viernes, 4 de junio de 2021

UNITED BIBLE STUDIES - "DIVINE MOVEMENTS" (PARIAH CHILD RECORDS DCD014 / YOSHIWARA COLLECTIVE 307; 2021)



Beneath the earth, beyond the stars, between stations
These are divining movements
Reveal'd in the light of a buried moon
So as to preserve the mystery...

Dos cds con cuatro temas componiendo una larga Suite dividida en cuatro movimientos, es lo último de la hermética agrupación irlandesa UNITED BIBLE STUDIES, formados allá por 2003 o antes, y que tienen esa magia alucinante sincretista de los grupos que saben mezclar a la perfección Folk acústico, el Drone, lo mistérico y las infinitas posibilidades de la distorsión eléctrica; sin ir más lejos tengo que reconocer que lo primero que se me vino a la cabeza es la palabra Tara. Tras escuchar Divining Movements las comparaciones se me fueron a FURSAXA de Tara Burke y a esas dos maravillas de EVANGELISTA, esta vez con Tara Barnes. Curioso cuanto menos que en el budismo tibetano TARA sea la `madre de la liberación espiritual y la iluminación del conocimiento´... pero diarreas mentales mías a parte, United Bible Studies llevan su orgánico sonido a un nivel de flotabilidad espiritual rayana en las Shlokas hindúes, el poder del círculo sufí, los cánticos ortodoxos rusos o las más extrañas litúrgicas (ponga aquí usted la etnia/creencia que quiera). En una palabra, SINCRETISMO SONORO.

Editado en un precioso digipack por los sellos Pariah Child y Yoshiwara Collective, la formación actual (porque han pasado bastantes miembros) se compone de Alison O'Donnell (conocida por formar parte de Mellow Candle), David ColohanDominic CooperMatt Leivers, cada uno de los cuales con su propia ramificación en diversos proyectos experimentales de toda índole... sin ir más lejos, el grupo en anteriores discos mutaban a septeto si hacía falta. Como celebración en 2021 del 20 aniversario de la formación (joder, 20 años y yo no tenía ni idea de que existían), y tras decenas de trabajos, en los últimos años han querido ofrecer su dádiva personal hacia lo Sagrado así que preludiado por Cave Hill Ascension y West Kenet Ascension, este Divine Movements viene a cerrar una especie de trilogía de Folk Psych drónico de aúpa donde se da rienda suelta a un Folk Kosmische rural guiado por lánguidas capas de saxofones que pueden recordar a los primerísimos discos de The Mount Fuji Doomjazz Corporation o incluso esas delicias que habitaban en Holy Records o Prikosnovenie (Rajna, Am Ganeshan y Caprice). Como dije al inicio, son cuatro piezas que evidentemente no es casualidad, duran cada una 23 minutos... y hago a propósito un pequeño inciso.

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Adán y Eva tuvieron según la Biblia 23 hijos, en el versículo 23 del primer capítulo de Énesis relata la muerte de Sara  (mujer de Abraham). "El Señor es mi Pastor" es el Salmo más conocido del Canon Cristiano... el número 23. El libro del Libro del Apocalipsis cuenta con 22 capítulos, y bueno, el tercero imagino que no está escrito (el número 23) porque será LA NADA; el número de la bestia es el 666 que divididos los dos dígitos que conforman el veintitrés (2/3=0.666) obtenemos el número 666. La letra W está vinculada a Satán, y precisamente ocupa la posición 23 del Alfabeto Latino.... y bueno, todo ello sin entrar en las vinculaciones para mí absurdas del Atentado del 11S y el World Trade Center con el número 23 y cosas por el estilo. Sigo con lo musical antes de espantar al personal.

Un viaje ritual exógeno a la par que endógeno. Una canción de cuna para las estrellas o una oración fúnebre por el Cosmos, lo cierto es que Divine Movements pone la carne de gallina con sus atávicas incursiones pastorales que hieden a unos Popol Vuh más drogados de lo habitual... o a esas canciones de la música de las estepas de Mongolia pero sustituyendo el cántico diafónico / throat singing Xöömej por las etéreas glosolalias que entroncan con el género de las Heavenly Voices e incluso cánticos búlgaros. Por desgracia, no poseo los dos anteriores trabajos que completan la trilogía, así que me voy a ceñir a estos 4 movimientos de su último disco e intentaré en la medida de lo posible conseguirlos porque UNITED BIBLE STUDIES me han dejado literalmente el cerebro abrasado. La forma en la que se usan los órganos y se trenzan los sonidos me llevan de la mano a ese espectacular disco de la noruega Maja S. K. Ratkje, Crepuscular Hour (Rune Grammofon, 2016) y que aun no siendo lo mismo, comparte vértebra gracias al coqueteo con la clásica contemporánea. Además, aun siendo difícil de expresar, hay un cierto `hilo o cordón umbilical´, `motivo melódico´, `score´ o como queráis llamarlo que va apareciendo y desapareciendo durante todo el minutaje.

