domingo, 7 de julio de 2024

SOLAR TEMPLE & DEAD NEANDERTHALS - "EMBERS BEGET THE DIVINE" (CONSOULING SOUNDS; SOUL0206, 2024)


Absorbente y bestial colaboración holandesa entre los Black Metaleros SOLAR TEMPLE que precisamente acaban de sacar nuevo álbum que os traeré en una futura próxima reseña y nada más y nada menos que mis idolatrados FreeAvant DEAD NEANDERTHALS en Embers Beget the Divine recogiendo una impagable actuación en el Roadburn de 2022 que masteriza el esotérico Greg Chandler en sus Priory Recording Studio tras mezcla de Omar Kleiss. Tras los prolegómenos, CONSOULING SOUNDS lo edita tanto en formato LP como Cd con arte de cubierta y diseño de Rutger Zuydervelt. Así de sopetón y antes de nada deciros que estamos ante un bloque de acero sonoro con forma de puño americano que viaja siguiendo los designios de una deidad muerta hacia el centro del Cosmos destrozando detritus y meteoritos a su paso... devastador Kraut Noise devastador y más adictivo que esa nívea sustancia polvorosa que se mete por tus fosas nasales cuando haces anti-valsava con el ano.

Reconozco que por alguna razón se me viene a la cabeza por aquello del Roadburn Redux el brutalífico proyecto Plague Organ (René AquariusMarlon Wolterink) y su debut Orphan que editara hace unos años Sentient Ruin Laboratories aunque los estilos si bien son igualmente hipnóticos y machacones en Embers Beget the Divine son bien distintos en definición. La formación en formato cuarteto viene a ser Omar Kleiss (guitarra y voces), Mink Koops (guitarra), Otto Kokke (sintetizador) y René Aquarius (batería) destilando un mayestático flujo de Free Drone Psych cargado de retroalimentaciones Kraut que te dejan con las gónadas colgando a las últimas fronteras del espacio exterior, especialmente en el asfixiante y largo fade out final que llega a unas cotas de intensidad difícilmente soportables. Pero no adelantemos.


Sonido ultra orgánico, obsesivo y pegadizo como una meningitis espongiforme en un doble duelo/muralla de guitarras (se prescinde del bajo), voces corales emulando cánticos provenientes de vaya usted a saber si del medievo antiguo o del medievo futuro y una batería en modo pistón marcial que genera una energía que están estudiando en Cabo Cañaveral por si pueden usarla para mandar alguna sonda espacial a coger setas marcianas. 50 minutos estructurados en tres larguísimos cortes sin título que dan la sensación colonoscópica de la nueva Kosmische a la que se están abrazando muchos grupos actuales que vienen del Metal resultando una mezcla formidable en cuanto a frescura y desinhibición que aporta. 


Sobre las bandas implicadas tenemos a los Solar Temple que como he dicho más arriba os traeré un texto sobre A Gift That Should Have Been Reserved for the Great Lights, su nuevo trabajo en Consouling Sounds (no he podido tener acceso a la primera demo y su álbum debut Fertile Descent pero sí que he leído fabulosas críticas) y los míticos DEAD NEANDERTHALS con su elongadísima discografía de la que intento hacerme con todo lo que puedo. Por cierto que haciendo un repaso a los álbumes que tengo de ellos y por similitudes también tengo que traer a colación el cafeínico y energético IXXO grabado también en el Roadburn Redux de 2021 que os recomiendo con los ojos cerrados. Ya para cerrar las etiquetas y comparaciones, tampoco estaría de más poner por escrito al también holandés Maurice de Jong (Gnaw their Tongues) con sus espaciales proyectos SEIROM o Golden Ashes pero os dejo todo el trabajo de investigación a vosotr@s.

La gloriosa cabalgada se inicia en "I" con un flujo de sintetizador analógico, acoples cinematográficos (modo Kubrik `on´) y un plañidero tapiz campestre Kosmische al más puro estilo de Blood Incantation emulando a Tangerine Dream en Timewave Zero. Entran dando pespuntes los platillos de la batería de René y la guitarra afinada como un sitar embriagando con notas que se disuelven al entrar en contacto con el aire. Cuando eclosiona todo ya sé que esto va a ser grande y no puedo ni imaginarme lo que se sentiría vivirlo en directo. Si bien no hay bajo, una de las guitarras sí que se encarga de la parte rítmica en incontestables patrones repetitivos `ad nauseam´ mientras ultra ácidos riffs y pétreos sintes se enclavan en un Heavy Psych neuronal muy cercano a la escena sueca (no sé si habéis visto a los Yuri Gagarin en directo pero te exanguinan a base de bien). Los cánticos etéreos de Omar Kleiss refuerzan la atmósfera extraterrena en una Homilía Oopart radiada desde Ganímedes norte.


Alcanzada la longitud de onda cerebral correcta, "II" aboga por una subida manifiesta de dureza. Todo se vuelve más numinoso y crepuscular en los sintetizadores; el golpeo de la batería, seco y a ráfagas tiene un deje motorik que resalta más con las voces épicas pasadas por filtro o vocoder (algo así como una versión metalera de NEU!) y al ralentí pero sin pausa todo se va dirigiendo in crescendo a esa apabullante explosión de  Metal y Psych de "III" que evapora el líquido cefalorraquídeo; un clúster maligno de guitarra en medio de un espectral silencio da paso a una inspiradísima y espacial reiterpretación del Black Metal donde de forma sostenida donde la percusión queda inmanente en una orgánica cascada de doble bombo. Se puede describir con palabras pero es mejor que lo experimentes porque es alucinante la forma en que estos cuatro tipos te drenan las entrañas.

Uno de mis discos del año.




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