jueves, 9 de febrero de 2023

Einar Død - "DEN SVARTE KRYPTEN" (ASTRONOMY RECORDING MUSIC ARMCAS002, 2023)

Einar Død es un proyecto de Dungeon Synth y Ambient que debuta con su primer trabajo Den Svarte Krypten, y que engloba en sus filas a Javier Miranda (teclados y composición) e Iago Méndez (teclados, arreglos y artwork). Bien... vamos a deshuesar por partes. A Miranda ya lo conocemos de trabajos electrónicos bastante eclécticos reseñados por aquí como Mirror Games (2020), Strange Imperfection (2021) y Doppelgänger (2022). En bandas formó parte de los primerizos Kalte Sonne y bueno, en estos trabajos en solitario denota un despliegue de estilos bastante ecléctico que pueden ir del mismo Ambient al Space Rock o incluso el Metal en varias vertientes. Por su parte, Iago Méndez también lleva un buen puñado de años en el candelero, llevando el sello Astronomy Recording Music y que sacaría Split con Miranda que podríamos situar como `precuela´ o antecesor del trabajo que hoy os presento.

Rompiendo totalmente con lo anterior pero usando los ingredientes propios de la electrónica se consigue en esta maravillosa cassette limitadísima a 15 copias todo lo que el amante del añejo Dungeon Synth busca; es decir, como si en una caldera metiéramos el fúngico verdor mate del Black Metal junto a la electrónica más oscura perteneciente al Dark Ambient. Dejándola a fuego lento se macera y surge un sustrato `Lo Fi´ cuando es necesario, a la par que poderosamente minimalista de notas por lo general poco dadas a barroquismos y sí a la simpleza repetitiva e hipnótica. Un estilo en el que otrora fue dueño y señor el Midi y cuyo principal atributo es el de EVOCAR. Imposible no citar un pelín del Burzum carcelario, esas intros imposibles de los Summoning o viejos Pazuzu, los parajes caleidoscópicos de los finlandeses Jääportit o lo que son los abuelos de esto pero por otras vías, Tangerine Dream, Klaus Schulze (básicamente la Kosmische alemana) y toda esa caterva que influenciaría a Mortiis. Al fin y al cabo, prácticamente casi que todos los grandes popes del viejo Black Metal han tenido sus coqueteos electrónicos... escúchese los Neptune Towers de Fenriz por ejemplo.

Bien, sin querer ahondar demasiado porque nos tendríamos que ir hacia el Post Punk o el Industrial, nos quedaremos en un término medio que es el de lo épico. Solo hay que ver la portada a lo Hero Quest, Dragones y Mazmorras y los juegos de cartas de Magic. Hablaba arriba de que el Dungeon Synth es EVOCADOR y para ello busca la complicidad del oyente para meterse dentro de submundos olvidados, Hiperbóreas decrépitas, Atlantis sumergidas o mazmorras olvidadas al amparo de obsoletos hongos luminiscentes. Así se puede definir esa apertura maravillosa y crepuscular de "Blood Axes Off in the Distance"; pátinas espaciales con percusiones machaconas y ese soniquete particular del Dungeon Synth que parece mitad piano, mitad celeste. Correoso, lento y pegadizo va avanzando a ritmo de bombo y múltiples instrumentos sintéticos (otro de los elementos claves para que el Dungeon funcione). Siguen los aflautados compases de "The Sorcerer's Voice", cuya melodía acampanada principal obsesiva es una delicia, aunque pronto entren pasajes más pastorales que me traen a la cabeza a los Summoning pero sin el Black. Me encantan esas percusiones que parecen vibráfonos de estalactitas.

"Sylborn, the Ancient Predator" juega a varias bandas entre una guitarra acústica, secuencias de notas en cascada y algunos sonidos en la retaguardia. En conjunto hay pasajes que resultan bastante experimentales por lo atonal o quizás es justo lo contrario, se les ha llevado a una simpleza tan extrema que están sostenidos solo por un leve andamiaje sonoro (en el buen sentido). Muy buena la parte en la que entra el sampler de batallas y la percusión de guerra. Es curioso pero no es un corte que suene realmente a Dungeon Synth.... es quizás más progresivo de lo que a priori pueda parecer, cosa que contrasta con el sí mucho más de libro "Landgrave Gallien", cerrando la Cara A y que podría haber firmado el mismo Vikergnes... letánica muestra de cómo hacer música depresiva, contemplativa y arrebatadora en su sencillez. 

La Cara B se abre con la intro "Gaze Into the Crystal Ball", puente hacia "Whispers From the Constellations"; toda una oda a la épica, repetitiva y circular repitiendo el motivo melódico `ad nauseam´ como si de un score cinematográfico se tratara y creo que con un bajo subrayando algunas partes. "Her Ionae's Call" tiene otra de esas facultades del buen Dungeon Synth y es que según se mire puede EVOCAR al pasado o a un retrofuturismo híbrido (con esos toques del Synth Wave pero sin moduladores). Dicho de otra manera, la imagen de un viejo bosque nevado compite con la de un invierno nuclear y una ciudad en abandono radioactivo, al margen de que algunos pasajes podrían entrar en The Beyond de Lucio Fulci. Eso sí, los samplers de caballos y vida cotidiana ancestral no dejan lugar a dudas del pasado ignoto por el que nos movemos.

Fin de fiesta con la bombástica "Danse Macabre in the Autumn Mist", donde todos los ingredientes previos se unen en una sublimación del sonido que propone Einar Død. Una fascinación por el propio pasado... haya o no haya ocurrido este en la realidad. Muy buena la parte en la que el piano se queda casi solo con una especie de grave nota sostenida de fondo, para luego volver a entrar la percusión marcial y acompañarnos, otra vez con toques de bajo, por el camino iniciático del Héroe. Clímax final con sinfonismo Synth procesionario y ganas de ver la continuación de esto.

RECOMENDADO.

https://astronomyrecordingmusic.bandcamp.com/

1 comentario:

  1. Pues coincido plenamente contigo, Coronel (soy Edu Malavida) . Es un disco que, de algún modo, me ha calado. Y ya en su día lo primero que le comenté a Javi (soy también el afortunado poseedor de una de esas 15 cassettes) es que todo el álbum es EVOCADOR. Y para mí no sólo se trata de evocación de un algo pretérito, casi atávico (sin hacer de menos a la idea de la evocación de lo retrofuturista, por supuesto), sino asimismo, en un plano más prosaico, de la evocación de una parte de mi juventud que también disfruté muchísimo, determinados juegos de ordenador, por descontado, pero a la par películas y lecturas y fantasías propias. De hecho, esta cinta habría sido una banda sonora perfecta para aquellos momentos.

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