viernes, 5 de julio de 2019

JAVIER PIÑANGO - "I.R. REAL NUEVE" (AUDIOTALAIA ATP011, 2019)


I.R. REAL NUEVE de JAVIER PIÑANGO, es un (personal e intrasnferible) cuaderno de campo de investigación sonora plagado de esbozos, apuntes y esquemas de una Alpujarra Psíquica que nos atrapa en sus, ahora sinusoidales, luego serradas, formas de sentir, pulir y amortajar el ruido. Álbum de fotografías que suenan, textos que parecen escritura automática tras pasar por un Diván Psiquiátrico con olor a algarroba, cosecha de verduras estivales y tierra removida. 

Y digo amortajar porque la sensación que tengo a menudo con estos discos es la de que estoy llenando orificios de mi cuerpo con estropajo metálico mojado en alcanfor líquido. El Korg MS20 de PIÑANGO es una Gónada Industrial que emula vida a partir de vibraciones que no están atadas a algo material. Soliloquios de efectos, objetos y vibraciones que en más de una ocasión parecen cercanas a meter un micrófono en una cubeta de sosa cáustica en la que se estuviese fabricando jabón o cal para volver a dar vida a esas viejas paredes rurales.

Nos habla el autor de un exilio (y por ende autoexilio) que se nos torna críptico en los textos que acompañan la fabulosa edición de AUDIOTALAIA en formato A5 (diseño y edición de EDU COMELLES), papel verjurado gris oscuro, solapa de papel Kraft con cubiertas de gomaespuma tan agradables al tacto que se ejerce una curiosa  comunión (o sinapsis) muy sutil entre lo barroco del ruido que sale por los altavoces y la placentera sensación de caricia cuando tengo el libreto entre las manos.


Otro tema sería lo hermético del producto y es que cual Alan Turing de las reseñas, uno se ve en una peligrosa tesitura de voyeur extraño para intentar dilucidar qué diablos trata de contarnos su autor. Intentar abrir una psique mediante otra es inútil, y a veces lo mejor es dejarse arropar por los efluvios y por lo sugerente para captar no el todo de una obra, pero sí lo que nos sugiere en su aquí y ahora. 

Dicho de otro modo, I.R. REAL NUEVE son fotografias tan personales que sólo con el código de lo impersonal seremos capaces de entenderlas. Y amigos y amigas, el código de lo impersonal en mi pueblo es "dejarse llevar". Desnudarnos física y psíquicamente para ser golpeados y empalados por un sonido orgánico y denso que nos toquetea, moldea, mastica y regurgita en una masa de entendimiento abstracto que nada necesita de explicaciones vacuas.

Dividido en dos mitades casi simétricas, los primeros 4 cortes hablan de un exilio (sin condena, en consecuencia, sentenciado por la mugre...) que cae hacia un paisaje que parece estar en vías de desaparición no física sino como imagen o recuerdo. Exilio mental dice PIÑANGO en esta maravillosa reflexión: "es caída, es tiempo de caída, es exilio mental de grifo abierto hacia el sumidero que espera silencioso allá abajo...".

++++++++++ EXILIO: "via crucis invertido, golpeándose ondas contra más ondas y todas ellas contra el suelo hecho de rietas y contra alguna clase de techo invisible más allá de los tres mil metros...".

Así pues, "Exilio Ocho Abismo" es agua eléctrica golpeando contra caliza abrasada por el sol mientras se masturban miles de chicharras bajo el inclemente sol.


Si tuviera que comparar esto con algo, así y a bote pronto sin pensar demasiado diría que hay algo de la ominosa capa industrial del sonido del grandísimo ALAN SPLET en ERASERHEAD. Un pulso del Korg que se engalana de multitud de efectos que cubren todo el espectro del sonido, desde lo subsónico hasta los motivos más agudos y la sensación constante de estar metido en un sueño o un recuerdo que lejos de detenerse, muta en diversas fases de la que "Exilio Sima Ingravidez" es la flotante fase REM.

Es la parte más espacial de la música de un PIÑANGO que lleva su sintetizador a un Tour de Force; límite de posibilidades expresivas casi alienígenas como esas desasosegantes irrupciones (aportes en el mundo espiritista) de cariz percusivo ("encrucijada ingrávida con la galaxia rodeando al astronauta percutido por el pedregal de asteroides"...). Más electroacústico que otros discos suyos, I.R. REAL NUEVE juega con el sabio engaño de imitar lo natural (engañar al oyente) mediante el tratamiento y procesado maestro del sonido, que incluso se permite una especie de lírico acercamiento a la melodía en su tramo final gracias a un épico y mantenido fundido Drone.

