He aprendido a descansar escribiendo. Si hago que las letras sean parte de mí, conforme avanzan por el monitor no son más que extensiones de mi cuerpo que se tumban en la pantalla. Parece una tontería, pero da descanso. Si tengo frío, he descubierto un truco; señalo el texto y me cubre como una manta. Abriga. Mientras nadie le de a suprimir, pienso seguir existiendo en letras.
Todos los años me digo lo mismo, que voy a bajar un poco el ritmo, que algún día de descanso tengo que intercalar, que voy a caer malo.... pues nada. Esta mañana me he asustado al verme al espejo. Las bolsas debajo de los ojos se podían estirar como un chicle y las retinas y la mucosa están tan enrojecidas que parece que me he lavado los ojos con amoniaco.
Por las noches, cuando llego a casa, no puedo dormir con facilidad; cierro los ojos y me estallan cientos de fotogramas a una velocidad endiablada en la pantalla mental que todos tenemos. Se trata de una sobre estimulación en todos los sentidos. Noto que llegado cierto límite, lo mismo puedo ser capaz de ver 10 películas seguidas sin ni siquiera inmutarme, comer o moverme. Es un Trance Anti Zen Fancinero del que luego pasaré por la fase del duelo cuando acabe... el bajón que todo lo compensa. Parto de la base de que por mi trabajo me reloj interno y mi ritmo circadiano están completamente a la deriva, así que no suelo dormirme cuando otros lo hacen ni mis endorfinas se segregan cuando tienen que segregarse... es así, los trabajos a turnos rotatorios matan, pero sin ellos la vida no podría desarrollarse.
Disfrutar y escribir. Cada acto compensa al otro. Me sería muy fácil acudir sin responsabilidad de ningún tipo y sólo disfrutar viendo, pero me faltaría el complemento necesario (realización personal podría tildarse) de escribir. Necesito que tengo que escribir sobre las cosas, que me comunico mejor escribiendo que hablando, y me prometo que el año que viene voy a empezar cada crónica con la mejor frase escuchada ese día entre bambalinas (siempre partiendo del humor, eh?). Hoy por ejemplo podría poner una que me dejó patidifuso; un grupo de chicos y chicas al lado mía y una le dice al resto: "ah, yo pensé que estas películas las hacían especialmente sólo para este festival".............................................................
Esta frase resume toda la lógica de una nueva generación. Estamos en pleno Kali Yuga, corazones.
Darlin' (Mcintosh / United States / 2019)
"Darlin’, una adolescente asalvajada, es trasladada desde un hospital católico a una casa de acogida dirigida por el obispo y sus obedientes monjas, donde será educada para convertirse en una “chica buena”. Sin embargo, Darlin’ esconde un oscuro secreto, y alguien, The Woman, salvaje y peligrosa, va tras ella y está decidida a recuperar lo que es suyo cueste lo que cueste".
Bueno, esta película la había visto con anterioridad pero pensaba acudir a verla otra vez para ver a Pollyana Mcintosh, que al final se ausenta por enfermedad pero aprovecho igual y la reseño:
Lástima que Pollyana Mcintosh no haya podido acudir a FANCINE por enfermedad. Estaba deseoso de hacerle preguntas y de que me firmara mi ejemplar de Al Otro Lado del Río de JACK KETCHUM donde se da inicio al universo concebido por esta suerte de trilogía que va de THE OFFSPRING (2009) a la exitosa THE WOMAN (2011), para acabar en el debut a la dirección de Pollyana en la para mí muy fallida DARLIN´. La historia se ha estirado demasiado y convertido su brutalidad inicial y premisas salvajes en una suerte de drama rocambolesco con buenos momentos aquí y allá pero primando los clichés y la moralina.
Se intenta pasar la historia al lado costumbrista, a la lucha de religiones y al paganismo, y se desemboca en un batiburrillo extraño que produce lo peor que puede producir una película: indiferencia. La frescura de THE WOMAN se ha perdido, y esto ya se siente como una saga que debe de acabar por fin. Está bien dirigida e interpretada y estoy seguro de que el próximo film de Pollyana será su verdadero debut a la dirección una vez finiquitado este personaje (casi que uno nota que quería darle un final digno o algo). Regulera.
VIVARIUM (Lorcan Finnegan / United States / 2019 / 97’)
"Una joven pareja se plantea la compra de su primer hogar. Para ello visitan una inmobiliaria donde los recibe un extraño agente de ventas, que les acompaña a una nueva, misteriosa y peculiar urbanización para mostrarles una vivienda unifamiliar. Allí quedan atrapados en una laberíntica pesadilla surrealista".