"Movements I & II" elongan el espacio / tiempo y te meten de lleno en la singularidad de un agujero negro. Inicio del Cosmos creativo y una Shruti Box / Harmonium en cópula sagrada con un órgano o similar junto a larguísimos drones de guitarra que mantienen un flujo de sonido que parece sacado de un acelerador de partículas. Si tu psique se acompasa al ritmo etéreo que lleva la banda, te das cuenta de que las sincopadas subidas y bajadas son de corte sinusoidal... hasta que entra la espectacular voz femenina en modo ecolálico (Lisa Gerrard) y la melodía cambia. Sin atreverme a citar el término `sinfónico´, sí que hay un halo de cosmicidad potentísimo con una voz que no sé si está llorando o meciendo a una estrella naciente en su cuna de meteoritos. La influencia Kraut es muy marcada, quizás de Klaus Schulze o los primerísimos (bueno, no tanto como el Electronic Meditations) de Tangerine Dream era Alpha Centauri. Esos toques de cuerda (no sé si algo así como una cítara), campanillas, los pequeños devaneos del saxo rayanos en el minimalismo y los potentes crescendos van alternándose con bajadas abruptas del sonido (fugas)... si logras vibrar en la misma longitud de onda, el resultado es sencillamente demencial.


A pesar de estar improvisado, y ser todo de corte experimental, no hay nada dispuesto al azar... o más bien es como si el AZAR hubiera inervenido para poner orden en el asunto. Hay un detalle que no puedo dejar pasar, y que a pesar que a casi nadie le va a sonar, hay determinados momentos en el que creo estar escuchando los fondos musicales (sin mantras por supuesto) del gran Craig Pruess en el clásico trascendental de culto Sacred Chants of Shiva. En el minuto 17 del primer movimiento hay un cambio extrañísimo, todo se torna oscuro como la noche de los tiempos y se abraza el Drone/Ambient más crepuscular y lisérgico apoyándose la voz en silbatos, flautas o vete a saber qué diablos... como estar metido en cuerpo y psique (alma) en el Cuarto Mundo de Jon Hassell.

El final del primer movimiento conecta con el inicio del corte de forma ourobórica, y a la vez da paso los siguientes 23 minutos con la presencia de un saxo procesado mediante Vocoder también usado para deformar las voces en determinados momentos. Lo Pasado copula con el futuro dando lugar a bastardos vástagos musicales que son sacrificados al Dios Éter. Contrariamente a lo que pudiera parecer, los elementos Folk son aquí más marcados si cabe aunque solo al comienzo... de forma sutil se va pasando a una larguísima coda Ambient hipnótica con puntuales apariciones de un órgano que recuerda muchísimo a Badalamenti. Glorioso epílogo para un final con el saxo en primer plano y clima de extrañeza onírica considerable.


"Movements III & IV" son otros 46 minutos devocionales. Captar los detalles es complicado pero la sobriedad del inicio es remarcable. Brilla la atemporalidad y si uno es abierto de mente, podría atar vínculos distópico futuristas con la brutalífica BSO de Blade Runner o bien retrotraerse a un apócrifo disco de Popol Vuh, Emtidi, Lord Krisna Von Goloka o qué se yo.... Steve Reich, Phillip Glass o la madre que me parió. Los experimentos vocales son arriesgados y la paleta expresiva más amplia si cabe... el tempo se abotarga a límites extremos, surgen angelicales cánticos (masculinos y femeninos); de forma abrupta (minuto 10), silencio de dos segundos y empiezan unas campanas y un órgano eclesiástico atravesado por instrumentos de viento y espaciadas notas de piano. 

Lo que sí es cierto es que escuchar esto en una sola sesión es duro y recomiendo partirla en dos para mayor disfrute. Aunque sea a veces casi imposible averiguar qué instrumento es el que está sonando (reitero que la argamasa está muy bien trabajada) es patente que todo es orgánico y no hay artificios sintéticos como esa maravillosa flauta que preludia el cuarto y último movimiento, el más variado, con más voces en vocoder, efectos de teclados cuasi alienígenas y énfasis especial en lo cósmico. De remarcar es que no es hasta el minuto 7 del segundo cd en el que entra algo de percusión en forma de Bodhrán (solo unos leves toques ojo lo cual es una pena porque por un momento parecía que fueran a entrar a terrenos Neofolk) para acto seguido meter detalles que parecen sacados de un Casiotone. 

Creo que UNITED BIBLE STUDIES hay que experimentarlos con calma y o bien esperar a que te cambien el estado de consciencia, o escucharlos con el estado de consciencia alterado (vía química o no, es tu elección). Por mi parte, una jodida genialidad la que ha editado PARIAH CHILD.

https://united-bible-studies.bandcamp.com/album/divining-movements


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