viernes, 27 de abril de 2012

LIVIDE (ALEXANDRE BUSTILLO & JULIEN MAURY; FRANCIA, 2011)

"Es el primer día para la joven Lucy como cuidadora, su primera visita es la anciana señora Jessel, quien está en coma cerebral y sola en su gran mansión. Lucy descubre por casualidad que la señora Jessel había sido una profesora de baile de gran fama, y que tiene en la casa algún tipo de tesoro escondido. Así que junto a sus amigos William y Ben, deciden buscar en la casa con la esperanza de encontrar algo de valor. De noche, entraran en la casa, que cada vez se presenta más extraña, y su caza de tesoros acabará desembocando en una serie de sucesos sobrenaturales terroríficos que cambiaran para siempre a Lucy. (FILMAFFINITY)"

Ya hace un tiempo que desde este blog venimos siguiendo de cerca al cine de terror extremo francés. Su frescura, originalidad y extremismo visual han causado una revolución en el género con films tan controvertidos como visualmente frescos y poderosos... véase AL INTERIOR (AL INTERIEUR, 2007, también del tándem Bustillo y Julien Maury) o MARTYRS  y EL INTERNADO (PASCAL LAUGIER, 2008 y 2005, respectivamente), ya películas de culto de una considerable crudeza visual y que causaron un buen revuelo. Otras como ALTA TENSIÓN (HAUTE TENSION, 2003) menos originales por su acercamiento a los planteamientos de una Matanza de Texas actual, y otras tan demenciales como la cercana al videoclip SHEITAN (KIM SHAPIRON, 2006), interpretada por un totalmente loco Vincent Cassel.

Es por ello que siempre espero con ansia este tipo de films porque difícil es que me decepcionen. En esta ocasión Bustillo y Maury se olvidan del crudo y directo horror gore de su debut Al Interior para llevarnos de la mano a un frío, barroco y agresivo entorno clásico.... un caserón perdido de la mano de Dios donde lo sobrenatural nos va absorviendo lentamente en un brutal clímax de enrarecimiento muy a lo Balagueró en LOS SIN NOMBRE y DARKNESS (sobre todo por la fotografía, más que por tramas) o incluso sus primeros cortometrajes. Una casa que por sí sola resulta amenazante y siniestra por sus obsoletos adornos, su tenue iluminación y los objetos de otras épocas que abundan por doquier, todo ello reforzado por una excelente fotografía clara y nítida pero llena de claroscuros desasosegantes.

Sin ser de los mejores films del género, la película está pasando quizás un tanto desapercibida por lo extraño de su guión y desarrollo, no habiendo obtenido demasiadas buenas críticas en los festivales a los que ha acudido, porque bien es cierto que aquellos que disfruten del cine donde todo está frito y cocido aquí se perderán en una trama que nunca es lo que parece o que quizá es lo que parece pero está tan genialmente contado y rodado que al finalizar la película tenemos la sensación de que tenemos las explicaciones a lo ocurrido en la punta de la lengua... aunque se nos escape constantemente. A los que crean que esta es una película al uso de casas encantadas se llevarán un chasco, y es que la crudeza de algunas escenas hará estremecer a los menos curtidos... 
En definitiva, muchos ecos a la estética de Rec o Los Sin Nombre y a ese cine hispano y francés de terror de nuevo cuño que se está estilando últimamente, con ambientes sucios, llenos de fotografías antiguas, materiales quirúrgicos de otra época y toda suerte de lindeces que de por sí solas ya generan un mal cuerpo que te va preparando a cualquier cosa que pueda suceder en los 88 minutos de metraje.


Terminando, no es ni de lejos AL INTERIOR pero muy, muy por encima de la media, siendo de obligado visionado a los amantes del género que de seguro disfrutarán con una película que merece más de lo que está recogiendo y si no, tiempo al tiempo, porque estoy seguro que acabará convirtiéndose en otro referente de culto del cine francés de terror.


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