Su particular versión de las tonadas populares de su tierra es un compost a base de una original, delicada y sutil mezcolanza de psicodelia, folk e incluso free jazz, sin olvidar incursiones en la música brasileña, las jotas y cierta esencia a folclore vasco (no en vano otro de sus proyectos es RUFACA FOLK JAZZ ORCHESTRA donde aúna la música de los pirineos con el jazz contemporáneo). En cualquier caso, el eclecticismo es una de sus principales virtudes, y probablemente gente con prejuicios es mejor que se alejen de trabajos como éste.
Llegados a este punto, y aunque quizás me vaya un poco por las ramas, ciertos parecido capto con cosas aparentemente distintas a priori como los TARANNÁ de Sisu Coromina y su fuerte aroma laietano (además de la particular rendición pseudofolk que fue "Oda Al Folclore" con la Cobla de Barcelona), los más experimentales KAULAKAU (de Marc Egea y Vasco Trilla) o CATALEXI (Sergi Sirvent).
Pero no se me entienda mal, estoy hablando del "ALMA" de los proyectos sobre todo, aunque existan ciertos paralelismos estilísticos, está claro que de lo que aquí se trata es de rendir homenaje al folclore mallorquín, a sus bailes y danzas rituales... y como no, a su música. EL PARADO como danza ancestral preludio del bolero, el BALL DEL FANDANGO, LA JOTA, el BALL DE LA OFERTA durante el ofertorio de la Misa, la DANSA SO DE PASTERA, el COPEO o el BOLERO DE VESMAR...
Además, unos maravillosos y cotidianos samplers adornan los temas, haciendo que el disco adquiera el aspecto de una postal, estampa o recuerdo de un viaje nostálgico reforzado por ese curioso recuadro de la portada que parece invitarnos a recortar y pegar nuestra fotografía favorita.
Aunque la vanguardia barcelonesa era muchísimo más agresiva y en cierto modo inconformista, y aquí lo que prima es el folk, los medios tiempos y una delicada (aunque nunca sencilla) rendición sonora al costumbrismo mallorquín, en temas como este sale a relucir el tremendo ramalazo experimental de JOANA GOMILA FOLK SOUVENIR que es lo que verdaderamente me ha dejado encandilado.
"Tonada De Segar" es triste. Sobre el sampler vocal un piano hipnótico repite su letanía y arranca la voz de Joana, (con un timbre vocal que pone los vellos de punta) y cierto cariz a la canción protesta de Lluis Llach ("Campanades A Morts"). Mínimas percusiones se añaden al sampler del barrio del Raval de Barcelona, creando un conjunto nostálgico que prácticamente se une con la tropical "Ses Transformacions", con ecos a la música psicodélica brasileña en el orgiástico final.
Sobre una base más drone (sin llegar a extremos) se eleva la voz en "Tonada Des Ventar Damunt S´era". Un flujo ruidista que se va disolviendo en una etérea melodía con ecos a Bossa Nova o incluso a Vals perverso, en cierto modo erótico (o eso me lo ha parecido a mí), que acaba contrastando drásticamente con "Cancó Des Desbarats", otra perla minimalista guiada por voz, percusión y unas finísimas líneas de guitarra. Impresionante el MiniMoog emulando a una voz humana haciendo duetos con la propia Joana Gomila...
Los pastores y las ovejas hacen su presencia en la nana "Tonada De Sa Son", con un contrabajo tocado con el arco mientras las guitarras y el piano eléctrico sirven de guía a la aquí mucho más introspectiva voz de Gomila.
Un disco que me ha dejado con el alma pelada de carne como si fuese un puñetero cable de cobre en manos de un electricista. Ya digo que la base de todo ser humano es la misma, y ni de coña estamos fabricados de barro... si de algo estoy seguro, es de que estamos hechos de MÚSICA.
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