EN COLABORACIÓN CON LOS AMIGOS DE MONTAÑA MÁGICA, OS OFRECEMOS UN REPORTAJE EN EXCLUSIVA CON BLOOMING LÁTIGO, UN SONORO COMBO POLIÉDRICO ALTAMENTE ADICTIVO Y ORIGINAL QUE SEGURO NO TE DEJARÁN INDIFERENTE. GRACIAS A MONTAÑA MÁGICA POR TAN MARAVILLOSA INICIATIVA Y OFRECERME LA OPORTUNIDAD DE COLABORAR CON ELLOS EN ESTE PROYECTO:
Desde la primera vez que escuché la música de Blooming Látigo pienso que es de lo más especial. Pienso en estos cuatro tíos como un cuerpo fascinador, dos piernas firmemente asentadas sobre la tierra ejecutando sutiles pasos de baile, un tronco que se contorsiona poderosamente emitiendo oleadas de energía tan contundentes y estudiadas como los puñetazos de Bruce Lee, y una cabeza singularmente lúcida, capaz de clamar oraciones y escupir sabiduría arcana todo a la vez, disfrazadas bajo el discurso de un bufón.
Nuestro compañero el
Coronel Douglas Mortimer escribió el año pasado un artículo repasando la discografía de Blooming Látigo titulado
“VÍA DOLOROSA o LAS 15 ESTACIONES DEL FAQUIR”. Con su permiso y nuestro más sincero agradecimiento quisiera evocar el primer párrafo de aquel artículo, porque muy pocas veces he leído palabras tan acertadas para describir un trabajo y empujar al descubrimiento. No hay caso en tratar de igualar algo así, pues está dicho, y muy bien dicho:
SAN JUAN DE LA CRUZ era un yogui y como buen practicante de la mística debería haber sabido que ANAHATHA CHAKRA (अनाहत, Anāhata), pronunciado YAM y situado a la altura del corazón, es el centro de energía que nos conecta con el amor universal. BLOOMING LÁTIGO, uno de los secretos mejor guardados del underground musical sevillano, parten de sus instintos e impulsos del corazón para crear una música muy personal y a la par de difícil catalogación.
Esto apunta la clave que permite dejarse agarrar por la música de Blooming Látigo. Se trataría de contemplar la cristalización de un instinto puro, tan despiadado como delicado, que despliega todo un juego de luces y sombras detrás nuestro. Un juego consistente en proyectar físicamente el corazón que anima este cuerpo sobre el del oyente. Así pues, si uno sencillamente mira lo que esta música refleja en su interior, descubrirá ciertas cosas. Cosas que quizá temamos mirar. Para eso están el bufón -confundirá nuestro raciocinio-, las piernas -nos embelesarán con su baile-, y el tronco -nos confortará con su abrazo, y no podremos escapar mientras dure el espectáculo. Tan sólo hay que mirar. Tan sólo hay que escuchar. Nosotros, lo que verdaderamente somos, haremos el resto. Esto es música, es magia sónica en estado puro.
Lo que nos/os proponemos con este artículo es una inmersión en las profundidades de la música de Blooming Látigo, un recorrido a través de un peculiar aparato digestivo que asimila influencias más que musicales, existenciales, y en virtud de la sinergía de sus componentes (y colaboradores) destila algo tan especial y multifacético que se resiste a cualquier etiqueta. De momento a través de las palabras de Xavier Castroviejo, vocalista y maestro de ceremonias de la banda y un par de sorpresas. Por falta de tiempo y coordinación no hemos podido tener las aportaciones del resto de la banda y alguna gente que ha estado involucrada en su música, como era nuestra intención original, pero estad atentos porque en cualquier caso no hemos terminado con ello y les perseguiremos. Además contamos con algunas reflexiones de nuestro querido
Coronel Mortimer como hilo conductor a lo largo de la discografía de Blooming Látigo.
