domingo, 3 de noviembre de 2019

GRUP DE PERCUSSIÓ AMORES - "DREIZEHN" (LIQUEN RECORDS LRCD007, 2017)


S T O C K H A U S E N (11)
H I L D E G A R D I S (11)
11 + 2 = 13 (DREIZEHN)

El pionero Grupo de Percusión AMORES es el encargado de traernos la referencia número 7 en el imprescindible catálogo de LÍQUEN RECORDS, y para más Inri, ser la más difícil de reseñar no sólo por su complejidad musical, sino por la maravillosa unión conceptual entre Hildegarda de Bingen y Stockhausen. El Grupo de Percusión AMORES rinde homenaje desde su nombre a nada más y nada menos que JOHN CAGE, y su reputación es a nivel internacional, y se las han arreglado para crear una hipnótica base tan variada y exquisita que al intercalar lo puramente percusivo con los vibrafónicos efectos de la vibración de cuerdas, llevan lo musical a un nivel vanguardista que trasciende lo étnico, y que bajo ningún concepto debe enclavarse dentro de la World Music y similares. 

Esto tiene más que ver con el Rock en Oposición y experimentos del Jazz Británico que con la Clásica Contemporánea, o quizás sea que la fusión es tan perfecta que la adición de las letanías de las voces en Soprano suman a lo litúrgico lo cosmogónico y ritual. 


Dejar claro que cualquier cosa que escriba palidecerá al lado del maravilloso libreto interior de JOSEMI LORENZO ARRIBAS, que no reproduzco aquí en su totalidad por motivos obvios, pero que por sí solo se basta para meternos de lleno en una obra tan compleja como mística, tan abierta como hermética, tan cósmica como terrenal. Todo depende de la combinación del 13, de ese DreiZehn alemán que se cita una y otra vez. Sin ir más lejos, el texto del libreto se compone de 12 párrafos (lo que el autor denomina lucidissima apostolorum turba) mas 1 en la figura central de Cristo.

En el apartado técnico, las excelentes voces de soprano son de Èlia Casanova Martí y María García Maciá; en algunos cortes interviene el Toy-Piano de Víctor Trescolí Sanz. Los arreglos son de Jesús Salvador Chapi, Ángel García y Pau Ballester . Se graba en Little Canyon en 2017, se masteriza por Crossfade Mastering y se edita por LIQUEN RECORDS (bajo auspicio de la Generalitat Valenciana). El currículum de los tres músicos que componen Grupo de Percusión AMORES es tan extenso que lo mejor es que visitéis el siguiente enlace:



18 cortes en los que se va de la composición Tierkreis, 12 Melodies del Zodiac de Stockhausen a base de pequeñas perlas engarzadas de corta duración, y luego 6 cortes más extensos abarcando el corpus cosmovisionario de Hildegarda, cantados si no me equivoco en su Ignota Lingua de 23 letras del Alfabeto y que era usada con fines místicos. Curioso la mezcla máxime teniendo en cuenta la animadversión de la abadesa benedictina a cualquier teoría que tuviera que ver con la adivinación del futuro a través de las estrellas. Una interacción experimental musical de dos figuras visionarias separadas por 8 siglos pero que resultan tan vanguardistas que casan a la perfección y que van desde figuras jazzísticas avanzadas que pueden recordar a CARLA BLAY hasta esas codas de jazz contemporáneo del binomio JULIE / KEITH TIPPETT.

Dado lo complicado del disco, voy a intentar describirlo a mi modo y llevarlo al campo de mi limitado acervo, porque si no me temo que no voy a ser capaz de adentrarme demasiado en este laberinto que resulta ser Dreizehn.

