viernes, 12 de enero de 2024

RABANOMAURO - "CALIGRAMA 1" (EX-NIHILO RECORDS EXNPL013; 2023)

`Gyrans gyrando vadit spiritus, et in circulos suos revertitur. Quinque tenent zonae coelum, obliquus qua se signorum verterit ordo. Sunt quoque et ipsi versus in totis conscripti sphaerici sive circularis numeri: id est, triginta sex qui per senarium senario multiplicato in senarium terminat, quorum primus in supremo circulo hic est versus: Ver oriens ignis aurora hac parte relucent. In infimo vero hic: Autumnus, zephyrus, tellus et vespera hic fit. Dextro namque hic: Arcton hiems lympha media nox ecce locatae. Et in sinistro hic versus: Aer, aestas, auster arci hic sit meridiesque.´

Desconozco el significado total y completo del poema visual y musical `Ver Oriens Ignis Aurora Hac Parte Relucent´ basado en las obras del beato Rabano Mauro (780?-856). Digo basado pero tampoco tengo todos los datos; podría equivocarme pero será su obra magna De Laudibus Crucis (Salzburgo, Siglo XIX) la que más haya permeado el trabajo musical que hoy os traigo. De Laudibus Crucis, compuesto por dos libros, destaca sobre todo en el primero de ellos; 28 poemas gráficos de Alabanza a la Santa Cruz donde queda de manifesto el hermetismo existente en el marcado simbolismo y la complejidad subyacente entre los alegóricos cruces de ángulos (cielo y tierra o tiempo y espacio) que muestran los poemas que a partir da ahora vamos a llamar (como el disco) Caligramas.


Sin querer ahondar mucho más en el tema, RABANOMAURO son (no voy a presentar a gente que debiérais conocer de antemano) A.L. Guillén a la guitarra eléctrica, Tomás Gris a los objetos / electrónica y David Área a la electrónica. El diseño gráfico, basado en la portada del ejemplar De Laudibus Crucis que yace en la Universidad Complutense de Madrid, es obra de Mara B. Stones. El resto del apartado técnico pasa por la grabación en La Antena Noética (Almería) y la posterior mezcla y masterización de David Área en Kora Mastering. La edición física sale en EX-NIHILO RECORDS en formato digital y físico (éste se repartió en una presentación en vivo y cuya copia he obtenido mediante felación fulcanéllica).

No apto para mentes atoradas, `Ver Oriens Ignis Aurora Hac Parte Relucent´ son 39 minutos de una compleja trama improvisatoria desarrollada en telar medieval electrificado y eminentemente alquímico. El jugueteo siempre oscurantista de lo medieval basado en un alarde de simbolismo en vena queda recogido a la perfección en este maravilloso texto aclaratorio de A.L. Guillén a propósito del sugerente título del corte:

`Si lo escribo es para esclarecer esa tarde.

Que fue invertido el primer caligrama, esa tarde.

Si tres es el número del espíritu, tres eran los cuerpos sin embargo. Si cuatro era materia, fuera ardía, por la aurora sobre la lividez. Ella nacía. Cuatro era el tiempo inasible. El que se escapa como silencio. Hay una aurora que quema la historia hacia lo eterno. Si el símbolo del fuego era el sonido donde vaciar la materia que gira en sus cuatro danzas, vaciados los cuerpos en tres espíritus. La aurora pariendo la luz del hueco. ¿Qué resta el cuatro hacia el tres? Si lo escribes es no sonado.

Mas es ese Uno: que suena. El fuego que trasmuta este pesado giro de las cuatro hijas de Démeter en estos tres soplos de pneuma: el globo, el acúfeno y la cuerda de cristal rota. Ra Ba No . Ese fuego debe sonar.

Si lo escribo es porque sonó.´

Por tanto, Caligrama 1 es un tercio música, un tercio ritual, y un tercio meditación con alabanzas. Yo, que de transmutación de objetos solo controlo lo de crear cálculos biliares y esas cosas, me centraré en lo exclusivamente musical aunque mi mente, perversamente Junguiana, busque extrañas cópulas entre el Ánima y el Ánimus. 

El conjunto de la obra parece moverse con ese sincopado y angustioso movimiento de los primeros autómatas medievales. Las notas autolimitadas y cortas (nada de largos drones catedralicios) se unen en pequeñas construcciones cortantes que gozan de cierta simetría.... y con simetría quiero decir que parecen notas (ya sean de la guitarra, ya sea la electrónica) que podrían moverse de sitio y encajar en complejos puzzles de esos en los que todo final es posible, pero que solo uno de ellos revela el `poema pictórico musical´ que estamos buscando. Imaginad un Dadaísmo radiado a través de oxidados relicarios conectados con el Altísimo que para darnos sus verdades en pleno Kali Yuga, envía crípticos mensajes a través de Rabanomauro, o sea, estos tres Bardos Sinestésicos.


El `Don de Lenguas´ es la Improvisación Libre en la que enterramos los prejuicios que custodia Perséfone, hija del inframundo y de los secretos muertos. Glitches y electroacústica giran en ese laberinto incognoscible y eterno del Potenciómetro Sagrado que como seculares maestros dominan estos tres músicos en estado de Gracia. Acampanados flujos, timpánicos golpeteos, ululantes y metronómicas ráfagas de perfidia, pudor y purgado son su sacrificio a la Santa Cruz y a su olvidado significado que se hunde en el Precristianismo muchísimo antes de aquella primera representación de la cruz de Alexámenos. Es curioso cómo conforme avanzan los minutos surgen estructuras del ruidismo Neyorquino de combate (Ikue Mori, Fred Frith, DNA, Arto Lindsay...) e incluso parece que estemos en el laboratorio de pruebas de una versión psiquiátrica de Cassiber.

Otra de las virtudes de Caligrama 1 es que huye de lo solista. La celebración ritual es conjunta y precisamente por ello, los momentos de la grabación en los que hay más participación grupal (por ejemplo minuto 3), da la sensación de que mayor es el grado ascético/espiritual conseguido. Aunque pueda parecer loco, la forma en que la guitarra recorre distancias salvajes en décidas de segundo invoca el espíritu de Esquivel en modo reduccionista ontológico, monismo metafísico y atonal pero jodidamente agrio; o sin ir más lejos esa Toy Music insana (aquí desprovista de Noir) de los experimentos ochenteros de Zorn. Pero no quiero llevaros a confusión... RABANOMAURO es otra cosa, sobre todo a partir del minuto 18 o así en que los instrumentos se van alineando en una (no sé si la palabra es acertada) selvática coda muy fluída, con una sutil vibración de onda marcada por exabruptos al más puro estilo Dark Ambient y toda una panoplia de creatividad insana. 

David Área y Tomás Gris practican aquí un ruidismo inteligente no exento de enterradas pero existentes bases que funcionan como rítmicas. Dispersan extremaunciones de arena sonora y granulosa recogida en tumbas de cadáveres enterrados en la psique o Axis del Ego. La guitarra de Guillén y sus cuerdas son golpeadas, pellizcadas o acariciadas en un ventriloquismo telúrico Frithiano que hace hablar a la misma Tierra y si grita, es para reclamar su parte de la danza. Ellos tres juntos, traen al espíritu....

porque

`Si tres es el número del espíritu, tres eran los cuerpos sin embargo´

https://ex-nihilorecords.bandcamp.com/album/caligrama-1

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