En 2017 entré en contacto necroanal con la música de YUNCLAS, proyecto que automáticamente me volaría la cabeza con la espectacular cinta autoeditada (Grabaciones Autobombo) Quebraes, a cuya reseña os remito porque creo que es importante para entender un poco por qué terrenos nos vamos a ir moviendo en este pequeño artículo. Luchas obreras, Dark Ambient, Terato Techno y otras lindeces que hacen palidecer a ese maravilloso título de disco de Les Rallizes Denudés: `Heavier than a Death in the Family´. Con todo, mucho mejor resultaría incluso la posterior A Train to Finland, en el sello ruso NEN Records, que en cierta medida va a entroncar con una figura de la que vamos a hablar en el disco que hoy os traigo... de momento, quedaos con el nombre de ULRIKE MEINHOF (Oldemburgo, 7 de octubre de 1934 - suicidio en la Prisión de Stammheim, 9 de mayo de 1976), periodista de ideología izquierdista y una de las fundadoras del Rote Armee Fraktion (RAF).
Bajo el nombre de El Sonido del Vacío, saca también en 2017 el homónimo, claustrofóbico e Industrial Noise El Sonido del Vacío (Grabaciones Autobombo), del que posteriormente ese mismo año saldría una suerte de Split con Yunclas. Siguen fabulosos discos autoeditados como De Lingua Ad Mortem (2018) o ya en 2019 el fabuloso (en Marbre Negre) Tripalium Ligatum, posiblemente de los mejores discos de Industrial, Noise y similares que escuché ese año. Pero la perla la puso el rompedor Luddita que nos juntaba a Yunclas con la artista y bailaora Ana Arenas (Zona Watusa, 2019). Dejo sin profundizar otras cosas de Grabaciones Autobombo como Koyaziu o el Black Industrial de Pierre Noir para no saturar e incluso un Split con Mono Caníbal.
Aunque lentamente estaba viendo aparecer nuevos temas subidos a Bandcamp, sinceramente no me esperaba esta expectacular eventración a lo crisálida sonora que ha dado en llamarse YÜNKLAZ II, evidentemente, creo que más que evidente homenaje a los Amon Düül y al Krautrock. No solo eso sino que Ein deutscher Herbst me parece de una calidad absolutamente a años luz de las heces sonoras que se graban en este país... y encima todo en régimen DIY, soterradamente underground y con una inventiva a la hora de componer que más quisiera la inmensa mayoría de reputados músicos de postín. Como todo lo que trata a Yunclas, hay un trasfondo político, social y argumental... aquí nunca nada suena porque sí o se titula de cualquier forma por lo que sea. Esto son balas que están dirigidas a destinatarios concretos así que antes de meternos en farragosos términos descriptivos me lanzo en un bis a bis con el ente tras YÜNKLAZ II:
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- Bueno, lo primero decirte que sabes que soy un devoto admirador de tus trabajos. Antes de meternos en materia con este impresionante Ein deutscher Herbst vamos a ahondar un poquito en algunos asuntos. Tengo que felicitarte porque este giro del nuevo nombre YÜNKLAZ II me parece una auténtica genialidad aunando esas palabras de poder como Amon Düul, Radio Noisz Ensemble, los Sylvester Anfang y muchas más cosas. ¿Cuándo decides y de qué manera renombrar el proyecto?
Muchas gracias, el cambio de nombre vino según lo estaba grabando. Aunque para mí la música que escucho y que tengo como referente y consecuentemente lo que intento hacer va más allá de etiquetas y de estilos concretos, y de hecho como Yunclas he grabado cosas muy diferentes, al final esto no me cuadraba presentarlo con el nombre de Yunclas, proyecto que empecé hace unos años centrado en la electrónica y el techno en concreto. No es que sea diametralmente opuesto tampoco. De hecho siempre inconscientemente me salía fuera un poco de lo que se espera que hagas produciendo techno, principalmente porque no me sale eso que se espera.
