DIARIOS DE CINECICLETA (JUEVES 9 DE NOVIEMBRE)

De Cuerpo Presente... Corpus Praesens que diría gente mucho más antigua que yo. ¿Y por qué uso esta expresión?. La verdad es que haciendo una hipérbole imposible, leyendo una antigualla de libro de bolsillo en un bus que he cogido apresuradamente para acudir otro año más a FANCINE, no puedo por menos que observar a esos "cadáveres" animados que me rodean con sus móviles, sus archivos en (y mente) por las nubes, y con una limitación de vocabulario tan extrema que casi que los entronca con la fase preanfibia del ser humano. ¿Involución? ¿Prepotencia por mi parte?.... podría ser.

A mí me gustan los 5 sentidos. Oler y tocar, cine que pueda sentir mientras se me adormecen los glúteos en el mullido cojín y en general, cosas que pueda contrastar de primera mano. Ante los tiempos de idiocia que se avecinan, lo mejor es mantenerse uno en sus trece y no abandonar la sana costumbre del escepticismo moral, físico y espiritual... dejar siempre entreabierto ese fugaz (y frugal) espacio por el que se filtra una luz que si bien a veces no ilumina, sí que indica al menos la salida a los laberintos de la vida. Coger un periódico y leer las noticias no es exactamente "estar enterándote" de las realidades en cuestión; ni todo es blanco, ni todo es negro... y si me apuráis, hay más cosas dentro del espectro del gris. Tan sólo es cuestión del aumento del prisma con el que se mire.

Decía el mismo Buda Gautama que no se creyera en nada que uno previamente no hubiese contrastado, mascado e interiorizado. ¿Pero qué vamos a interiorizar si el códice regio que nos rige es hacer cola para comprar el nuevo IPHONE?. La realidad que vivimos está llena de misterios, y quizás ese o esa que nos ha mirado de reojo tiene propósitos ocultos. Quizás a la vuelta de la esquina nos esperan oscuros designios o nuestra propia vida es un carrusel de inhóspitos acontecimientos marcados por el contraste. Vive la vida, lee un libro, desconéctate un rato y si me apuras, deja de leer esto y saca entradas para el cine. 

Ahora que he soltado esa parrafada alguien dirá... ¿y para qué?. Pues simplemente para presentar la nueva sección de FANCINE de este año, dedicada ni más ni menos que al Thriller. Ese género que juega con otros géneros para contarte las cosas desde otro prisma y perspectiva (al menos cuando está bien hecho, claro está). FANZRILLER nace con vocación de quedarse, y yo me alegro, oigan... así que ni corto ni perezoso dedico mi primera jornada maratoniana a 4 sesiones de buen cine de suspense. Cine que se mueve entre texturas ambiguas, como este tostón que os he soltado que no dice lo que pretende, o pretende decir lo que dice pero no lo habéis captado, y que no es más que una mini reflexión sobre el GRAN THRILLER que es la vida misma.

Al caso da igual, porque lo importante es el celuloide, la única mentira REAL en la que puedes confiar de pleno. Y vuelvo al De Cuerpo Presente. Generalmente el buen Noir, la buena novela negra y el mejor cine de suspense clásico juega con la premisa del cadáver o el asesinato, pero nada de ello comparable al gran thriller del día a día en el que políticos de tres al cuarto dirigen nuestras vidas como si de la serie danesa "Forbrydelsen" se tratara.

Quién sabe, quizás todo lo que está aconteciendo en Cataluña no sea más que una serie que están grabando en nuestra psique y que en un futuro comtemplaremos en la gran pantalla. Eso es sólo una pequeña perla de la decepcionante realidad que vivimos a todos los niveles. Prefiero refugiarme en el misterio irreal de las salas de cine, donde si me manipulan es porque me dejo.

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KALEIDOSCOPE (Reino Unido; Rupert Jones, 2016)

Muy interesante thriller psicológico sobre la perturbadora relación entre un hombre de mediana edad interpretado por el siempre magnético Toby Jones, que siempre destaca en este tipo de papeles (véase "Berberian Sound Studio" (Peter Strickland, 2012) y la veteranísima Anne Reid. Una película ciertamente caleidoscópica a todos los niveles: desde el claustrofóbico bloque de apartamentos (fantásticos los planos alejados del conjunto donde se observan los colores de las puertas, las luces y las distintas posibilidades ópticas), a la rocambolesca trama, que se va uniendo y deshaciendo jugando con el espectador. 

El nivel de bizarrez es cierto que no llega a los niveles de Complejo de Edipo de la perturbadora "Angustia" de Bigas Luna (1987), los traumas psicológicos/sexuales del puro y duro Giallo italiano o a "Psicosis" por poner varios ejemplos harto diferentes, pero sí que resulta lo suficientemente compleja para dejar la sensación de que algo se nos ha escapado al final. Está rodada con maestría, no aburre y si bien es cierto que resulta algo tramposa, me quedo encantado con el excepcional score musical de Mike Prestwood Smith, que en sus partes acústicas recuerda muchísimo a las bandas sonoras de películas italianas de culto.