* ESFÍNTERES Y FAQUIRES (2011, Féretro Records/Trips and Traume):
Si nos permitís, no vamos a empezar por su EP homónimo, sino por Esfínteres y Faquires. La razón de esto es que es el disco con el que la mayoría los descubrimos, el que parece la casilla de salida más obvia para entrar en el juego que nos proponen con su música, porque una de las cosas que más llama la atención de su propuesta es su cualidad lúdica, que empieza a desarrollarse claramente con este disco y llega hasta el punto de titular su última referencia -a punto de ser publicada por Knockturne Records- Giochi Divertenti (“Juegos Divertidos”). La música de Blooming Látigo te mueve a escuchar con atención, a permitir ser seducido por unas reglas que tras una primera sensación de seriedad esconden una burla visceral, mediante las cuales se valen para susurrarte con una segunda voz (¿quizá la de tú mismo?), secretos destinados a tu inconsciente.
Esfínteres y Faquires o la sonrisa de un arquitecto burlón, se ha convertido en un clásico y pilar imprescindible sobre el que se sustentan múltiples proyectos de un puñado de locos visionarios; estos descendientes directos de los atlantes le dan la vuelta de tuerca definitiva a un sonido que en su debut se encontraba en estado larvario, convirtiéndolo en un híbrido bastardo de proporciones épicas. La crudeza se alía con la complejidad de una fórmula matemática para dar como resultado AQUELLO SOBRE LO QUE LA CIENCIA NO DEBE PRONUNCIARSE. Estamos hablando de una patada psíquica en el tronco del encéfalo; una música parida para doler y evaporar tus neurotransmisores… antipsicodélica, herméticometalera y benzodiacepínicamente subyugante.
Cuéntanos cómo fue vuestro segundo comienzo, que en cierto modo supondría de algún modo ‘el’ comienzo de Blooming Látigo. Aunque se trata de dos bandas bastante diferentes en cuanto al resultado formal que producen, no se aprecia una discontinuidad tan grande entre vuestro primer EP y Esfínteres, en cuanto que en el EP ya se puede apreciar en estado larvario, cierta esencia que va a ser consustancial a Blooming Látigo.
Desde dentro sí que apreciamos una discontinuidad respecto al formato que grabó el EP. La rítmica, por ejemplo, es muy diferente. El aspecto compositivo, tanto en su proceso como en sus resultados, también nos parece totalmente diferente. Pero entiendo lo que dices. Si aprecias una continuidad entre ambos trabajos creo que se debe a que Jose, cuando entró a formar parte del grupo, siendo el compositor, respetó lo que él entendía como cierta esencia de lo que era Blooming Látigo.
Ahora Jose es el compositor, salvo en un tema en que no participa, “Harold Foster”, que sacamos entre Gonzalo y yo en el local. El bajo del tema lo grabé yo, creo que es evidente. Justo cuando sacamos el disco se lo puse en el coche a un amigo y cuando ya llevaba un rato sonando la canción lo paró y me dijo muy serio, “oye, ¿qué le pasa a Jose aquí? No toca normal”. Le tuve que decir que ese estilo de retrasado mental no se debía a que Jose tuviese un mal día, sino a que tocaba yo.
Cuéntanos cómo os tomasteis la grabación del disco, qué queríais conseguir.
El principal objetivo era sacar un disco en condiciones de una puñetera vez. Hasta que llegó Jose el grupo estaba estancado y estuvimos una temporada sin avanzar nada en ningún aspecto. Nada más entrar Jose en la banda pillamos una dinámica muy positiva de ir sacando un tema tras otro hasta completar el disco. Vamos, que nos puso las pilas.
Tras el disco no hay ningún concepto ni nada por el estilo. Es una canción tras otra. Presentadas en formato físico y con ese orden sí que da la sensación de una especie de coherencia narrativa. Pero no hay intencionalidad en ello. La pretensión última del grupo es hacer la música que a nosotros nos gustaría escuchar.
