miércoles, 9 de septiembre de 2020

THE CEPI NOMADS + HIC - "CEPI MEETS HIC" (TORTO RECORDS TRT003, 2019)


Los amantes del Free Jazz y la improvisación libre deberían tener en cuenta al contrabajista Tommasso Rolando, con proyectos que abarcan desde el Jazz al Rock a la electrónica; bien sea acompañado de otros músicos como en la Orchestra Bailam o en solitario con (contrabajo/electrónica) en Stoni

Un buceo en mis estanterías refresca mi memoria. Tomasso aparece en la formación de los impresionantes Calomito del sello Megaplomp, cuyos discos Inaudito (2005) y Cane di Chiena (2011) me volaron la cabeza hace unos años. Os recomiendo encarecidamente que buceéis en el Free Jazz italiano a través de joyas como Calomito, Mondongo, Crap o Electrik Leak, y si os apetece dar el salto al impresionante catálogo de Rudi Records (Daniel Cavallanti).

Sin embargo, lo que hoy os vengo a presentar es a su muy recomendable sello TORTO EDITIONS, de reciente creación, y que tiene entre otras maravillas este The Cepi Nomads + Hic - Cepi Meets Hic, un disco enorme tanto en su realización como plantel de músicos. Grabado en La Claque, Teatro Della Tosse por Raffaele Abbate tras previa organización del evento por Barre Phillips y Tomasso Rolando, quien posteriormente mezcla en Studio Torto (Genoa). El toque final a la masterización lo da el afamado Udi Koomran en Tel Aviv (The Pergola) con currículum que abarca tantos nombres  importantes que da vértigo (Soft Machine, Yugen, Orphaned Land, Amygdala, Present, Shub Niggurath o los españoles October Equus). 

La edición se presenta en un precioso digipack con portada y diseño muy deudores de la estética de Esp Disk.

 
(Barre Phillips)

Antes de seguir, ahondemos en la clásica figura de Barre Phillips (27 de Octubre de 1934 en San Francisco, California), contrabajista en The Cepi Nomads que cuenta con una dilatadísima trayectoria tanto en discos quintaesenciales como Magick Brother (Gong), Up to Earth (Chris McGregor), What Comes After (Terje Rypdal) y un sinfín más. Funda en 2014 el European Improvisation Center y toca con músicos de la talla de Eric Dolphy, Jimmy Giuffre, Archie Shepp, Lee Konitz o Marion Brown

Sigamos. Según el libreto, CEPI es un lugar sólido localizado en el Sur de Francia y que simboliza la idea de Phillips acerca de la improvisación: flexible en cuanto a los músicos, pero no en la idea en sí. Por otro lado, HIC vienen a ser un grupo de estudio bajo la supervisión del saxofonista italiano Claudio Lugo (Dolmen Orchestra, Ensemble Dissonanzen, Picchio Dal Pozzo...). Estas dos fuerzas de la naturaleza, CEPI y HIC, conforman la friolera de 20 músicos que resumo aquí:

The Cepi Nomads
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Barre Phillips - Contrabass
György Kurtag - Electronics
Laurent Charles - Tenor & Baritone Saxophones
Lionel Garcin - Alto & Soprano Saxophones
Gérard Fabbiani - Bass Clarinet
Vlatko Kučan- Clarinet, Sopranino Saxophone
François Rossi - Drums
Emmanuel Cremer - Cello
Patrice Soletti - Electric Guitar

Hic
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Eugenia Amisano - Voice
Pippo Costella - Voice
Lorenzo Capello - Drums
Mario De Simoni - Classical Guitar
Marco Traversone - Electric Guitar
Giulio Gianì - Alto & Soprano Saxophones
Francesco Mascardi - Flute, Tenor Saxophone
Claudio Lugo - Soprano Saxophone
Pietro Martinelli - Contrabass
Tommaso Rolando - Contrabass
Tina Omerzo - Piano, Roli

(Claudio Lugo)

(Tomasso Rolando)

