"En 1927, el Hotel Seven Doors (Siete Puertas) es el lugar de un asesinato, donde un grupo de hombres crucifican a un artista llamado Schweick, acusado de ser un brujo. La muerte del artista abre una de las siete puertas del infierno, las cuales se encuentran a lo largo del mundo y permiten que los muertos puedan traspasar al mundo de los vivos. Varias décadas después una mujer de Nueva York hereda el hotel y planea reabrirlo para fines monetarios. Pero los trabajos de remodelación activan el portal y pronto se ve enfrentada junto a un doctor del pueblo, a los muertos vivientes, el fantasma de un joven ciega que les pide que abandonen el hotel, un libro místico llamado Eibon que tiene las respuestas a los extraños acontecimientos, un niña cuyos sus asesinados padres se convirtieron en zombies y es poseída por unos espíritus, y Schweick que ha regresado como un maligno e indestructible cadáver que es controlado por las fuerzas sobrenaturales."
THE BEYOND, segunda parte de una "trilogía" que se completa con CITY OF THE LIVING DEAD y THE HOUSE BY THE CEMETERY (AQUELLA CASA AL LADO DEL CEMENTERIO, uno de los títulos más geniales que se han puesto en una cinta de terror) es un film de culto del emblemático director italiano LUCIO FULCI, todo un referente en lo que a terror italiano se refiere. Sin querer entrar en la vida y obras de tan magno director (de sobras conocida), nos centraremos en un análisis superficial de una de sus obras cumbre, THE BEYOND.
A pesar de su guión totalmente inconexo, de sus giros totalmente inadmisibles (cinematográficamente hablando), y de todos los excesos habidos y por haber propios del cine de terror italiano (diálogos imposibles, gestos forzados, resoluciones inauditas...), THE BEYOND resulta toda una delicia para los amantes de estas aberraciones fílmicas. Rodada cual videoclip ochentero con la música del no menos genial FABIO FRIZZI, en la película se van sucediendo una tras otra imágenes violentas de gore a la vieja usanza... ese de látex, higadillos y toneladas de sangre, sin postproducción ni idioteces varias. No en vano la película se censuró en su día y gracias a algunas recuperaciones posteriores podemos disfrutar hoy de su metraje original. Abundancia de primeros planos cual spaguetti western de Leone, ecos al cine de Romero por doquier, toques del cine de terror sobrenatural, unas migajas del género de exorcismos y películas apocalípticas... vaya, toda una amalgama perfecta que funciona como un reloj, marcando sus tiempos a golpe de asesinato hasta el desenlace cuasi onírico final... una pasada. Desde sus primeros minutos rodados en sepia sabemos que se cuece algo distinto, con la impresionante escena de la tortura del pintor, magistralmente rodada. Luego quizás el ritmo se vuelve algo repetitivo pero todo resulta un espejismo porque en pocos minutos seguirá la vorágine de sangre... FULCI en estado puro.
Destacar la escena en la que la protagonista le dice al médico protagonista algo y él le dice que no puede hacer nada, que sólo es un simple médico... y acto seguido entra en su consulta y de un cajón saca un pedazo de pistolón bestial... (y eso que es un simple médico). Poco más que decir de todo un clásico imprescindible del género, que ayer visioné y disfruté como si fuese la primera vez que lo viese. Imperecedera y entrañable como pocas, lástima que las nuevas generaciones prefieran las sempiternas sagas de SAW o los tropecientos DESTINO FINAL antes que revisionar estas antiguas y auténticas joyas del cine mediterráneo.
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