Una curiosidad personal, ¿qué hay detrás de “La destrucción del aura”?
El último tema del disco y el último que se compuso antes de entrar a grabar. Es el más lineal de todos por lo que creo que siempre lo tuvimos en cuenta como cierre. El texto del recitado es de Borja. Es demencial.
Utilicé un megáfono a pilas para grabar la declamación, con lo que conseguimos esa sensación de que entiendes lo que se dice pero a la vez es imposible retener nada de lo que se está diciendo. En esa época estaba escuchando mucho a unos cantantes de Mali e intenté añadir unas voces parecidas al final del tema. Por supuesto, tras varias pruebas, fracasé miserablemente. Pero es uno de los mejores recuerdos que tengo de la grabación del disco, yo utilizando unas voces ridículas mientras el resto estaba llorando de risa con mis infructuosos intentos.
* BLOOMING LÁTIGO (2008, autoproducido):
Volvemos atrás en el tiempo para descubrir una referencia perdida en la carrera de Blooming Látigo, obra de su primera encarnación, seis temas deudores de las letanías abismales de unos Black Sabbath tanto como de la rabiosa ametralladora punk de Black Flag, que sin embargo ya anuncia que esta criatura ha nacido para inventar su propio camino. Riffs mutantes tan contundentes como puñetazos en tu estómago, cambios de ritmo que te obligan a mantener la atención, y aullidos que apelan directamente a tu hipotálamo.
De los más abyectos rincones de SPAL, la Tierra Llana que dirían los tartesos, una primera encarnación de Blooming Látigo coquetea con la argamasa resultante de masajear un crudo hardcore lento y bilioso, un ácido y corrosivo de sludge sabbathico con Burning Witch por bandera y unas pinzeladas de la mala leche para con el prójimo de unos Today is the Day. Delirios masónico-circenses para un quiste infecto que al eclosionar manase blanco, negro y rojo… y es que estos modernos herejes eyaculan maniqueísmo al son de su propio y particular consolamentum. Nacidos para infectar.
¿Cómo surge la banda y el nombre de Blooming Látigo? ¿Sois el azote de algo?
No somos el azote de nada. El nombre se le ocurrió a Gonzalo. Así, tal cual. Lo soltó un día cualquiera en el local de ensayo y nos gustó.
El grupo nace de la amistad que compartimos Fran y yo desde que éramos adolescentes de instituto. Una amistad cimentada sobre nuestra mutua pasión de escuchar e intercambiar discos. Hacer un grupo juntos era el siguiente paso lógico que debíamos dar.
Recuerdo el detonante personal que hizo que me tomase en serio lo de formar un grupo. Fue escuchar “Gran Poder” de Orthodox ¿Qué mierda era eso? ¿De dónde salía? Me pareció impactante que unos chavales de mi ciudad lograsen crear una obra de arte sin fisuras a todos los niveles. Recuerdo escucharlos por primera vez y llamar a Fran inmediatamente, “tío, tienes que escuchar esto como sea”.
¿Qué diferencias hay entre vuestra manera de componer de entonces con lo que sois ahora, pero también, qué encontráis que permanece de aquella primera encarnación en el espíritu de Blooming Látigo?
Antes se componía en el local de ensayo. Nos juntábamos todos y a partir de improvisaciones o ideas de guitarra se le daba forma a los temas.
La metodología actual es muy diferente. Jose hace los temas en su casa. Graba una demo con una línea de bajo y unos ritmos programados y nos la pasa. Así, con los temas ya cerrados, nos presentamos los cuatro en el local hasta que podemos tocar la idea de la demo.
Es una metodología, que dadas nuestras circunstancias de falta de tiempo, nos resulta la más idónea. Aprovechamos las horas de local al 100%, no andamos dando vueltas a las canciones, no componemos ya en el local. Quedamos exclusivamente para ensayar. Por lo que casi nunca te queda esa sensación frustrante de tener un ensayo en el que has perdido el tiempo probando cosas que no funcionan.
