"Un perdedor, harto de los palos que le ha dado la vida, un buen día
pierde un tornillo y comienza a asesinar a diestro y siniestro a todo
aquel que le ha hecho la vida imposible. (FILMAFFINITY)"
Pues no, no me ha convencido demasiado esta película de JACK PEREZ (director conocido por muchos telefilmes y teleseries) que pegó el pelotazo el año pasado; de hecho, fue una de las películas que por incompatibilidad de horarios tuve que perdérmela en el pasado FANCINE (festival de cine fantástico y de terror de Málaga), donde SOME GUY WHO KILLS PEOPLE ganó el premio del público al mejor largometraje y KEVIN CORRIGAN el premio del jurado al mejor actor.
A caballo entre la comedia y el Slasher de terror (de hecho, anda por ahí metido de productor ejecutivo JOHN LANDIS, especialista en ambos géneros por separado y aleaciones de ambos), lo mejor de la película sin duda es el aire a historia de terror de los años cincuenta, tipo a las que se estilaban en los míticos EC CÓMICS estadounidenses (a los que se homenajea en una de las portadas promocionales). Muy colorida y vistosa, empieza bien, con líneas de diálogos cuidadas e ingeniosas, pero que poco a poco van cayendo en intensidad y calidad hasta que te acabas aburriendo.
Dosis de gore comedidas y justas, suficientes para dar soporte a la trama, pero que también acaban resultando pesadas... vaya, como ya he dicho, tipo Slasher ochentero pero repetitivo y sin inventiva... y no se me entienda mal, la película es divertida (más bien entretenida), pero vistas las buenas críticas que ha cosechado, tengo que poner la puntilla y decir que a mí no me ha terminado de convencer.
Quizás por su ñoñería final, quizás porque el divertido personaje del sheriff va perdiendo la gracia cada vez que aparece, quizás porque Kevin Corrigan se toma demasiado en serio a sí mismo y al final parece más un personaje sacado de PORKYS que otra cosa... quizás el manido final...
Sin duda, lo mejor son sus 30 primeros minutos, que son lo más fresco y divertido de la película. Luego la cinta se pierde por otros derroteros y no sabe hacia donde tirar, faltándole el puntito de extremismo y originalidad que la haga diferente. Otra vez será...
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