LA METÁSTASIS DEL COMETA
CORONEL MORTIMER
…………………………………………………………………..
I.
QUE VIENE EL PUTO COMETA:
“¿No señaló el cometa filosolar Pereyra el asesinato del presidente Kennedy en Dallas, en 1963, y qué fue el menos que fatal Koutek de 1973-74 sino un símbolo de la desgracia de Nixon, desvaneciéndose como una palabrota borrada?”.
Nixon, transcripciones públicas de sus
grabaciones magnetofónicas.
(Panfletos de Los Niños de Dios, 1973)
El avistamiento de un cometa
siempre ha traído una serie de repercusiones revulsivas en el ser humano. Cambios
holísticos, evento transformador y en suma ejemplo claro de todo aquello que Mircea
Eliade llamaba El Eterno Retorno, renovación por el fuego y la ruptura del
Tiempo Cíclico. El estudio de las religiones, mitos y ancestralidad antigua muestran
una alarmante psicología catastrofista en el hombre con respecto a muchos
fenómenos celestes pero equivocados estamos si pensamos que se trata de cosas del
pasado. Ese sentir queda grabado en el inconsciente colectivo y se perpetúa en
esa extraña línea que llamamos Historia, para algunos redonda, para otros
infinita y recta.
`In Illo Tempore´ versus `Ad
Nauseam´.
El 7 de Marzo de 1973, el astrónomo
checo Luboš Kohoutek realiza un grandioso descubrimiento. Un cometa de
la llamada `Categoría Kohoutek´ (a la que él mismo pone nombre); es
decir, cometas nuevos (vírgenes) que se acercan por primera vez en su periplo
estelar al Sol. Existen muchas más categorías dentro de los cometas… Clase
West, Pons-Winnecke, Encke o quizás la más conocida, la popular
y Kitsch por derecho propio Clase Halley.
Marcado a fuego en el disco duro
de la memoria colectiva, la generación anterior susurraba piadosa cuando los astrónomos
de 1910 hablaban del cometa Halley. En 1908 se había descubierto gas
cianógeno en la cola del Morehouse y la pseudociencia andaba al acecho
elaborando teorías de la conspiración que relataban la posibilidad más que
plausible de una explosión en masa al reaccionar dicho gas con la atmósfera
terrestre. ¿Resultado social?... Fin del Mundo, el pánico generalizado y
suicidios. Pero no es el objetivo del presente texto analizar el catastrofismo inherente
a los fenómenos estelares y sí acercarnos a esa brutalífica ola de cambios
culturales que trajo en plena década de los 70 el avistamiento del científicamente
llamado C/1973 E1.
La Revista TIME (Diciembre
de 1973) publica especial sobre el que se suponía iba a ser el acontecimiento
del siglo; noticias diarias de la cuenta atrás de la llegada del cometa en The
New York Times, octavillas apocalípticas asfaltando el charolado suelo de
pulpa de papel, debates de salón y tiras cómicas agridulces. La expectación era
máxima y cuando al final no se cumplieron las profecías (ni las positivas ni
las negativas) desgasificándose el objeto en corto espacio de tiempo ante su
contacto con el sol el chasco resultó tremendo. Eso sí, se convirtió en el
primer cometa en ser visto desde fuera de la tierra por los astronautas de la Skylab
4 y la Soyuz 13. Imaginaos al pobre Luboš Kohoutek que llevaba
varios días embarcado observando unos cielos cubiertos por espesos nubarrones que
dificultaban cualquier visión. Hubo gente acampada, universitarios vigilando el
firmamento… había que meter el dedo en la llaga como Santo Tomás.
Pero resulta muy curioso que el
chafado fenómeno estelar provocara tantos cambios habiendo sido tan nimio y fallido.
Eso demuestra que el ser humano, dándose el contexto histórico adecuado, puede
encenderse y estallar como una mecha de pólvora.
