sábado, 4 de noviembre de 2023

EN FER - "GROS ROCK" (AUTOEDITADO, 2023)

Impresionantes 40 minutos de Psicodelia Profunda con tintes de Jam Session el que nos traen los ultrasoterrados EN FER (de hierro) desde Quebec, Montreal. Especie de all-star band del underground canadiense, la banda viene a formarse allá por 2017 lanzando debut homónimo en 2019, al que le sigue poco después Thêdêf Tïmbâl para luego, y tras hiatus pandémico de rigur, seguir con la inercia de una máquina de movimiento perpétuo apelmazando cada vez más su sonido en una argamasa cósmica que por espíritu (y desarrollo) recuerda muchísimo a la escena de Austin (Texas) como los míticos ST37 o por supuesto,  y en otro plano, las dotes cuasi punk de Hawkwind

Por ende, sonido crudísimo, directo y con ese toque agreste/ácimo resultante de mezclar cosas diversas como el tratamiento melódico de los franceses Mars Red Sky, la obsesiva insistencia de los alemanes Yuri Gagarin, el terrorismo sonoro de MC5 o la sucia pátina de la neopsicodelia sueca a través de los Dungen. Luego, se reboza todo en ese aroma cuasi desértico que campea por sellos como Sulatron Records o Transubstans y lo que obtienes es este obsesivo viaje a la yugular grabado y mezclado en Studio SYP por la propia banda que en estos momentos está formada por Alex Pelchat, Michel Meunier, Charly Bus, Reüel Ordoñez y Martin Sasseville (quien se encarga también del brutal collage de la portada). 

Cuatro cortes que en líneas generales cuentan con una plúmbea y seca base rítmica (se nota la influencia del metal extremo de una u otra manera) sobre la que se soslayan ciclópeos pulsos electrónicos que buscan más la atmósfera que la melodía en sí. Ululantes vaivenes de potenciómetros analógicos se entrecruzan con obsesivas guitarras y una percusión constante y pegadiza como los tegumentos del paquete intestinal de un paquidermo. La masterización de Charly Buss es un acierto; huye de lo prístino para aportar una sequedad y sensación de `plug and play´ que en mi opinión es lo que diferencia a EN FER de la gran mayoría de bandas de Space Rock que pululan por el Planeta Tierra. Además, Gros Rock se escucha mejor del tirón y sin interrupciones... un viaje-píldora de punta hueca que sabes por donde entra pero nunca por dónde va a salir.

"Mon Travail, mon Honneur et ma Persévérance" abre el disco de forma sosegada y minimalista. A la arrastrada guitarra fuzzera con tonos desérticos (primeros Yawning Man) se añaden los efervescentes estallidos electrónicos que aportan una sensación de insania que va in-crescendo. No decae un segundo el bajo, que nunca se entierra en la mezcla y ayuda aportando la bisagra a una columna sonora que se va incorporando de forma lenta e incluso atonal. 

Cambia un poco el tercio (otra vez el insidioso bajo) en "Padu", más melódica e insistente (sigo acordándome de Mars Red Sky); la afinación de la guitarra es tan cruda que salvo que hayan metido un saxo y un violín sin enterarme, son las seis cuerdas las que bajan a los submundos eólicos para traerse Doppelgangers sonors. El tempo se vuelve pesadillesco, la batería va al ralentí o se acelera (tipo Acid Mothers Temple) y los 11 minutos se pasan como un suspiro. Absolutamente glorioso como gloriosa es la insana batería que me reduce la vértebra atlas a arenilla y polvo estelar. Como si la Kosmische alemana abrazara el polvo de un apócrifo Palm Desert. Para que no se pierda el regusto Doom, "Procession sur les Monts Tenzing" empieza con muchísimo acople de Drones (me acuerdo del voluminoso acervo de los Dead Neanderthals) y toques bastante experimentales que van aportando músculo en lo que para mí es el corte más introspectivo del disco. 

Apabullante la melodía fúnebre del teclado que parece un Casiotone tuneado con un Korg y un Theremin mientras la base rítmica contrasta con una hipnótica base al más puro estilo Hawkwind. Casi sin solución de continuidad entra "Gardiens de l’hassium 270" siguiendo mismos registros aunque acentuando más el Noise, subiendo el tempo y ya directamente metidos en un triposo tiovivo caleidoscópico que por alguna extraña razón que no logro averiguar es muy amenazante y críptico. "Macula", con aire redentor, cierra espectacularmente uno de los discos más frescos que llevo de este año. 

Un quinteto de psiconautas obsesionados con navegar entre los acetábulos que vertebran la banda sonora del puto cosmos. EN FER. Infierno. 

Sonido. Detritus. Ácido. 

https://ironapproved.bandcamp.com/album/gros-rock




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