49 minutos divididos en diez partes donde interactúan veinte músicos enchufadísimos, respondiendo a esa brutal frase de "We Made a Big Circle, We Played with the Fire".  Se abre el disco  ("Part I") con detalles minimalistas de percusión, vientos y cuerdas contenidos abrazados por un piano anguloso pero flotante gracias al cual no perdemos pie en el maremágnum abstracto del inicio. Los contrabajos tocados con arco se acentúan con las notas más agudas del violín y las diversas ecolalias vocales de Eugenia Amisano y Pippo Costella. Tras un inicio silente rompe el tema en un crescendo bestial, mitad Spontaneous Music Ensemble por lo matemático, mitad tribalismo de la Art Ensemble of Chicago... a ésta precisamente recuerdan los soplidos sincopados de los saxos barítonos y la forma en que se alían en cascada con voces, percusiones de toda índole y un piano Sun Raniano (etapa Heliocentric Worlds).

Sin embargo, el conjunto flota dentro de esa marabunta británica en los siete minutos de la "Part II". Difícil no acordarse de Barry Guy o Evan Parker. El free jazz orquestal es dominio de Carla Bley, Keith Tippett o la Brotherhood of Breath de Chris McGregor, aunque bien es cierto que los detalles electrónicos en "Part III" le dan al conjunto un toque más bizarro. Cogemos algo de aire en el inicio de "Part IV" con la guitarra acústica subrayando los fraseos de viento, rozando lo modal pero con esas densas marañas del clarinete que suben el grado de humedad relativa tal y como Don Cherry lo hacía en su etapa de Codona... allí donde estaba dilucidando esa especie de World Beat asequible pero intrincado de la ECM

(Barre Phillips)

Si escuchas con auriculares te sentirás atrapado por una inmensa vorágine de sonidos que te llegan de los dos canales; susurros a lo Julie Driscoll , contrabajos en duelo y todo ese espíritu ancestral de la Sun Ra Arquestra de mediados/finales de los 60; una maravilla con la que hay que entrar con machete acústico para conseguir avanzar, sobre todo en los tres últimos minutos del corte. Sutilmente entramos en "Part V" donde se hacen amos y señores los contrabajos y la percusión. Cuerdas rasgadas, pulsadas, maltratadas y llevadas al límite en un ambiente de Música de Cámara sobria, meditabunda y oscura, a lo que ayuda esa asfixiante sordina mantenida de los instrumentos de viento.

Fabulosos los aires a Septober Energy de Centipede y Ark, ambos proyectos de Keith Tippett que contaron con un plantel enorme de músicos y que puede recordar en muchos instantes a este Cepi Meets Hic aunque bien es cierto que aquí hay poco JazzRock en sí. Me atrevería a citar más como influencia al Jazz Británico de los 60 a través de la figura de Trevor Watts y siempre en su etapa Pre Amalgam... es decir, los cinco o seis primeros discos de la Spontaneous Music Ensemble. Aun así, la flauta en "Part VI" y la batería van adquiriendo toques Swing primero y directamente Rock luego, con un excelente trabajo melódico de los vientos y piano que cual rubik van construyendo una melodía con extractos deslabazados. 

Un puzzle que se va juntando y que tiene su continuidad expresiva en "Part VII", Free Jazz pero con esa nota agresiva melódica del piano muy a lo Cecil Taylor. Impresionante el poderoso arreón final con todos los instrumentos trenzándose de forma salvaje y el lento fade out marcado por la percusión y la guitarra eléctrica elongándose hacia la corta pero apabullante "Part VIII"


Fin de fiesta con "Part IX (The Good Soldier)" bajando el tempo a una coda infecciosa, minimalista y anclada en la Improvisación Libre. Batería pseudo militar con hincapié en la caja, punzante e insistente contrabajo, guitarra acústica y una letanía de sonidos amortajados que se deslizan sin exabruptos. Siete minutos que cuando se unen a "Part X" a través del clarinete y la guitarra acústica te das cuenta que es como si hubieras escuchado una larguísima intro. El saxo tenor aparece aportando su candor melódico en contraste con un contrabajo rasgado en la parte aguda del mástil y un lento, difuminado piano con reminiscencias a Bohren & Der Club of Gore.

Grandioso. Recomendado para oídos exigentes.


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