"Brandon (Michael Fassbender) es un treintañero neoyorquino con serios problemas para controlar y disfrutar de su vida sexual. Se pasa el día viendo páginas pornográficas y manteniendo contactos con solteras de Manhattan... (FILMAFFINITY)"
Festival de Venecia: Copa Volpi al Mejor actor (Fassbender), Premio FIPRESCI
Premios BAFTA: Nominada a mejor film británico y actor (Fassbender)
Globos de Oro: Nominada a Mejor actor dramático (Fassbender)
Festival de Sevilla: Mejor director, mejor actor (Michael Fassbender) (ex-aequo)
Satellite Awards: 6 nominaciones, incluyendo mejor película y director
Independent Spirit Awards: Nominada a Mejor película extranjera
British Independent Film Awards: Mejor actor (Fassbender). 6 nominaciones.
Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor actor (Michael Fassbender)
Critics Choice Awards: Nominada a mejor actor (Fassbender) y actriz sec. (Mulligan)
Premios BAFTA: Nominada a mejor film británico y actor (Fassbender)
Globos de Oro: Nominada a Mejor actor dramático (Fassbender)
Festival de Sevilla: Mejor director, mejor actor (Michael Fassbender) (ex-aequo)
Satellite Awards: 6 nominaciones, incluyendo mejor película y director
Independent Spirit Awards: Nominada a Mejor película extranjera
British Independent Film Awards: Mejor actor (Fassbender). 6 nominaciones.
Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor actor (Michael Fassbender)
Critics Choice Awards: Nominada a mejor actor (Fassbender) y actriz sec. (Mulligan)
Hay ciertas películas que no dejan indiferente a nadie, y creo que SHAME es una de ellas. En primer lugar por lo arriesgado de su temática, y en segundo lugar por la forma de abordarla.
Su director, Steve McQueen, ya hizo un arriesgado trabajo en HUNGER (2008) sobre el tema de una prisión de máxima seguridad en Irlanda del Norte y la huelga de hambre de miembros del Ira en 1981 que desgraciadamente aún no he visto, cosa que intentaré solucionar tan pronto como me sea posible.
SHAME va por otros derroteros no menos polémicos: la vida y drama de una persona adicta al sexo que lo lleva a un punto de no retorno en su vida, llegando a perder el control y siendo incapaz de establecer relaciones normales con aquellos que lo rodean. Algo lineal en su desarrollo pero para nada aburrida, la película no está exenta de imágenes explícitas que pueden hacerla quizás un tanto extrema (con algún que otro giro muy deudor del cine de Haneke), sobre todo si no se está acostumbrado a este tipo de dramas, tan reales como la vida misma. Su protagonista está genialmente interpretado por un MICHAEL FASSBENDER en estado de gracia, con multitud de registros... desde su frialdad aparente a su dificultad para las relaciones interpersonales, un personaje lleno de matices y detalles, turbado y en ocasiones taciturno que ve como el control de su vida se va escapando poco a poco.
La particular y ambigua relación con su hermana también es destacable dentro de los detalles de la vida interior del personaje, que aunque no se diga explícitamente, se deja entrever que ambos provienen de una familia desestructurada (sin ser ello indicativo de la enfermedad del protagonista).
El film aun no recreándose en imágenes explícitas ni demasiados primeros planos, no está para nada exento de imágenes sexuales, resultando algunos pasajes algo tórridos por su contexto, frialdad y deshumanización.
Como nota curiosa la melodía de MY FAVOURITE THINGS en versión de COLTRANE que suena en un pub mientras el protagonista se encuentra "de caza"... muy sugerente.
En definitiva, un vivo retrato social y humano de las dificultades para socializarse de una persona enferma que ve como su vida puede convertirse en un auténtico calvario, y que nos muestra una faceta más del poliédrico ser humano. Plana en algunos tramos y falta de ritmo narrativo pueden ser dos de los principales hándicaps de la película, pero que quedan soterrados por la exquisitez de su conjunto final. De imprescindible visionado.
Su director, Steve McQueen, ya hizo un arriesgado trabajo en HUNGER (2008) sobre el tema de una prisión de máxima seguridad en Irlanda del Norte y la huelga de hambre de miembros del Ira en 1981 que desgraciadamente aún no he visto, cosa que intentaré solucionar tan pronto como me sea posible.
SHAME va por otros derroteros no menos polémicos: la vida y drama de una persona adicta al sexo que lo lleva a un punto de no retorno en su vida, llegando a perder el control y siendo incapaz de establecer relaciones normales con aquellos que lo rodean. Algo lineal en su desarrollo pero para nada aburrida, la película no está exenta de imágenes explícitas que pueden hacerla quizás un tanto extrema (con algún que otro giro muy deudor del cine de Haneke), sobre todo si no se está acostumbrado a este tipo de dramas, tan reales como la vida misma. Su protagonista está genialmente interpretado por un MICHAEL FASSBENDER en estado de gracia, con multitud de registros... desde su frialdad aparente a su dificultad para las relaciones interpersonales, un personaje lleno de matices y detalles, turbado y en ocasiones taciturno que ve como el control de su vida se va escapando poco a poco.
La particular y ambigua relación con su hermana también es destacable dentro de los detalles de la vida interior del personaje, que aunque no se diga explícitamente, se deja entrever que ambos provienen de una familia desestructurada (sin ser ello indicativo de la enfermedad del protagonista).
El film aun no recreándose en imágenes explícitas ni demasiados primeros planos, no está para nada exento de imágenes sexuales, resultando algunos pasajes algo tórridos por su contexto, frialdad y deshumanización.
Como nota curiosa la melodía de MY FAVOURITE THINGS en versión de COLTRANE que suena en un pub mientras el protagonista se encuentra "de caza"... muy sugerente.
En definitiva, un vivo retrato social y humano de las dificultades para socializarse de una persona enferma que ve como su vida puede convertirse en un auténtico calvario, y que nos muestra una faceta más del poliédrico ser humano. Plana en algunos tramos y falta de ritmo narrativo pueden ser dos de los principales hándicaps de la película, pero que quedan soterrados por la exquisitez de su conjunto final. De imprescindible visionado.
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