"Gerónimo (Jérémie Renier) es un hombre de 45 años devastado por un
suceso trágico. Su amigo Julián (Ricardo Darín) intenta sacarlo a flote
animándolo a participar en el proyecto de un poblado marginal de los
alrededores de Buenos Aires. Los dos son sacerdotes católicos que
decidieron dedicar su vida a los más pobres: Gerónimo en el Tercer Mundo
y Julián en Argentina. Mientras trabajan en Villa Virgen, Gerónimo
empieza a cuestionarse si la Iglesia es la institución adecuada para
proteger a los más débiles. Julián, por su parte, decide que el mejor
camino para cambiar las condiciones de vida de los necesitados es la
política. El contrapunto lo representa Luciana (Gusmán), una abogada
atea, que tiene una perspectiva distinta sobre las reformas sociales.
(FILMAFFINITY)"
Profundo drama humano teñido de epicidad el que nos muestra PABLO TRAPERO en su nueva película, en la que vuelven a repetir RICARDO DARÍN y MARTINA GUSMÁN, pareja protagonista de la genial CARANCHO (2010), también del mismo director. Compartiendo protagonismo, JÉREMIE RENIER es la antítesis del personaje de Darín, que nos muestra a un sacerdote profundamente perdido entre las tribulaciones humanas y que ve renacer su esperanza en la figura de LUCIANA, único atisbo de luminosidad en su vida rodeada de miserias.
ELEFANTE BLANCO es cruda y descarnada, mostrándonos una realidad social que no desaparece si miramos hacia otro lado... puro tercer mundo de guettos en Argentina, donde la droga, la pobreza y la enfermedad caminan de la mano creando un caldo de cultivo imposible de erradicar. Se hace homenaje en el film a la figura de CARLOS MÚGICA (1939 - 1974), sacerdote argentino miembro del grupo MOVIMIENTO DE SACERDOTES PARA EL TERCER MUNDO que realizó gran parte de su labor durante las décadas de los 60 y 70 en LA VILLA DE RETIRO, lugar que recrea la película con total maestría. MÚGICA fue asesinado a tiros en un crimen nunca esclarecido oficialmente pero atribuido a la ALIANZA ANTICOMUNISTA ARGENTINA...
Por lo tanto no es esta una película agradable de ver en el sentido estético, primando en sus fotogramas la pobreza y la miseria que nos inunda hasta saturarnos los sentidos, de tal modo que uno no puede sino reverenciar a figuras tan brutalmente humanas como sus protagonistas, que sacrifican su vida en una odisea de tribulaciones en favor del prójimo a expensas de su propia integridad física y moral. Para recrear todo esto, TRAPERO no ha escatimado en imágenes sobrecogedoras e incómodas, a las que tan acostumbrados nos tienen los realizadores de cine social de zonas tan paupérrimamente olvidadas como llas villas marginales de Argentina.
RICARDO DARÍN por su parte vuelve a bordar un papel a su medida mostrándonos su versatilidad y poliédrica capacidad para la mutación... y es que el actor, director y guionista argentino es sinónimo de buen gusto en sus interpretaciones y en todo aquello en lo que se embarca, desde el drama social de ELEFANTE BLANCO o XXY (2007) al thriller de NUEVE REINAS (2000) o CARANCHO (2010)... y por supuesto sin olvidar sus grandes comedias dramáticas como EL HIJO DE LA NOVIA (2001) o UN CUENTO CHINO (2011), por poner sólo un par de ejemplos representativos distanciados en el tiempo.
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