domingo, 21 de mayo de 2017

CRUJIDO #3: RAFAEL FEMIANO


El ciclo CRUJIDO llega a su ecuador con la visita de RAFAEL FEMIANO, alma máter de OIKOS que tras el apasionante "The Great Upheaval" se retroalimenta en una sesión en el entorno siempre acogedor de La Polivalente. El saxofonista Axilleas Polychronidis organiza este maravilloso ciclo de solistas con piezas inéditas que por mí podría durar eternamente. Tras MARCO SERRATO y su "Yuggoth" vino URANO Y PUTÓN con una electro jam cargada de ironía y populismo. Ahora es el turno de una soleada y cargada de polvo rendición a "El Mundo De Cristina" de ANDREW WYETH, pintura puesta en sonidos por la guitarra de FEMIANO.


La carrera de FEMIANO se alarga ya a casi una década, colaborando con músicos de la talla de DAVID CORDERO en su celebérrimo "El Rumor Del Oleaje" o JUAN ANTONIO NIETO (PANGEA). En esta ocasión tal y como he comentado más arriba, nos presenta una pieza curiosamente unida por el cordón umbilical del lirismo crepuscular de TERRENCE MALICK (especialmente en "Días Del Cielo") donde cada nota queda encajada en su correspondiente lugar para crear un score imaginario que parece dibujar con su paleta plástica la plañidera pintura de WYETH. La américa claustrofóbica de Maine que también es reflejada en el grandísimo "The Greath Upheaval".

Dicho motivo musical se mueve mántrica y perceptiblemente por los ecosistemas bíblicos de MALICK pero también por el expresionismo irreal de LYNCH. En cualquier caso, siempre me ha atrapado ese curioso efecto de la electrónica combinada con lo analógico; de una pedalera llena de artilugios en el que a modo de eterno Pin Ball cerrado, el sonido es lanzado una y otra vez de un sitio a otro, transformándose, creciendo o decreciendo en ondas cuadradas o sibilinas; acortándose o elongándose.... todo en un bucle drónico en el que el sonido es energía; no se destruye nunca, queda atrapado ahí, en esa poderosa trampa mortal de las pedaleras donde la única salida es desenchufar.

La célula madre es la guitarra de FEMIANO, que canta en los interludios melódicos para explotar en fuerza bruta en los feedbacks más ruidistas (aquí tendría que comentar que el sonido estaba controlado por el experto NACHO JAULA, todo un adalid del sonido). Plastilina sonora a merced de un molde cambiante pero que tiene la particularidad de volver a su forma original cuando quieras... así sonó la maravillosa pieza que tocó anoche FEMIANO.


"Conocí a un tipo llamado Ding Dong. Me dijo que la tierra entera se convertiría en una hoguera. Las llamas emanarían a diestro y siniestro. Simplemente aparecerían. Las montañas se convertirían en una gran llamarada. El agua brotaría en llamas. Los animales correrán desbocados, algunos de ellos quemados, con sus alas a medio quemar. La gente gritará a pleno pulmón pidiendo ayuda. La gente que ha sido buena irá al cielo y escapará de la hoguera."




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