miércoles, 29 de septiembre de 2021

MARION MORRISON - "ESTO ES UN COLAPSO SANGUÍNEO" (LA TATUCERA, 2021)

Que el Colectivo La TATUCERA está escribiendo páginas de la historia contracultural de la música española es algo que solo lo deciden los que suelen asistir a sus sesiones o escuchan sus limitadas tiradas de CDS. Y digo esto porque a día de hoy poco (o casi nada) se trabaja desde el periodismo musical `oficial ´ de las escenas locales por mucho que nos pese; es más... ni siquiera llegamos a la categoría de underground sino que nos movemos por terrenos mucho más escabrosos y ¿sabéis qué es lo más curioso?... pues que precisamente los que habitan en estas micro-escenas como las de Javier Entonado, Elsa Mateu y Jose María Pastor la gran mayoría de las veces está conformada por músicos de profesión y academia; baluartes virtuosos que se salen de la tangente y confirman que lo mejor de la vida está en las excepciones a la regla. Otro buen puñado de los que intervienen son autodidactas, pero os juro que vuestros oídos y ojos serán incapaces de distinguir entre los que son de Conservatorio o los forjados en la Universidad de la Vida.

Más de una veintena de reseñas relacionadas con La Tatucera, Chema Pastor, Arín Dodó y Javier Entonado, está clarísimo que no se trata de algo esporádico sino de una potente eclosión de cultura que se retroalimenta con otras micro-escenas en participaciones, enroques imposibles en ciclos de conciertos y en definitiva, lo que a mí me gusta llamar la Transhumancia del Avantgarde Íbero (vale, me lo acabo de inventar). 

En esta ocasión, los citados Javier Entonado (guitarra, voz y electrónica), Elsa Mateu (cello) y Chema Pastor (percusión) tocan dentro del Festival NUMACIRCUIT, referente de lo experimental en Tenerife y que se viene celebrando desde hace una década. Hasta allí se presenta el trío para presentar OPAEME, que para no liar esto demasiado, os dejo aquí un link para que investiguéis. Una especie de guía `oficial´ sobre todo lo que se va cociendo en los subterráneos. Sobre sus biografías no voy a insistir más... reitero que he soltado ríos de tinta digital.

Una de las habituales características de todo lo que tiene que ver con La Tatucera es el humor y la ironía, y lejos de estancarse nuevamente nos encontramos con un giro de guión o un `nunca permanecer en el mismo sitio´. Muestra de ingenio presentarse en Tenerife con el sobrenombre de MARION MORRISON que en palabras de ellos: "La improvisación fue sin pactar ninguna estrategia a seguir, sin estructuras prefijadas. Todo se fue construyendo sobre la marcha. Esa es nuestra forma de trabajar y de desarrollar este proyecto"

Ese concierto íntegro se reproduce en el vídeo que os dejo a continuación, fiel reflejo del CD que grabaron en Las Rozas (Madrid) unos meses antes:


Pues bien, Esto es un Colapso Sanguíneo es Improvisación Libre cien por cien libre de adulteraciones, marcada por ese brutal gusto irónico de Entonado para las voces teatrales, la versatilidad de vértigo del Cello de Elsa Mateu y unas percusiones demenciales de Chema Pastor. Es, en definitivas cuentas, otra descomunal obra conceptual que transcurre tras ese velo de surrealismo urbano poético común a prácticamente todas las obras que estos artistas editan. Dicho de otro modo, EXISTE un estilo, etiqueta (entre comillas) o forma de tocar característica para ellos como creo que ya lo he ido más o menos desgranando en estos años y no voy a repetirme. En total, 13 cortes en 74 minutos cuyos títulos unidos vienen a contarnos aquello de: "La creencia en una desnudez estrangula toda esperanza. Jamás cocnretaré una pausa para hacer ¡¡¡RUIDO!!!". Si no os ha quedado claro, estoy hablando de un álbum editado en Cardboard por LA TATUCERA y que escribiéndoles a ellos o a los músicos implicados seguro que podéis conseguir con facilidad.

Lanzarme a describir corte por corte el disco sería un error, así que prefiero ofreceros una punta del tremebundo iceberg que resulta para los oídos Esto es un Colapso Sanguíneo que lo primero, y al contrario que algunos discos editados por La Tatucera que son más `de archivo´, suena prístino y pulido, apreciándose todos los instrumentos en su plenitud. Música de cámara, Improvisación libre o un Dadaísmo cabaretero (no puede ser de otra forma), alternan con biorritmos electrónicos, bases rítmicas imposibles y coqueteos con el Free Jazz. Las percusiones que se abren en abanico tribal dialogan con ásperos tonos de una guitarra pasada por el roce agrio del arco.... drones, cascabeles y atavismo que planea sobre la tumba de Sun Ra para a continuación remontar el vuelo con las declamaciones litúrgicas de orín de Entonado. Como punto de cordura al que asirse, Elsa pone el punto medio en la Clásica contemporánea pero con un abordaje a veces tan funesto que pareciera uno estar metido dentro de una grabación perdida de Univers Zero o similar. 


Decir que Esto es un Colapso Sanguíneo es una Suite sería pretencioso pero joder, los minutos finales del segundo corte parecen sacados del Jazz Británico y la Spontaneous Music Ensemble. Lejos del aburrido y maniqueo patrón de la Impro actual, Marion Morrison se mueven con una soltura que asusta, perfectamente engrasados y turnándose equitativamente las partes solistas. Como partes de un triángulo equilátero, en ocasions todo el vórtice musical gira aldededor de Chema Pastor, para al segundo a un  Cello que se va creciendo hasta abarcar sonidos que en un espectrograma serían ciclópeas dunas sinusoidales. Remachando, retocando, haciendo de Frith o de lo que se tercie, el insondable Entonado es el pegamento que une todo como argamasa; lo mismo permanece estático que se reboza en Downtown con su puntito de Noise rock.


Podría estar horas describiendo partes de este disco, pero sin duda voy a quedarme con ese poderoso contraste del final. A pesar de que durante determinadas partes se roza incluso el Noise y la electroacústica mas salvaje, en los instantes finales, justo el corte titulado "¡¡¡RUIDO!!!",  el trío hace justo lo contrario.... una preciosa melodía de Cello de Elsa, tocada con arco, es reforzada por notas de la guitarra procesada / intervenida de Entonado, mientras bellos detalles percusivos de Pastor van fundiendo la música en un anti clímax que se revuelve sobre sí mismo (minuto 3 y pico) para dar su cara agria... el Cello ya no es precioso, la guitarra es un cútter y la percusión una pedrada. 

Sí, todo sutil... pero la intención era matarme.




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