¿Qué hay del teclista/DJ que teníais al principio, existe alguna grabación con él, cómo sonaba aquello?
Fernando, muy buen chaval. Ni DJ ni teclista, la intención era que programase ritmos. Estuvo dos o tres ensayos probando con nosotros en los que apenas participó. No hay mucho que contar ahí.
Para este capítulo tan especial, hemos tenido el honor de contar con las palabras de Fran, que fuera guitarrista de la banda desde sus inicios hasta su marcha en 2010. Como veréis, amplían aún más la dimensión a lo que fue la gestación de la banda, la “no-idea” que alumbraba sus inicios, y le dejan a uno con las ganas de escuchar más música de aquellos Blooming seminales. Desde la Montaña Mágica, nuestro más sincero agradecimiento Fran, por tus palabras y tu papel en Blooming… la verdad, se queda uno con ganas de saber más de ti.
Blooming nace de la necesidad de dos melómanos y grandes amigos(Xavi y yo) de comunicarse con la escena que fuera (nunca hemos pertenecido a ninguna, llamémosla X, nos la suda) de una manera espontánea, natural y nada premeditada. Yo había tenido bandas anteriores pero fue con Blooming con la que me he sentido más cómodo y más sólido como guitarrista. Hasta entonces nunca había tenido el gusto de tocar lo que realmente sentía, para ello llamamos a Gonzalo (con el que tuve una banda anterior de otro rollo completamente distinto) para que se consolidara más la idea, una idea que, como digo antes, nunca la habíamos ni siquiera pensado a pesar de mi estrecha relación con Xavi y nuestras usuales conversaciones sobre música.
Blooming Látigo (al menos cuando yo estaba) era un grupo de punk más y a pesar de todas las etiquetas que todos los fancines se encaprichaban en ponernos, nuestra visión de la música en general viene del Punk, ya hagamos música con panderetas o con sintetizadores. Así que a pesar de tener muchas influencias, nuestra visión (y en cuanto a mí, sigue siéndolo), nuestra perspectiva es el Punk.
Pocas épocas he tenido más felices en una banda que cuando estaba en Blooming. Xavi hacía de promotor, y vaya si lo hacía bien, con sus contactos y su dinamismo ayudó a esta banda a tocar con músicos que escuchábamos y que nunca hubiéramos pensado que llegáramos a tocar. Abrimos para Damo Suzuki, vocalista de Can, de los cuales Xavi y yo somos fanáticos, tocamos con Zu, Cuzo, Viaje a 800… Por todo esto y por mucho más hace que esta época fuera cuanto menos gloriosa para mi como guitarrista. Mucho aprendí de todos estos músicos que admiro, mucha cerveza compartida con todos ellos.
Quedé super satisfecho de lo que hicimos juntos… hacíamos lo que nos daba la gana, yo creo que está era la única regla con la que andábamos. Además, me gustaría aclarar que Blooming, en la época 2007/10 tenía muchas más canciones que no aparecían en nuestro homónimo EP, canciones más maduras con una idea más consolidada incluso que la que aparecía en nuestro primer corto. Por resumir, eran una patada en la cara… Tocábamos en la calle, en festivales, fuera de casa, etc. y estas últimas canciones de las que hablo suponían una maduración de la “no-idea”, una pena no haberlas podido grabar.
Lo que vino después de mi marcha, y desde mi punto de vista, es un grupo que toma otra dirección, menos punk a mi parecer, más organizado todo también, pues yo componía y compongo siempre desde la improvisación. Al entrar otro músico en el grupo, con visiones distintas, Blooming se convierte en un grupo más de local y composición que cuando yo estaba. Personalmente los ensayos no me interesan del todo, me interesa tocar/componer con ideas que surgen en los directos, con la magia y la mala leche que teníamos en directo. Nunca tocábamos los temas iguales y de ahí saltaba una chispa que me ayudaba a componer nuevos temas para la banda. Sí, el directo lo era y lo es todo para mi.