Los 25 minutos de Tierkreis se dividen en 12 cortes, uno para cada Planeta. De corta duración, muestran una música de cámara minimalista cercana a la Toy Music. Lejos de la grandilocuencia del Romántico, aquí prima la belleza incólume del Neoclasicismo, pero todo teñido del aire de rareza de la Clásica Contemporánea. La voz soprano de María García Maciá se desliza de forma majestuosa dejando espacio para los vibráfonos, las tablas o los toques percusivos más marciales ("Libra" es buen ejemplo). Voy a soltar una estupidez de carácter ciclópeo, pero en "Escorpió" me parece estar asistiendo a un cruce entre CASSIBER y MAGMA destilados hasta su esencia molecular. Uno de los mejores cortes de esta primera parte del disco y sin duda la más cercana al Jazz-Rock.


Los temas en los que interviene el Piano de Juguete de Víctor Trescolí Sanz son los más abstractos, casi Zornianos ("Sagitari", la preciosa, acuática y mistérica "Pisces" con una soberbia interpretación de María García Maciá y la casi Zeuhl "Áries") si se les hubiera añadido algún instrumento de viento. Piezas concretas engarzadas del minimalismo tipo caja de música tan típico de Stockhausen aunque si me apuráis, algo de la obsesión de aquel por el Gamelan queda en el Grupo de Percusión AMORES

En clave Jazz Noir la verdad es que también se salen, y si "Géminis" parece un estándar jazzístico, la explosión percusiva de "Cáncer" sería Free jazz (si se me permiten las comparaciones) para acabar con una tribal y ominosa "Leo", plagada de ecos y voces (no sé si procesadas) de índole desconocida.

La segunda parte del disco, dedicada al Códex Musical de HILDEGARDA DE BINGEN, requiere todo el esfuerzo del oyente. Abre "Suite Hildegard" con una introspectiva melodía y la voz soprano más melosa y menos agresiva de Élia Casanova Martí. El hecho de ser una voz con menos esquirlas, más aterciopelada diría, hace que la sensación en el oyente sea la de estar viajando por una suerte de Neo Folk, o ese género ya un poco en detrimento que eran las Heavenly Voices (sellos tipo PRIKOSNÓVENIE lo cultivaron a la perfección). Fantástico un cambio de ritmo a mitad de tema con percusiones más metálicas y mucho vibráfono. 


Si la primera parte del disco era como escuchar el sonido de una caja musical perpetua la sensación en la Suite es la de estar pasando páginas de un Códice Medieval. Así pues, "O Vos Angeli" son nueve minutos de leyenda que mezclan el hipnotismo del Gamelan con lo Neoclásico (en lo conceptual y lírico repasan las nueve jerarquías angélicas), para aderezarse con una voz mántrica que suelta efluvios mayestáticos, sobrios pero de una gran espiritualidad. No quedándose parados en lo fácil, los temas mutan y aquí por ejemplo hay momentos en que entran melodías y patrones propios del Jazz-Rock. En absoluto estamos ante un disco de Nuevas Músicas o New Age, que quede claro desde ya.

Fastuoso el himno "O Inge Spiritus", dedicado al fuego del Espíritu Santo, es el corte más oscurantista con sus voces recitadas y aires litúrgicos, al menos en inicio, porque luego tiene aires clasistas bastante asequibles. No sé si sería una ignominia citar aquí a DEAD CAN DANCE pero lo veo factible. "O Cohors Milicie Floris" es una antífona que se complementa a la perfección con el responso de "O Lucidissima Apostolorum Turba". Ambas son lentas, elevadoras y el trasfondo musical abraza algo del drone acústico vibrátil no sólo de los instrumentos, sino del eco de la misma voz que parece venir de una cueva.


Las estrellas, el universo, quedan otra vez puestos de manifiesto pero esta vez a través de la antífona "Karitas Abundat" (de imis excellentissima super sidera). Cantos monásticos que dialogan con una percusión mínima, pequeños arreglos y detalles preciosistas a base de rasgueo de cuerdas, campanillas y pequeños objetos creando una base elevadora y sutil que llega a las estrellas con una facilidad pasmosa.

Un disco imprescindible para amantes de la vanguardia. Una grabación exquisita, sublime con la que sobrecogerse, meditar y autofagocitarse una y otra vez hasta no dejar residuo.

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