miércoles, 23 de noviembre de 2022

ENRIC TERUEL - "EL TRIPULANTE" (OIGOVISIONES LABES OV18; 2022)

Cada vez que me enfrento a una edición de Oigovisiones Label me entra cierta congoja relacionada con la sensación de que nunca voy a poder estar a la altura literaria, o siquiera rozar, la magnificente labor que hacen como colectivo. Desde el cuidado extremo de sus ediciones que rozan el `Arte Total´ a por supuesto la música en sí y es que hay ediciones de mil sellos bien cuidadas pero con mal sonido o dudoso contenido y viceversa... y luego, por supuesto, está OV LABEL / OIGOVISIONES LABEL y el tacto. Porque es el tacto lo primero que voy a reseñar hoy sobre El Tripulante de Enric Teruel a quien podría presentar aquí pero sería una mera copia de la excelente introducción que hacen ellos en su página y que tenéis aquí.

Os contaba sobre el tacto. Casi todas las ediciones del sello / colectivo / secta sonora malagueña tienen un tacto particular y en este caso la poderosa sensación la ofrece una carpeta de vinilo DIY impresionante de papel impreso (4+4 CMYK printing) de 350 gramos entre suave y áspero (Mate rugged UV protected open custom folder on 350gr paper) que os juro que no puedo parar de pasar la mano por encima; ¿quién está a cargo de estas maravillas? Pues no podía ser otro que GRAN BENGALA que debieran hacerle un Gran Monumento porque cada portada y artwork da para exponerlo, y no exagero un ápice. Sigo... El Tripulante, especie de suite dividida en cuatro partes, viene presentada ni más ni menos que por Edu Comelles que es el encargado de comisariar junto a Audiotalaia (Comelles es artista sonoro, gestor cultural y director de la netlabel) la segunda edición dentro de las Label Curated Series del sello (y así sin quererlo, la número 18 en el catálogo). Y dejadme que siga un pelín más con los aspectos técnicos porque creo que la ocasión lo merece.

Os hablaba del tacto y de la vista, os puedo comentar sobre el olor de la tinta y sobre el sabor me voy a contener por no andar chupando papel. Queda el oído y veamos... yo no sé donde han prensado este vinilo pero acostumbrado a pinchar mucho plástico ya con una cápsula digamos que potente (tengo esa suerte), El Tripulante se va directo al ranking de los discos de electrónica mejor grabados, mezclados y masterizados (por el propio Teruel). Ni un sonido de fondo a pesar de un rango dinámico por lo general planeador y susurrante o lo que es lo mismo, estamos ante un prensaje de audiófilo en 140 gramos y ojo, no estoy diciendo que esto haya sido buscado ex-profeso porque no lo sé, pero el resultado es el que es. Un álbum exquisito de electrónica envuelto en una obra de arte. Así que ahora quizás entenderéis algo más eso que os decía al principio de la congoja y tal.

El Tripulante es una apasionante obra musical de tintes cinematográficos, brutalmente influenciados en mi opinión tanto por la Kosmische alemana como los drones catedralicios de Brian Eno y donde se asiste a un viaje iniciático muy particular; y es que el disco, mitad Odisea Sonora, mitad Tragedia Griega imprima al oyente de una espiritual calma mientras se recrean los 9 meses de gestación del hijo de Enric. Sustituir el Cosmos y su inmensidad por la sosegada paz ritual, atávica y ancestral del líquido amniótico no es difícil si estás en estado de gracia compositivo y creo que en este caso, está conseguido en grado sumo. La mutación celular y el crecimiento parecen haber sido captadas como una grabación de campo `in situ´... una punción umbilical diagnóstica sonora que ofreciera un espectograma del aquí y el ahora de una vida en crecimiento y salvaje eclosión de vida como lo es ese latido del hijo de Enric, captado con ese extraño flujo gelatinoso del EcoDoppler y paremos otro instante.

El efecto Doppler, creado para explorar el Cosmos y aplicado a la vida. Misterio palpitante sin duda que va de la astrofísica (si una estrella y su luz se alejan la luz va al rojo, si se acercan al azul) y con el que se capta ese latido a través del líquido amniótico. Estrellas, cosmos y vida en una línea trenzada indisoluble a base de unos drones y soundscapes bellísimos, acaso interrumpidos aquí y allá por líneas clásicas de piano y arreglos de `vientos estelares´ al más puro estilo primeros Tangerine Dream pero sin la ominosidad y tenebrismo de aquellos. El fantástico inicio, con unas percusiones muy taimadas y serradas, podrían recordar a ese abrigo agreste del Cuarto Mundo de John Hassell con cierto aroma metronómico. Burbujeantes fondos, sinusoidales líneas de `pads´ muy cristalinas y un aire hipnótico pronunciado... difícil no sentirse flotar cuando entran los poderosos y atmosféricos teclados definiendo una melodía que tiene muchísimo de ese primer Michel Huygen y Neuronium por ejemplo, o de los compositores franceses que tan bien reflejaron el Cosmos con lo analógico (Patrick Vian, Michel Magne...) o el añorado Vangelis. La sofistificación a través de la simpleza ejerce un poder mayor que la fórmula contraria (la simpleza a través de la sofistificación), y si no que se lo digan al crescendo SynthPop maravilloso en el que desemboca inexorablemente la música. 


No quiero centrarme demasiado en cada corte porque El Tripulante funciona a modo de viaje. Carrusel emocional electrónico con paradas en lo introspectivo ("El Tripulante #2") donde la Kosmische cada vez cobra más importancia, no pudiendo evitar comparaciones con el maestro GIRON del que tanto os he comentado. Magnífica la construcción de "El Tripulante #3" cuyos glitches, vapores y demás efectos parecieran estar recreando la formación de la espina dorsal y el sistema nervioso de la nueva criatura... un intelecto que aparece justo con la primera y neoclásica nota del piano, que sobrevuela mayestáticamente sobre un fondo germinativo Ambient. El álbum se cierra con una larga pieza donde piano y teclados cinematográficos cantan a la vida y lo luminiscente.

Celebrar lo misterioso y para ello, lo mejor es reproducir las palabras de Edu Comelles:

"Un viaje hacia la luz en el que se deja entrever la subjetiva temporalidad de lo que suponen esos nueves meses. Tan pronto surge el crepitar de una nueva vida, todo desboca en un camino sin retorno y con un arco gravitacional en torno a la incógnita; hacia el cambio perpetuo."

https://oigovisioneslabel.com/portfolio/el-tripulante

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