El enorme legado cultural que Kohoutek
dejaría su paso llega hasta nuestros días, conectándose con la cultura popular
hasta tal punto que incluso en Los Simpsons se habla de él en su
episodio El Cometa de Bart (Sexta Temporada), siendo quizás la anécdota
más recordada pero en sí la menos trascendente. Desde el Jazz a la música
psicodélica, pasando por la experimentación electrónica o el Pop. Poemas, festivales
de música, cartas, dedicatorias o la Arqueología Paracientífica con las
ignominiosas `Piedras de Ica´ (una de ellas supuestamente tiene un
grabado de Kohoutek y 13 constelaciones) y mil conexiones que conforman lo que llamo `LA
METÁSTASIS DEL COMETA ´.
No está todo lo que fue, pero sí una
parte importante de ello. Fenómeno contracultural a veces, políticamente
correcto en otras, cada uno vivió a Kohoutek de forma distinta. En los años
70 el espacio era un inhóspito telón negro lleno de posibilidades y a veces, si
gritas al vacío insistentemente, éste de devuelve la llamada, máxime en plena
era de la búsqueda de vida fuera de la Tierra y con la Ufología y la
Pseudociencia acechando en los cortinajes de la Conspiranoia.
Viajemos a República Checa.
II.
LITTLE ROOSTER:
-
“¿Y no le cayó el Kohoutek?".
Don Ramón al Señor Barriga (El Chavo del Ocho).
(Plastic People of the Universe, circa
1970: obsérvense los trajes y los platillos volantes que adornan el escenario)
Empezaban con una invariable tríada de temas antes del show roquero propiamente dicho: Pavel Zajíček como invitado estelar (otro de los fundadores y líderes de la banda de culto underground DG307 que merecen artículo propio) jalea a la concurrencia con el grito de guerra “anti, anti!” hasta que de forma brusca se hace el silencio surgiendo sinuosamente la pegadiza tonadilla folk “Do Lesíčka Na Čekanou”, que contrasta diametralmente con los experimentos electrónicos de “Kohoutkova Kometa” (La Canción del Cometa). Para los arqueólogos sonoros, recomiendo el impresionante directo de archivo Do Lesíčka Na Čekanou (Guerilla Records, 2006). “Kohoutkova Kometa” es un cortante y demencial derrame experimental de cascadas de Theremin, Clavinet y todo el ruido que la banda era capaz de producir por aquellos tiempos.
1973 es crucial y al igual que en la década anterior, los
cambios sociales/culturales ocurrían a velocidades de vértigo. Si bien justo
antes (entre 1969 y 1972) la banda centraba su repertorio en versiones de Frank
Zappa, The Velvet Underground o The Fugs, este año lo marcan unas
composiciones propias donde brillaban los arreglos de Milan Hlavsa, figura
clave en el movimiento llamado Prague's Underground Culture de 1968 a
1989, brutalífica eclosión avantgarde en pleno Régimen opresor Comunista. Brilla
la poesía de Egon Bondy, obras de teatro y contracultura celebradas en
apartamentos tan sonados como el de Václav Havel, amigo de la banda,
dramaturgo y escritor que acabaría siendo el Primer Presidente de la posterior
y liberada República Checa.
Hagamos un inciso histórico. La primera
mitad de 1968, bajo el gobierno de Alexander Dubček, líder del Partido Comunista, los checoslovacos
sufren la llamada Primavera de Praga. En agosto las tropas soviéticas y afines
del Pacto de Varsovia invaden Checoslovaquia derrocando a Dubček e
iniciando el llamado Proceso de Normalización. En toda esta vorágine de
cambios opresivos nacen colectivos como The Plastic People of the Universe
o DG307 por rascar solo la superficie de todo lo que se movería entre
finales de los 60 y 1980. En sitios de asfixia cultural extrema como lo fueron
la U.S.S.R., República Socialista de Checoslovaquia, la República de Polonia, La
República socialista Federal de Yugoslavia o la República democrática alemana
brillaron colectivos de artistas a contracorriente que plantaron la poesía y música
como armas con las que combatir al odio restrictivo comunista.
