"En definitiva, un diamante en potencia que con los pulimentos necesarios estoy casi seguro de que van a parir un pedazo de debut como la copa de un pino... y si no, tiempo al tiempo."
Pues a quien le pille despistad@, decirle que "La Boca Prestada" es su tercer trabajo ya tras "Dulcia Cum Amaris" (2013) y "Ausiliatrice" (2015) aunque MALHEUR cambian KNOCKTURNE RECORDS por el sello sevillano BLUE ASTEROID RECORDS, especializado en Jazz de corte nacional y preferentemente con músicos andaluces. Concretamente, editan dentro de la línea MAGMA SERIES. Os dejo reseñas de sus dos discos anteriores por si queréis completar la lectura:
La grabación del disco es en STUDIO HAPPY PLACE por Javi Mora, aunque mezclan posteriormente Fernando J. Romero y el propio Juan G. Acosta en los FJR ESTUDIOS y masterización final en los imprescindibles ya KADIFORNIA MASTERING de Mario G. Alberni. Una fantástica y abstracta ilustración de Jacobo Carmona adorna el digipack, elegante como todos los trabajos previos de la banda.
La esencia MALHEUR no se pierde. El inteligente discurso que nos daban en sus anteriores trabajos se destila y sublima llevándolo a cotas de una elegancia instrumental difícilmente superable, tanto en los arranques puramente jazzísticos de escuela clásica a los más inventivos en los que se bucea por ese tremendo universo con luz propia que creó Miles Davis en su etapa eléctrica y groove funk.
Por otro lado, se escuchan influencias muy Zornianas en todo lo que rodea a MALHEUR, pero de forma tangencial... es decir, combos como algunos proyectos de MARC RIBOT, RASHANIM o JAMIE SAFT tienen ese sonido juguetón que manejan los sevillanos, aunque aquí las influencias étnicas evidentemente se han suprimido. En resumidas cuentas, la base es Jazz-Rock experimental, atreviéndose incluso a adentrarse en pasajes que me traen a la cabeza momentos sublimes del jazz nórdico sobre todo por los devaneos ambientales.
"Afro-Soviet" abre el disco con un diálogo alucinante de guitarra y bajo seguido en la periferia por las percusiones de Montenegro, que posteriormente pasa a un primer plano con un tempo lento, aterciopelado y arropado por aires cuasi surferos en la guitarra de Acosta. El bajo de Juan Miguel suena mucho más presente en este disco y es tan vibrante que sus notas se quedan marcadas en el tiempo varios microsegundos. Ese aire exótico de MALHEUR que te arropa durante unos instantes para plantarte acto seguido con un cambio de ritmo funk que te tira de espaldas. Sigue "Voltio´s" recuperando el sonido del primer disco de MALHEUR, cuando les veía yo toques desérticos a lo YAWNING MAN y dudaba de si eran de Sevilla o Palm Desert. Alucinante la maestría de Acosta a la guitarra, con esa afinación tan característica que siempre digo que me recuerda a un vibráfono...
Y aprovecho para comentar que algo de la DAVE PIKE SET de la etapa de "Infra Red" (1970) también capto por ahí, aunque con los elementos brasileños y latinos no tan marcados pero sí presentes en cierto modo. Todo esto es relativo, porque tan pronto te parece estar escuchando eso, que la base rítmica te recuerda a cosas como ATOMIC en sus momentos más acelerados y metidos dentro del Avant-Jazz.
Maravillosa "Necronova" en toda su gloria espacial anómala. Si esto no es pegadizo y bailón es que estás muerto, además de esos magníficos segundos en los que se van por peteneras metaleras. Vuelve a continuación el ambiente desértico en "Joy Of The King", con Acosta bordeando primero terrenos a lo Ribot para luego seguir con un Fuzz espacial arropado por la incesante base rítmica que no para un segundo con su abanico inacabable de posibilidades, y contrastando con el clasicismo de club nocturno en "Ruin Booster", tirando mucho de blues arrastrado, maldito y con cierto swing decadente.
No es Bebop, pero la forma de pellizcar el bajo de Juan Miguel vaya si me recuerda a los discos de los grandes de la Blue Note en la etapa más arriesgada del mítico sello (Blue Note no es que se abriera a muchas experimentaciones, pero a partir de 1963 si que sacaron algunas joyas del avantgarde y freebop de la época). Volvemos a los terrenos hipnóticos de Miles Davis en la arabesca "Odalisque", un temazo impresionante cargado wah-wah y de la esencia de la Proto Fusión que impregnaría tanto al jazz como al rock y que curiosamente se nutría mucho de escalas exóticas y orientales a los instrumentos.
Tramo final con "Trinity And Beyond", saeta jazzera con un Montenegro sublime. Un tema juguetón, variado y plagado de texturas que casi rozan el rock progresivo. En el último corte "Vakuo" tenemos las colaboraciones de Antonio Campos a la trompeta y Javier Ortí al saxo tenor y bueno... MALHEUR en quinteto son una mezcla de banda experimental a lo ATOMIC en el arranque del tema pero mucho más sosegada. Esto es sólo unos instantes porque después curiosamente el tema adquiere estructuras más clásicas de lo que a priori pudiera parecer, con espacio para pequeños solos de los instrumentos y en definitiva vertebrándolo todo a lo FreeBop.
Termina el tema en bucle nuevamente con fuerza, con los cinco músicos pasándoselo en grande y recordándome un poco al primer jazz británico antes de que se recrudeciera en exceso entrando en terrenos más Free.
En definitiva, un disco imprescindible de una banda que continúa creciendo.
La esencia MALHEUR no se pierde. El inteligente discurso que nos daban en sus anteriores trabajos se destila y sublima llevándolo a cotas de una elegancia instrumental difícilmente superable, tanto en los arranques puramente jazzísticos de escuela clásica a los más inventivos en los que se bucea por ese tremendo universo con luz propia que creó Miles Davis en su etapa eléctrica y groove funk.
Por otro lado, se escuchan influencias muy Zornianas en todo lo que rodea a MALHEUR, pero de forma tangencial... es decir, combos como algunos proyectos de MARC RIBOT, RASHANIM o JAMIE SAFT tienen ese sonido juguetón que manejan los sevillanos, aunque aquí las influencias étnicas evidentemente se han suprimido. En resumidas cuentas, la base es Jazz-Rock experimental, atreviéndose incluso a adentrarse en pasajes que me traen a la cabeza momentos sublimes del jazz nórdico sobre todo por los devaneos ambientales.
"Afro-Soviet" abre el disco con un diálogo alucinante de guitarra y bajo seguido en la periferia por las percusiones de Montenegro, que posteriormente pasa a un primer plano con un tempo lento, aterciopelado y arropado por aires cuasi surferos en la guitarra de Acosta. El bajo de Juan Miguel suena mucho más presente en este disco y es tan vibrante que sus notas se quedan marcadas en el tiempo varios microsegundos. Ese aire exótico de MALHEUR que te arropa durante unos instantes para plantarte acto seguido con un cambio de ritmo funk que te tira de espaldas. Sigue "Voltio´s" recuperando el sonido del primer disco de MALHEUR, cuando les veía yo toques desérticos a lo YAWNING MAN y dudaba de si eran de Sevilla o Palm Desert. Alucinante la maestría de Acosta a la guitarra, con esa afinación tan característica que siempre digo que me recuerda a un vibráfono...
Y aprovecho para comentar que algo de la DAVE PIKE SET de la etapa de "Infra Red" (1970) también capto por ahí, aunque con los elementos brasileños y latinos no tan marcados pero sí presentes en cierto modo. Todo esto es relativo, porque tan pronto te parece estar escuchando eso, que la base rítmica te recuerda a cosas como ATOMIC en sus momentos más acelerados y metidos dentro del Avant-Jazz.
Maravillosa "Necronova" en toda su gloria espacial anómala. Si esto no es pegadizo y bailón es que estás muerto, además de esos magníficos segundos en los que se van por peteneras metaleras. Vuelve a continuación el ambiente desértico en "Joy Of The King", con Acosta bordeando primero terrenos a lo Ribot para luego seguir con un Fuzz espacial arropado por la incesante base rítmica que no para un segundo con su abanico inacabable de posibilidades, y contrastando con el clasicismo de club nocturno en "Ruin Booster", tirando mucho de blues arrastrado, maldito y con cierto swing decadente.
No es Bebop, pero la forma de pellizcar el bajo de Juan Miguel vaya si me recuerda a los discos de los grandes de la Blue Note en la etapa más arriesgada del mítico sello (Blue Note no es que se abriera a muchas experimentaciones, pero a partir de 1963 si que sacaron algunas joyas del avantgarde y freebop de la época). Volvemos a los terrenos hipnóticos de Miles Davis en la arabesca "Odalisque", un temazo impresionante cargado wah-wah y de la esencia de la Proto Fusión que impregnaría tanto al jazz como al rock y que curiosamente se nutría mucho de escalas exóticas y orientales a los instrumentos.
Tramo final con "Trinity And Beyond", saeta jazzera con un Montenegro sublime. Un tema juguetón, variado y plagado de texturas que casi rozan el rock progresivo. En el último corte "Vakuo" tenemos las colaboraciones de Antonio Campos a la trompeta y Javier Ortí al saxo tenor y bueno... MALHEUR en quinteto son una mezcla de banda experimental a lo ATOMIC en el arranque del tema pero mucho más sosegada. Esto es sólo unos instantes porque después curiosamente el tema adquiere estructuras más clásicas de lo que a priori pudiera parecer, con espacio para pequeños solos de los instrumentos y en definitiva vertebrándolo todo a lo FreeBop.
Termina el tema en bucle nuevamente con fuerza, con los cinco músicos pasándoselo en grande y recordándome un poco al primer jazz británico antes de que se recrudeciera en exceso entrando en terrenos más Free.
En definitiva, un disco imprescindible de una banda que continúa creciendo.
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