viernes, 3 de noviembre de 2017

POLIEDRO KOBOLD - "KOBOLD 1" (AUTOEDICIÓN, 2017)


Tras las dos previas incursiones en el submundo de JG ENTONADO (aka ARÍN DODÓ), seguimos viajando más atrás en su discografía, esta vez para analizar POLIEDRO KOBOLD, disco compuesto hace la friolera de 17 años y que ve ahora publicación física en cd. Tal y como comenté en reseñas previas, el currículum vitae de este músico improvisador madrileño es complicado de seguir, por lo que recomiendo que ustedes recalen antes en los siguientes textos previos:


Quienes se encuentren viajando hacia atrás como yo en los proyectos de ENTONADO se van a llevar una sorpresa tremenda con el garagero, crudo y mucho más punkarra "Kobold 1", que antecede a ARÍN DODÓ como proyecto, y que contaba en su formación con ÓSCAR IRIS al saxo y J.G. ENTONADO a todo el resto de instrumentos, salvo alguna excepción que citaré en su momento. La improvisación vanguardista está aquí enterrada bajo capas de música Lo Fi simplista pero brutalmente adictiva.

Como digo, surge POLIEDRO KOBOLD (nombre por cierto creado por LOGARRITMO y que da nombre a una serie de trabajos plásticos) en ese ominoso paso y cambio de milenio como colectivo artístico "sin ánimo de lucro desmesurado" como ellos citan. Algo radicalmente opuesto y distinto a lo que luego escucharemos en posteriores trabajos del multiinstrumentista madrileño famoso por no tirar de la cisterna so pena de perder alguna buena idea que pudiera marcharse por el retrete... con su famosa red psíquica, rescata grumos musicales con los que dar forma a su particular e inimitable forma de componer. 


Producción ultra agria en rancio analógico (y ocasionales detalles digitales), anulación de los solos instrumentales como modo de huir del virtuosismo masturbatorio y destrucción del EGO, y en definitiva, "poética koboldiana de lo inservible" (vuelvo a citarlos). 16 temas cortos en minutaje, sin ecualización ni prácticamente retoque alguno, con letras entre la autoparodia y el atentado lingüístico. Se alterna el rock n´roll descarnado guiado por piano como si de un Jerry Lee Lewis perverso se tratara, rhythm and blues pantanoso con guitarras atemporales como ese acojonante y eléctrico inicio de "Numbers" "Bobo In New York" y alguna incursión que otra en una suerte de Post Punk con ramalazos de Downtown neoyorquino cuando el saxo hace acto de presencia, casi siempre de forma bastante enterrada en el conjunto, como en "The Mermaid´s Glance" (harmónica incluída).

El punk sin aditivos de "Like It" o "Expert Mouths" con sus obsesivos riffs y repetitivos mantras vocales que son casi esputos de saliva domina como sustrato casi toda la grabación,  y tal y como se cita en la información del libreto, algunos temas parecen casi compuestos en el momento, con una letra improvisada y barboteada tal y como viene (a lo Damo Suzuki, que por cierto, algo de la locura de CAN podría uno captar en la insistencia de "Durch Meine Themen") en cortes como "Away", "Waiting" (con ese fantástico saxo pululando por ahí) y algunas perlas minimalistas que ya dejan entrever las experimentaciones posteriores (escúchese "Bleak Trip").

La formación en "Stay Whit Me (live)" se ve aumentada a PITUS a la guitarra, PORCHE a la batería, ATI LIMA al bajo y API al teclado, sonando como una maquetera grabación New Wave perdida en el tiempo mezclada con... ¿rock americano?. "White Light" y sus dejes a The Velvet Underground (el corte más largo del disco) y aires a unos Proto Deep Purple... ¿es esto entonces Dadá Rock?... pues no lo termino de ver así, pero al fin y al cabo, qué diablos importa; me quedo con el diálogo atonal del piano y la obsesiva percusión antes que con la etiqueta. 

Por cierto, quizás citar a PSÍ VOJACI de la República Checa sea algo loco, pero esa forma de aporrear el piano me recuerda muchísimo a Filip Topol (RIP) y su banda de degenerados ("Man Old The"). Cierra el asunto el country punk de "El Extraño" y el navajazo a la yugular "Jornada XC".

Lo dicho, más raros que cagar hacia arriba.

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