Recuerdo como si fuera pasado mañana del año que fue el excelente Amanece en Fuerte Comansi del inclasificable Guiller Momonje (ex Patrullero Mancuso), brutal galimatías que me trajo de cabeza a la hora de reseñar y que fuera la segunda parada en esta trilogía cósmica que comenzara con Retorno a Titán (2017) y que ahora aluniza en todo su esplendor con la mediumnidad exquisita de pop Lo Fi y lisergia-litio de Serie B con El Baile Cuántico.
Siendo este hijo putativo del anterior, como suele ocurrir en las trilogías, os recomiendo visitar el texto que hice de Amanece en Fuerte Comansi para recoger las herramientas pertinentes con las que poder defenderte machete en mano a través de estas dos suites (14 minutos por cada Cara del vinilo) que vuelve a editar Luis Moner mediante su reverso tenebroso BELAMARH IS DEAD. A propósito de sellos que editan sin estar vivos, el túnel se puede recorrer para los dos lados y al final, como ya sabemos, los muertos conviven con los vivos y viceversa e incluso los hay mas muertos y que vivos (y viceversa también). No obstante, a este respecto, recogo del bandcamp estas palabras:
`Belamarh is Dead es un espectro zombie, un sello que jamás existirá como tal, pero que desde algún paraje extrasensorial emitirá sonidos. Los primeros sonidos que va a emitir son los de “El baile Cuántico”, una locura sideral de Guiller Momonje, un ser que habita en algún lugar muy lejano. Viste camisas vaqueras y salacot, y dice que jamás volverá a comunicarse en persona porque prefiere los espectros.´
Etiquetar y delimitar cada sonido e instrumento del álbum se me antoja innecesario. La lista de colaboraciones es brutalmente larga (podéis consultarla en la trasera del Lp) pero dejadme que me entretenga en el nuevamente fabuloso artwork del artista multidisciplinar Olaf Ladousse que lo vuelve a bordar con una mezcla genial entre juegos de mesa (no me digáis que no recuerda a `La Colmena´ de John Yianni) y comics retrofuturistas alternativos de esos que pululaban por la escena fanzinera de finales de los 90. El resto del apartado técnico se va a la masterización (lo borda) de Pedro Vigil y la excelente edición, prensaje y puesta a punto de BELAMARH IS DEAD que como decía, es un sello que existe pero que no (al más puro estilo Michael Knight de El Coche Fantástico).
Hay que hacer mención de las múltiples colaboraciones a los instrumentos, algunas cuasi caseras en las que entrarán cosas tan asequibles como ondas gravitacionales, señoritas de aplicación de internet, dulcemer de los Apalaches, teclado de cajero automático, theremines, silbidos, e incluso diría que una grabación de campo del ruido peristáltico de Momonje después de almorzar.
A pesar de que son 21 cortes divididos en dos Caras (Área 1 y Área 2), van fusionados de manera exquisita y sutil; la música se desarrolla sin exabruptos y con ese eterno poder del Lounge y la Muzak que si bien no es exactamente el estilo madre en El Baile Cuántico sí que funciona como perfecta amalgama que lo une todo. No os extrañe para nada que los contrastes calcen a la perfección... caleidoscópicos mantras Sun Ranianos abren con "Welcome to Planet Earth", todo un himno Lo Fi que desemboca en la cascada de pianos y Free Jazz tribal de "Horizonte de Decesos".
A partir de aquí, todo es posible; surf crepuscular con guitarras meditabundas y voz en sordina que exhuma a Lynch ("Dont Call Me Alien, Earthy") y lo embarra de sístoles y diástoles de teclados analógicos en proceso de extinción, o la minimalista pieza Popera "Colisionador de Hadrones" que mezcla a los Aviador Dro con un smoothie de lisergia que exuda sudor de Crooner muerto ayer pero de la década pasada. Sintonía de Juegos de Mesa olvidados para la neuronal "Superfunky Supernova" que se te clava en la cabeza de mala manera (así como una meningitis espongiforme) o la roedora de entrañas, ultra pegadiza "La Luli en el Observatorio Espacial de Atacama". Todo un orgasmo de Theremin.
Destaca la pegada de la batería en "El Baile Cuántico" y "Sutur´s Moons", dos temas muy distintos con ecos Jazzeros (fusión uno, experimentación el otro) muy trabajados pero lo que me flipa del álbum es el uso que se hace de las bases y los sonidos bajos / graves que para mi corto entender son los que van hilvanando cada uno de los temas en su andamiaje de baja fidelidad (otra vez remito a Jad Fair como en el álbum previo). Ya sea un toque percusivo o un acople, un potenciómetro que se desliza y da paso a retablos étnicos ("Cometa sobre Maharasthra"), hay sonidos que reverberan por todos lados y que te van conduciendo inexorablemente a esa especie de minimalismo Punk (imagínate a Manolo Kabezabolo versionando esto) de "Bosón de Higgs", punto y final de Área 1.
Área 2 ocupa la Cara B y son once cortes dispares pero magnéticos. "Ordenador Cuántico" como miniatura Pop con entrañables guitarras que sin solución de continuidad se funden con "March of the Anunnakis", suerte de impulso como de trombón envejecido, coros del extraradio y vuelta a la fundición, esta vez con el sitar de "Eclipse en Varanasi". Sigue la vibración meditabunda y cantos de trabajadoras de Polígono en estado de Nirvana como todo ingrediente de "Lone Star", amenazante en cierto sentido, y cumpliendo una extraña máxima de que cada corte hace de intro del siguiente (esto es muy curioso), asistimos impávidos a la sucesión de una joyita tras otra (vaya barbaridad Psych guitarrera de "Se Aproxima Andrómeda"). La sensación en el oyente es de elongación del tiempo (por eso comentaba al inicio del texto lo de Suite) en una maraña psicodélica marcadísima que implosiona en el sabor a Library Music / Lounge de "In a Persian Rocket" que parece sacada de una coproducción softcore hispano italiana (pongamos Emmanuelle en Ganímedes por ejemplo) y su machante sucesora "Excursión Marciana", toda una rendición a los primeros Fangoria.
Flipante la abstracción angular (se roza lo Arty) en "From Appalachian and Atlas Mountains to the Seas of Titan", algo así como Lagartija Nick empanados de acústicas Tyranossauricas, Folk a raudales y hippismo incestuoso que se acaba fundiendo con "Say Loud, I´m grey and I´m Proud" y la puntita final en clave de Nana minimalista y caleidoscópica "Mares de Titán", perfecta para dormir a pétreos gigantes de Despeñaperros para abajo. SUN RA meets FUNK meets PSYCH meets LO FI.
ULTRARECOMENDADO.
https://belamarh.bandcamp.com/merch
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