lunes, 4 de abril de 2016

EL TUBO ELÁSTICO - "EL TUBO ELÁSTICO" (AUTOEDICIÓN; VINILO + CD, 2015)


Otra vez nos situamos en Jerez de la Frontera. Hoy el motivo es estudiar el paso del sonido a través de un tubo preferentemente elástico, de tal suerte que espacio y tiempo se modificasen a la vez que se estira, aunque providencialmente, soltando los extremos, volviera a recuperar su forma. 

Así pues, si un sujeto en el punto A (un extremo del tubo), emite un riff de guitarra, el objeto del estudio es ver cómo se comporta el sonido mientras alargamos y encogemos el tubo y la longitud de onda sale en el punto B (el otro extremo).

El uso de esto será particularmente útil para entender el desarrollo de las jams instrumentales que componen la música de este grupo, a caballo entre el Space Rock, el progresivo más académico, y el Post Rock (esa gélida etiqueta donde meter todo lo que no se entiende). 

EL TUBO ELÁSTICO son:
Alfonso Romero: bajo y sintetizadores 
Carlos Cabrera: batería y percusiones 
Daniel González: guitarra y sintetizadores 
Vizen Rivas: guitarra y sintetizadores 


ALFONSO ROMERO en ESTUDIO 33 (MUSICAWORKSHOP) graba el disco, y RAFA CAMISÓN lo mezcla en ESTUDIO 79. Como si una carrera de relevos se tratase, posteriormente MARIO G. ALBERNI lo masteriza en los KADIFORNIA y ALEX LORENZO se encarga de vestirlo de gala con su espectacular diseño.

PANDORA se abre a modo de caja con toda una epifanía progresiva llena de detalles luminiscentes, caleidoscópicos y rozando el virtuosismo en ocasiones... pero no un virtuosismo frío y gélido, de esos que te meten en un trance de sopor del que es difícil de salir, sino más bien maestría y solidez en la ejecución de los riffs de guitarra, los cambios de ritmo del bajo, el uso inteligente de los sintetizadores y la permanente batalla percusiva a la batería. 

En cierta medida se recoge el testigo de la Neo-Psicodelia que tanto se estila ahora y que no es más que un "tubo elástico" del progresivo de toda la vida. Ago así como los PORCUPINE TREE o los proyectos en solitario de STEVE WILSON, pero sin la vacuidad de aquel (lo siento, no soy muy fan de Wilson).

El potentísimo y casi Funk inicio de CAMALEÓN me deja perplejo. Las guitarras siempre están inventando, y el fondo de teclados casi minimalista me lleva en ocasiones a acordarme del primer disco de KERMIT. A mitad de tema incluso juegan con melodías a lo Yawning Man, con esa forma de distorsionar la guitarra tan desértica y abrasiva. 

ISPRA I y II son medicinas sonoras que modifican los neurotransmisores. Calmos, meditabundos y mucho más introspectivos, bebiendo de eso que llaman Post-Rock y psicodelia y que inventaron los Pink Floyd bajo el efecto de vete a saber qué sustancias. En algunas partes se roza incluso lo progresivamente clásico de unos ALAN PARSONS PROJECT pero más divertidos y dicharacheros, todo hay que decirlo.


Fantástico el robótico y funkero ROJO, que quizás es cosa mía, pero por alguna razón se me vienen a la cabeza (sobre todo a partir del minuto 2 o así) a los GOBLIN menos cinematográficos y otros grupos de Prog italiano setentero. Capto cierto deje a película de videoclub en el trasfondo de teclados, no sé... porque en un momento me suenan a eso, y al siguiente parecen GUAPO o los MIASMA & THE CAROUSEL OF HEADLESS HORSES. La culpa de todo parece tenerla el bajo, tan endiabladamente interesante que podría tocar en cualquier grupo de RIO o ZEUHL.

En la misma línea sigue EL ENJAMBRE. Guantazos de Space Rock por todos lados... rock instrumental desértico mezclado con Ozric Tentacles y a ratos Rock en Oposición. Temazo.

Cierra su efervescente hit VAMPIROS Y GOMINOLAS. Si eres fan de estos estilos, que sepas que este grupo va a dar un pelotazo gordo, y las pelotas también son de goma y elásticas... sean de juguete, o sean bolas de pelos como las que me cuelgan, que también son para jugar pero a otras cosas.



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