viernes, 22 de octubre de 2021

EL ÚLTIMO SOL - "ENTRE MUNDOS" (GRADUAL HATE RECORDS GH146, 2021)


Hoy vamos a realizar un viaje. Coged una moneda si es viaje de ida y vuelta (el jodido ferry del `Styx´ se está poniendo caro) y dos monedas si no pensáis volver (para que os las pongan encima de los ojos y eso). Ponemos nuestro Reloj Simbólico en ese punto resultante de triangular Pasado con Presente y poner como eje y vértice (Axis) lo `Atávico y Mítico´. Ese tiempo fuera del tiempo grande e incognoscible que nada tiene que ver con lo pretérito de uso común en el sentido estricto / lineal del término TIEMPO. El Futuro de momento no existe, porque cada vez que va a llegar es Presente, así que dejadlo como una calima existencial. Flota, se intuye pero no nos afeccta.... o sí, porque claro, todo futuro acaba siendo doblado y repetido en El Eterno Retorno. Dicho de otra forma, parece enrocar con el Pasado. Pero ojo, si os fijáis estoy dejando lo `Atávico y Mítico´ fuera de la fórmula y lo establezco como un Impulso Vital sólo accesible mediante determinados estados arcaicos del Ser o modificaciones del estado de Consciencia; es decir, lo Chamánico.


EL ÚLTIMO SOL es una agrupación de nuevo cuño pero que se compone de músicos con solera. Gemma A. y Daniel P. (miembro fundador de Árnica, Wihinei Rita, Ghazghkull y colaborador en estudio y directo de nada más y nada menos que Death In June, Allerseelen, Blood Axis o Traum´er Leben). Como podréis comprobar por los nombres citados, estamos ante nombres bastante potentes en la escena pero la particularidad de El Último Sol es conseguir sonido propio dentro de todo ese maremágnum de bandas que transitaran en plenos 90 (arriba o abajo) esos viejos pasajes musgosos que unen lo tradicional, lo rúnico y el neopaganismo. Como hay gente que se me pone nerviosa cuando trato determinados sonidos, si eres de los que precisan que todo se cuadricule y quepa en un cuadrado, mejor no sigas pero `Vive y Deja Morir´; aquí no se hablan de sesgos políticos ni visiones personales sino que se parte desde el máximo respeto a valorar el ARTE per sé. El resto queda dentro de la hormigonera Kármica de cada cual. Aquí, las RUEDAS SOLARES son ruedas solares y las Swastikas indican el camino a seguir en la Gingkana vital de cada cual. Resto de masturbaciones mentales podéis dejarlas aparte en el Cuenco Dádiva de Barro que uséis para las miasmas.

(edición especial con tótem de madera)

Como reflexión personal sí que me gustaría añadir algo. Es curioso como en esta nueva hornada de Neo Folk hay un punto diferencial con los creadores / pioneros del género. Sangre de Muérdago, Keltika Hispanna o los propios Árnica, casi que siempre encontramos alguna conexión con el Black Metal a través del árbol genealógico de los músicos. Veo ahí por ejemplo a Ghazghkull o me acuerdo de ColdWorld y Antlers (por la parte de Sangre de Muérdago) y pienso que en el fondo esa unión Celtíbera o Celtibérica / Paganismo y lo Rúnico tiene o tuvo una fuerte base en el Black Pagano patrio de Numen, Adhur, Aiumeen Basoa (por poner ejemplos que se me vienen muy rápido a la cabeza). Cuando los músicos que están en este tipo de agrupaciones van nutriéndose de lo acústico y ancestral van tendiendo a una forma de entender el Neofolk muy más acústico que los pioneros, que por lo general (cójase esto con pinzas) en sus etapas álgidas han tirado bastante de Ambient, Electrónica e incluso lo Industrial. Hecha mi paja mental, sigo.