Continúa la caída con la unción especial de "Exilio Tierra Aceite", más ritual y metido en el Dark Ambient y por lo tanto oscurísimo en su desarrollo. Un mar eléctrico invariable de fondo al que se suman imitaciones pseudoantropomórficas de vida en forma de retro futurismo arcade e infinidad de detalles de electroacústica sin alma ("el sonido, el jodido sonido que todo lo dispara, es kamikaze, se lanza, Alpujarra mental abajo, destinado a estrellar decibelios contra la alambrada final en esta quién sabe si huida o retorno"...).


Para cerrar la primera parte, "Exilio Interior Saeta"; 15 minutos de angustia en la que parecen captarse atisbos de voces que nunca se articulan del todo (se amputan nada más salir a la superficie), una nota subliminal en Do en modo eterno que se va moviendo con la rapidez del aceite que se derrama (al fondo), y los constantes ataques de una deformada saeta procedente de otro planeta ("el canto que se oye desde el otro lado es el de una guerra civil que emite sífilis sónica"...). Impagable el clímax final en un largo fade out que adquiere tintes de Kosmische.

++++++++++ AUTOEXILIO: "el presentimiento del ajuste de cuentas es ya un acto decidido de supervivencia animal...".

"Autoexilio Caldera Oscilación" es el lado salvaje de PIÑANGO. Sin concesiones, abstracto hasta la médula; un asalto frontal de orfebrería oxidada sin la más mínima piedad hacia el oyente. Con algo de los primerísimos ESPLENDOR GEOMÉTRICO, el madrileño se recrea en una obsesiva y negra Muzak de la que sólo sales cuando él escarba una salida en la pétrea maraña tejida. Los jugueteos del Korg no buscan tu complicidad sino atraparte; amagos de juguetonas melodías son trampantojos existenciales que te borran la sonrisa de la cara en un instante ("desde la gasolinera del alma negra, surtidor de audioespectros, va manando el vocerío que zancadilleará a torpes aprendices de la insipidez abultada, lánguida, un trapecio de trapecista desintegrándose sin red a la que encomendarse"...).


"Autoexilio Filtro Ebriedad" es sin embargo más meditativa. Burbujeante y circular, como la saliva en la comisura del ajusticiado a garrote vil, la sensación general es la de estar en una audición de motores y turbinas ciclópeos en un pabellón  gigantesco que se abriera al mismo cosmos ("trazando un sindios de órbita..."). Un punto de fuga que lo draga todo inexorablemente.

Con algo de música minimalista y Concrete llega a continuación "Autoexilio Radiografía Cosmos", o lo que es lo mismo, la kosmische vista desde el punto de vista del Noise. Motivos Wagnerianos intentan respirar en la maraña siempre cambiante en un Korg MS-20 demasiado encabronado para que pueda respirarse a su alrededor. Un etéreo dial de radio que sintoniza estados de ánimo ("cosmos reconvertido en frenética factoría, o mejor dicho, en tajo de albañiles que auscultan tórax y abdomen de la iberia tenebrosa y la sitúan a continuación ladrillo a ladrillo en el extrarradio del mapa cósmico...").

Pero si tengo que quedarme con algo, sin duda serán los 18 minutos alucinantes de "Autoexilio Nueve Superficie", difíciles de definir, pero que para mí son la sublimación de todo lo anterior mediante un corte épico, magnético y con una fuerza enorme. Un martillo industrial anti supercherías que va desplazándose en un glorioso via crucis con mini etapas meditacionales de timbre orientalizante y que se va enrevesando como un perverso mandala sin salida.

Sólo por este final ya merece la pena su adquisición. Si las estrellas meditan y piensan, "Autoexilio Nueve Superficie" es fiel reflejo de sus oraciones.



5 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias. Te llenan de ánimo comentarios así. Un fuerte abrazo Jordi!.

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  2. Me he quedado sin palabras, llevaba dias alucinando con este trabajo de Javier, pero la escucha de mañana despues de esta critica será diferente!! Bravo,Bravo,Bravo.
    Toni Algarra

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  4. Muchísimas gracias Toni, espero que tu inmersión en I.R.REAL NUEVE sea completa. El último corte me pone los vellos de punta. Abrazo!

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