Durante los dos últimos años no paran de aparecer bandas con una calidad tan alta que todavía no puedo creer que tengan que hacer tantos esfuerzos para ver editados sus trabajos; si
Domo tuvieron que autoeditarse su primer trabajo hasta que ficharon por
Radix Records, o
Pyramidal han sido disco del mes en Roadburn, estos
LUBIANKA de Barcelona no se quedan atrás en lo que a incongruencias se refiere; hay cantidad de grupos sobre todo a nivel Europeo editando discos muy inferiores y con un nivel de ventas inexplicable. Calidad no siempre va unido a ventas.
Traummaschine no paran de editar buenos trabajos autoproducidos sin el anclaje de un sello discográfico oficial y
Lüger están labrándose un prestigio incluso más allá de nuestras fronteras. De
Cuzo es mejor ni hablar, ya que prácticamente se han revelado como una de las bandas con más proyección y seguidores... incluso su alter ego más electrónico y bailable llamados
ATLETA están pegando fuerte con su segundo trabajo.
Pues bien,
LUBIANKA se forman en 2009 en Barcelona tras la unión de músicos que venían de bandas como
Venus Anadiomena, y tras los periplos habituales, sacan su demo
Phoria, toda una declaración de intenciones; un puñetazo en la cara de Space Rock teñido de Kraut y aroma a serie B, a películas de la Hammer y la Universal y mucha, mucha honestidad. Reseñados incluso en MONDO SONORO como una banda de la que no se debe perder la pista, la demo destila una calidad fuera de toda duda, y tal y como ya escribí en este blog con motivo de aquella edición, sabía que no iban a tardar en realizar un esfuerzo y sacar su álbum debut, que es el que aquí os traigo.
Naufragis.
Previamente a esta grabación se marcan una sesión en tres días (13, 14 y 15 de Mayo) en el Desierto de Monegros, de la que puede verse algún vídeo desde su própia página MYSPACE y que por desgracia parece que por problemas técnicos no va a poder editarse en DVD, tal y como tenían planeado. Una lástima porque a tenor de las imágenes vistas, la cosa prometía mucho.
Centrándonos ya en Naufragis, la formación la conforman (además de alguna que otra colaboración en cantos, harmónica y narraciones en el disco):
ALEIX BRASSO: BATERÍA, PERCUSIONES, CANTOS Y GRITOS.
CARLOS ORTEGA: BAJO, EFECTOS, PERCUSIONES Y OCARINA.
VICTOR G ROCA: VOCES, GUITARRAS, EFECTOS, SITAR, PERCUSIONES Y TECLADOS.
XAVI GUINART: MANDOLINA, DIGERIDOO Y PERCUSIONES.
Grabado en Barcelona, y su diseño se conforma con impresionantes fotografías de insectos a cargo de Natxo Oñati, donde destaca la mariposa naufragada de su portada (muy bonita la foto, la verdad). Totalmente autoeditado en digipack de edición limitada, la verdad es que si mi sexto sentido me funciona algo todavía, poco o nada deberían de tardar en fichar por alguna discográfica que tenga dos dedos de luces.
El disco se abre con
"Zaia", que suena como si los
Wooden Shjips y
Dave Eugene Edwards de
WoovenHand se hubiesen ido a hacer una jam session a las líneas de Nazca con una pipa en la mano derecha, y un panfleto religioso en la izquierda... totalmente ancestral y tribal, dándo paso a la ya conocida e impresionante
"Phoria", con los espeluznantes samples de
El Hombre con Rayos X en los Ojos en un clímax imposible... poco hay que decir de este viaje lisérgico, espacial e hipnótico, salvo que en el disco suena todavía mejor que en la demo; sin duda, un temazo para viajar muy, muy lejos y porqué no decirlo, muy, muy cerca dentro de uno mismo.
Sigue
"Moisa" que se abre con un sitar y mucho ambiente a Raga india, pero rebosando optimismo y casi cercana a la World Music y New Age en algunos extractos. Toques a los grupos oscuros progresivos y psicodélicos más pastorales que campearon por el verano del amor y la época de las camisetas desteñidas, el Om por bandera y mucho buen rollito... a veces casi parece que
Daevid Allen de
Gong vaya a aparecer por ahí con alguno de sus imposibles mantras verbales.
"Vertigen" nos abraza con su Kraut más germánico y espacial, oscuro y ambiental de bandas como DOM y un sonidillo de órgano de fondo repetitivo y que induce al trance... fantástico. La verdad es que resulta complicado en ocasiones establecer comparaciones ya que si por ejemplo aquí suenan a Space Rock, las voces en otras ocasiones parecen estar influidas por discos como el Spiritchaser de Dead Can Dance. Tribales, mántricas... cuasi africanas podría decirse, o por lo menos a mí así me lo ha parecido. Poco a poco el tema se vuelve cada vez más oscuro y ambiental, lleno de samples y sonidillos hasta que a mitad de trayecto los timbales y percusiones nos recuerdan que la Kosmiche Music puede ser muy lejana espacialmente, pero muy anclada a lo ancestral y terreno...geniales los toques de lo que parece ser un piano eléctrico o un hammond Sunranianos bordeando el Free Jazz y la música improvisada. En su tramo final vuelve al principio cumpliendo el círculo y demostrándonos que los potenciómetros de los teclados pueden ser más humanos que la mayor de las emociones.
"Rails" bebe del progresivo y el jazz casi a partes iguales, con toques al Rock in Oposition (R.I.O.) pero en un marco totalmente jazzero, con teclados emulando instrumentos de viento que casi parecen saxofones mientras el piano de fondo nos marca un ritmo muy a lo
Soft Machine de sus discos más psicotrónicos (
Third)... este tema en directo se beneficiaría mucho con una sección de viento, la verdad, sobre todo en su alocado tramo final, donde los músicos demuestran una calidad y estado de forma excepcionales. Unos saxos, trombones y trompetas elevarían este tema todavía más, convirtiéndolo en una especie de Heavy Jam Session que apoyaría las excelentes líneas percutoras del bajo... para terminar el tema, vuelta al Kraut pastoral de
Popol Vuh.
Cierra el disco "Butoh"... búsqueda de la armonía con el cuerpo en una DANZA HACIA LA OSCURIDAD, una búsqueda del yo interior a través de la danza y la contorsión, una forma de definir el espacio que ocupamos en el Cosmos. Geolocalizar nuestra latitud y longitud con respecto al punto de fuga del Universo; una forma de sentir como nuestras células se van desprendiendo léntamente en una muerte en vida que no es sino regeneración y nacimiento.
En definitiva mucho estás tardando en pillarte uno de los mejores discos de lo que llevamos de año.
Totalmente adictivo y con tantos efectos secundarios que te lo tendrás que quitar poco a poco, como una puñetera benzodiacepina que te deseca el cerebro... ¿crees que miento?... pues escucha el final de "Butoh" (a lo Farflung, First Band From Outer Space, Magic Mushroom Band o los Hawkwind más speedicos y locos) y ya me cuentas.