Teníamos que empezar aquí porque
es el astrónomo checo Luboš Kohoutek quien descubre y da nombre a
nuestra historia. Estamos en el 7 de Marzo de 1973, y el cometa será visible
todo el año y el siguiente.
The Plastic People of the
Universe, disfrazados de entes del espacio exterior tocan “Kohoutkova
Kometa II” para cerrar el concierto de Do Lesíčka Na Čekanou.
Próxima parada, Alemania.
III.
KOMETENMELODIE:
“Veremos el cometa
Kohoutec estos días. Calculan los astrónomos
que volverá a ser visto dentro de cincuenta mil años.
¿Entiendes mi arrebato? ¿No es una dádiva generosa, amada,
amiga mía, tu presencia de hoy?”.
Jaime Sabines
(Kometen-melodie, 7”
Single)
Tras la ocupación soviética de Checoslovaquia
en 1969, el astrónomo Luboš Kohoutek decide marcharse a Alemania del
Oeste (recordemos que la República de Bonn duraría de 1949 a 1990 con la
Caída del Muro de Berlín en el 89 como colofón final), concretamente al
Observatorio de Hamburgo donde realizaría su magnánimo descubrimiento.
En 1974 Kraftwerk, antecediendo
a su celebérrimo disco Autobahn, y tras una serie de trabajos previos
mucho más experimentales de los que la banda renegará hasta la terca saciedad, publican
un 7” en Phillips con primeras versiones cuasi Lo-Fi de su “Kometenmelodie”
(La Canción del Cometa, partes 1 y 2), luego emplazadas en la Cara B de Autobahn
y sonando más pulidas.
A pesar de contar todavía con la
seña de identidad de la flauta, el violín y la guitarra que los acompaña desde
sus inicios progresivos con Organisation (en 1970 editaron en RCA
Victor el inconmensurable disco de culto Tone Float) brillan los
arreglos electrónicos en un álbum conceptual, rompedor y que marcaría el
devenir de la música. La particular rendición de Florian Schneider, Ralf
Hütter, Klaus Roeder y Wolfgang Flür bajo la batuta de Conny
Plank es más que conocida y lo que vendría a partir de aquí puro acervo musical.
Queda entonces para la posteridad una grabación que ha dado mucho que hablar,
con versiones en demo y directo que acentúan las ásperas, oscuras sábanas del
Minimoog, el Farfisa, el V829 Rhythm King, el ARP Odyssey y el violín.
Sin embargo, hubo más cosas
relacionadas con el cometa en la dividida Alemania del Muro. En en una gira por
la Alemania del Este (República Democrática Alemana), el cantante y actor checo
Václav Neckář cantaba a su audiencia una tonadilla típicamente Schlager
(música popular alemana con visos campestres) llamada “Komet Kohoutek”,
compuesta para la ocasión por Hans Hardt:
“Kommt
er Komet Kohoutek,
ist
die ganze Erde weg,
sagt
die alte Frau und liest im Kaffeesatz.
Kommt
er Komet Kohoutek,
dann
hat alles keinen Zweck,
dann
ist wirklich alles für die Katz'.”
Por otra parte, el germano-americano
Götz Gustav Ksinski, más conocido por Gershon Kingsley, es uno de
los pioneros de la electrónica (Perrey and Kingsley) y toda aquella
corriente que surgiría con la aparición del sintetizador Moog, faceta a la que
daría rienda suelta en su agrupación First Moog Quartet. Suyo es el hit “Kohoutek”,
editado en un 7” (45rpm) bajo el distintivo de Mister Popcorn And His Sound
Machine en el sello Epic (dentro de la serie CBS-Blitzinformation y
luego reeditado con una infantil pero efectiva cubierta con el dibujo de un
cometa al más puro estilo Portal de Belén). Un pegadizo tema de electro disco
primitivo con fuertes toques cósmicos para bailar hasta con los ojos en un
nistagmus catártico propio de la primera música disco.
Bailar al son del cometa.
