viernes, 22 de mayo de 2020

THORNS OF GRIEF - "ANTHEMS TO MY REMAINS" (SATANATH / DYING SUN RECORDS; 2019)


Desde Gdynia, Pomerania (Polonia), nos llega el debut de la One-Man-Band THORNS OF GRIEF, una de esas rara avis que aparecen de vez en cuando por el panorama del Funeral Doom aunque precisamente no sea demasiado habitual este género en un sitio con una potente escena musical underground (tanto en el metal como incluso en la improvisación libre y el Free Jazz, con salas especializadas sobre todo en Varsovia), prima más el crudo Death Metal a lo Vader que lo que os traigo hoy. Nebiros se encarga de todos los instrumentos en Anthems To My Remains, disco coeditado entre Satanath Records y el sello holandés Dying Sun, mientras que el artwork es obra de Kanvaka (portada normalita, todo hay que decirlo). 

47 opresivos minutos con algunos fallos propios de un debut, pero que en general te llevan por un camino bastante decadente con acento en ritmos fúnebres, procesionarios y plúmbeos como ese inicio asfixiante de "Thorns of Grief". Notas espaciadas como estertores, base rítmica muy deudora de Evoken van abriéndose paso hasta que entra un voz gutural al más puro estilo de Mournful Congregation; el riff central a lo primeros Anathema brilla con luz propia (hay algo en el ambiente que te lleva a Serenades del tirón) pero la música es lo suficientemente versátil para transcurrir por caminos que si no son evidentemente originales, sí que son muy efectivos... el uso de teclados apoya la atmósfera de los temas huyendo de virtuosismos acaramelados, cosa que para mí al menos es de agradecer. 


Las partes aceleradas quedan bien (aquí hay que acordarse de los primeros Paradise Lost y My Dying Bride) y si la batería es programada, que no lo sé, al menos el doble bombo suena orgánico y no le resta potencia al conjunto. Un piano difumina y enlaza con la pieza corta "A Longing", coda de teclados clásica ya en el Death/Doom y que sirve para coger respiro para la que nos espera en "Till Our Rebirth", otro repunte de Old School Death con subidas y bajadas en el tempo que te dejan totalmente exhausto. En las partes rápidas suena a la tríada inglesa, pero en las bajadas me cuesta no acordarme de Evoken o los primerísimos Moss

La voz muy trabajada... desde las partes guturales a susurros, gruñidos, partes agudas y todo lo que se tercie. Los mini interludios ambientales apoyados en teclados tienen la estructura extraña y flotante de proyectos como Until Death Overtakes Me y cosas así (ese sinte de modo sinfónico al final del corte es muy característico), que además usa la guitarra con una afinación que se acompasa con la percusión en pasajes interminables a lo Skepticism.


"The Deceit of Materiality" mezcla estilos de forma asombrosa. Mini fraseos de teclados espectrales subrayan las partes lentas mientras las partes aceleradas remiten a la suciedad del debut de Wijlen Wij o algunos proyectos como Funeral Moth. Un temazo demencial con letras crípticas y un balanceo acertado en la producción que mantiene ese sempiterno soniquete del teclado como una astilla infectada. Es cierto que puede chirriar un poco el paso de las partes lentas a las rápidas (la bajada abrupta en el minuto 7 o así queda extraña), pero a mí Anthems To My Remains me tiene encandilado.

"Illusions" nos mete en un groove denso como melaza y finiquita un disco para paladares secos por dosis altas de antidepresivos. ¿Es perfecto?... no, pero es un debut como la copa de un pino.


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