"As the Fragments Come Together
I Am Everywhere
No Mind"
Desde Bielorusia (Minsk), la banda REIDO (término con igual significado tanto en japonés como en chino y que viene a significar Grado Cero) se forman en 2002, sacan F:\all, su debut en 2006 a cargo de Solitude Productions. En 2011 editan con Slow Burn el heladísimo -11 para luego sumirse en un largo silencio hasta este 2019 donde fichan con AESTHETIC DEATH y sacar su tercer e impresionante largo Anātman donde subliman su estilo hacia un personal Funeral Doom de alto nivel compositivo; ya se sabe que en géneros tan herméticos como este no es fácil mantener la atención del oyente durante largo tiempo, y ahí está la principal virtud de este Anātman, que al igual que otras bandas de relativo nuevo cuño como PROFETUS y OPHIS llevan el género un pasito mas si no allá, sí que manteniendo lo que grandes e imperecederos dioses como EVOKEN, ESOTERIC o MOURNFUL CONGREGATION hacen.
Advertir que escuchas a vuela pluma y sin prestar atención no valen con bandas como REIDO. Si se quiere hacer uno a la idea de su sonido hay que empaparse de todo como un ritual... aquí funciona eso del tracklist y los temas no están puestos al azar. Lo digo porque siempre hay quien echa una escucha por encima y salpicado a los temas y juzgan sin ahondar (signo de los precipitados tiempos que corren).
Una de las principales razones por las que el Doom extremo de países del este no suele llegar al nivel de otras bandas es por la batería. Se me ocurren ahora mismo decenas (literalmente) de buenas bandas que echan su sonido a perder por el uso de cajas de ritmo... se ve que no abundan los baterías por aquellas tierras, así que es de agradecer que REIDO hayan fichado a Dmitry Kochkin (del desconocido proyecto ambiental Внеземие para las percusiones). Se suman al proyecto Alexander Kachar (guitarras, bajo, voces y sintetizadores) y Anton Matveev (guitarras, sintetizadores e ingeniero de sonido).
Siguiendo con las curiosidades, hay letras basadas en el Lam Rim Chen Mo de Je Tsonkhapa o del Prajnaparamitahrdaya Sutra (El Sutra del Corazón). El fantástico artwork del digipack es obra de Vladimir "Smerdulak" Chebakov.
Abre el disco la instrumental "Deathwave" en clave casi drone, con lo que parece el clásico tono de un Dung Chen tibetano que va y viene sobre capas de teclados y un lejano riff de guitarra monolítico al más puro estilo EVOKEN que se va abriendo paso mientras entran unas excelentes percusiones. Muy buena apertura que recuerda a los grandes nombres del género. Sigue casi sin solución de continuidad la monstruosa "The Serpent's Mission", con un deje a MY DYING BRIDE en la forma de dejar las notas flotando de la guitarra, aunque evidentemente cuando el tema coge fuelle con una voz ultra gutural volvemos a los terrenos de EVOKEN, OPHIS y similares. Destacar la producción del disco que hace resaltar bastante al bajo, un acierto para mi gusto.
Lo que a priori pudiera parecer un disco estándar de Funeral Doom va mutando gracias a unos excelentes interludios instrumentales, con toques de teclados y guitarra acústica en la intro de "Dirt Fills My Mouth", un temazo con voces susurradas al más puro estilo de MORGION en Solinari. Viene a ser un cruce entre la decadencia de los riffs de MY DYING BRIDE en sus últimos discos y algo de esa forma de entender el Funeral Doom de bandas como MONARCH o ALDEBARAN.
"Liminal" ronda los 17 minutos. Tal y como dije al inicio de la reseña, brilla el nivel compositivo que no decae un instante... te pueden gustar más o menos, pero los 60 minutos no tienen ni un sólo segundo de relleno. Fantástico el cinematográfico interludio ambiental con un uso parco pero efectivo de los sintetizadores (sin cargar, que luego parece todo una barraca de feria) que lentamente se va disolviendo mediante guitarras al más puro estilo ESOTERIC.... lento, bizarro pero sin el esquizoide uso de los teclados de los ingleses. Por cierto, atentos a cómo se funde el tema a lo MY DYING BRIDE.
El puente instrumental de la homónima "Anātman" rompe el disco por completo. Samplers que llegan radiados, coqueteos con ritmos electro desembocan en "Vast Emptiness, No Holiness", que junto a la anterior son casi 20 minutos que rozan lo épico. Tempo procesionario, tonadas de sintetizadores en segundo plano, ecos Sludge (algo de FUNERAL MOTH aquí y allá) para finiquitar un disco de Funeral doom clásico, sin exabruptos, compuesto y ejecutado de forma exquisita.