IV.
SECTAS, AGRUPACIONES, HIPPIES E ILUMINADOS
I.
“Kohoutek is a thought projection from the
mind of God”.
Father Yod
(Father Yod y YaHoWa 13)
En 1973 se distribuye un panfleto de Los Niños
de Dios, secta formada por el pastor protestante David Berg (Padre
Mo o Moisés David) alertándose de la inminente destrucción del mundo
el 31 de Enero de 1974. En pleno hipismo, las comunas eran el habitáculo
perfecto para acoger al desarraigado y bailando nuevamente en una vertiginosa coincidencia
de fechas, 1973 es el año en que Father Yod (James Edward Baker)
inicia andadura músico espiritual con YaHoWha 13 y The Source Family,
fabuloso pastiche Aquariano-Hindú basado en las enseñanzas de Yogi Bhajan.
Restaurantes de comida vegetariana, jam sessions psicodélicas en plena madrugada en su mansión de Hollywood Hills (California) y su posterior muerte haciendo parapente sin tener ninguna experiencia previa en 1975 los ha encumbrado como uno de los objetos musicales más fascinantes de su época (y recogidos como no podía ser de otra manera por Steven Stapleton en su Nurse With Wound List). James Edward Barker se encierra en una meditación de tres días durante los que supuestamente estuvo cantando el mantra `YHVH´. Tras la consabida, clásica revelación se autonombra Padre Yod.
En esos primeros días, los adeptos estaban mudándose a la Mother House cuyo garaje se había acondicionado como estudio de grabación. Casualmente, entra a formar parte de la familia Richard Elvern Marsh, más conocido como Sky Saxon (rebautizado aquí Sunflower Aquarian) que traía un larguísimo periplo musical con Electra-Fires, Sky Saxon & the Soul Rockers y, por supuesto, The Seeds. Isis Aquarian y Electricity Aquarian cuentan en el recomendadísimo libro The Source, The Untold Story of Father Yod, Yahowa 13 que llegarían a tener la friolera de 18 músicos experimentados en la comuna, y algunos de ellos con conocimiento de grabaciones en estudio. De entre todos destacaría Djin a la guitarra, pieza angular en la formación de Spirit of ´76.
El orden de los discos es bastante confuso y no podemos fiarnos de internet. Es en el libro The Source donde nuevamente encontramos las pistas clave. Según declaraciones del seguidor Omne: “The next three albums were finished by late 1973. Spirit of ´76, `Contraction´ and` Expansion´ were originally recorded as one big set, but Father later had them broken up into two albums, a single and a double. Father played on all the albus we pressed except Savage Sons of YaHoWha and All or Nothing at All”.
Su disco Kohoutek (titulado así en honor al Cometa) se prensó en su sello amateur HigherKey Records (Sunset Boulevard) a finales de 1973 bajo el nombre de Father Yod And The Spirit Of '76. Cuenta Djin que lo grabaron sobre las 4 de la madrugada como un Ritual Acuariano. Tras muchas lecturas e información contradictoria, lo único que me queda claro es que Kohoutek no es la primera grabación que se haría con miembros de The Source… ni siquiera creo que fuera la primera con Father Yod participando, pero puede llevar a confusión lo que se dice en el maravilloso inserto original:
“Man in his history and myth has long associated the comet with the ominous power of the unknown. He as learned that they bring changes. Life after their fiery visitation is never quite the same. What is Kohoutek? Why is it coming? What will it bring?. The mystery of Kohoutek is explored in spontaneous music, sound and song on Higher Key Record´s first release by Father Yod and The Spirit of ´76. Don´t stay in the dark – Kohoutek is for you”.
Solo Dios y el Cometa sabrán que diablos aconteció primero en el periodo comprendido entre 1973 y 1974. Kohoutek sería nuevamente visible en 1975, precisamente el mismo año en que moría Father Yod que según sus seguidores se conectaba así espiritualmente al cometa. Para ellos, la misión de la Skylab 4 falló su propósito ya que Kohoutek esquivaría a los astronautas para comunicarse directamente con Father Yod.
