Nueva dosis retrofuturoscópica sinuoide del maestro de la Kosmische patria, Tomás Giron que con este Wandering in the Desert se marca su noveno álbum (mas alguno con otro nombre) desde que debutara con aquel magnífico Forest (Music 2 Dream, 2014). Tenéis un resumen de la carrera armamentística de GIRON simplemente pinchando en la reseña del anterior Space Exodus (Music 2 Dream, 2023) desde donde podréis ramificar a todos y cada uno de los textos aparecidos por aquí (me ahorráis un montón de trabajo). Antes de meterme en materia, sí que quisiera comentaros el apabullante artwork del propio Giron que continúa el mosaico iniciado con Space Exodus y Strange in the Mountains de tal modo que puedes unirlos como si de una sola imagen se tratara.
El disco que se extiende hasta los 60 minutos suena apabullantemente setentero y analógico (grabado en los Cosmic Electric Sector Studio), cosa que no me extraña tras consultar la impresionante cacharrería usada (espero que tuviera más de un enchufe o al menos regleta multiplicador):
`Korg Lambda, 900ps, MS20, Electribe 2, Microsampler, Sq-1,Behringer Crave, Model D, Dreadbox Abyss, Hades, Erebus, Nyx, Waldorf Streichfett, Novation K Station, Vermona Perfourmer mkII, Make Noise 0 Coast, EHX Small stone, Boss dd7.
Eurorack modular synthesizer: Doepfer, Erica synths, 4ms, Codex Modulex, Make Noise, Addac systems, Xaoc devices, Mutable, Behringer 960, Vermona Melodicer.´
Abre desde el silencio esa belleza de "Here Comes the Storm" con ululantes disquisiciones minimalistas de los sintes modulares y mucho de amor hacia la Kosmische setentera, ya no solo un fenómeno alemán sino prácticamente un producto. Una manera de cartografiar el sonido del cosmos en una década donde se miraba a los cielos, y los cielos tenían ojos que miraban hacia la tierra donde viejas pirámides, observatorios y monumentos inundaban las páginas de libros basados en pasionales investigaciones de pseudocientíficos y amantes de lo oculto. Con todo, los primeros compases pertenecen a un delicado Ambient que se va cargando de burbujeos y notas en cascada secuenciales (con esos dos elementos y las luces de Neón, nacieron los 80, pero esa es otra historia....) que se remata con un magnífico giro final con melodías pseudo orientales trabajadísimas (egipcias??) y en cierto modo incluso `vocalizadas´ que casan a la perfección con la sobriedad marcial de la percusión. Todo se funde sutilmente con los toques plañideros de "Ode to Sakyu" que recuerda por un lado a Tomita y quizás más a los compositores franceses tipo Magne o Vian.
Desde lo macrocósmico (reflejar la inmensidad sonora) a lo microcósmico (usar recursos casi infantiles tipo caja de música), GIRON es un maestro en medir los tiempos y las subidas / bajadas de intensidad. "Wind Also Rusts" es una pequeña pieza que se desliza, que se retroalimenta a sí misma de forma circular manteniendo esa tensión tan característica de cuando Carpenter usaba Korg. Sigue la excepcional "Walking Between Dunes", cuyos efectos visuales tipo calima producidos por la calor parecen ser reproducidos por sintes de Tomás que arcaiza lo futuro o más bien futuriza lo arcaizante. Son ocho minutos y pico de una Moozak desértica que a volumen elevado y auriculares se siente físicamente, especialmente con esas bases rítmicas / pulsos electromagnéticos que te estallan en los tímpanos como pompas de mercurio y jabón. Otro gran acierto es la masterización... todo suena ahí, pero no hay elementos que sobresalgan demasiado sobre otros sino que más bien crean un ecosistema sonoro donde a pesar de sus distintas idiosincracias, toda conviencia sonora es posible.
Llegamos a mitad de viaje con "With Our Pilot", con arranque apabullante de sombrías capas nuevamente a lo Carpenter (suerte de Assault on Precint 13 pero cruzada con Atmósfera 0) o quizás Frizzi, dándole al conjunto quizás un toque más cinematográfico de lo habitual en GIRON. Por supuesto, los elementos Synthwave ayudan o más bien invitan a echarse unos bailecitos opiáceos con el piloto que además el tipo, en vez de poner el automático, se marca unas melodías que parecen como una flauta Ney electrónica que quita el hipo. Es increíble la cantidad de recursos de Tomás y como no para de crecer en cada álbum, añadiendo detalles de progresivo electrónico (Tangerine Dream) o el Ambient Drone (que por la oscuridad casi que acaban más metidos de lleno en el Dark Ambient el primero, más en el minimalismo electrónico el segundo) de Brian Eno en los siguientes "Blowing" y "Oasis Rute" que de forma orgánica nos van metiendo de lleno en una especie de `Rave´ de doce minutazos en "Trip to the Market", o algo así como mezclar a Embryo con su escisión en Dissidenten con Techno alienígena.
El fin de fiesta lo pone "The Old Rusty Temple" donde se destila todo lo anterior y además se le da cierto toque cartográfico al más puro estilo Cuarto Mundo de Hassell. Y hasta suenan castañuelas del espacio exterior...
Uno de mis discos del año sin dudarlo.
https://giron.bandcamp.com/album/wandering-in-the-desert
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