Prácticamente cuatro años después del maravilloso debut homónimo, los asturianos ETHIVA vuelven a conquistar el espacio con su segundo trabajo, editado a todo lujo por el sello germano CLOSTRIDIUM RECORDS que se toma muy en serio cada una de sus ediciones ofreciendo múltiples detalles a cual más espectacular, desde los posavasos a los puzzles, los splatter vinyls o la doble carpeta. Quien quiera hacer ejercicios de recuperación puede leerse la entrevista que les hice hace tiempo:
"Sublime Island" es grabado, mezclado y masterizado nuevamente en los TUTU STUDIOS, con JAVI LORENZO a las guitarras, JANDRO LOSA al bajo/voces y RAMÓN FERNÁNDEZ a la batería mas las colaboraciones al contrabajo de MON PÉREZ y voces adicionales de CHRIS ÁLVAREZ. El fantástico artwork es obra de HÉCTOR CASTAÑÓN (OSSOBÜKO) en una onda algo distinta a la de su primer trabajo. Ecos a ciencia ficción utópica y un aire a las portadas de sellos como KSCOPE.
El caso es que tal y como reza el nombre del disco, ETHIVA han sublimado su estilo llevándolo a cotas de profesionalidad muy elevadas y no sólo por el continente, sino por el contenido; la música que vomitan los surcos del vinilo es una poderosa amalgama de psicodelia progresiva que aborda parajes inhóspitos a lo PINK FLOYD como en el sugestivo inicio de "Walk Among The Stars", donde una melodía construida con la guitarra y acompañada por el bajo estalla en una poderosa oda cósmica de tintes progresivos.
La batería es muy elegante, y acompañada por las cuatro cuerdas sienta las bases de acidez justas para que progresen las líneas de guitarra. Un poco de PORCUPINE TREE o la densidad ambiental de los últimos ANATHEMA aquí y allá; voces limpias con timbres agudos (que me atrevería a decir que suenan incluso a MICHAEL KISKE en algunos tramos) y un cierre instrumental excelente para estos siete primeros minutos. La esencia de las Heavy Jams está impresa, pero bastante depurada en estilo como para que tenga que usar la palabra "progresivo" con bastante frecuencia.
Sigue "While The Hills" a modo de cántico desértico. Un soberbio sólo de guitarra rompe el tema en dos y se lo lleva a terrenos celestiales y planeadores. Realmente es difícil comparar ETHIVA con otras bandas, máxime cuando el grado de detalles que han conseguido con los nuevos temas es tan elevado y el cambio de ritmo y melodía es tan frecuente. Diría que si HELLOWEEN hubiesen sido más progresivos y espaciales y se hubieran ido de Jams con PINK FLOYD quizás nos acercaríamos al sonido de la banda de Avilés.
Impresionante el inicio épico de "Long Lost Friend" y el desarrollo de las guitarras durante todo el tema, que por cierto posee una potente cadencia blues que hiere cuando entra el contrabajo. Ecos a THE SOULBREAKER COMPANY de "Itaca" por ese zumo de hard rock setentero que usan para cocinar y el inabarcable despliegue de la guitarra que parece no tener fin. Glorioso cierre para la primera cara del disco.
"Eslinga" abre una Cara B mucho más retorcida. Arabescos en la melodía y percusiones en un corto pero intenso tema cargado de mala baba Psych de la que se te agarra a la base de la columna. "Velvet Fog" resulta todavía más barroco y tira mucho de la vena progresiva con un fantástico juego vocal de CRIS ÁLVAREZ. Imposible no acordarse de LEE DOUGLAS con ANATHEMA... aunque sólo sea unos instantes porque ETHIVA no suelen permanecer demasiado tiempo en un mismo lugar; su música es como tirar un comprimido efervescente de un millón de toneladas a un planeta formado sólo por agua.
El meditabundo "Emptiness" está cargado del espíritu de una Jam desértica, pero de esas que se celebran cuando la temperatura baja y la piedra todavía conserva el calor. Creo que lo que hace tan grande a este disco es el alto nivel compositivo y la destreza del grupo como trío, que han sabido crecer dentro de un estilo que generalmente se torna repetitivo y ruidoso pero que ellos han transformado en algo muchísimo más elegante. El bajo de Jandro vertebra completamente estos excelentes ocho minutos mientras la guitarra de Javi construye sin cesar, cargada de wah-wah y burbujeos apuntalados por la variadísima percusión de Ramón, que huye de ritmos motorik facilones o cabalgadas a lo HAWKWIND para buscar algo más técnico (que no aséptico).
Finiquita el disco "One Of Them" que sintetiza su propuesta en a penas 2 minutos.
Grandioso.
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