viernes, 10 de febrero de 2012

SHIBUSA SHIRAZU ORCHESTRA - SHIBUBOSHI



Si hay algo que define a los japoneses en su forma de abordar la música en todas sus vertientes es su infinita pasión por lo que hacen. Expertos en el campo de dar una vuelta de tuerca a todo lo que se les cruza por su camino, es encomiable pues su increíble capacidad para la técnica y para hacer fácil lo que a veces y a priori resulta prácticamente imposible. No suelen ser pioneros pero ni falta que les hace... desde la experimentación más loca de la psicodelia japonesa hasta el pop edulcorado digno deudor de los BEATLES. Es curioso también la gran facilidad que tienen para lo rocambolesco, lo paródico, el ruidismo y la pura experimentación, de hecho el mismísimo JULIÁN COPE en su JAPROCKSAMPLER marca la Segunda Guerra Mundial como un acontecimiento que marcaría a toda una nación en todos los aspectos de su existencia, incluida la música.

SHIBUSA SHIRAZU ORCHESTRA es un poliédrico combo de free jazz (por decir algo) con el espíritu de una añeja BIG BAND norteamericana, la capacidad para el histrionismo y el teatro de los bailarines BUTOH (con raíces tanto clásicas como modernas) y mucha, mucha mala leche. Formados en 1989 y con la batuta mentora de DAISUKE FUWA, no escatiman en añadir elementos de rock a su música e incluso unos ramalazos psicodélicos muy presentes en el disco que nos ocupa: SHIBUBOSHI.


SHIBUSA SHIRAZU ORCHESTRA rondan la veintena de músicos como media, unas veces más, otras menos, y entre sus músicos militan o han militado personajes de la talla de Hiroaki Takayama o Takeshi Shibuya. Violines, flautas, saxos, trompetas, clarinetes, guitarras y todo lo que se te ocurra, incluidos instrumentos tradicionales japoneses se unen a la fiesta, porque si hay algo que define a esta banda es el espíritu festivo (que no alegre ni dicharachero) de sus composiciones.

Y es que lo mismo se marcan un tema de marcado carácter espacial y místico, que arrancan con ritmos cuasi balcánicos en una puñetera orgía sónica de capas superpuestas donde es difícil no perderse o quedar exhausto. Ahora bien, en su música no suena nada artificioso, fuera de lugar o "de relleno"... y es que a pesar de darle bien duro al Free Jazz en la mayoría de los temas, los músicos están tremendamente compenetrados y funcionan tan a la perfección como un puño americano en las manos indebidas de un maleante.


En medio de todo, bailarines, danzantes, bufones y me extrañaría que no hubiese alguien vendiendo almendras, tal es el espíritu festivo de la banda (concebida por y para el directo).

SHIBUBOSHI es su octavo álbum (2004), y cuenta con la particularidad de contar con la presencia de MARSHALL ALLEN, MICHAEL RAY y ELSON NASCIMENTO, todos ellos míticas figuras en torno a la no menos demencial SUN RA ARKESTRA, y es que volviendo al principio de esta crítica, no puedo quitarme de la cabeza la capacidad de los japoneses de copiar una fórmula y darle su propio empuje de originalidad.

Evidentemente, la SUN RA ARKESTRA y sus múltiples variantes marcó el inicio de todo este tipo de combos locos de free-jazz, y es que difícilmente se imagina uno la existencia de SHIBUSA SHIRAZU ORCHESTRA si el extraterrestre de SUN RA no hubiese experimentado con los teclados y otros cachivaches a lo largo de casi cuatro décadas. Una prueba de ello es el tema corto QUASAR a cargo de KATO TAKAYUKI, que hace sonar su guitarra con múltiples efectos, reverbs y todo lo que se le ocurre para emular un tema típicamente SUNRANIANO (de hecho, cuesta imaginarse que es una guitarra; he tenido que consultar el libreto para cerciorarme).


En el disco se rinde homenaje a dos de las piezas más conocidas de la SUN RA ARKESTRA: IMAGES y (cómo no), SPACE IS THE PLACE, que suena menos FUNKY que la original pero mucho más esquizofrénica y acelerada. Curiosamente, los músicos de la ARKESTRA no tocan en ninguno de los dos temas, dedicándose a participar en el resto de temas compuesto por SHIBUSA SHIRAZU.

¿Destacar un tema por encima de otro?... harto imposible. Desde temas que parecen estar producidos por el mismo RUDY VAN GELDER de BLUE NOTE (la verdad es que SHIBUSA SHIRAZU a mi humilde parecer, suenan más clásicos en algunos temas de lo que a priori pudiera parecer), hasta otros de corte mucho más experimental, espaciales e incluso coqueteando con la psicodelia y el jazz-rock.

Sin ir más lejos, el quinto tema AKKAN suena como si a Morricone le hubiera dado por el jazz y hubiese nacido en el lejano Oriente, con ese tremendo sonido de fondo emulando al HARMONIUM hindú que incita a la contemplación interior (hasta que entra la batería y los saxos se vuelven locos, claro). Impecable presentación a cargo del sello CHITEI RECORDS y la verdad sea dicha, por tema de conversión de yenes en euros, un poquito difícil y caro de conseguir, ya que no cuentan con distribución Europea.

¿Todavía no te has convencido?... lo harás cuando los veas tocar en la verbena de tu pueblo...


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