* JACOB meets BLOOMING LÁTIGO (2013, Knockturne Records)
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En 2013 nace Knockturne Records, y su primera referencia tiene a Blooming Látigo como protagonista. Jacob, duo formado por David Cordero (Úrsula, Viento Smith) y Marco Serrato (Orthodox, Hidden Forces Trio), nos ofrece su visión de varios temas de Blooming Látigo(incluyendo curiosamente el inédito Texta Exenta, del que hablaremos más adelante).
Un viaje iniciático que más que avanzar hacia el centro de una espiral, intentase salir, expandiéndonos más y más. En esta singular grabación, la luz blanca no se descompone en el arcoíris, sino en la más negra de las oscuridades. Cuando Jacob toca la música de Blooming Látigo la transforma alquímicamente en ámbar haciendo que nuestros poros secreten almizcle divino y nos prepare para la comunión sexual de los sentidos. El carácter anti-litúrgico de esta grabación no deja resquicio para respirar pero da igual, el oxígeno ya nunca volverá a ser fuente de vida, pues ahora nos nutrimos de la vibración.
¿Qué os pareció lo que consiguió David con su recreación de vuestra música? ¿Qué dimensión alcanza la música de Blooming reinterpretada por Jacob?
Cuando un grupo se presenta en disco hay varias maneras de visualizar su música. Blooming Látigo nos mostramos en nuestras grabaciones, por lo general, de una manera en que nuestra música se represente visualmente de la forma estándar. Es decir, si oyes “Esfínteres y Faquires” lo normal es que esa música se te represente visualmente como los cuatro tocando sus instrumentos.
Luego hay discos en los que es imposible representar a una banda interpretando y generando los sonidos que salen por los altavoces de tu equipo. Un disco de Plastikman o de Brian Eno cuesta mucho representarlo visualmente como una banda tocando lo que suena ahí, mientras que en un disco de James Brown o de Bad Brains, de forma inconsciente, proyectas a cada músico tocando su instrumento correspondiente.
La intención era sacar un disco en el que al sonar no se pudiese proyectar a una banda tocando en el estudio, en el local o en un escenario. En ese momento ni teníamos tiempo ni equipo para hacer eso. Así que Jacob lo hizo por nosotros. Ya hemos hablado para en un futuro a medio plazo hacer algo así nosotros mismos sin delegar en nadie externo a la banda.
El disco me encanta. Aunque quizás, ya pasado un tiempo, quedaría aún mejor con las voces aún más procesadas e irreconocibles. De alguna manera las voces son el único anclaje con las versiones originales, lo cual resulta extrañamente perturbador.
* TESTA EXENTA (2013, Féretro Records/Nooirax Producciones/Noizeland Records/Discos Macarras):
12″ a 45 r.p.m. compatido con Garüda (que incluyen su épico pepinazo Raven Prayer, que daría para una reseña por sí solo). Un artefacto que a punto estuvo de no ver la luz, y que merece la pena tanto por la música que contiene como por la maravillosa portada de Gonzalo Santana.
Testa Exenta nos muestra una nueva faceta de Blooming Látigo, percusiones pseudo-jazzísticas y un sintetizador crean un sugerente paisaje minimalista y cambiante, que hace de colchón ambiental para el no por acariciante menos amenazador leitmotif que invoca Xavier Castroviejo: los cráneos que adornan tus muros pertenecen a tus enemigos. Llantos y invocaciones doom que parecen sacados de ralentizar a Burning Witch hasta un paroxismo en los límites entre la revelación y la locura.
¿De dónde sale el tema? Tengo entendido que por poco nos quedamos sin la edición de este split. Si te apetece, ¿puedes hablarnos de los problemas que motivaron tanto retraso y rumores?