Curioso cuanto menos que repitan en dos películas y mismo festival el tándem interpretativo de Jesse Eisenberg e Imogen Poots. Película potente a concurso a caballo entre la ciencia ficción y el terror con momentos muy logrados. Fantástica imaginería basada en un cuidado uso de los escenarios y los colores que provocan desasosiego en el espectador... a veces la asepsia visual puede provocar auténtico pavor.
Tiene un buen desarrollo y no hay exabruptos que la conviertan en algo demasiado artificial, así que al final te acabas metiendo dentro de ese rompecabezas cinematográfico tan al uso de CUBE y similares; ejercicios cinematográficos de poner en escena los claustrofóbicos escenarios Kafkianos mezclados con utopías Ballardianas. Todo un logro.
LITTLE JOE (Jessica Hausner / Austria / 2019)
"Alice es una experta en fitogenética que trabaja para una empresa especializada en el desarrollo de nuevas especies de plantas. Creó una flor muy particular, rojo bermellón, de destacada belleza y propiedades terapéuticas. Si el propietario la mantiene a la temperatura adecuada, la alimenta correctamente y le habla frecuentemente, la planta le hará feliz. Desobedeciendo el reglamento de la empresa, regala una de estas flores a su hijo, Joe. Juntos, la llamarán "Little Joe". Pero, a medida que la planta crece, Alice tiene dudas sobre su creación: tal vez esta planta no sea tan inofensiva como su nombre sugiere".
Es curioso lo de esta película. Un sutil ritmo narrativo marcado por una banda sonora excelente, unas interpretaciones fantásticas y un uso del tempo enorme, echados por la borda en un inverosímil y flojo clímax final en una pérdida de fuelle tan grande que me da rabia por lo grande que podría haber sido. Aun teniendo comparaciones de la crítica con LA INVASIÓN DE LOS ULTRACUERPOS, LITTLE JOE juega en una liga más estilizada hasta el punto de que en ocasiones parece que estemos viendo una película perdida de HITCHCOCK.
Hay detalles muy logrados y bien medidos: los vestuarios (la ropa de Alice parece toda sacada de la década de los 60), el uso de los colores, los planos de la cámara, el score musical con detalles de Gagaku japonés y música Gamelan (es de TEIJI ITO, para quien quiera investigar un poco). Aun así la película es de obligado visionado y te mantiene (exceptos sus últimos 5 minutos) pegado al asiento.
CHRONOLOGY (Ali Aydin / Turkey / 2019)
"Hakan y Nihal han estado casados varios años. Poco después de enterarse que ella no puede tener hijos, desaparece. Mientras Hakan busca frenéticamente a su mujer, descubre una serie de dolorosos secretos sobre él mismo y su matrimonio. Hakan tendrá que hacer frente a sus propios demonios para poder descubrir qué le ocurrió a su mujer".
Tal y como cuenta su director Ali Aydin en la rueda de preguntas, CHRONOLOGY funciona más como cine denuncia que como película de suspense o terror psicológico. Digo esto porque la forma de narrar puede ser engañosa. Como cinta de terror al uso falsea demasiado en el sentido de que le roba información imprescindible al espectador para luego ofrecérsela en un duro y denso sprint final en el que (sin spoilear) te das cuenta de que te han manipulado.
Luego, todo se revela como una cruda denuncia social de la realidad que están viviendo las mujeres no sólo en países como Turquía (el mismo director comentaba la gran cantidad de críticas que obtuvo en Corea) sino a nivel general. Una vez vista entera y escuchado a su director, es cuando Chronology se revela en toda su dureza.
SWORD OF GOD (Bartosz Konopka / Poland, Belgium / 2018)
"A principios de la Edad Media, dos caballeros cristianos (un veterano, Willibrord y un novicio, Sin nombre) parten para cristianizar una pequeña aldea pagana escondida en las montañas. A pesar de las diferencias de opinión sobre religión, los dos hombres se convierten en compañeros de viaje y crean una relación padre-hijo. A medida que se asientan en la comunidad local, su fe, su visión del mundo y el vínculo entre ellos son puestos a prueba".
El prestigioso y laureado director polaco Bartosz Konopka nos trae una oscura historia sobre la lucha entre la religión y el paganismo. Opresiva, trabajada hasta la extenuación en los escenarios y en la oscurísima fotografía, por momentos parece que estoy viendo cosas del cine de HERZOG como AGUIRRE. Muy buen papel el de Krzysztof Pieczynski que me costaba no compararlo físicamente con el añorado Donald Pleasance.
Dentro de esa corriente de cine histórico oscuro, KREW BOGA (El Mudo, nombre original del film), tiene momentos muy impactantes. Antropología en estado puro que consigue en todo momento que los espectadores cambien su óptica y paradigma hacia el de el ser humano en la Edad Media. La lucha de clanes, la aparición de la violencia por la religión, las conversiones por la espada y la manipulación de los milagros. Fantástica.
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La despedida de hoy es algo más corta. Adiós.
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