viernes, 3 de abril de 2015

MICRORESEÑAS DE A DURO (2)

En EL DESCUARTIZADOR estamos ante una de las bizarradas más grandes que me he encontrado en un bolsilibro. Cual si fuera un crimen de esos que pululaban por el periódico EL CASO, un siniestro asesino se dedica a dejar caer partes de cuerpos desde una avioneta bimotor.

Una novela de SELECCIÓN TERROR escrita por CLARK CARRADOS, un autor que sinceramente a mí no me gusta nada pero que nada más que por la locura de la trama, ya merece la pena leerla... y es que una historia en la que llueven trozos de cadáveres por doquier... no me digáis que no os entran ganas de leerla. Bestial.

La señora Edwards había visto en sus bien conservados cuarenta años muchos fenómenos meteorológicos, entre los cuales, por supuesto, figuraba la lluvia, pero nunca había visto llover lo que aquel mediodía llovió en su jardín, cayendo de un cielo sin apenas nubes.

De pronto, algo cayó de las alturas y se estrelló con sordo «chap», contra la hierba del jardín.

El caniche ladró de nuevo. Luego se acercó a la cosa caída del cielo, la husmeó y volvió a ladrar. Finalmente, se arriesgó a cogerla con los dientes, hecho lo cual, volvió junto a su ama y le tocó en una pierna con su patita delantera, para llamarle la atención.

La señora Edwards volvió la vista. Entonces pegó un chillido que se oyó en cientos de metros a la redonda.

Tenía motivos para chillar. Lo que Potty sostenía entre sus colmillos era una mano humana, cortada a ras de la muñeca. Todavía había algo de sangre fresca en el sitio donde se había producido la amputación.


Con un estilo descacharrante, divertido y ágil, FRANK CAUDETT nos mete de lleno en las aventuras de un agente secreto más salido que el palo de un churrero. El pelirrojo protagonista y sus soliloquios llenos de hilaridad me han hecho pasar una lectura endiabladamente divertida.

Situada en pleno conflicto entre Israel y Palestina, BEIRUT: 40 GRADOS A LA SOMBRA cuenta con una introducción espectacular donde se nos mete de lleno en una calurosa trama donde el equilibrio mundial pende de un hilo. Acción sin tregua y unos momentazos llenos de humor que lo convierten en un bolsilibro imprescindible para mi gusto.

2 comentarios:

  1. tengo una curiosidad, la peña aparte de coleccionarlos e intercambiarlos, realmente lee todos los bolsilibros? es que quieras que no, tiene mérito haber leído miles de ellos, un saludo y adelante con las microreseñas de a duro

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que no lo sé.... no tengo datos estadísticos... jajajajaj. Yo creo que leer sólo bolsilibros limita, pero cada uno hace lo que quiere. Yo leo de todo y el factor edad también influye....

    ResponderEliminar