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Hace poco más de un año, me quedé patidifuso con el debut Año 0 de MISA TRIDENTE, Split con MAAURGE y que reseñé aquí. La enorme paleta expresiva detrás de proyectos relacionados como BUIO MONDO, MONO CANÍBAL, y alguno más del que no puedo soltar prenda tendrían que estar poniendo sobre aviso a la literatura musical oficial, si es que existe algo así como ojeadores (en este caso, orejadores de talentos emergentes). Tuve el placer de escuchar en primicia la grabación, e incluso escribir alguna frase promocional sobre el disco, pero nada de ello hace justicia a las sensaciones a flor de piel de estos 40 minutos de puro y duro ascenso apócrifo a través de un Ano Divino.
Una escalada Sacra con los pies descalzos a modo de Vía Crucis por unos intestinos putrefactos; pies que resbalan por la mucosa pero que firmes, inexorables, siguen los recovecos y pliegues laberínticos de lo Cecal. Esa sensación anti peristáltica, ese duro acontecer del anti-parto son perfectamente atribuibles al cariz ritual de la música de MISA TRIDENTE, que con una soberbia maestría marca los tiempos a la perfección. El fin es el principio, solo cambia el orificio por el que entras o sales.
Edita LENDT en una edición que para mi gusto deja mucho que desear en cuanto al digipack y el cdr; ojo, el diseño de MANUEL CANTERO es perfecto, pero que me corten en transversal con un cútter si esto no estaría de lujo con un troquelado en un A5. No digo que el formato esté mal, pero ahora que está agotado una reedición más acorde (los dineros mandan, claro) y con algo más de lujo sería un puntazo. Digo esto del lujo porque el Dark Ambient, el Ritual Noise y estilos afines siempre se ha caracterizado por rizar el rizo en cuanto a los formatos, y Iucidium, que entra en mi ranking particular de lo mejor del año, merece algo más trabajado en cuanto a papel, formato y esas cosas. Este es el único punto negativo que le puedo poner a un disco que me ha volado la cabeza, y voy a meterme de lleno con la música.
Voz y coros de ISABEL SIERRAS y DRUGOD, y la fantástica aportación de violín eléctrico de MIGUEL PALOU (aka DOCE FUEGOS), crean una amalgama tensa (solve et coagula) de discurrir arrastrado y lento. Percusiones marciales, procesionarias y de índole funesta adornan unas subidas y bajadas marcadas a fuego por acoples de guitarras y teclados, ecos y las homilías fantásticas de las voces, tanto en segundo plano en las partes más ambientales y tranquilas como en modo proclama.
Lejos de proyectos Noise sin sentido, MISA TRIDENTE busca la melodía y lo lírico, como ese fantástico motivo religioso alrededor del minuto 24 que pone los vellos de punta. Mitad coros gregorianos, mitad dádiva copta, se me pone la piel de gallina con ese minimalismo electrónico y fusión de voces femeninas, lo barroco del violín y mil una capas que desafían al oyente. La producción ni limpia ni sucia ayuda al conjunto, y esas notas de piano que parecen sacadas de cualquier grabación perdida de JACULA no son de este mundo. También podría establecerse paralelismos con AGHAST o con ese submundo francés de ELEND, pero eso lo dejo a vuestro arbitrio.
Medios oficiales dirán cinematográfico, yo te digo que esto suena a buceo por la España de los ritos perdidos, de las mascaradas Leonesas, de los cuentos contados a la lumbre, de los miedos ancestrales al poder del Dogma... el dogma como elemento opresor y aniquilador de la psique en una población muerta de hambre y al límite. MISA TRIDENTE como vómito negro de estrellas que brillaron en los cielos cuando los hermanos se volvieron contra hermanos, vómito negro de estrellas que ya no están en el firmamento pero que otrora iluminaron los segados campos bañados en sangre.
Biblias de carbón que se deshacen nada más tocarlas porque el mito es el poder que subyuga. Fuegos apagados con agua bendita ponzoñosa y besamanos infecto de sotanas rígidas como rígida queda la tela empapada de esperma.
Como una grabación de campo en Garabandal mezclado con un soundscape de SUNNO))), MISA TRIDENTE ha grabado un clásico, para mí disco una de las grabaciones del año, y que merece una edición mejor. Es impresionante la cantidad de agrupaciones clónicas que salen en este país con vinilo bajo el brazo, e impresionante también la cantidad de músicos que luchan contracorriente sacando auténticas joyas como esta.
Otra prueba de ello la tendríais con DOCE FUEGOS (entrevista aquí), que ya tendría que estar en boca de todos y todas... pero oigan, hace mucho que aquí se vende el pescado en subastas de lonja.
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