Lo que pasó es que había cinco sellos implicados en la salida del disco. Y resulta que no todos los partícipes en la edición hacían su parte. O al menos al ritmo mínimo exigido.
“Testa Exenta” es muy muy antiguo. Ya lo tocábamos antes de que Jose entrase en el grupo. Se grabó en las sesiones de “Esfíntres” pero no acabó ahí porque creímos que rompía la dinámica del disco.
* GIOCHI DIVERTENTI (2014, Knockturne Records):
EP a punto de ser publicado (desde aquí nuestro agradecimiento aKnockturne Records y a la banda por dejarnos disfrutar de él en primicia, confesamos que este artículo era una excusa), consta de 4 cortes entorno a la idea de coerción, apenas 10 minutos que bastan para que Blooming Látigo vuelva a enredarnos con otro de sus jueguecitos, y de paso demostrar que no sólo son capaces de desvincularse de cualquier tentativa de ser encasillados, además tienen la suficiente fuerza centrífuga para redefinir su propia órbita alrededor del centro en el que reside su espíritu.
En apenas lo que se tarda en recorrer un 7” a una velocidad media de 45 r.p.m., Bloomig Látigo vuelven a meterte un dedo en el ano y darte la vuelta hasta exponer tus entrañas. Giochi Divertenti juguetea con catálogos perdidos, alteraciones del comportamiento y melodías difícilmente clasificables que sin embargo suenan a cotidiano; algo así como lo que se siente al abrir la caja de los Juegos Reunidos Geyper. Desde la psicotrópica portada de Gonzalo Santana a la estructura en cuatro movimientos, su propósito de divertirte despliega todo un mundo de posibilidades, azar y fichas que uno nunca sabe para qué coño se utilizarán. Divertidos como oler el ácido fólico de tu orina, sobrios como el tortazo de un carabinieri y tan viscerales como la offensa capitis en un niño alterado neurológicamente, Blooming Látigo te regalan una de sus particulares y únicas visiones del mundo.
Por lo que sabemos, de trata de un juego a varios niveles: formal (concierto barroco) y conceptual (tratáis sobre la coerción). Además, he podido localizar la melodía de “Hope” de John Frusciante en “Los espárragos…” Cuéntanos hasta donde quieras lo que os traíais entre manos con este trabajo.
He alucinado con que hayas reconocido la melodía, enhorabuena. El tempo, la prosodia, el timbre, el tono, son diferentes. Y la letra, por supuesto. Es un tema que en esa época solía cantar en la bici camino del local para ir calentando la voz. También en ese tema hay una melodía que lo cierra que saqué de un famosísimo grupo que no voy a desvelar.
Para esa canción, “los Espárragos y la Inmortalidad del Alma”, intenté cantar copiando el estilo de Page Hamilton en los primeros discos de Helmet. Soy muy fan. Su voz en determinadas canciones parece la de un abducido, la de una carcasa humana neutra sin sentimientos o emociones. Canta esas melodías tan Ozzy pero como si su cuerpo lo hubiese poseído un alienígena o como si fuese un androide. Me fascina. Pensé que para este tema ese tipo de enfoque vocal era el idóneo.
De alguna manera este disco es un EP de falsas versiones. Siempre habíamos hablado de grabar alguna, y recuerdo una conversación con Jose acerca de hacer falsas versiones en lugar de versionear directamente a un determinado artista. Así que tiene mucho de eso. Es uno más de los juegos que encierra el EP.
Si te parece relevante, James Plotkin a masterizado el EP, ¿qué puedes contarnos de ello?
El señor Plotkin ha masterizado este EP que presentamos ahora. Fue David, de Knockturne Records, quién contactó con él. Nosotros en ningún momento hemos entrado en comunicación con él. Hombre, de alguna forma que alguien a quien admiras participe, aunque sea tangencialmente, en el proceso de un disco tuyo mola. Este hombre ha participado en discos de Scorn, Khanate, Old o Atomsmasher. Pero su vinculación real no deja de ser anecdótica.
