleve a diluirse como un azucarillo en el café en cuanto le tienten los dólares.
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