Entonces como digo es una especie de derivada hacia atrás en el tiempo musicalmente hablando y de ahí vino el nombre, el sonido oriental de la diéresis, la referencia a Amon Düul… Llevaba ya tiempo escuchando mucha psicodelia de los 70, Kraut, Anatolian Rock y cosas Psych o Acid Folk de todo ese periodo y creo que todo ese conjunto da unas posibilidades tremendas. Además soy un seguidor de toda la música de los últimos 60 y 70 de siempre. Esto junto con el modo de componer y producir técnicamente de la electrónica en el Ableton (programa de producción que sigo utilizando para todo) hace posible que pueda utilizar todo esto para expresarme.
- Cada trabajo que has realizado hasta ahora lleva un importante sustrato social, político e incluso contestatario… Ein deutscher Herbst no iba a ser menos así que me gustaría me expresaras la idea general que intentas transmitir con el disco. Yo me lo imagino como una colonoscopia temporal que va desde la Primera Guerra Mundial a la Segunda, con el fascismo en auge y ese posterior drama del Muro de Berlín y la separación de las dos Alemanias… Guerra Fría inclusive.
Bueno, la historia es “el otoño alemán” del 77 donde se desplegó en Alemania una confrontación al más alto nivel entre el Estado Alemán occidental y la Fracción del Ejército Rojo (RAF). Fue un poco un desastre en todos los sentidos, pero siempre me ha interesado mucho esa historia. En realidad es un episodio histórico que enlaza con la postguerra alemana, el poso del nazismo en la sociedad de República Federal Alemana, el anticomunismo de la guerra fría y la generación del 68 que rompe con la complicidad nazi de sus padres y los señala abiertamente, a la vez que denuncia la guerra del Vietnam y los americanos.
La contracultura desarrollada en aquellos años en Alemania fue muy política en muchos aspectos. Ese carácter revolucionario impregna mucho de la forma en que los grupos y proyectos musicales de jóvenes alemanes (y en general europeos) se distinguieron de la música convencional que hasta ese entonces dominaba el panorama. De hecho la música era parte de toda esa generación rupturista con el pasado político alemán, incluso de las personas que integraron la RAF. El libro “Future Days” reflexiona sobre ello. Me pareció que todo cuadraba bien en lo que me interesaba contar. La agitación política y su historia ( no la de los partidos y las fiestas electorales) inspira completamente la música que hago. No es intento de proselitismo, es algo que me sale natural.
- Cuando escucho algunos de los temas del álbum no sé si estoy realmente en un disco Kraut (al menos no en la parte Kosmische pero sí en la Pastoral a lo Popol Vuh), en otro de Acid Folk Psych o en un híbrido psicodélico californiano. ¿Qué te ha influido musicalmente y cómo demonios has grabado esas impresionantes líneas de guitarra?
Me gusta la psicodelia californiana, Grateful Dead, Jefferson Airplane, Q.M.S sin duda, desde bien pequeño. Pero quizás lo que más me influyó para hacer este disco es haber estado escuchando mucho a Popol Vuh (sobre todo), Kalacakra, Guru Guru, Kraan, Embryo, Ash Ra Temple, grupos nórdicos como Älgarnas Tradgärd, Handgjort, Alrune Rod… la verdad que me he puesto hasta arriba de música de ese periodo aunque también me influyen cosas más convencionales. No sé por qué pero algún solo estuvo muy influido por Ritchie Blackmore.
La guitarra pues grabada en el local de ensayo. Prueba y error sin más, jugando también con la improvisación, lo que va saliendo y lo que queda mejor. Me gusta el estilo y el sonido de guitarra que se cimentó un poco a principios de los 70.
- ¿Y la percusión? A pesar de ser programada desde las tablas a partes cuasi motorik, pasando por machaconas bases rítmicas suena todo muy cohesionado. Para mí es el disco más complejo tuyo que he escuchado así que si puedes me gustaría me comentaras algo sobre la composición, grabación y por supuesto, quiero saber algo de los samplers, un recurso muy tuyo que me encanta.
Todos los temas están hechos a partir de la guitarra, después añado lo demás. Las bases rítmicas están programadas todas. Con sonido de batería acústica (porque pensaba que le iba mejor que electrónica) y muestras de instrumentos como la tabla o cosas árabes.