Entre Mundos, que así se llama el disco, se define ante todo como un viaje. Lo iniciático y ritual está presente e impregna tan profundamente al disco que separar alguna de sus partes no funciona. Hay que disfrutarlo desde el inicio hasta el final y si lo pones en bucle el efecto se multiplica en cientos de miles de posibilidades psíquicas. Y vamos con los detalles; dos ediciones, una especial (que podéis ver en las imágenes) limitada a 30 copias y otra en precioso Digipack. Edita GRADUAL HATE RECORDS y SOLIFERRO, todo bajo los auspicios de la Asociación Raíz Ibérica. El fantástico diseño es de Cabeza de Lobo y el acabado sonoro, masterización y demás de André Eusebio. Pulso Play y se va la luz eléctrica... mi reproductor usa energía telúrica:


Tanto si El Último Sol que vemos es el de nuestros párpados cerrándose antes del deceso, como si se trata del último efluvio de calor del Astro Padre antes de extinguirse... o incluso si es el recambio solar anual y vuelta al comienzo cíclico y eterno retorno en el Fin del Año, estad por seguros que todas esas sensaciones váis a captarlas en la inicial "Nuevo Ciclo". Cascabeles, throat singing y bodhrán se mezclan con coros, cánticos y algún instrumento de cuerda tensándose al extremo. Aires marciales, sobrios y muy solemnes que van creciendo hasta el paroxismo con la entrada del sonido característico y aflautado de la zanfona (que se mantiene aquí en segundo plano). Los vellos de mis brazos apuntan a la Constelación de Orión y el de mi pubis al Magma Terráqueo.... estoy empalado de energía ilustre e ilustrosa y os juro que ahora podría partir piedras con el pensamiento. Todavía más marcial "Endrinos, Encinas y Robles" (juraría que estas tres palabras juntas las he escuchado en algún disco de Keltika Hispanna) con toques de tambor y la fantástica voz de Gema sobre la que caracolean efectos, toques de la zanfona, coros o ese mantra reptiliano que se te clava de: "endrinos, encinas y robles...". Dark Folk ejecutado a la perfección, con multitud de capas y pérdido cefalorraquídeo por mis fosas nasales.

Sigue "Legado" con algún instrumento eléctrico si no me equivoco (no sé si una guitarra) pero donde se pone todo el foco es en las voces de Gema que con su doble soliloquio aporta una potencia tremenda viéndose reforzada por la voz masculina en SpokenWord que aparece y desaparece de forma sincopada y dejando caer un texto de dobles sentidos, ritual y hermético. Se cambia el sonido en la homónima "El Último Sol - Que la Sangre Brote" mucho más atmosférica y lejana. Las voces y música parecen llegar desde algún lugar ultraterreno y discurrir por terrenos cercanos a proyectos como Rajna (no me atrevo a citar a Dead Can Dance) o quizás Deleyaman pero afortunadamente huyendo de las Heavenly Voices. A un pasito del World Folk, pero sin llegar a meterse en esa onda.


Sonidos de animales y la voz de Gema más melódica que en los primeros temas, "La Cacería" juega con simbolismos y una cadencia en lo musical donde lo percusivo sigue siendo el elemento principal pero siempre con esos languidos drones de la zanfona. Es curioso pero hay un minimalismo exquisito de una efectividad enorme... con poquísimos elementos El Último Sol te hacen viajar lo suficientemente alto como para temer la caída... caída que no llega porque la calidad se mantiene. "El Granado" y "Al Noroeste" (casi a capela salvo leves toques de percusión) muestran coqueteo con las fábulas narradas al sentir del calor de la hoguera ("guerrero, has traspasado el velo...."). 

Nos adentramos en el tramo final con la potentísima "Regreso", aplastante en su bélico inicio de tambores llamando a la batalla y un dueto de voces que junto a un drone de cuerdas mas leves notas de lo que parece un sinte o piano son como un ariete que va arremetiendo con todo lo que se encuentra por su paso. La zanfona se queda ensimismada en un loop acoplándose a las idas y venidas de los cantos estomacales de Daniel. Irrumpe una voz levemente procesada que figurativamente parece hablar de un regreso desde el plano astral de los muertos. Espiritualmente perdidos, estamos "Entre Mundos", una pieza de cadencias celtas (siempre he querido decir flotante Ska Celtíbérico.... vale, se me acaba de ocurrir) que se finiquita en esencia con "Ofrenda", toda una experiencia con auriculares sentir los cascabeles y percusión. Estamos preparando el sacrificio, la purga del espíritu y dibujando los geométricos ángulos con polvo del hueso de nuestros ancestros para preparar ese tour de force impresionante de nueve minutos llamado "Piel de Toro" que cierra y de qué manera una obra de arte musical. 

Resumir o describirla es matarla. Creo que ya he describo bastante... los cuchillos están dispuestos, la ceniza está sobre piel y los animales sienten la llamada. Habito entre mundos y el mundo habita dentro de mí... los tambores ciclópeos que adornan el cierre no tienen parangón. Si llevas armadura, real o psicológica, se te va a quebrar.





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