El grado de evolución que ha sufrido DOMO a lo largo de estos años bien pudiera calcularse mediante la ecuación del cohete de Tsiolkovski que viene a decirnos que un aparato puede acelerarse a sí mismo expulsando parte de su masa a alta velocidad en el sentido opuesto a la aceleración obtenida debido a la conservación de la cantidad de movimiento.
Dicho de otro modo, cuando salió el debut homónimo Domo hace la friolera de 9 años (reseña aquí) la banda de Alicante tenía todavía ese peso Stoner que lastra a muchas bandas. Luego, como cuando un cohete en el despegue se separa de los reactores principales y la cápsula sigue su curso a Orión, se sacan de la manga en 2015 un fantástico Split junto a PYRAMIDAL que dio en llamarse Jams From the Sun (aquí) donde su sonido iba limándose de asperezas y curtiéndose hacia un Space Heavy Psych tremebundo, con muchas concomitancias y paralelismos con la otra banda, pero siempre aireando un ligero sustrato/mantillo setentero muy a lo Grand Funk Railroad pero pasadísimos de rosca. Me cuesta bastante separar ambas bandas, máxime cuando comparten (o han compartido) 3 cuartas partes de integrantes (el grado de hermanamiento es ese que se produce en momentos trágicos, cuando te queda una sóla molécula de Oxígeno para 2 astronautas en Gravedad Cero).
Para entender mejor esta historia, lo mejor es capitanearla desde el panel de mandos de los Oriental Desert Studio Audio del batería Lluís Mas... y es que de ahí han salido los prototipos voladores sónicos Dawn In Space , Frozen Galaxies, Live Freaks - Pyramidal Live At Freak Valley Festival, From Other Spheres / Sabbra Arabia, Live From The 7th Psychedelic Network Festival o el ultimísimo y homónimo disco Pyramidal (2019), además de los dos discos de Rosy Finch (Witchboro y Scarlet).
Es decir, en una apócrifa historia que me formo en mi cabeza, esta bestial resurrección de DOMO con Domonautas Vol.1 viene a ser una misma línea argumental encajando a la perfección como pieza de orfebrería dentro de PYRAMIDAL... ambas bandas han recorrido una similar senda que vista desde el espacio coincide exactamente con Los Pájaros de las Líneas de Nazca. Dos amigos que vienen del mismo barrio musical, uno un poco más rudo que el otro, pero ambos igualmente colgados. Dicho lo cual, me meto de lleno en Domonautas Vol.1.
Grabado por Marcos Carabante y Lluís Más (que también masteriza) en R. Track Estudio y Oriental Desert Studio (Alí-Canté), la formación queda establecida con:
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Pablo Criado: guitarra eléctrica, acústica, tambura, trompeta y fx
Samuel Riviere: guitarra eléctrica, sitar y fx
Óscar Soler: bajo, guitarra acústica, sintetizador y voz
Paco García: batería y percusión (también Lluís Más a la percusión)
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El alucinante artwork es obra del reputadísimo holandés Maarten Doders en una edición en vinilo que quita el hipo (la especial a color limitada a 150 copias) a cargo del sello CLOSTRIDIUM RECORDS, que ya editaran a mis queridísimos ETHIVA (aquí os dejo una entrevista y reseña de su debut y de su último hasta la fecha Sublime Island) y bueno, quien quiera debatir si los vinilos de hoy día merecen o no la pena lo primero que debe de hacer es pillar cosas de este sello; impresionante el sonido potente y analógico que obtienen en cada una de sus ediciones (junto a Krauted Mind, Lay Bare Recordings y Sunhair se han ido repartiendo cada una de las ediciones tanto de Pyramidal como de Domo). Eso sí, son ediciones caras que hay que pagar... nada de las coediciones a 15 pavos que se ven por ahí. Incluye la especial pegatina, parche y un splatter digno de un vómito estelar.
Hay que tener en cuenta que se trata de un álbum en dos partes y mientras escribo esta reseña ya se está anunciando Domonautas Vol.2. así que para evaluar el resultado final tendréis que esperar todavía un poco. El crecimiento y madurez como músicos sigue una línea tan ascendente que a efectos prácticos cabalgan un Punto de Fuga... Qué diablos, son como montarte en un gigantesco Péndulo de Foucault tras ponerte una seta corrupta de supositorio. Que el disco se abra con un tema llamado "Oxímoron" ya puede hacernos intuir que la segunda parte del disco usará este tema como vértebra o bisagra (puedo equivocarme). Ambientes pseudo sinfónicos épicos de teclados bombásticos bajo guitarras tanto acústicas como distorsionadas; sigue un ritmo de bajo sincopado y en el minuto 2 estamos flotando ya sobre la superficie de la Tierra.... (ecos orientales con olor a almizcle porque las estrellas están en celo y van a copular entre ellas saltándose el espacio de intimidad que dan sus atmósferas y puntos de Masa Gravitacional). Alucinante cómo las guitarras te van dibujando un tatuaje hidrosoluble dentro del tuétano de tu jodida columna vertebral.
Entra "Astródomo" con una potentísima base rítmica al más puro estilo dioses Viaje a 800. Un corte que eyecta combustible ecológico de un Prog Rock exquisito y espacial pero sin perder esa fuerza del Stoner Doom más lisérgico (Farflung, Oresund Space Collective, Mars Red Sky, Vibravoid...); riffs de guitarra que parecen sacados de la mente de Gaudí conforman un abrigo mucho más ponible que cualquier traje de astronauta (qué hostias, será La Galaxia pero hay que ir bien vestido). Las explosivas voces en castellano (no puedo dejar de acordarme de Atavismo, Híbrido o Melange y Mohama Saz) gritan con una rabia inusitada una homilía infecta, cósmicamente nihilista que se va fundiendo con unos contrapuntos Doom (minuto 6) a lo Reverend Bizarre, Naam, Yob o Electric Wizard aunque escasos segundos después se lancen a una Jam de efectos y acoples Pink Floydianos introspectivos. Atentos al mellotron o lo que sea que revienta el tema al final porque te va a poner los vellos como escarpias.
Habría que escribir un libro sobre la influencia de "Planet Caravan" en el mundo de la música, y "Ritual del Sol" no va a ser menos. Como los buenos stándares jazzísticos, el Space Rock tiene sus bases y melodías a partir de las que puedes construir planetas, mundos y galaxias. Brillante la percusión y los maravillosos teclados (¿alguien recuerda los últimos discos de Rip K.C.?) coqueteando con unas guitarras que se van creciendo, letras que saben a himno y mucho, mucho Fuzz para acabar los minutos finales en una ordalía de salvaje Psych Rock a lo Blue Cheer y Mc5 mezclados con Yawning Man.
"Planisferio" redondea Domonautas Vol.1 dejando la sensación de que estamos a mitad de camino. Nosotros, los eternautas incansables, gustamos de implosionar una y otra vez y gastamos medio Kali Yuga en recoger nuestras células dispersadas por la Galaxia. Así, estallando y recomponiéndonos, acabamos siendo pálidos reflejos de aquello que fuimos pero joder, que nos quiten lo bailao... Viajeros mentales, hijos e hijas de la electricidad estática, follad música hasta que se os caigan las orejas a pedazos... lubricad la galaxia con vuestras calenturientas gónadas y resucitemos el Verano del Amor. Drogonautas, Dronenautas, Domodrogos... afilad vuestras sinapsis porque de vosotros... de VOSOTROS ES EL REINO DE LOS CIELOS.
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