viernes, 30 de noviembre de 2012

CRÓNICA DE FANCINE 22 (VIERNES 23)

Puesto que es el segundo año que acudo a Fancine con acreditación de Prensa, he tenido que renovar un poco mi aspecto... así pues, he cambiado mi viejo bolso de batalla por una mochila Quechua... por cierto, que tengo la teoría de que los productos Decathlon de Quechua son realmente extraterrestres que se están metiendo entre nosotros (¿quién no tiene algo Quechua?...).
Tras un masaje de aceites esenciales en el coxis y algo de medicación fuerte (un Frenadol y un café), arribo a la Alcazabilla Malacitana presto a una jornada de cine de esas que te dejan el cerebro cerca de la muerte encefálica. Lo primero es lo primero, así que miro el entorno, saco notas, acudo a una biblioteca para investigar detalles de la arquitectura del lugar... medito para alcanzar mi yo interior, mejoro el peristaltismo de mis intestinos con un ligero masaje, silbo una tonadilla... ¡¡coño, que se me pasa la hora de la primera película!!...

Abre mi jornada THE ARRIVAL OF WANG (Antonio y Marco Manetti; Italia, 2011) que estuvo nominada en los premios Donatello a los mejores efectos visuales. Veamos, hacer una crítica de esta película sin desvelar la trama es realmente difícil. Imaginaos un cruce entre una película de interrogatorios y juicios con Men in Black... ¿es posible?, ¿saldrá un cruce así bien parado?... pues sí y no. La primera parte de la película interesante, pero el resto una memez de mucho cuidado. Poco más que decir, salvo que la instalación de máxima seguridad donde se desarrolla la película deja mucho que desear (al igual que sus guardias de seguridad). Y hasta aquí puedo escribir...

Afortunadamente, la cosa mejora con EXCISION (Richard Bates Jr; Estados Unidos, 2012), donde viviremos una auténtico viaje al oscuro mundo de una mente enferma. Visualmente poderosa y macabra, el punto fuerte de la película es la tremenda interpretación de Annalynne McCord que interpreta a Pauline, una adolescente atormentada en pleno descubrimiento del sexo y perturbada por la inminente muerte de su hermana, aquejada de Fibrosis Quística. Completan en reparto Traci Lords (sí, la misma) y Malcom Mc Dowell (sí, el mismo). Me ha recordado un poco a la también malsana MAY (2002) pero con un toque de humor negro nada desdeñable. Cortita pero intensa.

Pequeña pausa para estirar las piernas y vuelvo a la sala. Ahora toca BEASTS OF THE SOUTHERN WILD (Benh Zeitlin; Estados Unidos, 2011), película que viene precedida de varios galardones (Festival de Sundance: Mejor película y mejor fotografía; Festival de Cannes: Cámara de Oro y Premio FIPRESCI; Premios Gotham: 2 nomin: nuevo director y nueva actriz) y que está dando mucho de qué hablar. Hushpuppy vive con su padre en el borde del mundo y la amenaza de una subida de las aguas cambiará su particular modo de vida. Una maravilla me ha parecido esta pelicula... pura poesía en imágenes. Desde los cuidados diálogos a la bella fotografía, pasando por la interpretación de la pequeña Quvenzhané Wallis. Una obra realmente sublime que busca entroncarse con lo bueno y genuino del ser humano; con sus ancestrales valores de amistad y supervivencia y donde la belleza no está en ningún momento en el exterior, sino en el interior del ser humano.

Tras dar buena cuenta de uno de los peores bocadillos que he podido comerme (he aprendido que salchichón, jamón serrano y queso no son una buena combinación), me dispongo a ver RETREAT (Carl Tibbets; Reino Unido, 2011), la nonagésima cuarta película que llevo este año de infectados, virus y similares... con un Cillian Murphy que está cayendo en picado con papeles cada vez más anodinos, RETREAT es más lenta que un concurso televisivo. Predecible y plana, sólo apta para los que sean amantes del thriller simplista y con pocos recovecos en su trama. Una decepción.

A última hora se proyectó THE INCIDENT (Alexandre Courtés; Francia, 2011) que ya tuve ocasión de ver hace unas semanas y que ya reseñé aquí:

http://lamuerteteniaunblog.blogspot.com.es/2012/10/asylum-blackout-alexandre-courtes.html.

Poco que añadir a lo que ya dije. Terror extremo a la francesa de ese que tanto nos gusta y que viene a reafirmar el buen nivel del cine francés. Muy buena.

Y ya me voy a mis aposentos porque las baterías andan cuasi descargadas. En las calles una manada de adolescentes busca su rol en el mundo... en un bar están dando un espectáculo flamenco para turistas y yo doy buena cuenta del resto del bocadillo de tres sabores que a esta hora de la madrugada me sabe a gloria.

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