A favor: la aureola de rareza que imbuye todo el metraje, donde resaltan toques al cine italo de los 70 incluso en su banda sonora.
En contra: muchos detalles sin pulir y quizás se torna bastante previsible al final.

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3 THINGS (Dinamarca; Jens Dahl, 2017)

Jensh Dahl, autor de guiones sobre todo (ni más ni menos que el de "Pusher", dirigida por el ya encumbrado Nicolas Winding Refn), debuta en la gran pantalla con un thriller de suspense interpretado por Nikolaj Coster-Waldau (creo que pocas presentaciones hacen falta) en el papel de un testigo protegido implicado en un robo de funestas consecuencias que acepta declarar contra sus compañeros sólo si se cumplen tres exigencias.

Si esta película hubiera sido yanqui, estaría plagada de flashbacks sobre el robo y los acontecimientos de la trama, pero como tiene ese buen gusto de los daneses por el cine negro retorcido y efectista a niveles de guión (muy marcado en series como la coproducción entre Suecia y Dinamarca como "Bron/Broen", "Forbrydelsen" o "Borgen") prefiere los ambientes cerrados de un hotel de lujo para ir desarrollando una pausada pero absorbente fuga de ideas. Realmente elaborado y de final no inesperado pero sí interesante, "3 Tings" se queda a medias aguas porque al fin y al cabo acaba resultando un producto de entretenimiento para pasar el rato (muy bien interpretado por todos sus actores, eso sí).

A favor: siempre es un placer ver el mimo con el que los nórdicos tratan a sus productos. Auténticos especialistas en dar giros y giros de guión.
En contra: la forma de narrar del Noir Danés se va al traste con un final demasiado americanizado.

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THE LINE (Eslovaquia/Ucrania; Peter Bebjak, 2017)

Fantástico film sobre las vivencias de un padre de familia jefe de una banda de criminales de poca monta, que ve cómo la vida cambia radicalmente cuando uno aspira a a cruzar los límites. Una potentísima fotografía gracias a los estupendos planos de naturaleza grabados en Ucrania, Eslovaquia y República Checa... interpretaciones sobresalientes y unas pequeñas trazas de drama con moralina que no entorpecen para nada el magnífico clímax final de la cinta. 

Tal y como dice la frase promocional de la película, "hay líneas que sólo podrás cruzar una vez", cosa que queda plasmada a la perfección tanto a nivel social con derrumbamiento de fronteras incluido, como en las decisiones sin retorno que llevan a la violencia y la autodestrucción. Leves toques de humor negro para una gran película que retrata sin complejos el ecosistema particular de una familia de criminales cuyos genes son transmitidos de generación en generación.

A favor: cine de autor muy bien trabajado hasta en sus más ínfimos detalles.
En contra: un puntito más de crudeza en su final, para mí excesivamente luminiscente.

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SWEET VIRGINIA (Estados Unidos; Jamie M. Dagg, 2017)

El director de la multipremiada "River" de 2015 vuelve con un thriller rural que para mi gusto no ofrece lo que promete. Clásicos y magnéticos actores en la pantalla como Jon Bernthal, Imogen Poots, Christopher Abbott o Rosemarie DeWitt salvan de la quema a un guión pobre y simple, bastante trillado ya (algo así como la primera temporada de "Fargo" pero mucho más vacuo) que arranca bastante bien pero que se acaba diluyendo en una suerte de drama que no explota como debería.

Si bien la fotografía es excelente, con localizaciones umbrías en Hope, Canadá que para los curiosos, y si no me equivoco son las mismas donde se rodó la mítica "First Blood (Acorralado)", con puente incluido, creo que la falta de violencia extrema diluye el conjunto. Otros films rurales como "Wind River" de Taylor Sheridan, "Hell Or High Water" de  David Mackenzie sí dan esa explosiva mezcla de suspense y violencia que aquí por desgracia es sustituida por una especie de rocambolesco trauma dramático (con enfermedad incluída). Con todo ello no quiero engañar al espectador... "Sweet Virginia" no es en absoluto una mala película, pero creo que con un poco más de esfuerzo hubiera sido de otro nivel.

A favor: la fotografía y la bilis que siempre transmite el thriller rural.
En contra: falta de in crescendo o mejor dicho, in crescendo fallido. Demasiado simple.

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Pues ya estamos en faena. Arranca potente FANCINE con multitud de actividades que iré desgranando, una cartelera muy pero que muy interesante y lo de siempre... un tour de force de cafeína sólo apto para ojeras que puedan taparse con una buena capa de maquillaje; las mías son ya tan pronunciadas que parezco un gótico trasnochado. 

Mañana más.