Los samplers de voz son de Rudi Dustchke (cabeza del movimiento contestatario juvenil alemán que fue objeto de un atentado y que quedó con un parálisis que le terminó provocando la muerte años después) durante una conferencia en la universidad. Luego me encontré por internet extractos del juicio de Stammheim donde se oye a Gudrun Ensslin y Ulrike Meinhof. Y también las conversaciones durante el secuestro de la RAF de la embajada alemana en Suecia, que son también el hilo conductor del tema Komando Holger Meins.
- Para los lectores, me gustaría te detuvieras en la figura de Holger Meins, Ulrike Meinhof (que sale en la portada y ya trataste en A Train to Finland) y Gudrun Ensslin, que creo que merecen casi que un artículo en sí mismo.
Son tres figuras emblemáticas y representativas de ese periodo. Holger Meins, estudiante de cine y bellas artes, que se incorpora a esa primera generación de integrantes de la RAF, después de pasar por Kommune 1 y de participar un poco de lo que era la contracultura. Muere en una huelga de hambre. Representa a ese tipo jóvenes que de la “via cultural” pasaron radicalmente y de forma total a la “via armada”.
Ulrike es la intelectual más importante de ese periodo, ya era bastante famosa antes de formar parte de la RAF. Salía por la tele, escribía artículos .. Su biografía es muy interesante para hacerse una idea de lo que significaba ser alemán y darse cuenta de lo que habían hecho los alemanes pocos años antes y como ese despertar transforma el pensamiento. Su muerte por supuesto suicidio en la cárcel de Stammheim sigue teniendo sus puntos ciegos todavía hoy en día.
Gudrun Ensslin fue otra de las fundadoras de la RAF, profesora, intelectual y con una historia vital totalmente rupturista murió también “suicidada” en la cárcel de Stammheim poco después de Ulrike.
(emblema de la Facción del Ejército Rojo)
- Volviendo a la música. Me parece impresionante el sonido de la cassette más que nada porque se ve que es reciclada, totalmente DIY y ya te digo que le pega cien patadas a productos `profesionales´ que cuestan un sueldo. Esto es algo común en todas tus cintas… ¿cómo tratas el sonido para sacarle tanto partido?
Pues supongo que tu también sabrás por experiencia que las cintas vírgenes Sony y TDK, por decir dos marcas conocidas, tenían una calidad muy superior ya a las cintas originales y oficiales que editaban los sellos. Los standares de calidad eran muy altos y yo tengo cintas grabadas en los 80 que todavía subsisten y se oyen bien. No se puede decir lo mismo de lo que hay hoy. Las fábricas la verdad es que no miran mucho la calidad de lo que hacen. Los reproductores de cassettes escasean y los nuevos son totalmente lo-fi. En fin, un desastre.
No obstante todavía se consiguen algunas cintas de las últimas tdk o sony que se fabricaron en buen estado, aunque cada vez escasean más. No hay nada mejor que esas cintas la verdad. No hay ningún secreto, solo un grabador de cassette que funciona bien todavía, una tarjeta de sonido decente y una mesa de mezclas. Pensé en mandarlas a una fábrica, pero como soy muy mal vendedor, decidí hacerlo yo mismo y el que me la pida se la grabo.
- ¿Vas a seguir por esta línea de sonido?... ¿qué nos depara el futuro inmediato?
Si, voy a seguir con esa línea y similares. Me interesa mucho la primitive guitar también, por ahí andará la cosa. Ya estoy grabando más cosas, tengo dos temas hechos y en proyecto otro álbum. Seguiré en esta vena psicodélica y creo que esta vez si lo moveré por algún sello.
- Nada, gracias por tu tiempo y este es tu espacio para comentar lo que te apetezca.
Pues nada muchas gracias por el interés, yo soy un fan de la música y del underground y siempre aprendo algo de lo que comentas en el blog. Precisamente mientras escribo esto estoy escuchando a los Silvester Anfang que no los controlaba y me están encantando, así que gracias de nuevo por descubrírmelos. Un abrazo!.