V.
SECTAS, AGRUPACIONES, HIPPIES E ILUMINADOS
II.
“That was no time for a child to
be born,
In a land in the crushing grip
of Rome;
Honour & truth were trampled
by scorn–
Yet here did the Saviour make
his home.
When is the time for love to be
born?
The inn is full on the planet
earth,
And by a comet the sky is torn–
Yet Love still takes the risk of
birth”.
The Risk of Birth, Christmas. Madeleine L´engle, 1973
Al igual que la Plastic People of the Universe,
es en Diciembre de 1973, concretamente el día 22, que encontramos a la Sun Ra
Arkestra en Nueva York a punto de salir para un concierto multitudinario en
el Town Hall. Explicaba Bernard Stollman, fundador de la mítica discográfica
ESP DISK que se habían repartido entre la audiencia pitos de caña que
enfervorecidos fans soplaban sin parar en las dos horas que tardaron en salir
al escenario. Tocaban también los punk rockers The Miamis, hacía su
performance Israel Jones (Satan) con un espectáculo de come-fuegos… os podéis imaginar el ambiente.
Los medios de comunicación habían jaleado lo suficiente al populacho y Kohoutek, el llamado Cometa del Siglo, ya estaba en el inconsciente colectivo. No voy a adentrarme en la figura de Sun Ra porque no es el objetivo del presente artículo pero si tenemos que hablar del Cosmos, el Free Jazz y el Avantgarde es imposible eludir su figura.
La grabación es un potentísimo concierto que se abre con “Kohoutek Intro”, un discurso donde se escucha cómo se le dan nociones de astronomía y cometas a la audiencia. Se habla de Kohoutek, de libros y de referencias espaciales al más puro estilo de la Arkestra. Luego se lanzarían a por el poderoso “Astro Black”, algarabía de Free Jazz concentrado con esa maravillosa voz de June Tyson recitando esa maravilla de:
“Find your place among the stars
Get into this outer world's
Rhythm, multiplicity
Harmony, equational
Melody horizon speed
Astro black and cosmos dark”
La Sun Ra Arkestra perfectamente engrasada y
así se nota en la potencia de los saxos, en los experimentos de los
sintetizadores, en esas “Variations of Kohoutek Themes”... Los sintes
modulares analógicos son demenciales en “Discipline 27 (Part I)” y hay que escucharlos para darse cuenta de
lo avanzado que resultaba todo. En definitiva, si hablamos del fenómenos
celestes y la música de las esferas, ahí tenía que estar por narices Herman
Sonny Blount, el embajador de Otros Mundos. El corte “Kohoutek” de trece
minutos de duración avanza la música experimental y el industrial a través de
cortantes sábanas heladas de un despiadado sintetizador desbocado…
impresionante contrapunto para las cabalgadas salvajes de los saxos que entran
luego y formando en suma un Meta Jazz abstracto y violento.
Los que quieran aproximarse a este “Concert for Comet Kohoutek” les recomiendo que acudan a la versión de 2006 remasterizada a fondo y que suena a años luz de la embarrada versión de Get Back de 1998.
Existen más casos dentro del mundo del Jazz. En 1982 la High School For Performing And Visual Arts Jazz Ensemble de Houston saca disco de Jazz contemporáneo titulado Kohoutek, incluyendo una pieza del mismo nombre en un disco algo pasado ya de moda y que poco o nada refleja el espíritu rompedor de otras músicas. Música muy bien tocada, perfecta académicamente pero para mi gusto carente de alma.
Cerramos este capítulo con una declaración de nada más y nada menos que Wayne Shorter para el Jazz Times de 2002 a propósito de la portada de Mysterious Traveller (1974), el disco de los Weather Report:
“Mysterious Traveller meant that comet Kohoutek [the overhyped celestial event of 1973/74], which was a mysterious visitor–so we had that cover of a comet over Madagascar. It was a mystery about where was it born, and that means our life too, here we are: all mysterious travelers. The title also came from a radio show that came on every Friday when I was growing up: this guy got on a train and told you a story.”
VI.
SECTAS, AGRUPACIONES, HIPPIES E
ILUMINADOS III.
“- See that light in the sky?.
-
The world is coming to an end.
-
That´s the comet Kohoutek
-
When the world is coming to an end,
you are supposed to put a sack
in your head”.
Peanuts by Charles Schulz (December 31, 1973).
(Cartel del Festival Kohoutek
Music & Arts Festival, 1990)
Si hay algo que recoja y perpetúe todo este legado en una línea discontinua hasta la actualidad es el llamado Kohoutek Music & Arts Festival que se viene realizando rigurosamente hasta la fecha por el colectivo de artes liberales y científicas Pitzer College.
Localizado en Claremont (Carolina del Sur) en un enclave mágico cercano a las Montañas de San Gabriel, fundado por el profesor de Historia de las Ideas Barry Sanders entre 1973 y 1974, toda la comunidad del campus, estudiantes, profesores e invitados se reunieron para la ocasión pero no pudieron ver el fenómeno celeste. En conmemoración a tan insigne día dedican jornadas en memoria del evento y su significado siendo una tradición anual ineludible en el Pitzer College.
El primer Kohoutek Festival que se organizó contó con los Mystic Knights of the Oingo Boingo, y durante varios días trajo teatro, música, pasacalles y multitud de actividades culturales, resultando un escaparate apasionante de bandas locales. En palabras de Barry Sanders: “The idea was just to convert the campus into something else. To make it seem different, look different, feel different, be different for a weekend”. En la publicación periódica de la entidad The Student Life se recogen maravillosas perlas como en la edición de 1980:
“Suppose you have broken your back, and you´ve contracted a severe case of Pitzer flu. You´re going to miss the music, and fun, and festivities of the Kohoutek festival on Saturday. (…) Music for the Festival includes the long awaited Classical group with Bornie Stortum, Lew Ellenhorn and Don Ambrosum, last year´s Kohoute favourite: Cindy Steele and the Steelers and The Tyrone Anthony Group. At midnight at a bonfire in the fountain area (…) a special guest Rumanian Professor will be telling authentic Transylvania haunted tales in a true Harry Senn style”.
“Kohoutek is the older tradition in the Pitzer community. Each year the theme brings a different tone. This year the mood will be set by `The Sum of the Deviations from the Mean´”.
En 1985 el evento tenía la suficiente potencia e infraestructura como para recoger a 24 bandas, vender productos y souvenirs y estar abierto al público de fuera siendo completamente gratuito. Desde luego los eslóganes no tenían desperdicio:
“Come to
Kohoutek, the Festival of Intensity”.
VII.
ROCK PROGRESIVAMENTE ROCK (Y OTROS):
“While the comet spreads its tail across the sky
It nowhere near defines the course it flies
Nor does it find its own direction”.
Peter Hammill, In Camera (1974)
Hasta los mismísimos Pink Floyd tienen aquí su papel. In Celebration Of The Comet - The Coming Of Kohoutek es el título de un bootleg pirata sacado en 1974 por la especialista en grabaciones ilegales The Amazing Kornyfone Record Label (aunque ya circulaba de forma más oscura en los infames acetábulos de la piratería). Se recoge un directo de la banda en el The Rainbow (Londres) el 20 de Febrero del 72, antes de toda esta historia y por lo tanto usando el tema del cometa como reclamo de marketing y sin que sume enteros interesantes en la historia que estamos contando así que pasemos a otra cosa.
La banda de San Francisco Journey se suben al carro (año 1975) en su debut con otro tema titulado “Kohoutek” con mucho encanto a pesar de su comercialidad. Su Prog inicial luego iría mutando en un acaramelado Pop rock bastante anodino. En esa onda progresiva y de un año antes es el “The Coming of Kohoutek” de la banda británica Argent que se marcan una asequible pero mucho más interesante pieza instrumental. Peter Hammill (Van Der Graf Generator) en su cuarto disco en solitario abre la Cara B con "The Comet, the Course, the Tail", cantando con su característico tono preciosista un claustrofóbico tema. El disco In Camera es toda una joya donde brillan el ARP 2600 synthesizer, el Mellotron o el harmónium y por supuesto las letras:
“Though the path of the comet be
sure
Its constitution is not
So its meaning is possibly more
Than the tracing of a tail
In one brief shot at glory”
Para mí sin embargo es el actor y compositor Burl Ives quien resalta sacándose de la manga en 1974 un añejísimo petardazo influenciado por la incipiente música disco. “The Tail of the Comet Kohoutek” (recogido en un 7”) nos seduce con los arreglos orquestales de Al Capps, toques a la Library Music y la insistente voz de crooner de Ives que se remacha con momentos electrónicos primitivos que parecen sacados de una vieja sintonía de película de espías. Os invito a escucharla porque no tiene desperdicio.
Hay muchísimos más ejemplos abarcando toda cantidad
de estilos que llegan hasta nuestros días pero no quiero convertir esto en una
lista de citas inabarcable y sin sentido. Vamos a terminar viaje con los R.E.M.
que en su tercer disco Fabbles of Reconstruction (1985) meten un corte
titulado “Kohoutek”, preciosa alegoría de una relación sentimental y el
paso de un fallido objeto celeste.
EPÍLOGO:
(Desierto de Atacama, Marzo de 1973. El periodista argentino Alfredo Serra y Lubos Kohoutek)
Ante la inmensidad del Cosmos palidecemos. El viejo miedo a la oscuridad en nuestras ciudades que nunca se apagan parece una vieja leyenda pero el hombre antiguo temblaba ante esos naturales fuegos artificiales de las colas de los cometas. El miedo al Fin de los Tiempos estaba puesto en lo que venía fuera de la Tierra porque nunca nos hemos considerado una amenaza para nosotros mismos. Siempre hemos buscado jodidos chivos expiatorios a todo y si algún día llega ese terrible FIN DEL MUNDO, si hubiera que llevar a algo al Cadalso sería una jodida piedra.
La música y la cultura es más amable que la diáfana realidad social porque no todo fue tan amable como lo que hemos contado. En pleno desierto de Atacama, el grandioso Observatorio de La Silla estaba preparado para ver pasar al Cometa. Según las estimaciones de Lubos Kohoutek, desplazado allí para la ocasión, era el sitio perfecto para contemplar el fenómeno, y el periodista Alfredo Serra se desplazaría al enclave para entrevistar al astrónomo checo. Eran años convulsos en Chile con un incipiente Pinochet acosando a Salvador Allende Gossens. En un impresionante artículo (21 de Julio de 2017) Serra recoge la entrevista que realizó in situ al astrónomo (recogida en el portal argentino INFOBAE).
El periodista fulmina el texto con esta reflexión que me gustaría reproducir aquí:
“Pero el cielo no les (no me) fue propicio. A pesar del largas noches en vela, ni Lubas K., su padre, ni su veintena de colegas, lograron avistar al esquivo cometa: una misteriosa pirueta espacial doblegó a los 18 telescopios, pasó como un fantasma invisible, y siguió su derrotero sin que los ojos humanos lo hollaran.
Mientras esa realidad sangrienta, contingente y luego de esperanza regía la vida de los chilenos, el cometa C/1973 E seguía girando en la infinitud celestial, ajeno a las miserias, los crímenes y la épica de la especie humana. Ajeno, desde su helado polvo, su hielo y su velocidad inconcebible, a aquellas criaturas de infinita vanidad que se creyeron (y aun se creen) los reyes de la Creación”.
Quién sabe, pero hasta mirando al cielo se
encuentran objetos perdidos.
“She wore bangles, she wore
bells on her toes
And she jumped like a fish
Like a flying friend, you were
gone
Like Kohoutek, can't forget that”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario