Los antropólogos Graeber y Wengrow postularon contra todo pronóstico un más que plausible nuevo rastreo del pensamiento desarticulando las férreas líneas instrumentales y discursos dogmáticos en los que el hombre primitivo era poco más que un ser violento y sin cultura. Su libro El Amanecer de Todo se coló en la lista de Best Sellers con un brutal mamotreto que arremete contra todo, incluido el academicismo y no tengo más remedio que recordar cómo fue ninguneado el yacimiento de Atapuerca por los antropólogos y estudiosos franceses que veían al hombre primitivo incapaz de realizar pictogramas que denostaran sensibilidad cultural y por tanto tachándolo todo de fraude. Mientras más nos adentramos en el inicio de los tiempos menos comprendemos, más hay que reescribir y menos creíbles nos resultan los juicios (a veces incluso de valor) de antiguos especialistas.
Cuando leo la dilapidaria frase `Antes de comenzar a pensar en eso, debemos preguntarnos... ¿cómo las cosas llegaron a torcerse tanto? ´ levanto una media sonrisa y sigo asentando mis posaderas en mi firme creencia de que hay algo a nivel espiritual, social y biológico que hemos defecado una enorme hez sapiencial y la hemos dejado secarse en una cuneta del tiempo conforme hemos ido ganando en prepotencia. El nivel de prepotencia ha subido, bajando exponencialmente la capacidad de soñar hasta el punto de que simbolismo, artes y mitología en el Kali Yuga actual se reduce a compendios vacuos como `Homo Sapiens´ de ilustres triviales como Yuval Noah Harari, mastodónticas obras de ingeniería que más pronto que tarde se ven metastasiadas por el `cáncer de la piedra´ y a nivel político cuesta distinguir entre `ciencias políticas´ y `artes circenses´. Para poder siquiera empatizar con nuestros Antiguos Hermanos no nos basta con hacer traducciones de sus litografías e idiomas, transcribir sus epopeyas y creer que ese Eterno Retorno de la tríada Osiris, Horus y Seth responde a una simple observación del crecimiento o decrecimiento de las aguas del Nilo.
Para poder empatizar con nuestros Antiguos Hermanos hay que yacer en el diván Junguiano Psicoanalítico del Animus - Anima y traspolar cada palabra, dibujo y recuerdo a la siempre endotérica malla incognoscible del Recuerdo Atávico. Desarrollo de Ciudades y Estado respondiendo al egalitarismo y parafraseando a Graeber y Wengrow cuando dicen `Los orígenes de los estados modernos son más superficiales que profundos y se deben más a la violencia colonial que a la evolución social´ nos vuelven a poner en esa senda perversa en la que quizás la historia está mal contada `a conciencia´ y que error tras error en la matriz hemos usado el Poder como arma de esclavitud activa. Vuelvo a escribir: `¿Cómo las cosas llegaron a torcerse tanto?....
Todo esto o nada a nivel contextual en la nueva y descomunal obra sonora del interesantísimo proyecto astur YÜNKLAZ II tras aquel impresionante Ein Deutcher Herbst (Grabaciones Autobombo) del año pasado y que tras un larguísimo periplo en cinta magnética decide poner algo en formato CD. Antes de nada os recomiendo visitéis en enlace que os he dejado para que vayáis tirando del hilo genealógico de Yunclas y no hacerme repetir por aquí lo que vengo contando desde hace varios años; desde la gestación de Grabaciones Autobombo a cosas tan rompedoras como Luddita, la colaboración con la bailaora flamenca Ana Arenas.
Resumiendo, El Amanecer de Todo es compuesto, grabado y producido por Yünklaz II entre Marzo del 2023 y Abril del 2024 editándose en formato digipack con diseño de Espacio Interior. A nivel sonoro es tan apabullante en calidad que cuesta creer que no hay sellos de por medio sino una labor artesanal anticapitalista en la que destaca el persistente, mántrico e hipnótico yunque de una guitarra anclada tanto en la Kosmische más pastoral y Krautrock como en el Progresivo más oscurantista, pasando por supuesto por el lanzallamas de fuego romo-sucio de Les Rallizes DeNudes. A nivel patrio no puedo dejar en el tintero a los añorados Traummaschine o Beiruth o los olvidados Fooz, Mater Dronic, Fuzz Machine y muchos más espéculos sonoros que intentaron abrirle el Ojo del Culo al mismísimo Cosmos en la Colonoscopia espacial más salvaje que se pueda recordar en nuestras fronteras (y siempre a contracorriente y sin el beneplácito de la obtusa crítica musical necro Hispana). Dadme la mano, que nos vamos de viaje:
Abre el disco "El Amanecer de Todo" con una gigantesca línea fuzzera plagada de pedaleras que caracolea en un psicótico riff arabesco arrebolado de percusiones tribales recordando con mucho a toda esa soflama social y comunal de Alemania en sus postrimerías setenteras. Para que os hagáis una idea, es el equivalente musical a estar observando sin parpadear el efecto acuoso de las ondas de calor sobre el alquitrán de las carreteras desérticas. Efluvios sonoros a Kalacakra, Radio Noisz Ensemble, Faust, Amon Duul, Siloah y toda una panoplia de oscurantistas rastreadores espaciales a los que el sonido de YÜNKLAZ II sin duda recuerda. "El Amanecer de Todo" es un cántico instrumental (excepto samplers vocales) a la desesperanza, con toques de electrónica (no sé si a través de pedaleras o sintes) que vibran en esa misma longitud de onda mántrica del Tamboura, la Shruti Box o el Harmonium. Cuando se acelera el tema allá por el minuto 5 la guitarra se enclava en Orión con toques a mitad de camino entre el bestial disco Uriel de Arzachel (1969) y los mediúmnicos Yawning Man. Alucinante y embriagador rock espacial como hacía muchísimo tiempo no escuchaba. Obsesiva, mayestática y catedralicias percusiones repetitivas (sin llegar a lo motorik) en puro, duro y genuino Hard Heavy Psych.
Sigue "Ciudades Imaginarias" algo más bluesera. La guitarra se sale nuevamente del tiesto en una nana cósmica con trabajadísima base rítmica que por poner un parecido me trae a la cabeza a mis amados Lubianka. Fabulosa la manera en que se va todo barroquizando en una estructura nada convencional (medio pastoral, medio western). "Teotihuacán March" es un desparrame con toques a Hawkwind (esos ruiditos de fondo) pasados por un filtro ultra lisérgico. Es la caza del Hongo Salvaje y la comunión del Peyote y la Ayahuasca en un elongado fluir de notas de guitarra en cascada que no parece tener fin. Una de las principales virtudes de El Amanecer de Todo es que es jodidamente difícil de etiquetar; la suma de estilos es tan fluída que todo suena fresco a la par que añejo... batidora de Vanilla Fudge, MC5, Blue Cheer y Dungen con unas afinaciones de la guitarra tan agudas en su parte final que se funden con la dulzura tímbrica que podría tener una flauta.
Uno de los cortes más alucinantes es "Göbekli Tepe´s Organization" que transcurre en una línea que puede recordarte a Popol Vuh en sus inicios aunque más rockeros con algo de Ash Ra Tempel (Seven Up con Timothy Leary). No lo he comentado hasta ahora pero es imposible no acordarse también de la psicodelia turca de Edyp Akbayram o Erkin Koray, auténticos maestros en el arte alquímico de convertir la música en plomo y mercurio fundidos. Burbujas y peta zetas que al estallar crean la impronta de Cosmic Jokers, Sergius Golowin o Witthüser & Westrupp en esa entradilla campestre con olor a estiércol de "Jardines de Adonis" que es tan experimental como adictiva en su trabajada mezcla de Country y Kosmische (la sinusoidal coda resonante que se consigue con la guitarra emulando a un salterio/santoor es excelente). Apabullantes capas montadas en un puzzle Kraut ribeteado de poliédricas notas en espiral que se desarrollan y vierten al aire como el humo de un pebetero.
Con "Ukkin" se roza la épica en un corte que se va tiñendo de cierto cariz Prog y psicodelia de alta alcurnia con retaguardia motorik... y atentos a las percusiones hindúes y a la subida de tempo al más puro estilo de los proyectos más locos y postreros de Daevid Allen. Me voy quedando sin palabras para describir esta genialidad de disco que se lleva por delante a la gran mayoría de productos actuales que dicen etiquetarse con la palabra `psicodelia´. Mientras cientos de ediciones en fastuosos vinilos salen al mes, YÜNKLAZ II pasará desapercibido por la crítica de postín. Todavía queda tiempo para los ritmos selváticos a lo Embryo con "Poverty Point" y la redención crepuscular de "Cnosos" que suena mejor que los millones de grupos que intentar emular el sonido Palm Desert.
Hazte un favor y píllate uno de los mejores discos del año y de la década. No lo digo yo, lo dice CristHorus.
https://grabacionesautobombo.bandcamp.com/album/el-amanecer-de-todo