"Paso por una calle y estoy viendo en la cara de los transeúntes, no la expresión que realmente tienen, sino la expresión que tendrían para conmigo si conociesen mi vida, y cómo soy yo, si se transparentase en mis gestos y en mi rostro la ridícula y tímida anormalidad de mi alma. En ojos que no miran, sospecho burlas que encuentro naturales, dirigidas contra la excepción inelegante que soy entre un montón de gente que hace y goza; y en el fondo supuesto de fisonomías que pasan, carcajadas de la tímida gesticulación de mi vida."
Libro del Desasosiego. Fernando Pessoa
I. TODO SUENA.
Estoy de acuerdo con todo eso de la Existencia No Percibida y aquello de "Si un árbol cae en un bosque y nadie está cerca para oírlo, ¿hace algún sonido?", jodido kōan/problema/paradoja Zen que es capaz de acabar con tu psique si uno no anda muy fino ese día.
Pero es que pasa una cosa con todo esto del Zen... (atribuíble también a "la luna no existe si nadie la está mirando" de Albert Einstein), y es que en los tiempos que me ha tocado vivir, no hay espacio libre que me lleve siquiera a plantearme algo así como que "no haya cerca nadie para oírlo"..... viene a ser como esas pelis de sobremesa donde un asesino cree que ha cometido el crimen perfecto y al final, por mal que le pese, siempre hay un maldito testigo. A unas malas, siempre nos queda reconstruir cosas o reinterpretarlas como en Baku: Symphony of Sirens... lo perdido se exhuma y se reinterpreta adquiriendo nuevas tonalidades. Un sucedáneo que rellena una pieza. Un empaste en la demencial dentadura de la Historia de la Humanidad.
Uno de los grandes problemas de la gentrificación es que la contaminación acústica reverbera/vibra/es generada a tan altas dosis que su radio/espectro de acción es duradero, y haya o no alguien para escucharla, SONARÁ. Y por tanto, si el puto árbol de las narices cae a día de hoy, estoy más que seguro que alguien lo escuchará o lo que es más plausible, alguien lo habrá grabado con algún tipo de tecnología sin haber tenido que estar presente. Ya sea una cámara, un satélite o un drone. Así que queridos y queridas, lo primero es que es casi impensable no visualizar el árbol; y lo segundo... seguro que algo lo habrá grabado, y si no ya invocaremos su sonido con una Ouija.
Estamos hablando por si no os habéis dado cuenta, del PROGRESO. Del maldito progreso y su sonido/posibilidades. Porque tal y como se expresa en el texto El Sonido de la Ciudad Automática que abre el libreto, mal que nos pese nuestra urbe es domótica y como ya no necesita de nuestras manos, vive sin vivir en nosotros... y todo lo que existe suena.
Ruido automático que se torna a ratos siniestro, a ratos asiniestrado.
II. GARACHANACHARAGA.
Y mira que te lo advertí. Al igual que el pionero Francisco López y su ruidismo entomológico, o Javier Piñango y Juan Antonio Nieto en sus prístinos cócteles molotov de sonido, Chinowski Garachana patrulla la ciudad con su proyecto TESLARADIO. Noisescapes se me antoja obra de arte en múltiples aspectos... ya no solo por su manipulación extrema de las grabaciones de campo, las torsiones imposibles fruto de su emético volcado al sonido (complejas interacciones con la realidad y mil recursos más); es que su acabado Arty remite al Futurismo, al Dada(ísmo), al panfletismo, al pantuflismo cívico y algo así como `constructivismo cañí´ (no sé si existe, que quede claro). Al final de esta reseña hay un enlace donde puedes profundizar en su figura si eres extraterrestre o has llegado aquí desde otra línea temporal distinta.
Como si de un Fanzine se tratara, destaca la fantástica introducción de Jacques Attali (Ruidos. Los Ruidos del Poder / Ruidos y Política. 1977) y un fantástico mini-panfleto de Eduardo Serrano llamado Ordenanza de Protección Acústica del Centro de Nuestra Ciudad, o esa nostálgica pseudo carta de suicidio urbano que es Noisescapes y el Mundo Nuevo que nos Espera Ahí Fuera por Marcelo Expósito y que se dedica a los añorados Antton Ignorant y Víctor Nubla. El resto es tan extenso que se me hace imposible de tratar aquí (Xoán-Xil López, Los Voluble, Marcelo Expósito, Maria Andueza, J.L. Espejo...); mejor os compráis alguna de las 50 copias que ha sacado OIGOVISIONES LABEL / EL SUEÑO DE TESLA.