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"Una Dura Batalla por los Recuerdos" abre el disco con cierto aroma a Can o los Amon Düül de Yeti / Phallus Dei. Una guitarra con espíritu de Jam Session sobrevuela y teje texturas sobre capas de percusiones programadas e insistentes que a veces quieren meterse incluso en el Post Punk de los 80. Sintetizadores subrayan aquí y allá con el orín de las ondas serradas mientras el tempo va subiendo, los samplers vocales enterrados boquean por salir a la superficie y la intensidad alcanza ese nauseabundo, agrio pero incomparable y magnificente sonido de las ya legendarias sesiones de German Oak. Algunos recursos electrónicos puntuales me llevan al proyecto Noruego de Alwanzatar... otro que tal baila. La insistencia hipnótica de las melodías y la forma en que suena la tabla y la percusión añaden ese deje orientalizante muy propio de los discos anteriores bajo el nombre de Yunclas.
Si mañana alguien me pusiera esto y con la extorsión de pellizcarme un huevo con unos alicates tuviera que decir rápido qué es, estoy seguro que diría que una sesión oscura apócrifa guardada en un cajón de los dueños de OHR, Brain o la madre que los parió. Ese soniquete de teclado circense que va y viene me tiene absolutamente loco. Sigue los mastodónticos 11 minutos de la homónima "Ein deutscher Herbst" añadiendo toques más pastorales a lo Sergius Golowin o unos Popol Vuh pasados por el Techno Synth. Es precisamente esa amplitud y ruptura total con cualquier tipo de etiqueta, pero teniendo como estandarte la creatividad de los 70 lo que acaba amalgamando una fusión maestra de estilos. Es mántrico y espiritual como los Popol Vuh pero en vez recitar himnos se reparten panfletos sobre cómo engrasar el HK MP5... y por cierto, dejad que insista en que el tratamiento lánguido, oleoso y pegadizo de la guitarra suena a German Oak o ese fabuloso colectivo de Sylvester Anfang y Sylvester Anfang II. Maravilloso epílogo ruidista hacia el Space Rock y la escuela electrónica de Berlín y desfase psicotrópico espectacular. No quiero ni imaginarme cómo sonaría esto con una banda al completo.
"Gudrun Ensslin" ahonda todavía más en lo pastoral gracias a doble línea de guitarras... acústica y otra más cargada de Fuzz. A los nombres añadidos evidentemente hay que meter Acid Folk en vena o lo que es lo mismo, Älgarnas Trädgård, Group 1850 o Witthüser & Westrupp. Cósmico y rural, aunque no salga en tus cartas estelares ni tus mapas. A lo Hawkwind, se va subiendo la intensidad con una guitarra totalmente poseída. Sublime. "Rudi Dutschke" es pegadizo como napalm en gel. Una melodía de corte arábigo nos lleva a Erkin Koray, Edyp Akbayram y toda la caterva propia del Anatolian Psych, con el brutal contraste del sampler discursivo que le añade al conjunto una dimensión de auténtico culto. "Damasco Yemen Palestina" lleva lo escuchado en el anterior corte al extremo y se funde en harmonio / shruti box.
El tercio final es de órdago. Desde "Kommando Holger Meins", algo así como Kalacakra o Siloah con recitados en alemán radiados más propios quizás del NeoFolk aunque realmente poco importa la etiqueta. Esto es una jodida genialidad de PH extremadamente ácido; como un enema de Litio de baterías abandonadas al sol o usar una hoja de marquetería de hilo dental. Sigue el experimental "Heckler & Koch MP5 Blues" con más electrónica que el tramo central y visitando incluso terrenos de Rock Desértico a lo Yawning Man pasados por filtros cromados o ese gran descubrimiento de ARARAT con gente de Los Natas. YÜNKLAZ II es un ejército musical de una sola persona que se ha bastado a sí misma para exprimir una inventiva a años luz de proyectos `postureantes´ y de rancio abolengo... a años luz de `grupos que necesitan pasar primero por el atrezzo y vestuario antes de sacar un tema´ o a años luz de grupos que `necesitan sí o sí acostarse con un vinilo editado por un sello´. ¿No me crees?... pues ponte el corte del que estoy hablando a partir del minuto 4 o así y dime que esto no es una puñetera pasada. Hazmedme un favor, si no estáis de acuerdo en mis reflexiones antes de venir con historias purgaos en una piscina atiborrada de Peta Zetas.
Ah, y queda la joyita "Meinhof in Stammheim", mitad Turkish, mitad Pentangle pero te la dejo a tí para que la definas.