jueves, 10 de junio de 2021

SARMAT - "RS-28" (AUTOEDICIÓN, 2021)

Hoy nos vamos hasta Polonia, hogar de los Dioses VADER. La banda que os presento hoy se llaman SARMAT y toman su nombre del supermisil ruso (ICBM) RS-28 SARMAT (SATAN 2), auténtico supositorio de destrucción masiva. Así por encima, tocan un muy buen Black/Death quizás con un puntito a los God Dethroned, bajadas de tempo que remarcan muchísimo la brutalidad de los riffs (esto es marca de la casa Vader) y otros detalles que seguiré contando. Antes de entrar en berenjenales, bueno... decir que a pesar de que se ha lanzado una tirada de 500 copias del Cd, me mandan un Verbatim y la portada en una pegatina, rompo una lanza a favor de ellos y es que les falla el sello que iba a editarlo y deciden soltarlo en digital, no siendo hasta hace a penas unos días que por fin en Autoedición se marcan un Jewel Case con tirada de 500 copias y booklet de 12 páginas (y yo con Verbatim). Vaya, que he tenido mala suerte porque el CD luce muy pero que muy bien en las fotos que he visto.

Sigamos com SARMAT. El Death Metal polaco siempre ha seguido su propio camino y por tanto creado una pequeña escuela dentro de sí misma. Desde los Vader a los muy recomendables pero ya extintos Convent. Brutalidad malsana con un peso plúmbeo a lo Behemoth, que acaban siendo referencia inevitable a la hora de describir el sonido de una banda que mezcla muy bien el Death con el Black para hacerlos suyos y unirlos en un solo hilo conductor... es decir, en ocasiones en estas mezclas de géneros a priori antagónicos es bastante complicado `crear´ una sutil línea argumental sin asperezas, y en RS-28, que así se llama el álbum, se consigue y mucho.


Sigamos con la historia de la banda. Daniel Szzymanowicz (Calm Hatchery, Aggressor, Extremis Necrosis) y Krzysztof Kopczeński (Spirit Crusher, Carnes) forman la banda. Sus dos guitarras pronto son acompañadas con el batería de sesión Krzysztof Klingbein (Deathspawn) pero les faltaba unas buenas voces, que acaba aportando y de qué manera Łukasz Kobusiński (Mortis dei, Puki ´Mahlu); en definitiva, si buceáis por la web veréis que son músicos experimentados con dos décadas a sus espaldas en el metal extremo. El potentisimo sonido es puro Death polaco gracias a la mezcla y masterización en Santa Studio de Warsaw (sí, ese sitio con salas de conciertos que ya quisiéramos por aquí). Curiosamente, a pesar de que el metal extremo de raíz polaca tira del tema anticristiano (no hace falta explicar la razón), aquí la obsesión lírica va por temas bélicos y de verdad que os invito a echar un vistazo al citado misil y sobre la portada nada que añadir porque no he encontrado información al respecto.

No va a romper estándares pero vaya intensidad con la que comienza el disco. Doble bombo apretadísimo y un riff circular dan paso a una voz dentro de registros Black en "Coldgrinder". Blast beats que justo en la entrada de la voz caen a un medio tiempo machacón y con mucho groove donde pronto se salta a justo lo contrario, una voz guturalísima con riffs Black de guitarra y aroma a Bolt Thrower no solo en la música, sino en la capacidad de esculpir melodías como monolitos. Sigue el atmosférico inicio de "Evilution", eclosionando luego en fantásticos trémolos de guitarra mas las voces imperativas de Łukasz Kobusiński... lejos de quedar estáticos se revuelven y hacen que los temas pasen como un suspiro gracias al uso inteligente de la melodía y cierto coqueteo con el más pútrido Doom de la vieja escuela (en detalles, se entiende) y atentos a la épica melodía de la guitarra (con detallitos de teclado creando atmósfera muy de fondo si no me equivoco) al más puro estilo Intestine Baalism de sus primeros discos, inicios de Amorphis para los menos avezados. 

"The Shining of Oneiros" es un himno como la copa de un pino. Una manera de fundir estilos dentro de la brutalidad gracias al amplio repertorio que pueden dar dos guitarras en pleno estado de gloria junto a una voz que, como prácticamente todos los cantantes polacos, parece como si hubieran regurgitado las cuerdas vocales o las hubieran llevado más abajo hacia el hiato estomacal. Vader como referencias, pero con identidad, SARMAT lo van a tener fácil si siguen con este altísimo nivel compositivo y de ejecución. La batería, una auténtica bestia... orgánica, pesada y seca. Una de las cosas que más me gustan de este tipo de bandas es el groove pesadísimo, baste escucharse los toques iniciales de la homónima "RS-28" donde la voz va todavía un pasito más allá en guturalidad, cosa que junto a los riffs de guitarra a veces recuerdan a Morbid Angel. Técnica, la justa y suficiente para no aburrir y el resto de florituras para quien las quiera. 

Teclados introduciendo "Seeds of Uncertainty", de los cortes más melódicos del álbum y que mejor se beneficia del doble uso de las guitarras. La forma en que se vira hacia el Black es puro God Dethroned pero con parones de una efectividad sorprendente. Vuelta a terrenos cuasi doomy con "You Don't Live in My War" (fantástico el mini solo de guitarra) o al menos de una pesadez considerable de la base rítmica y fin de fiesta con las dos partes de "Blackout (Scenario for Tomorrow)", líricamente dedicadas a los desastres nucleares y ambientales de la tecnología moderna y creo que basados en la novela Blackout de Mark Eisberg, al menos la intro en polaco de la primera parte. En total, más de siete minutos que resumen la propuesta de SARMAT, que se han marcado un debut más que notable que termina como comienza, con el salvajismo y la crudeza del mejor Death pero sin denostar nunca la melodía.

https://sarmat1.bandcamp.com/releases

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