¿Y dónde se mete todo eso?. Veamos: Díptico en papel de 250gr KeayKolour Tiza + cubierta/booklet en Nettuno Blue Navy 215gr ; 20 páginas de libreto (18x18cm) en papel Nilo Green, acetato impreso y un sobrecito negro para el CD, todo ello envuelto en una funda tipo 7" con la pegatina clásica de Oigovisiones Label. Todo esto se resume a la perfección diciendo que el diseño es de GRANBENGALA, para que veáis por dónde tiran las cotas de calidad del artefacto.
III. SÍNTESIS, PAISAJES, TÍMPANO-MASAJES.
Al collage dadaísta de voces en "Noisecapes" sigue la esquizofonía industrial de "Border". Golpes densos, impulsos desasosegantes sobre los que se despliega una letanía imperturbable de samples vocales e insertos de telediarios. La música, trabajada en alambique, es fruto de mezclar esos ambientes volátiles del Dark Ambient con bases rítmicas electrónicas. El ruido (blanco, rosa o marrón) es la argamasa que une los ladrillos de nuestra Urbe-Psique, plagada de callejones y que lentamente va dibujando un mapa en "Jerusalemer Strasse", pequeño puente hacia la combativa "Acoustic Mordor", algarabía infecta, pútrida y violenta de la ciudad en armas.
Esplendor Geométrico o Francisco López son una influencia. Orfeón Gagarin y Miguel A. Ruíz creo que también... así queda demostrado en la oriental "Zentropa". Metronómica, disruptiva y un puntito decadente pero sin llegar a la opresividad de los proyectos primitivos de Cold Meat Industry. "O Bonde Para Alfama" sigue esa misma línea; se emplea un esfumino sonoro que mezcla los ingredientes en un compost brillante, lúcido y perturbador si se escucha con auriculares. Si eres propens@ al nerviosismo te aconsejo que escuches Noisecapes en dos o tres sesiones separadas y si es `escucha consciente´ mejor.
Sigue "Lisboa Subterránea", uno de los temas más experimentales. Fantástica la deformación de la voz en portugués creando una letanía robótica de cariz religioso. Opresivo y malsano posee toda la fuerza marcial de la primera música industrial. Ecos a Cabaret Voltaire o Throbbing Gristle en sus primerísimos inicios, estoy seguro que haría las delicias masturbatorias de Crowley y Pessoa en su esquivo encuentro suicida en La Boca del Infierno.
Los 30 triposos minutos de "Tánger_Beirut" se meten de lleno en una mezcla de Noise y grabaciones de campo, vertebrado en cuatro partes diferenciadas. Una primera parte con subidas/bajadas de un suave magnetismo que lo impregna todo en un segundo plano al inicio pero que lenta e inexorablemente se abre paso como en un oleaje magnético. A los 18 minutos asistimos a un nuevo comienzo del corte... música Räi, ambiente de mercadillo y Beats bailables al más puro estilo Esplendor Geométrico de su etapa melillense (Sheikh Aljama o Arispejal Astisaró) conforman la parte más melódica y estructurada de los 78 minutos que dura Noisescapes. La tercera parte viene allá por donde cae el minuto 13, larguísimo fade out de Noise Industrial puro y duro rallano en el Harsh Noise Wall salvo el epílogo final tras el sampler vocal que dan paso a la cuarta parte. Abstracción árabe en un lúcido Corán Magnético plagado de Suras acústicos, sonidos de saxos en descomposición y regurgitaciones telúricas de dudosa procedencia. Sin duda, estos 30 minutos son lo mejor del disco.
"Fin de fiesta con "Las Máquinas También Lloran (Ruidos del Trabajo y Sonidos de Resistencia" y "Trainwaves" son dos odas a la era industrial donde lo que parece una máquina locomotora se acompasa a una exalación humana, pasos y otros sonidos con la misma cadencia, mientras la fantasmal "Espacio Público (Extracto interacción Túnel Mundo Nuevo" que por el título y los samplers me ha recordado a aquella famosa performance/interacción de Einsturzende Neubauten dentro de una especie de puente.
Perfecto el cierre con el remix de Structweird de "Border" dándole un toque onírico, orquestal y devastadoramente groovy. Lo dicho, TESLARADIO ha derribado un árbol y lo hemos oído. TODOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario