martes, 12 de abril de 2016

SFS: THE RAGGING OF TIME - "SIMON H. FELL COMPOSITION Nº79" (BRUCE´S FINGERS 2015)


En Octubre de 2014 el prestigioso Marsden Jazz Festival decide conmemorar el inicio de la Primera Guerra Mundial con motivo de la importante relevancia de la tragedia en el mundo del Jazz. Recordemos que la primera grabación datada es de 1917 y las tecnologías emergentes en grabación y radio condicionarían enormemente el mundo de la música. El género queda de alguna forma encapsulado entre el inicio de la contienda y el desarrollo de esta, con todo lo que ello implica a nivel personal, político y social.

Es curioso como el Jazz se autofagocita en el mismo momento en el que se define. Víctima de mil y una cruzadas dinamitando el estilo tanto desde fuera (como la atosigante campaña de la US GENERAL FEDERATION OF WOMEN´S CLUB) como desde dentro (de tal suerte de que los mismos músicos se dividen entre tradicionalistas o amantes de Lo Nuevo, sea dicho término adaptable a cada una de las etapas evolutivas del género), el caso es que el Jazz parece morir en el momento en que se detiene su movimiento. El catastrófico evento bélico marcaría el inicio de una catarsis constructiva sobre lo viejo y destruido (es curioso el aire redentor de los grandes conflictos, y cómo marca culturalmente a una sociedad en espiral descendente hacia la negrura).

Volviendo al Marsden Jazz Festival, la formación de SFS en 2014 tocó esta impresionante COMPOSITION No. 79: THE RAGGING OF TIME del prestigioso SIMON H. FELL, revisionando en clave contemporánea los inicios del Rag, el Swing y en definitiva toda aquella semilla del Jazz primitivo. La formación se compone del propio SIMON H. FELL al contrabajo, PAUL HESSION a la batería, PERCY PURSGLOVE a la trompeta, ALEX WARD al clarinete, SHABAKA HUTCHINGS al clarinete bajo y RICHARD COMTE a la guitarra. La edición física de este artefacto es obra de BRUCE´S FINGERS y los 56 minutos de la obra se dividen en 3 temazos de larga duración recogidos gracias al programa JAZZ ON 3 de la BBC.


Los aires a Big Band clásica de los primeros compases de LEBAM LEBAM (UN CAUCHEMAR) nos ponen sobre aviso pero no nos advierte de la tremebunda descomposición a la que se someterá el sonido Swingero clásico en manos del sexteto. Es como descomponer molecularmente el Rag en Jazz contemporáneo, con todo lo que ello implica. Quizás no seáis conscientes de la grandeza de este trabajo al leer estas palabras (ya quisiera yo acercarme letrísticamente al nivel musical de esta gente), pero estamos ante una obra de escucha obligada para los amantes del Jazz. A pesar de los aires Free que empapan los temas, el espíritu del primer Jazz está ahí, y esto es quizás lo que mejor define a todo el trabajo... convertir lo viejo en nuevo y viceversa, de tal suerte que el resultado resulta tan fresco que asusta.

El bajo de FELL puede sonar tremendamente retorcido y anguloso en ocasiones, para a continuación atestiguar el Ritmo, el Swing o como se llame con una tremenda facilidad... bordeando el BeBop siempre que los vientos se lanzan a una suerte de fiero lamento contrapunteado por el bestial clarinete bajo de SHABAKA HUTCHINGS. La maestría de PAUL HESSION (que ha tocado con grandes figuras del Free como BRÖTZMANN, DEREK BAILEY, EVAN PARKER, LOL COXHILL o MARSHALL ALLEN) en tempos rápidos y lentos se une al particular ritmo que imprimen dos clarinetes y una trompeta, en el sentido de que todo queda afinado por lo bajo, sin las agudas estridencias de un saxo. Las partes más abstractas adquieren casi la angulosidad del Downtown, pero sin radicalizarse en extremo y sin perder el aire a Composición real de todo el conjunto.

El segundo movimiento lleva un ritmo más pausado y baladesco a pesar de un nombre como UNSTABLE CYLINDRICAL STRUCTURE. La entrada de la guitarra de RICHARD COMTE lleva el tema a una suerte de Blues "Cilíndrico" que se va emponzoñando de Groove sureño conforme avanza para luego detenerse todo y recomenzar un pulso de vientos con aires a música de Cámara por momentos. El final del tema remite al estribillo del principio cerrando magníficamente la composición.

Los 21 minutos de THE HUMAN OMELETTE (1926) son una delicia. Desde los arranques puramente Free (con toques a Jazz Británico por todos lados) hasta las partes más clásicas. Ecos a la forma de tocar de los combos de TREVOR WATTS en las partes más minimalistas y una suerte de Rag, Bop y Swing Bopero en las rápidas, con una banda terriblemente compenetrada que tiene que ser un espectáculo en directo... algo así como ELLINGTON meets AVANTBOP.

Poco más que añadir. Podría ahondar en los currículums de estos impresionantes músicos, pero para eso ya tenéis internet y esas cosas. Una adquisición obligada para los amantes de Jazz sin prejuicios.






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