Segundo largo de LEPROPHILIAC tras el descomunal Necrosis de 2019 que por cierto aprovecho para volver a enlazaros y leeros la entrevista que bajo mi punto de vista no tiene desperdicio (bueno sí, quizás las preguntas son desperdicio, pero las respuestas son brillantes). Mientras tanto, una panoplia de Splits y Eps han hecho más corta la espera y sido antesala de este apabullante nuevo disco recien salido de la trituradora de carne. Si me apuráis podría terminar la reseña y haceros la vida más llevadera diciendo que Gein es un genuino álbum de Old School True Crime Death Metal y punto... pero claro, perdería mi credibilidad si es que alguna vez la he tenido. Dopi (no creo que hagan falta presentaciones) se encarga de guitarra, bajo y voces mientras que Suici sigue a la batería y voces. Coroneli, que soy yo, reseña.
El resto de temas técnicos se va para la grabación en Treboada Studio (Paco `The Maggot´ Liaño) mientras Nor Prego hace la excelente portada, la contraportada es una foto de la `casa de la risa`. Así para inspirarse parece ser que se drogan levemente mientras todos ven en bucle el homónimo film de Chuck Parello (2000) y ese film de culto que es Deranged (Jeff Gillen / Alan Ormsby, 1974)... además de toda esa larguísima lista de trabajos audiovisuales del `truecrimininólogo´ Harold Schechter. La edición en todos los formatos posibles corre a cargo del sello americano Rescued From Life y no sé si alguno más para el resto de distribución europea (reconozco que tendría que haber investigado y soy un flojo, pero es que este texto no tiene subvención del gobierno).
En este preciso momento llevo ya un montón de escuchas y me cuesta decidirme si Gein es superior o muy superior a Necrosis. Lo que a priori en un primer tramo de los 34 minutos pudiera parecer un disco de Death Metal a la vieja escuela va mutando hacia un impresionante colofón final con la cover "Like Rats" de Godflesh que quita el aliento. La maestría de Leprophiliac es la de gente involucrada en el Death Metal desde hace tanto tiempo, con las ideas muy claras y, afortunadamente, usando el genuino blanco y negro ya no solo para el artwork, sino para las sensaciones claustrofóbicas que te deja el disco. Sonido plúmbeo y pesado el de la grabación mientras las letras te van narrando como un Necro-Bardo las tribulaciones de (se quiera o no) un icono Kitsch ya donde los haya.... don Edward Theodore Gein.
Intro cinematográfica y televisiva (vaya, como hacían los Mortician) ocupando los primeros segundos de "The Plainfield Ghoul", con magnífico doble bombo de la batería y un pérfido riff de guitarra de esos que no invitan a nada optimista. Se va perfilando un asalto de Death Metal a la vieja usanza con compacta base rítmica y uso melódico incisivo de la guitarra... vaya, un quebranta cervicales a la vieja usanza con voces ultra guturales de esas que se ejecutan con con gargantas erosionadas. Hago un inciso porque las voces que se escuchan en Gein son de alta alcurnia; sumidas dentro del ominoso espectro del Brutal Death (Suffocation) y ese toquecito a `suspiro´, `susurro´ o como queráis llamarlo que aporta melodía (es un instrumento más) y inteligibilidad. El conjunto me trae a la cabeza a los primerísimos Avulsed aunque tildados con Bolt Thrower, nacientes Asphyx, Morbid Angel y los Incantation.
Intrincada y sibilina resulta "Matriarch of Desolation", (con su toquecito a lo Obituary) subiendo más el tempo sin perder esa idiosincracia ultra efectiva del crudo, viejo y directo Death Metal sin concesiones. "Deviant" hace lo propio con voces más rasgadas que (ya lo dije en Necrosis), transitan ese maligno estatus del primer Death y Black griego (vaya, me dicen que es un tema apócrifo de Passage to Arcturo y me lo creo). Muy buena melodía puente de la guitarra tan épica como cagar en la nieve (vale, he escrito la frase y a posteriori leyendo las letras: `all i see is snow / surrounding this house´). Sigue el ritmo Doom / Death de "A Fratricidal Conflict" que me reafirma en que la mitad del metal que hoy conocemos como tal no existiría sin los Celtic Frost. Vale que puedas darle opresión y elevarlo a las cotas de Bolt Thrower pero esa manera de parar el ritmo y mecer la guitarra (al menos en este tema) es del señor Warrior.
Ojito al agónico grito de "The Spotless Room" con ciclópea presencia otra vez de la base rítmica, rápidas guitarras y una abrupta, acojonante letanía Doom a lo Forest of Equilibrium... y es que los ingleses entendieron a la perfección antes de que llegaran los 90 que si bajabas el ritmo el hueso sufría más y la carne se despegaba con más fluidez de los huesos; la linfa se congela en un pútreo instante y el líquido cefalorraquídeo sube a presión configurando ese glorioso e irrepetible Doom / Death inglés (los nombres ya los sabéis). Pero uno de los grandes aciertos de Leprophiliac es crear su esencia sin anclarse en sonidos y escenas, uniendo el bagaje propio con todo lo que te puedas imaginar para que en un solo tema suenen cosas tan dispersas como Obituary o Carnage. Vamos por la salvaje "Creepy Dismal World" o ese puñetazo Grind bastardo de Grotesquery Reliquiary que, por favor, os recomiendo leáis las letras mientras la escucháis (pegadiza como el tegumento de las tripas). De premio nobel para arriba:
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