*LOS PRÓXIMOS PASOS:
¿Puedes contarnos un poco en qué andáis enredados ahora? ¿Nuevos temas? ¿Para cuándo un nuevo disco?
Tenemos ya los temas para un nuevo largo. Aunque solo tenemos ensayados la mitad. Ahora tenemos que ponernos con la otra mitad y cuando ya los manejemos con soltura entrar a grabar.
También hemos estado ensayando mucho para un nuevo formato del grupo. Tenemos que readaptar nuestros temas de siempre a una encarnación de la banda en la que no hay bajo. Instrumento que hasta ahora ha vertebrado las composiciones.
Este nuevo formato es más cómodo para los desplazamientos y los conciertos en locales muy reducidos. La experiencia es increíble, porque nos hace salir de nuestra zona de comodidad que ya teníamos con nuestro repertorio para meternos en un terreno que no habíamos manejado bien.
* EL DIRECTO:
Si nunca has estado en un concierto de Blooming Látigo, ten por seguro que no te vas a quedar indiferente. Para empezar, ni te imaginas cómo suenan en directo las baterías de Gonzalo Santana yBorja Díaz, ni lo que sabe hacer José Alcántara con su bajo y sus juguetitos, y tampoco vas a creértelo cuando veas el despliegue de energía de Xavier Castroviejo, un tío por lo demás tranquilo y aparentemente sencillo, que se convierte en un tornado humano sobre el escenario. Sencillamente no vas a saber dónde mirar (¿a Xavi? ¿A los baterías tratando de adivinar quién hace qué? ¿Los dedos de José?), no vas a saber qué escuchar (¿por qué te dejas pillar?), no vas a saber qué tienes que hacer, no vas a saber de dónde te vienen… pero no tengas miedo, hay una parte de ti que sabe, a esa parte dirijeBlooming Látigo su música.
Cuéntanos un poco qué es el directo para Blooming Látigo. Xavi ¿qué cojones te pasa ahí arriba?
Al igual que pasa con los discos intentamos dar el directo que a nosotros nos gustaría ver en una banda. Definir nuestro directo cuando lo vives desde dentro se me hace imposible. Y no me pasa nada… repito, tanto yo como los otros hacemos lo que nos gustaría ver en los demás.
Explícanos el concepto de OBK, creo que vais a tocar en este formato en la Faena. Aparte de algún tema de Giochi Divertenti, qué más novedades que se puedan contar habrá.
Lo de OBK son las siglas de Organik Blooming Kinetic. Una broma obvia que hace referencia al formato con el que tocamos en esta encarnación del grupo, con teclados en lugar de un bajo. El fin último de este formato es el de tener acceso a locales donde antes estaríamos vedados por temas de volumen y equipo. Se trataría de ampliar nuestras posibilidades de tocar en directo; aunque al final lo más importante para nosotros esté siendo el descubrimiento de nuevas posibilidades creativas que pensamos utilizar en futuras grabaciones.
* EL ARTWORK:
Todo el artwork de Blooming Látigo corre a cargo de Gonzalo Santana, uno de los baterías de la banda. Su trabajo es sencillamente alucinante y le confiere valor añadido a los discos de Blooming. También es responsable de la mayoría de los carteles de sus conciertos, y le pedimos que nos pasara algo inédito que quisiera compartir. A la espera de sus comentarios sobre técnicas e inspiración, fijaos en esta preciosidad:
Sólo nos queda recordaros que este sábado 24 de mayo la Montaña Mágica tiene el placer de ofrecerte la contraprogramación del entertainment oficial del mes. Vamos a tener a Ethiva y Blooming Látigo en La Faena II, y nos van a llevar lejos. Blooming nos presentarán Giochi Divertenti y algunas cosas más.